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Capítulo 27

Caṇḍavega ataca la ciudad del rey Purañjana; la personalidad de Kālakanyā

Texto

nārada uvāca
itthaṁ purañjanaṁ sadhryag
vaśamānīya vibhramaiḥ
purañjanī mahārāja
reme ramayatī patim

Palabra por palabra

nāradaḥ uvāca — Nārada dijo; ittham — de este modo; purañjanam — al rey Purañjana; sadhryak — completamente; vaśamānīya — poner bajo control; vibhramaiḥ — con sus encantos; purañjanī — la esposa del rey Purañjana; mahā-rāja — ¡oh, rey!; reme — disfrutó; ramayatī — dar plena satisfacción; patim — a su esposo.

Traducción

El gran sabio Nārada continuó: Mi querido rey, tras utilizar diversos medios para confundir a su esposo, y una vez que lo tuvo bajo su control, la esposa del rey Purañjana le dio todo tipo de satisfacciones y disfrutó con él de la vida sexual.

Significado

Después de cazar en el bosque, el rey Purañjana regresó al hogar, y tras reponerse con un baño y una buena comida, buscó a su esposa. Cuando la vio tendida en el duro suelo, como una víctima del menosprecio, muy mal vestida, se sintió muy apenado. Atraído por ella, estuvo disfrutando de su compañía. La entidad viviente también está ocupada en actividades pecaminosas en el mundo material. Esas actividades pecaminosas se pueden comparar a la cacería del rey Purañjana en el bosque.

Una vida de pecado puede contrarrestarse por medio de diversos procesos de religión, como yajña, vrata y dāna, es decir, la celebración de sacrificios, la aceptación de votos relacionados con rituales religiosos, y la caridad. Con esos métodos podemos liberarnos de las reacciones de la vida pecaminosa y, al mismo tiempo, despertar nuestro estado original de conciencia de Kṛṣṇa. Al regresar a casa, bañarse, comer buenos alimentos, refrescarse y buscar a su esposa, el rey Purañjana recobró su buena conciencia en cuanto a la vida familiar. En otras palabras, una vida familiar regulada según los mandamientos védicos es mejor que una vida irresponsable de pecado. Si los esposos son conscientes de Kṛṣṇa y conviven en paz, la vida matrimonial será muy buena. Sin embargo, cuando el esposo siente demasiada atracción por la esposa y olvida su deber en la vida, las complicaciones de la vida materialista vuelven a manifestarse. Por esa razón, el consejo de Śrīla Rūpa Gosvāmī es anāsaktasya viṣayān (Bhakti-rasāmṛta-sindhu 1.2.255). Los esposos, sin apego por la vida sexual, pueden vivir juntos para avanzar en la vida espiritual. El esposo debe ocuparse en servicio devocional, y la esposa debe ser fiel y religiosa, conforme a los mandamientos védicos. Una combinación así es muy buena. Sin embargo, cuando el esposo siente demasiada atracción sexual por la esposa, se encuentran en una posición muy peligrosa. Las mujeres, en general, están muy predispuestas a la vida sexual. De hecho, se dice que el deseo sexual de la mujer es nueve veces más fuerte que el del hombre. Por esa razón, el hombre tiene el deber de mantener a la mujer bajo control y satisfacerla, regalarle ornamentos, buenos alimentos y ropas de calidad, y ocuparla en actividades religiosas. Por supuesto, la mujer ha de tener algunos hijos; de esa forma no perturbará al hombre. Si, por desdicha, el hombre ve a la mujer como un objeto para el disfrute sexual, la vida familiar se convierte en algo abominable.

