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CAPÍTULO 15

Bali Mahārāja conquista los planetas celestiales

En este capítulo se explica que Bali, después de celebrar el viśvajit-yajña, recibió como bendición una cuadriga y diversos aparejos de guerra, con los cuales atacó al rey del cielo. Temerosos de él, los semidioses, siguiendo las instrucciones de suguru, abandonaron los planetas celestiales.

El Señor Vāmanadeva despojó a Bali Mahārāja de todas sus posesiones y le hizo prisionero, con la excusa de que Bali le había prometido tres pasos de tierra. Mahārāja Parīkṣit deseaba conocer estos hechos en detalle. Seguidamente se expone la explicación con que Śukadeva Gosvāmī respondió a la pregunta del rey.
Como se explicó en el capítulo undécimo de este Canto, Bali había sido derrotado en la batalla entre semidioses y demonios, y había muerto, pero, por la gracia de Śukrācārya, volvió a la vida. Entonces se dedicó a servir a su maestro espiritual, Śukrācārya. Los descendientes de Bhṛgu, complacidos con él, le ocuparon en la celebración del viśvajit-yajña. Una vez realizado el yajña, del fuego salieron una cuadriga, caballos, una bandera, un arco, una armadura y dos aljabas de flechas. Mahārāja Prahlāda, el abuelo de Bali Mahārāja, dio a su nieto un collar de flores eterno, y Śukrācārya le dio una caracola. Tras ofrecer reverencias a Prahlāda, a los brāhmaṇas y a su maestro espiritual, Śukrācārya, Bali Mahārāja se armó para luchar con Indra, y avanzó hacia Indrapurī con sus soldados. Haciendo sonar su caracola, atacó el reino de Indra. Indra, al ver el poder de Bali Mahārāja, fue a ver a su maestro espiritual, le habló de la fuerza de Bali y preguntó acerca de su deber. Bṛhaspati informó a los semidioses de que los brāhmaṇas habían dotado a Bali de un poder extraordinario, de manera que los semidioses no podían luchar contra él. Su única esperanza era ganarse el favor de la Suprema Personalidad de Dios. En verdad, no les quedaba otra opción. En esas circunstancias, Bṛhaspati aconsejó a los semidioses que abandonasen los planetas celestiales y permanecieran ocultos donde no pudieran ser vistos. Los semidioses siguieron sus órdenes, y Bali Mahārāja y los suyos conquistaron todo el reino de Indra. Los descendientes de Bhṛgu Muni sentían un gran afecto por su discípulo Bali Mahārāja, y le ocuparon en la celebración de cien aśvamedha-yajñas. De ese modo, Bali disfrutó de las opulencias de los planetas celestiales.

Texts 1-2:
Mahārāja Parīkṣit preguntó: La Suprema Personalidad de Dios es el propietario de todo. Siendo así, ¿por qué pidió tres pasos de tierra a Bali Mahārāja, como si fuese un pobre, y por qué arrestó a Bali Mahārāja aun después de recibir el don que le había pedido? Estoy muy deseoso de conocer el misterio que se esconde tras estas contradicciones.
Text 3:
Śukadeva Gosvāmī dijo: ¡Oh, rey!, Bali Mahārāja perdió toda su opulencia y murió en el combate, pero Śukrācārya, un descendiente de Bhṛgu Muni, lo volvió a la vida. Debido a ello, la gran alma Bali Mahārāja se hizo discípulo de Śukrācārya y comenzó a servirle con gran fe, ofreciéndole todo lo que tenía.
Text 4:
Los brāhmaṇas descendientes de Bhṛgu Muni se sentían muy complacidos con Bali Mahārāja, que deseaba conquistar el reino de Indra. Así pues, tras purificarle y bañarle conforme a los principios regulativos, le empeñaron en la celebración del yajñaque recibe el nombre de viśvajit.
