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Śrīmad-bhāgavatam 8.24.6

Texto

uccāvaceṣu bhūteṣu
caran vāyur iveśvaraḥ
noccāvacatvaṁ bhajate
nirguṇatvād dhiyo guṇaiḥ

Palabra por palabra

ucca-avaceṣu — con formas corporales superiores o inferiores; bhūteṣu — entre las entidades vivientes; caran — comportarse; vāyuḥiva — igual que el aire; īśvaraḥ — el Señor Supremo; na — no; ucca-avacatvam — las calidades superiores o inferiores de vida; bhajate — acepta; nirguṇatvāt — debido a que es trascendental, por encima de todas las cualidades materiales; dhiyaḥ — por lo general; guṇaiḥ — por las modalidades de la naturaleza material.

Traducción

Como el aire que pasa por atmósferas de distintos tipos, la Suprema Personalidad de Dios, aunque unas veces aparece como ser humano y otras como un animal inferior, siempre es trascendental. Puesto que está por encima de las modalidades materiales de la naturaleza, no Se ve afectado por el hecho de hallarse en formas superiores o inferiores.

Significado

La Suprema Personalidad de Dios es el amo de la naturaleza material (mayādhyakṣeṇa prakṛtiḥ sūyate sacarācaram). Por lo tanto, como controlador supremo de las leyes de la naturaleza, el Señor no puede caer bajo su influencia. En relación con esto se da el ejemplo del viento, que no se ve afectado por las cualidades de los lugares por donde pasa. El aire lleva a veces el olor de un lugar sucio, pero no tiene nada que ver con ese lugar. Del mismo modo, la Suprema Personalidad de Dios, que es completamente bueno y auspicioso, nunca Se ve afectado por las cualidades materiales, como una entidad viviente común. Puruṣaḥ prakṛti-stho hi bhuṅkte prakṛtijān guṇān (Bg. 13.21). La entidad viviente en el seno de la naturaleza material se ve afectada por sus cualidades. Esas cualidades, sin embargo, no afectan a la Suprema Personalidad de Dios. Con una irrespetuosa actitud, el que ignora este hecho considera a la Suprema Personalidad de Dios un ser humano corriente (avajānanti māṁ mūḍhāḥ). Paraṁ bhāvam ajānantaḥ: Las personas sin inteligencia llegan a esa conclusión porque no son conscientes de las cualidades trascendentales del Señor.