El gran político Cāṇakya Paṇḍita ha dicho: bhāryā rūpavatī śatruḥ: Una esposa hermosa es un enemigo. Por supuesto, al esposo, su mujer siempre le parece muy hermosa. Para otros quizá no lo sea, pero al esposo, que se siente muy atraído a ella, siempre le parece muy hermosa. Cuando eso ocurre, es señal de que siente demasiada atracción por ella. Esa atracción es la atracción de la vida sexual. El mundo entero está cautivado por la influencia de dos modalidades de la naturaleza material, rajo-guṇa y tamo-guṇa, la pasión y la ignorancia. Por lo general, las mujeres son muy apasionadas y poco inteligentes; por tanto, el hombre debe hacer lo que sea necesario para no dejarse controlar por la pasión y la ignorancia de las mujeres. Con la práctica de bhakti-yoga, servicio devocional, el hombre puede elevarse al plano de la bondad. Si el esposo, situado en la modalidad de la bondad, puede dominar a su esposa, que está bajo la influencia de la pasión y de la ignorancia, la mujer se beneficia de ello. Olvidando su inclinación natural por la pasión y la ignorancia, será obediente y fiel a su esposo, que está situado en el plano de la bondad. Una vida así es muy auspiciosa. En esa situación, las inteligencias del hombre y de la mujer colaboran con gran armonía, y ambos pueden emprender un sendero de progresos hacia la iluminación espiritual. De lo contrario, el esposo que cae bajo el dominio de la esposa sacrifica su cualidad de la bondad y se somete a las cualidades de la pasión y la ignorancia. Entonces, toda la situación se contamina.

La conclusión es que la vida de casado es mejor que una vida pecaminosa e irresponsable. Sin embargo, cuando el esposo se subordina a la esposa en la vida familiar, el enredo en la vida materialista se manifiesta con nueva fuerza; eso acentúa el cautiverio material del hombre. Por esa razón, en el sistema védico se aconseja al esposo que, al llegar a determinada edad, abandone la vida de familia y pase a las etapas de vānaprastha y sannyāsa.

Texto

sa rājā mahiṣīṁ rājan
susnātāṁ rucirānanām
kṛta-svastyayanāṁ tṛptām
abhyanandad upāgatām

Palabra por palabra

saḥ — él; rājā — el rey; mahiṣīm — a la reina; rājan — ¡oh, rey!; su-snātām — bien bañada; rucira-ānanām — cara atractiva; kṛta-svasti-ayanām — vestida con ropas y adornos auspiciosos; tṛptām — satisfecha; abhyanandat — él dio la bienvenida; upāgatām — que se acercaba.

Traducción

La reina se bañó y se vistió con las ropas y adornos más auspiciosos. Después de comer y quedar satisfecha por completo, regresó con el rey. Al ver los hermosos adornos de su atractivo rostro, el rey le dio la bienvenida con toda su devoción.

Significado

La mujer suele vestirse muy bien, con vestidos elegantes y complementos de adorno. A veces, también lleva flores en el cabello. Las mujeres se visten especialmente bien por la tarde, a la hora en que el esposo regresa al hogar después de una dura jornada de trabajo. La esposa tiene el deber de estar muy bien vestida, para que cuando el esposo regrese a casa se sienta atraído por su limpieza y su forma de vestir, y se sienta satisfecho con ello. En otras palabras, la esposa es la inspiración de toda buena inteligencia. Después de ver a la esposa muy bien vestida, se puede reflexionar con mucha sensatez en los asuntos familiares. Una persona demasiado angustiada con los problemas de la familia, no podrá cumplir satisfactoriamente con sus deberes familiares. Por lo tanto, la esposa debe ser una fuente de inspiración, para que la inteligencia del esposo pueda cumplir adecuadamente con sus funciones. De esa manera, ambos pueden colaborar en la resolución de los problemas familiares sin obstáculos.

Texto

tayopagūḍhaḥ parirabdha-kandharo
raho ’numantrair apakṛṣṭa-cetanaḥ
na kāla-raṁho bubudhe duratyayaṁ
divā niśeti pramadā-parigrahaḥ

Palabra por palabra

tayā — por la reina; upagūḍhaḥ — fue abrazado; parirabdha — abrazó; kandharaḥ — hombros; rahaḥ — en un lugar solitario; anumantraiḥ — con palabras jocosas; apakṛṣṭa-cetanaḥ — con la conciencia degradada; na — no; kāla-raṁhaḥ — el paso del tiempo; bubudhe — era consciente de; duratyayam — imposible de vencer; divā — día; niśā — noche; iti — de ese modo; pramadā — por la mujer; parigrahaḥ — cautivado.

Traducción

La reina Purañjanī abrazó al rey, y el rey correspondió envolviéndola con su abrazo. De esta manera, intercambiaron palabras jocosas en un lugar solitario. Así, el rey Purañjana quedó completamente cautivado por su hermosa esposa y perdió todo buen juicio, olvidando que, con el paso de los días y las noches, su vida se reducía sin provecho alguno.

