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Śrīmad-bhāgavatam 5.14.7

Texto

kvacic cāśeṣa-doṣa-niṣadanaṁ purīṣa-viśeṣaṁ tad-varṇa-guṇa-nirmita-matiḥ suvarṇam upāditsaty agni-kāma-kātara ivolmuka-piśācam.

Palabra por palabra

kvacit — a veces; ca — también; aśeṣa — ilimitadas; doṣa — de faltas; niṣadanam — la fuente de; purīṣa — de excremento; viśeṣam — un tipo particular; tat-varṇa-guṇa — cuyo color es el mismo que el de la modalidad de la pasión (rojizo); nirmita-matiḥ — cuya mente está absorta en eso; suvarṇam — oro; upāditsati — deseando obtener; agni-kāma — por el deseo de estar cerca de un fuego; kātaraḥ — que pasa dificultad; iva — como; ulmuka-piśācam — una luz fosforescente que recibe el nombre de fuego fatuo y que a veces se confunde con un fantasma.

Traducción

A veces la entidad viviente desea el excremento amarillo al que llaman oro y corre en su busca. Ese oro es la fuente de la opulencia material y de la envidia; quien lo posee tiene acceso a la vida sexual ilícita, a los juegos de azar y al consumo de carne y de toda clase de sustancias embriagantes. Su color atrae las mentes de quienes están dominados por la modalidad de la pasión, que corren tras él como el hombre que pasa frío en el bosque y corre hacia la fosforescencia de una ciénaga pensando que es fuego.

Significado

Parīkṣit Mahārāja ordenó a Kali-yuga que abandonase su reino inmediatamente, y le permitió vivir en los siguientes cuatro lugares: los burdeles, los bares, los mataderos y los casinos. Kali-yuga, sin embargo, le pidió que le concediese un solo lugar que incluyera esos cuatro. Parīkṣit Mahārāja le concedió entonces el lugar en que se almacena oro. El oro lleva implícitos los cuatro principios del pecado; por consiguiente, según los principios de la vida espiritual, se lo debe evitar en la medida de lo posible. Donde haya oro también habrá vida sexual ilícita, juegos de azar y consumo de carne y de toda clase de sustancias embriagantes. En el mundo occidental, la gente tiene mucho oro; por esa razón, son víctimas de esos cuatro pecados. El oro tiene un color muy brillante, y los materialistas se sienten muy atraídos por ese color amarillo. Sin embargo, en realidad no es más que un tipo de excremento. Una persona con el hígado enfermo suele defecar excremento amarillo. El color de ese excremento atrae a los materialistas, del mismo modo que un fuego fatuo atrae a quien necesita calor.