Text 5:
Cuando se ofreció el ghī [mantequilla clarificada] en el fuego del sacrificio, del fuego apareció una cuadriga celestial cubierta de oro y seda, con caballos amarillos, como los de Indra, y una bandera con la figura de un león.
Text 6:
También aparecieron un arco chapado en oro, dos aljabas de flechas infalibles y una armadura celestial. Prahlāda Mahārāja, el abuelo de Bali, ofreció a su nieto un collar de flores que nunca se marchitan, y Śukrācārya le dio una caracola.
Text 7:
Mahārāja Bali celebró aquel rito especial siguiendo las instrucciones de los brāhmaṇas, y por su gracia recibió el equipo necesario para la guerra. Finalizada la ceremonia, caminó dando vueltas alrededor de los brāhmaṇas y les ofreció reverencias. También saludó y ofreció reverencias a Prahlāda Mahārāja.
Texts 8-9:
Así, después de subirse en la cuadriga que Śukrācārya le había dado, Bali Mahārāja, adornado con un hermoso collar de flores, vistió su cuerpo con la armadura protectora, y se armó con el arco, una espada y un carcaj de flechas. Cuando tomó asiento en la cuadriga, adornados los brazos con ajorcas doradas y las orejas con aretes de zafiro, resplandecía como un fuego sagrado.
Texts 10-11:
Al reunirse con sus soldados y con los jefes de los demonios, que eran sus iguales en fuerza, opulencia y belleza, parecía que fuesen a tragarse el cielo y quemar todas las direcciones con la mirada. Así, después de reunir el ejército de los demonios, Bali Mahārāja marchó contra la opulenta capital de Indra. En verdad, a su paso toda la superficie del mundo parecía temblar.
Text 12:
La ciudad del rey Indra estaba llena de agradables huertos y jardines, como el jardín Nandana. El peso de las flores, las hojas y los frutos doblaba las ramas de aquellos árboles de existencia eterna. El zumbido de las abejas arrullaba el idilio de los pájaros que visitaban los jardines. Era una atmósfera completamente celestial.
Text 13:
Mujeres muy hermosas, bajo la protección de los semidioses, se divertían en aquellos jardines, cuyos estanques estaban llenos de flores de loto, cisnes, grullas, cakravākas y patos.
Text 14:
Toda la ciudad estaba rodeada por fosos llenos de agua del Ganges, ākāśa-gaṅgā, y por una muralla muy alta, del color del fuego, coronada de parapetos defensivos.
Text 15:
Las puertas estaban hechas de planchas de oro sólido, y sus umbrales eran del mejor mármol. Las puertas estaban comunicadas por una serie de vías públicas. Toda la ciudad había sido construida por Viśvakarma.
Text 16:
La ciudad entera estaba llena de patios, anchas avenidas y casas de reunión. Había no menos de cien millones de aviones. Las encrucijadas estaban hechas de perlas, y había asientos de diamante y coral.
Text 17:
Mujeres eternamente bellas y jóvenes, vestidas con ropas muy limpias, resplandecían en la ciudad como las llamas de un fuego. Todas ellas poseían la cualidad de śyāmā.
Text 18:
La brisa llevaba por las calles de la ciudad la fragancia de las flores que se desprendían del cabello de las mujeres de los semidioses.
Text 19:
Las apsarās se paseaban por las calles, en las que flotaba el humo blanco y fragante del incienso de aguru que salía a través de las filigranas doradas de las ventanas.
Text 20:
Hermosos doseles decorados con perlas daban sombra por toda la ciudad, donde constantemente se escuchaban los sonidos de los pavos reales, las palomas y las abejas. En las cúpulas de los palacios ondeaban banderas de perlas y oro, y por encima de ellas volaban aviones llenos de hermosas mujeres, entonando sin cesar canciones auspiciosas y muy agradables para el oído.
Text 21:
La ciudad entera vibraba con la armoniosa sinfonía de las mṛdaṅgas, caracolas, timbales, flautas e instrumentos de cuerda bien afinados que en ella sonaban. Cantaban los gandharvas, y las danzas no tenían fin. En conjunto, Indrapurī vencía en belleza a la mismísima personificación de la belleza.
