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Śrīmad-bhāgavatam 7.11.7

Texto

dharma-mūlaṁ hi bhagavān
sarva-vedamayo hariḥ
smṛtaṁ ca tad-vidāṁ rājan
yena cātmā prasīdati

Palabra por palabra

dharma-mūlam — la raíz de los principios religiosos; hi — en verdad; bhagavān — la Suprema Personalidad de Dios; sarva-veda-mayaḥ — la esencia de todo conocimiento védico; hariḥ — el Ser Supremo; smṛtam ca — y las Escrituras; tat-vidām — de aquellos que conocen al Señor Supremo; rājan — ¡oh, rey!; yena — por el cual (principio religioso); ca — también; ātmā — el alma, la mente, el cuerpo y todo; prasīdati — alcanzan plena satisfacción.

Traducción

El Ser Supremo, la Personalidad de Dios, es la esencia de todo conocimiento védico, la raíz de todos los principios religiosos, y la memoria de las grandes autoridades. ¡Oh, rey Yudhiṣṭhira!, este principio religioso debe considerarse prueba concluyente. Partiendo de ese principio religioso, todo se satisface, mente, alma y cuerpo incluidos.

Significado

Dice Yamarāja: dharmaṁ tu sākṣād bhagavat-praṇītam. Yamarāja, el representante del Señor que se encarga de las entidades vivientes después de la muerte, es quien dicta la sentencia que decide cómo y cuándo va a cambiar de cuerpo el ser vivo. Él es la autoridad, y él dice que los principios religiosos consisten en las normas y leyes dadas por Dios. La religión no se la puede inventar nadie, y por eso los seguidores de los principios védicos rechazan los sistemas religiosos inventados. En el Bhagavad-gītā (15.15), se dice: vedaiś ca sarvair aham eva vedyaḥ: Conocimiento védico significa comprender a la Suprema Personalidad de Dios, Kṛṣṇa. Por consiguiente, tanto si hablamos de los Vedas, como de las Escrituras, de la religión, o de los principios que definen el deber prescrito de cada persona, todo ello debe llevar a la comprensión de Kṛṣṇa, la Suprema Personalidad de Dios. La conclusión del Śrīmad-Bhāgavatam es, por lo tanto (Bhāg. 1.2.6):

sa vai puṁsāṁ paro dharmo
yato bhaktir adhokṣaje
ahaituky apratihatā
yayātmā suprasīdati

En otras palabras, el objetivo de los principios védicos es enseñarnos cómo ofrecer al Señor un servicio amoroso trascendental. Ese servicio debe estar libre de motivaciones y no debe detenerse ante ninguna condición material. Entonces la sociedad humana será feliz en todo aspecto.

Los smṛti, las Escrituras que siguen los principios del conocimiento védico, se consideran evidencia de los principios védicos. Hay veinte tipos distintos de Escrituras que tratan de los principios religiosos, y, entre ellas, las Escrituras de Manu y Yājñavalkya se consideran autoridades universales. En el Yāyjñavalkya-smṛti se dice:

śruti-smṛti-sadācāraḥ
svasya ca priyam ātmanaḥ
samyak saṅkalpajaḥ kāmo
dharma-mūlam idaṁ smṛtam

El comportamiento humano debe aprenderse del śruti, los Vedas, y del smṛti, las Escrituras que siguen los principios védicos. Śrīla Rūpa Gosvāmī, en su Bhakti-rasāmṛta-sindhu dice:

śruti-smṛti-purāṇādi-
pañcarātra-vidhiṁ vinā
aikāntikī harer bhaktir
utpātāyaiva kalpate

El significado de este verso es que para ser un devoto es necesario seguir los principios que se exponen en losśruti y smṛti. Es necesario seguir las normas de los Purāṇas y el pāñcarātrikī-vidhi. No se puede ser devoto puro sin seguir los śruti y smṛti; además, śruti y smṛti sin servicio devocional no pueden llevarnos a la perfección de la vida.

Por consiguiente, todo ello confirma la conclusión de que sin bhakti, sin servicio devocional, no puede hablarse de principios religiosos. En la puesta en práctica de los principios religiosos, la figura central es Dios. El veredicto del Śrīmad-Bhāgavatam condena casi todo lo que en este mundo se considera religión, pues lo encuentra falto de todo concepto de servicio devocional. Sin servicio devocional, los supuestos principios religiosos son un simple engaño.