Significado

La palabra pramadā es muy significativa en este verso. Sin lugar a dudas, una bella esposa es una fuente de inspiración para el hombre casado, pero al mismo tiempo es la causa de su degradación. La palabra pramadā significa «inspiradora», pero también «que hace enloquecer». Generalmente, el hombre casado no presta demasiada atención al paso de los días y las noches. Bajo la influencia de la ignorancia, las personas consideran normal que los días y las noches se sucedan. Esa es la ley de la naturaleza material. Sin embargo, bajo la influencia de la ignorancia, los hombres no saben que el Sol, cuando sale por la mañana temprano, está empezando a quitarle lo que le queda de vida. Así, día tras día, la vida se acorta. Olvidando el deber de la vida humana, el necio permanece en compañía de su esposa y disfruta con ella en soledad. Esa condición se denomina apakṛṣṭa-cetana, conciencia degradada. El ser humano debe emplear su conciencia para elevarse al plano de conciencia de Kṛṣṇa. Sin embargo, la persona demasiado atraída por la esposa y los asuntos familiares no presta mucha atención al proceso de conciencia de Kṛṣṇa. De esa manera, se degrada, sin saber que ni con millones de dólares podría recuperar un solo segundo de su vida. La mayor pérdida en la vida humana es dejar que el tiempo pase sin entender a Kṛṣṇa. Debemos emplear correctamente hasta el más pequeño instante de nuestras vidas; el modo de emplear correctamente la vida consiste en aumentar nuestro servicio devocional al Señor. Sin servicio devocional al Señor, las actividades de la vida no son más que una pérdida de tiempo. Śrama eva hi kevalam. Para sacar provecho de la vida, no basta con el «sentido del deber». Como se confirma en el Śrīmad-Bhāgavatam (1.2.8):

dharmaḥ sv-anuṣṭhitaḥ puṁsāṁ
viṣvaksena-kathāsu yaḥ
notpādayed yadi ratiṁ
śrama eva hi kevalam

Cuando alguien cumple a la perfección con sus deberes prescritos, pero no progresa en el cultivo de conciencia de Kṛṣṇa, debe entenderse que lo único que ha hecho es perder el tiempo en un esfuerzo inútil.

Texto

śayāna unnaddha-mado mahā-manā
mahārha-talpe mahiṣī-bhujopadhiḥ
tām eva vīro manute paraṁ yatas
tamo-’bhibhūto na nijaṁ paraṁ ca yat

Palabra por palabra

śayānaḥ — acostado; unnaddha-madaḥ — cada vez más cubierto por la ilusión; mahā-manāḥ — situado en un nivel de conciencia elevado; mahā-arha-talpe — en una lujosa cama; mahiṣī — de la reina; bhuja — brazos; upadhiḥ — almohada; tām — a ella; eva — ciertamente; vīraḥ — el héroe; manute — consideró; param — el objetivo de la vida; yataḥ — del cual; tamaḥ — por ignorancia; abhibhūtaḥ — cubierto; na — no; nijam — su verdadero ser; param — la Suprema Personalidad de Dios; ca — y; yat — que.

Traducción

De esta forma el rey Purañjana, a pesar de su elevado nivel de conciencia, estaba cada vez más cubierto por la ilusión. Siempre estaba acostado, con la cabeza reposando en los brazos de su esposa. La mujer llegó a ser para él la esencia misma de su vida, su alma. Cubierto por la modalidad de la ignorancia, no podía entender el significado de la autorrealización, ni de su ser, ni de la Suprema Personalidad de Dios.

Significado

La vida humana tiene por objeto la autorrealización. Esa iluminación se refiere, en primer lugar, al propio ser, que en este verso se describe con la palabra nijam. Después hay que entender o percibir a la Superalma, Paramātmā, la Suprema Personalidad de Dios. Sin embargo, quien está demasiado apegado a la materia considera que la mujer es lo más importante del mundo. En esas circunstancias, no puede percibir ni su propio ser ni a la Suprema Personalidad de Dios. Por eso, en el Śrīmad-Bhāgavatam (5.5.2) se dice: mahat-sevāṁ dvāram āhur vimuktes tamo-dvāraṁ yoṣitāṁ saṅgi-saṅgam. La relación con mahātmās, es decir, con devotos, nos abre las puertas de la liberación. Pero un apego excesivo a las mujeres, o a personas que también están apegadas a las mujeres, es decir, el apego a las mujeres, tanto directa como indirectamente, abre las puertas de tamo-dvāram, que dan a la región más oscura de la vida infernal.

