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Śrīmad-bhāgavatam 7.2.6

Texto

sapatnair ghātitaḥ kṣudrair
bhrātā me dayitaḥ suhṛt
pārṣṇi-grāheṇa hariṇā
samenāpy upadhāvanaiḥ

Palabra por palabra

sapatnaiḥ — por los enemigos*; ghātitaḥ — matado; kṣudraiḥ — de poder insignificante; bhrātā — hermano; me — a mi; dayitaḥ — muy querido; suhṛt — amigo; pārṣṇi-grāheṇa — atacando por la espalda; hariṇā — por la Suprema Personalidad de Dios; samena — ecuánime con todos (tanto semidioses como demonios); api — aunque; upadhāvanaiḥ — por los adoradores, los semidioses.

Traducción

Mis insignificantes enemigos, los semidioses, se han unido para matar a mi muy querido y obediente amigo, mi hermano Hiraṇyākṣa. Aunque el Señor Supremo, el Señor Viṣṇu, siempre Se había mostrado ecuánime con unos y otros —semidioses y demonios—, esta vez, después de recibir la devota adoración de los semidioses, Se ha puesto de su parte y les ha ayudado a matar a Hiraṇyākṣa.

Significado

Como se afirma en el Bhagavad-gītā (9.29): samo 'haṁ sarva-bhūteṣu: El Señor es ecuánime con todas las entidades vivientes. Si tanto los semidioses como los demonios son entidades vivientes, ¿cómo es posible que el Señor Se ponga de parte de unos seres vivos y en contra de otros? En realidad, no es posible que el Señor sea parcial. Sin embargo, los semidioses, los devotos, como siempre siguen estrictamente las órdenes del Señor Supremo, debido a esa sinceridad acaban venciendo a los demonios; estos saben que el Señor Supremo es Viṣṇu, pero no siguen Sus instrucciones. Por lo general, y debido a que recuerdan constantemente a la Suprema Personalidad de Dios, Viṣṇu, los demonios después de morir logran sāyujya-mukti. El demonio Hiraṇyakaśipu acusó al Señor de haberse puesto de parte de los semidioses debido a la adoración que estos Le habían ofrecido, pero la realidad es que el Señor, como el gobierno, no manifiesta la menor parcialidad. El gobierno no tiene preferencia por ningún ciudadano, pero al ciudadano que sigue las leyes del estado, estas le brindan muchas facilidades para vivir en paz y ver satisfechos sus verdaderos intereses.