Skip to main content

Śrīmad-bhāgavatam 5.18.33

Texto

yasminn asaṅkhyeya-viśeṣa-nāma-
rūpākṛtau kavibhiḥ kalpiteyam
saṅkhyā yayā tattva-dṛśāpanīyate
tasmai namaḥ sāṅkhya-nidarśanāya te iti

Palabra por palabra

yasmin — en Ti (la Suprema Personalidad de Dios); asaṅkhyeya — incontables; viśeṣa — particulares; nāma — nombres; rūpa — formas; ākṛtau — con rasgos corporales; kavibhiḥ — por grandes personas eruditas; kalpitā — imaginados; iyam — ese; saṅkhyā — número; yayā — por el cual; tattva — de la verdad; dṛśā — con conocimiento; apanīyate — se extrae; tasmai — a Él; namaḥ — reverencias respetuosas; sāṅkhya-nidarśanāya — que es quien revela este conocimiento numérico; te — a Ti; iti — así.

Traducción

¡Oh, mi Señor!, Tu nombre, forma y rasgos corporales se expanden en incontables formas. Nadie puede determinar con exactitud el número de formas existentes, pero Tú mismo, en Tu encarnación de Kapiladeva, el sabio erudito, has analizado la manifestación cósmica, explicando que contiene veinticuatro elementos. Por lo tanto, quien sienta interés por la filosofía sāṅkhya, mediante la cual se pueden enumerar las distintas verdades, debe escucharla de Tus labios. Los no devotos, por desgracia, se limitan a contar los distintos elementos, pero continúan ignorando Tu verdadera forma. Yo Te ofrezco respetuosas reverencias.

Significado

Los filósofos y científicos, en su intento de estudiar la naturaleza del cosmos, llevan millones de años elaborando teorías y haciendo cálculos de distintos tipos. Sin embargo, la investigación especulativa del supuesto científico o filósofo se ve siempre interrumpida por la llegada de la muerte; las leyes de la naturaleza siguen entonces su curso sin preocuparse de sus descubrimientos.

La creación material cambia constantemente durante miles de millones de años, hasta que, por último, el universo entero se disuelve y queda en estado no manifiesto. La naturaleza está permanentemente sometida al cambio y a la destrucción (bhūtvā bhūtvā pralīyate); aun así, los científicos materialistas quieren estudiar las leyes naturales sin conocer a la Suprema Personalidad de Dios, que es el trasfondo de la naturaleza. Dice Kṛṣṇa en el Bhagavad-gītā (9.10):

mayādhyakṣeṇa prakṛtiḥ
sūyate sa-carācaram
hetunānena kaunteya
jagad viparivartate

«Esta naturaleza material, que es una de Mis energías, actúa bajo Mi dirección, ¡oh, hijo de Kuntī!, y produce todos los seres móviles e inmóviles. Bajo su control, se crea y se aniquila una y otra vez esta manifestación cósmica».

La creación material está ahora en estado manifiesto; a su debido tiempo será aniquilada y permanecerá en estado latente durante millones de años, hasta que finalmente sea creada de nuevo. Esa es la ley de la naturaleza.