El rey Purañjana era una gran alma; era muy intelectual y estaba dotado de un elevado nivel de conciencia; sin embargo, su conciencia quedó completamente cubierta, pues era demasiado adicto a las mujeres. En la actualidad, la conciencia de la gente está demasiado cubierta con el consumo de carne, el vino y las mujeres. Por esa razón, la gente es completamente incapaz de hacer ningún progreso en la autorrealización. El primer paso en la autorrealización es saber que somos almas espirituales aparte del cuerpo. En la segunda etapa de autorrealización podemos comprender que todas las almas, todas las entidades vivientes individuales, son partes integrales del Alma Suprema, Paramātmā, la Suprema Personalidad de Dios. Esto se confirma en el Bhagavad-gītā (15.7):

mamaivāṁśo jīva-loke
jīva-bhūtaḥ sanātanaḥ
manaḥ-ṣaṣṭhānīndriyāṇi
prakṛti-sthāni karṣati

«Las entidades vivientes de este mundo condicionado son Mis partes fragmentarias eternas. Debido a la vida condicionada, sostienen una lucha muy dura con los seis sentidos, entre los que se incluye la mente».

Todas las entidades vivientes son partes integrales del Señor Supremo. Por desgracia, en la civilización actual se consiente la relación entre hombres y mujeres desde el mismo principio de la vida; eso les imposibilita por completo para llegar al plano de la autorrealización. No saben que no lograr la autorrealización constituye la más grande de las pérdidas en la forma humana de vida. Tener a una mujer constantemente en el corazón viene a ser como acostarse con una mujer en una lujosa cama. El corazón es la cama, la cama más lujosa. El hombre que piensa en mujeres y dinero está acostado y reposando en brazos de su mujer amada o su esposa. De esa forma, se entrega a la vida sexual y se vuelve un inútil para la autorrealización.

Texto

tayaivaṁ ramamāṇasya
kāma-kaśmala-cetasaḥ
kṣaṇārdham iva rājendra
vyatikrāntaṁ navaṁ vayaḥ

Palabra por palabra

tayā — con ella; evam — de esta forma; ramamāṇasya — disfrutar; kāma — lleno de lujuria; kaśmala — pecaminoso; cetasaḥ — corazón; kṣaṇa-ardham — en un pequeño instante; iva — como; rāja-indra — ¡oh, rey!; vyatikrāntam — se desvaneció; navam — nueva; vayaḥ — vida.

Traducción

Mi querido rey Prācīnabarhiṣat, el rey Purañjana, con el corazón lleno de lujuria y de reacciones pecaminosas, comenzó a disfrutar de la vida sexual con su esposa. De esta forma, su juventud y el frescor de su vida se desvanecieron en un instante.

Significado

Śrīla Govinda dāsa Ṭhākura ha cantado:

e-dhana, yauvana, putra, parijana,
ithe ki āche paratīti re
kamala-dala-jala, jīvana ṭalamala,
bhaja huṁ hari-pada nīti re

En estos versos, Śrīla Govinda dāsa dice que los placeres de la juventud no dan felicidad. En la juventud, sentimos un fuerte impulso de disfrutar de todo tipo de objetos de los sentidos. Los objetos de los sentidos son la forma, el gusto, el olor, el tacto y el sonido. El método científico contemporáneo, es decir, el progreso de la civilización científica, nos anima a que disfrutemos de esos cinco sentidos. A los jóvenes les gusta mucho ver formas hermosas, escuchar mensajes por la radio sobre noticias materialistas y canciones para complacer los sentidos, oler flores y perfumes fragantes, y tocar el suave cuerpo y los senos de una muchacha joven y finalmente sus órganos sexuales. Todo esto también les resulta muy agradable a los animales; por eso la sociedad humana contempla restricciones en el disfrute de los cinco objetos de los sentidos. Quien no las sigue, es exactamente como un animal.

