Śrīmad-bhāgavatam 7.14.34
Texto
kavibhiḥ pātra-vittamaiḥ
harir evaika urvīśa
yan-mayaṁ vai carācaram
Palabra por palabra
pātram — la verdadera persona a quien se debe ofrecer caridad; tu — pero; atra — en el mundo; niruktam — establecido; vai — en verdad; kavibhiḥ — por sabios eruditos; pātra-vittamaiḥ — con experiencia en cuanto a hallar a la verdadera persona a quien se debe dar caridad; hariḥ — la Suprema Personalidad de Dios; eva — en verdad; ekaḥ — solo uno; urvī-īśa — ¡oh, rey de la Tierra!; yat-mayam — en quien todo reposa; vai — de quien todo emana; cara-acaram — todo lo móvil y lo inmóvil del universo.
Traducción
¡Oh, rey de la Tierra!, sabios eruditos y experimentados han establecido que solo la Suprema Personalidad de Dios, Kṛṣṇa, en quien reposa todo lo móvil y lo inmóvil del universo, y de quien todo emana, es la persona idónea a quien ofrecer todo.
Significado
Siempre que realicemos una actividad religiosa en el plano de dharma, artha, kāma y mokṣa, debemos llevarla a cabo conforme al momento, el lugar y la persona (kāla, deśa, pātra). Nārada Muni ha hablado ya de deśa (el lugar), y de kāla (el momento). De kāla habló en los versos que van del veinte al veinticuatro y que comienzan con las palabras ayane viṣuve kuryād vyatīpāte dina-kṣaye. De los lugares idóneos para dar caridad o celebrar actividades rituales, habló en los versos que van del treinta al treinta y tres, y que comienzan con las palabras sarāṁsi puṣkarādīni kṣetrāṇy arhāśritāny uta. En este verso es donde define a quién debe ofrecérsele todo: harir evaika urvīśa yan-mayaṁ vai carācaram. La Suprema Personalidad de Dios, Kṛṣṇa, es la raíz de todo, y por lo tanto es el pātra idóneo, la persona a quien se debe ofrecer todo. En el Bhagavad-gītā (5.29), se dice:
sarva-loka-maheśvaram
suhṛdaṁ sarva-bhūtānāṁ
jñātvā māṁ śāntim ṛcchati
Quien desee disfrutar de paz y prosperidad verdaderas debe darlo todo a Kṛṣṇa, que es el verdadero disfrutador, amigo y propietario. Por esa razón se dice también:
tṛpyanti tat-skandha-bhujopaśākhāḥ
prāṇopahārāc ca yathendriyāṇāṁ
tathaiva sarvārhaṇam acyutejyā
(Bhāg. 4.31.14)
Quien adora o satisface a Acyuta, la Suprema Personalidad de Dios, Kṛṣṇa, satisface a todos los seres, del mismo modo que se riegan las ramas, las hojas y las flores de un árbol por el simple hecho de regar la raíz, y del mismo modo que todos los sentidos quedan satisfechos cuando se lleva alimento al estómago. Por lo tanto, el devoto sencillamente lo ofrece todo a la Suprema Personalidad de Dios; de ese modo, recibe los mejores resultados en cuanto a caridad, prácticas religiosas, complacencia de los sentidos, e incluso liberación (dharma, artha, kāma y mokṣa).