Śrīmad-bhāgavatam 5.26.11
Texto
Palabra por palabra
ye — aquellas que; tu — pero; iha — en esta vida; yathā — tanto como; eva — ciertamente; amunā — por él; vihiṁsitāḥ — que fueron dañadas; jantavaḥ — las entidades vivientes; paratra — en la siguiente vida; yama-yātanām upagatam — expuesto a los sufrimientos que Yamarāja le impone; te — esas entidades vivientes; eva — en verdad; ruravaḥ — rurus (una especie animal envidiosa); bhūtvā — volviéndose; tathā — en la misma medida; tam — a él; eva — ciertamente; vihiṁsanti — hacen daño; tasmāt — debido a esto; rauravam — Raurava; iti — así; āhuḥ — grandes sabios dicen; ruruḥ — el animal conocido con el nombre de ruru; iti — así; sarpāt — que la serpiente; ati-krūra — mucho más cruel y envidioso; sattvasya — de la entidad; apadeśaḥ — el nombre.
Traducción
A lo largo de su vida, la persona envidiosa comete actos de violencia contra muchas entidades vivientes. Por esa razón, después de morir, Yamarāja la lleva a un infierno en que las entidades vivientes a las que ella hizo daño se le aparecen en forma de animalesruru y le causan enormes dolores. Los grandes sabios dan a ese infierno el nombre de Raurava. Los rurus, que por lo común no se ven en este mundo, son más envidiosos que las serpientes.
Significado
Según Śrīdhara Svāmī, el ruru recibe también el nombre de bhāra-śṛṅga (ati-krūrasya bhāra-śṛṅgākhya-sattvasya apadeśaḥ saṁjñā). Esto lo confirma Śrīla Jīva Gosvāmī en su Sandarbha: ruru-śabdasya svayaṁ muninaiva ṭīkā-vidhānāl lokeṣv aprasiddha evāyaṁ jantu-viśeṣaḥ. Los rurus no son visibles en este mundo, pero su existencia viene confirmada en los śāstras.