Por lo tanto, en este verso se afirma específicamente: kāma-kaśmala-cetasaḥ: La conciencia del rey Purañjana se contaminó con deseos lujuriosos y actividades pecaminosas. En el verso anterior se afirmó que Purañjana, aunque gozaba de un elevado nivel de conciencia, yacía con su esposa en un suave lecho. Esto indica que se entregó demasiado a la vida sexual. En este verso también son significativas las palabras navaṁ vayaḥ, que se refieren al período de la juventud que va desde los dieciséis hasta los treinta años. Esos trece o quince años son una edad en que se puede disfrutar de los sentidos con mucha intensidad. A esa edad, el joven piensa que podrá seguir disfrutando de los sentidos durante toda la vida, pero como dice el proverbio, el tiempo no perdona. Los años jóvenes se acaban muy pronto. Aquel que desperdicia su juventud y su vida cometiendo actividades pecaminosas, se desalienta y se desilusiona en cuanto acaba el breve período de la juventud. Los disfrutes materiales de la juventud le son especialmente agradables a la persona que no tiene formación espiritual. El resultado de una educación basada en el concepto corporal de la vida es una vida sin alicientes, pues el disfrute corporal de los sentidos se termina hacia los cuarenta años. A partir de esa edad, y debido a la falta de conocimiento espiritual, todo es desilusión. Para esa persona, la juventud se acaba en un pequeño instante. Así, el placer que el rey Purañjana sentía al acostarse con su esposa pronto desapareció.

Kāma-kaśmala-cetasaḥ también indica que las leyes de la naturaleza no permiten el disfrute de los sentidos sin restricciones en la forma humana de vida. Quien cae en ese disfrute sin restricciones lleva una vida de pecado. Los animales no violan las leyes de la naturaleza. Sus impulsos sexuales, por ejemplo, son muy fuertes en determinados meses del año. El león es muy poderoso. Come carne y tiene mucha fuerza, pero solo disfruta de la vida sexual una vez al año. De manera similar, según los mandamientos religiosos, el hombre solo deber tener relaciones sexuales una vez al mes, después del período menstrual de la esposa; si la esposa está embarazada, no se permite ninguna relación sexual. Esa es la ley para los seres humanos. En esas circunstancias, si desea disfrutar de la vida sexual, puede hacerlo con otra esposa que no esté embarazada. Estas leyes se dan en la Manu-saṁhitā y otras Escrituras.

Esas leyes y Escrituras son para los seres humanos. Quien las viola, incurre en pecado. La conclusión es que disfrutar de los sentidos sin restricciones significa cometer actividades pecaminosas. Vida sexual ilícita es aquella que viola las leyes que se dan en las Escrituras. Quien viola las leyes de las Escrituras, los Vedas, comete actividades pecaminosas, y el que se ocupa en actividades pecaminosas no puede cambiar su conciencia. Nuestro verdadero deber es llevar la conciencia desde kaśmala, la conciencia pecaminosa, a Kṛṣṇa, el supremo puro. Como se confirma en el Bhagavad-gītā (paraṁ brahma paraṁ dhāma pavitraṁ paramaṁ bhavān), Kṛṣṇa es el supremo puro; si llevamos nuestra conciencia desde el disfrute material a Kṛṣṇa, nos purificamos. Ese es el proceso de ceto-darpaṇa-mārjanam, el proceso de limpieza del espejo del corazón que recomienda el Señor Caitanya Mahāprabhu.

Texto

tasyām ajanayat putrān
purañjanyāṁ purañjanaḥ
śatāny ekādaśa virāḍ
āyuṣo ’rdham athātyagāt

Palabra por palabra

tasyām — en ella; ajanayat — engendró; putrān — hijos varones; purañjanyām — en Purañjanī; purañjanaḥ — el rey Purañjana; śatāni — cientos; ekādaśa — once; virāṭ — ¡oh, rey!; āyuṣaḥ — de vida; ardham — mitad; atha — de esa forma; atyagāt — pasó.

Traducción

El gran sabio Nārada se dirigió entonces al rey Prācīnabarhiṣat: ¡Oh, tú, que tienes una larga vida [virāṭ]!, el rey Purañjana, de esa forma, engendró 1 100 hijos varones en el vientre de su esposa, Purañjanī. Sin embargo, en esa actividad consumió la mitad de su vida.

