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Śrīmad-bhāgavatam 8.5.43

Texto

dravyaṁ vayaḥ karma guṇān viśeṣaṁ
yad-yoga-māyā-vihitān vadanti
yad durvibhāvyaṁ prabudhāpabādhaṁ
prasīdatāṁ naḥ sa mahā-vibhūtiḥ

Palabra por palabra

dravyam — los cinco elementos del mundo material; vayaḥ — el tiempo; karma — las actividades fruitivas; guṇān — las tres modalidades de la naturaleza material; viśeṣam — las diversidades causadas por las combinación de los veintitrés elementos; yat — aquello que; yoga-māyā — por la potencia creativa del Señor; vihitān — todo hecho; vadanti — todos los eruditos dicen; yat durvibhāvyam — que en realidad es muy difícil de entender; prabudha-apabādham — rechazado por los eruditos, por aquellos que son perfectamente conscientes; prasīdatām — que Se complazca; naḥ — con nosotros; saḥ — Él; mahā-vibhūtiḥ — el controlador de todo.

Traducción

Todos los eruditos dicen que los cinco elementos, el tiempo eterno, la actividad fruitiva, las tres modalidades de la naturaleza material y las diversidades que son producto de esas modalidades, son creaciones de yogamāyā. Por consiguiente, este mundo material es muy difícil de entender; pero las personas que son muy eruditas y elevadas lo han rechazado. Que la Suprema Personalidad de Dios, que es el controlador de todo, Se complazca con nosotros.

Significado

La palabra durvibhāvyam es muy importante en este verso. Nadie puede entender el funcionamiento del mundo material, dispuesto por la Suprema Personalidad de Dios a través de Sus energías materiales. Como se afirma en el Bhagavad-gītā (9.10): mayādhyakṣeṇa prakṛtiḥ sūyate sacarācaram: En realidad, todo ocurre bajo la dirección de la Suprema Personalidad de Dios. Hasta aquí podemos entenderlo; pero lo que es muy difícil de entender es el funcionamiento en sí. Ni siquiera podemos entender los procesos internos sistemáticos de nuestro cuerpo. El cuerpo es un pequeño universo, pero no podemos entender cómo funciona. ¿Cómo vamos a poder entender entonces los procesos del universo grande? Ciertamente, el universo es muy difícil de entender; pero los sabios eruditos y el propio Kṛṣṇa nos han advertido de que este mundo es duḥkhālayam aśāśvatam; en otras palabras, es un lugar temporal lleno de miserias. Debemos abandonar este mundo e ir de regreso al hogar, de vuelta a la Personalidad de Dios. Quizá los materialistas arguyan: «¿Cómo podemos rechazar el mundo material y sus asuntos, si son imposibles de comprender?». La respuesta nos la da la palabra prabudhāpabādham. Tenemos que rechazar el mundo material porque así lo han hecho las personas doctas en sabiduría védica. Aunque no podamos entender qué es el mundo material, debemos estar dispuestos a rechazarlo conforme al consejo de las personas sabias, y en especial conforme al consejo de Kṛṣṇa, que dice:

mām upetya punar janma
duḥkhālayam aśāśvatam
nāpnuvanti mahātmānaḥ
saṁsiddhiṁ paramāṁ gatāḥ

«Cuando llegan a Mí, las grandes almas, que son yogīs en estado de devoción, jamás regresan a este mundo temporal lleno de sufrimientos, pues han logrado la máxima perfección» (Bg. 8.15). Debemos ir de regreso al hogar, de vuelta a Dios, pues esa es la perfección más elevada de la vida. Ir de regreso a Dios significa rechazar el mundo material. No podemos entender las funciones del mundo material, ni si es bueno o malo para nosotros, pero, conforme al consejo de la autoridad suprema, debemos rechazarlo e ir de regreso al hogar, de vuelta a Dios.