Text 22:
Ninguna persona pecaminosa, envidiosa, violenta con otras entidades vivientes, engañosa, dominada por el orgullo falso, lujuriosa o codiciosa podía entrar en la ciudad. Sus habitantes estaban libres de todas esas malas cualidades.
Text 23:
Al mando de infinidad de soldados, Bali Mahārāja llegó con sus ejércitos ante las puertas de la morada de Indra y la atacó desde todos los flancos. El sonido de la caracola que había recibido de Śukrācārya, su maestro espiritual, sembró el pánico entre las mujeres protegidas por Indra.
Text 24:
Al ver la infatigable voluntad de Bali Mahārāja, el rey Indra comprendió sus intenciones y, junto con los demás semidioses, acudió a su maestro espiritual, Bṛhaspati, y se dirigió a él con las siguientes palabras.
Text 25:
Mi señor, nuestro viejo enemigo, Bali Mahārāja, ha vuelto con más entusiasmo que nunca, y ha obtenido un poder tan asombroso que pensamos que tal vez no podamos resistirlo.
Text 26:
No sé de nadie capaz de defenderse de este despliegue militar de Bali. Es como si quisiera tragarse todo el universo con la boca, lamer las diez direcciones con la lengua, y prenderles fuego con la vista. En verdad, ha surgido como el fuegosaṁvartaka en el momento de la aniquilación.
Text 27:
Infórmame, por favor: ¿cuál es la causa de la fuerza, la voluntad, la influencia y la victoria que Bali Mahārāja manifiesta ahora?; ¿de dónde ha sacado ese entusiasmo?
Text 28:
Bṛhaspati, el maestro espiritual de los semidioses, dijo: ¡Oh, Indra!, yo conozco la causa del inmenso poder de tu enemigo, Bali Mahārāja. Ha complacido a los brāhmaṇas descendientes de Bhṛgu Muni, de quienes es discípulo, y ellos le han dotado de ese extraordinario poder.
Text 29:
Ni tú ni tus hombres pueden vencer al poderosísimo Bali. En verdad, nadie más que la Suprema Personalidad de Dios puede vencerle, pues ha sido dotado del poder espiritual supremo [brahma-tejas]. Bali Mahārāja es ahora como Yamarāja: nadie puede oponerse a él.
Text 30:
Por lo tanto, deben esperar a que cambie la suerte de sus enemigos; mientras tanto, abandonen este planeta celestial y vayan a otro lugar, donde no puedan verlos.
Text 31:
Bali Mahārāja se ha vuelto muy poderoso gracias a las bendiciones de los brāhmaṇas, pero más tarde les insultará, y tanto él como sus amigos y asistentes serán vencidos.
Text 32:
Śukadeva Gosvāmī continuó: Después de escuchar las palabras de Bṛhapasti, los semidioses siguieron el consejo que, por su propio bien, les había dado. Cada uno de ellos adoptó la forma que le pareció más conveniente y abandonó el reino celestial. Fue así como se dispersaron, sin que los demonios pudieran verlos.
Text 33:
Cuando los semidioses desaparecieron, Bali Mahārāja, el hijo de Virocana, entró en el reino celestial, desde el cual impuso su dominio sobre los tres mundos.
Text 34:
Los brāhmaṇas descendientes de Bhṛgu, muy complacidos con su discípulo, que había conquistado todo el universo, le ocuparon en la celebración de cien sacrificios aśvamedha.
Text 35:
Tras celebrar esos sacrificios, la fama de Bali Mahārāja se extendió por los tres mundos y en todas direcciones. De esa forma, brillaba en su posición como una luna brillante en el cielo.
Text 36:
Gracias al favor de los brāhmaṇas, la gran alma Bali Mahārāja, dándose por satisfecho, gozó de gran opulencia y disfrutó de la prosperidad del reino.