Significado

En este verso hay varias palabras significativas; la primera es ekādaśa śatāni. Purañjana había engendrado 1 100 hijos en el vientre de su esposa, invirtiendo en ello la mitad de su vida. En realidad, todos los hombres siguen un proceso semejante. Viven un máximo de cien años, y hasta los cincuenta engendran hijos en la vida familiar. Desgraciadamente, en la actualidad la gente no llega ni a los cien años; ello no quita para que estén engendrando hijos hasta los sesenta años de edad. Hay que señalar también que, en el pasado, los padres solían engendrar cien o doscientos hijos, entre varones y mujeres. En el siguiente verso veremos que el rey Purañjana engendró, además de 1 100 hijos, 110 hijas. En la actualidad, nadie puede tener un número tan grande de hijos. Por el contrario, la humanidad está haciendo grandes esfuerzos para impedir el aumento de la población promocionando los métodos anticonceptivos.

En las Escrituras védicas no vemos ni un solo ejemplo del empleo de métodos anticonceptivos, a pesar de que se engendraban cientos de hijos. Impedir el aumento de la población con métodos anticonceptivos es otra actividad pecaminosa, pero en la era de Kali la gente comete tantos pecados que no tienen en cuenta las reacciones derivadas de sus vidas de pecado. El rey Purañjana se acostó con su esposa, Purañjanī, y engendró una gran cantidad de hijos. En estos versos no se menciona que emplease métodos anticonceptivos. El método anticonceptivo recomendado en las Escrituras védicas es la abstinencia sexual. La cuestión no es entregarse a la vida sexual sin restricciones y evitar el nacimiento de hijos mediante sistemas para evitar el embarazo. El hombre de buena conciencia consulta con su esposa, que es una mujer religiosa, y como resultado de esa consulta, con inteligencia, mejora su capacidad para reconocer el valor de la vida. En otras palabras, aquel que es lo bastante afortunado como para tener una esposa buena y consciente, puede llegar con ella a la conclusión de que la vida humana es para progresar en el cultivo de conciencia de Kṛṣṇa, y no para engendrar hijos en grandes cantidades. Los hijos reciben el nombre de pariṇāma, subproductos. El que consulta con su inteligencia puede ver que sus subproductos deben ser la expansión de su conciencia de Kṛṣṇa.

Texto

duhitṝr daśottara-śataṁ
pitṛ-mātṛ-yaśaskarīḥ
śīlaudārya-guṇopetāḥ
paurañjanyaḥ prajā-pate

Palabra por palabra

duhitṝḥ — hijas; daśa-uttara — diez más que; śatam — cien; pitṛ — como el padre; mātṛ — y la madre; yaśaskarīḥ — gloriosas; śīla — buena conducta; audārya — magnanimidad; guṇa — buenas cualidades; upetāḥ — que tenían; paurañjanyaḥ — hijas de Purañjana; prajā-pate — ¡oh, prajāpati!

Traducción

¡Oh, prajāpati!, ¡oh, rey Prācīnabarhiṣat!, el rey Purañjana engendró también 110 hijas. Todas fueron tan gloriosas como sus padres. Eran amables y magnánimas, y tenían otras buenas cualidades.

Significado

Generalmente, los hijos que se engendran siguiendo las reglas y regulaciones de las Escrituras adquieren las cualidades de los padres, pero los hijos ilegítimos suelen ser varṇa-saṅkara. La población varṇa-saṅkara es irresponsable con la familia y con la comunidad, e incluso consigo mismos. En el pasado se impedía la generación de población varṇa-saṅkara mediante la observancia del método reformatorio denominado garbhādhāna-saṁskāra, una ceremonia religiosa para la concepción de hijos. En este verso vemos que los hijos del rey Purañjana, a pesar de ser muy numerosos, no eran varṇa-saṅkara. Todos ellos eran buenos hijos, manifestaban una buena conducta, y tenían las buenas cualidades de sus padres.

