Skip to main content

Śrīmad-bhāgavatam 7.9.13

Texto

sarve hy amī vidhi-karās tava sattva-dhāmno
brahmādayo vayam iveśa na codvijantaḥ
kṣemāya bhūtaya utātma-sukhāya cāsya
vikrīḍitaṁ bhagavato rucirāvatāraiḥ

Palabra por palabra

sarve — todos; hi — ciertamente; amī — esos; vidhi-karāḥ — que cumplen las órdenes; tava — Tuyas; sattva-dhāmnaḥ — que estás siempre situado en el mundo trascendental; brahma-ādayaḥ — los semidioses, guiados por el Señor Brahmā; vayam — nosotros; iva — como; īśa — ¡oh, mi Señor!; na — no; ca — y; udvijantaḥ — que están atemorizados (por Tu terrible advenimiento); kṣemāya — para protección; bhūtaye — para el aumento; uta — se dice; ātma-sukhāya — para la satisfacción personal con esos pasatiempos; ca — también; asya — de este (mundo material); vikrīḍitam — manifestadas; bhagavataḥ — de Tu Señoría; rucira — muy agradables; avatāraiḥ — por Tus encarnaciones.

Traducción

¡Oh, mi Señor!, todos los semidioses, comenzando por el Señor Brahmā, son sirvientes sinceros de Tu Señoría, que estás situado en una posición trascendental. Por lo tanto, no son como nosotros [Prahlāda y su padre, el demonio Hiraṇyakaśipu]. Tu advenimiento en esta terrible forma es un pasatiempo que realizas para Tu propio placer. Tu encarnación siempre tiene como objetivo la protección y el progreso del universo.

Significado

Prahlāda Mahārāja quería declarar que su padre y todos los demás miembros de su familia eran desafortunados, debido a que eran demoníacos, mientras que los devotos del Señor siempre son afortunados, pues siempre están dispuestos a seguir las órdenes del Señor. El Señor Supremo, cuando aparece en el mundo material en Sus diversas encarnaciones, cumple dos funciones: salvar al devoto, y destruir al demonio (paritrāṇāya sādhūnāṁ vināśāya ca duṣkṛtām). El Señor Nṛsiṁhadeva, por ejemplo, advino para proteger a Su devoto. Ciertamente, pasatiempos como el de Nṛsiṁhadeva no tienen por objeto suscitar el temor de los devotos; sin embargo, los devotos, debido a su sencillez y a su fe, sentían temor de la feroz encarnación del Señor. Esa es la razón de que en la siguiente oración Prahlāda Mahārāja pida al Señor que abandone Su ira.