Aunque engendremos muchos buenos hijos, los deseos de relaciones sexuales contrarias al método prescrito deben considerarse pecaminosos. Cualquier exceso en el disfrute de los sentidos (no solo en el disfrute sexual) deriva en actividades pecaminosas. Por lo tanto, al final de la vida hay que alcanzar la posición de svāmī o gosvāmī. Hasta los cincuenta años podemos engendrar hijos, pero pasada esa edad tenemos que dejar de engendrar hijos y entrar en la orden de vānaprastha, abandonar el hogar y prepararnos para ser sannyāsīs. Los sannyāsīs reciben el título de svāmī, o gosvāmī; eso significa que el sannyāsī se abstiene por completo del disfrute de los sentidos. La orden de sannyāsa no debe adoptarse por capricho; el sannyāsī debe tener plena confianza de que puede contener los deseos de complacencia de los sentidos. Sin lugar a dudas, el rey Purañjana era muy feliz en su vida familiar. Como se menciona en estos versos, tuvo 1 100 hijos y 110 hijas. Todo el mundo desea tener más hijos que hijas, y como el número de hijas era inferior al de hijos, parece ser que la vida familiar del rey Purañjana era muy cómoda y agradable.

Texto

sa pañcāla-patiḥ putrān
pitṛ-vaṁśa-vivardhanān
dāraiḥ saṁyojayām āsa
duhitṝḥ sadṛśair varaiḥ

Palabra por palabra

saḥ — él; pañcāla-patiḥ — el rey de Pañcāla; putrān — hijos; pitṛ-vaṁśa — familia paterna; vivardhanān — aumentar; dāraiḥ — con esposas; saṁyojayām āsa — casó; duhitṝḥ — hijas; sadṛśaiḥ — cualificados; varaiḥ — con esposos.

Traducción

Después de esto, el rey Purañjana, el rey del país de Pañcāla, a fin de aumentar el número de los descendientes de su familia paterna, casó a sus hijos e hijas con esposas y esposos cualificados.

Significado

Según el sistema védico, todo el mundo debe casarse. Hay que aceptar una esposa porque la esposa será madre de hijos, y estos, a su vez, ofrecerán alimentos y ceremonias funerarias para que sus antepasados, vivan donde vivan, puedan llegar a ser felices. La ofrenda de oblaciones en nombre del Señor Viṣṇu se denomina piṇḍodaka; es necesario que los descendientes de una familia ofrezcan piṇḍa a los antepasados.

Purañjana, el rey de Pañcāla, además de estar personalmente satisfecho con su vida sexual, dispuso convenientemente la vida sexual de sus 1 100 hijos y de sus 110 hijas. Esa es la manera de elevar una familia aristocrática a la categoría de dinastía. En este verso es significativo el hecho de que Purañjana casó a todos sus hijos e hijas. Los padres tienen el deber de organizar el matrimonio de sus hijos. Es una obligación que impone la sociedad védica. No se debe permitir que los hijos y las hijas se relacionen libremente con personas del sexo opuesto si no están casados. Esa organización social védica es muy buena, en el sentido de que acaba con la proliferación de la vida sexual ilícita, o varṇa-saṅkara, que en la actualidad se manifiesta con diversos nombres. Por desgracia, en esta era, aunque los padres estén deseosos de casar a sus hijos, estos se niegan a aceptar las disposiciones matrimoniales de los padres. En consecuencia, la cantidad de varṇa-saṅkara ha aumentado en todo el mundo bajo distintos nombres.

Texto

putrāṇāṁ cābhavan putrā
ekaikasya śataṁ śatam
yair vai paurañjano vaṁśaḥ
pañcāleṣu samedhitaḥ

Palabra por palabra

putrāṇām — de los hijos; ca — también; abhavan — generados; putrāḥ — hijos; eka-ekasya — de cada uno; śatam — cien; śatam — cien; yaiḥ — por quien; vai — ciertamente; paurañjanaḥ — del rey Purañjana; vaṁśaḥ — familia; pañcāleṣu — en la tierra de Pañcāla; samedhitaḥ — aumentó mucho.

Traducción

Cada uno de esos hijos engendró cientos de nietos. De esta forma, la ciudad de Pañcāla se llenó por completo con los hijos y nietos del rey Purañjana.

Significado

Debemos recordar que Purañjana es la entidad viviente, y que la ciudad de Pañcāla es el cuerpo. Como se afirma en el Bhagavad-gītā, el cuerpo es el campo de actividad de la entidad viviente: kṣetra-kṣetrajña. Hay dos constituyentes: uno es la entidad viviente (kṣetra-jña), y el otro es el cuerpo de la entidad viviente (kṣetra). La entidad viviente, con contemplar mínimamente su cuerpo, puede comprender que solo es una cubierta. No tiene más que contemplar un poco para entender que el cuerpo es una propiedad suya. Esto se puede entender con la experiencia práctica o por medio de la autoridad de los śāstras. En el Bhagavad-gītā (2.13), se dice: dehino ’smin yathā dehe. El propietario del cuerpo, el alma, está dentro del cuerpo. Se considera que el cuerpo es pañcāla-deśa, el campo de actividades donde la entidad viviente puede disfrutar de los sentidos y de su relación con los cinco objetos de los sentidos, que son gandha, rasa, rūpa, sparśa y śabda, es decir, los objetos de los sentidos hechos de tierra, de agua, de fuego, de aire y de cielo. Dentro del mundo material, todas las entidades vivientes, cubiertas por cuerpos materiales de materia densa y sutil, crean acciones y reacciones, que en este verso reciben el nombre alegórico de hijos y nietos. Las acciones y reacciones pueden ser de dos clases: pías e impías. De esta forma, nuestra existencia material queda cubierta con diferentes acciones y reacciones. A este respecto, Śrīla Narottama dāsa Ṭhākura afirma:

karma-kāṇḍa, jñāna-kāṇḍa, kevala viṣera bhāṇḍa,
amṛta baliyā yebā khāya
nānā yoni sadā phire, kadarya bhakṣaṇa kare,
tāra janma adhaḥ-pāte yāya

«Las actividades fruitivas y la especulación mental son dos copas llenas de veneno. Quién bebe de ellas, pensando que contienen néctar, tiene que luchar arduamente, vida tras vida, en distintos tipos de cuerpos. Esa persona come todo tipo de cosas aborrecibles, y se condena por sus actividades de supuesto disfrute de los sentidos».

Por lo tanto, el ámbito de la acción y sus reacciones, que nos permite aumentar el número de nuestros descendientes, comienza en la vida sexual. Purañjana aumentó las dimensiones de su familia engendrando hijos, que, a su vez, engendraron nietos. La entidad viviente, que siente inclinación por la complacencia sexual, se enreda de esa forma en muchos cientos de miles de acciones y reacciones, y permanece en el mundo material transmigrando de un cuerpo a otro, sin otro objetivo que la complacencia de los sentidos. La procreación de numerosos hijos y nietos da origen a supuestas sociedades, naciones, comunidades, etc. Todas esas comunidades, sociedades, dinastías y naciones no son sino expansiones de la vida sexual. Tal como afirma Prahlāda Mahārāja: yan maithunādi-gṛhamedhi-sukhaṁ hi tuccham (Bhāg. 7.9.45). Gṛhamedhī es la persona que desea permanecer en la existencia material. Es decir, desea permanecer en su cuerpo, o en su sociedad, y disfrutar de la amistad, del amor y de la comunidad. Su único disfrute consiste en aumentar el número de disfrutadores de la vida sexual. Disfruta de la vida sexual y tiene hijos, que, a su vez, se casan y le dan nietos. Los nietos también se casan, y generan biznietos. De este modo, la población de la Tierra aumenta sin cesar, hasta que, de pronto, la naturaleza material provoca reacciones en forma de guerras, hambre, pestes, terremotos, etc., y toda esa población se extingue… simplemente para volver a ser creada. En el Bhagavad-gītā (8.19) se explica que ese proceso es el ciclo de la creación y la aniquilación: bhūtvā bhūtvā pralīyate. La causa de todas esas creaciones y aniquilaciones que llevan el nombre de civilización humana es la falta de conciencia de Kṛṣṇa. El hombre carece de conocimiento acerca del alma y acerca de la Suprema Personalidad de Dios, y, por ello, el ciclo sigue su curso.

Texto

teṣu tad-riktha-hāreṣu
gṛha-kośānujīviṣu
nirūḍhena mamatvena
viṣayeṣv anvabadhyata

Palabra por palabra

teṣu — a ellos; tat-riktha-hāreṣu — los saqueadores de su dinero; gṛha — casa; kośa — tesoro; anujīviṣu — a los seguidores; nirūḍhena — profundamente arraigado; mamatvena — por apego; viṣayeṣu — a los objetos de los sentidos; anvabadhyata — estaba atado.

Traducción

Esos hijos y nietos eran verdaderos saqueadores de las riquezas del rey Purañjana, incluido su hogar, su tesoro, sus sirvientes, sus secretarios, y en fin, todas sus posesiones. Purañjana estaba profundamente apegado a todas esas cosas.

Significado

En este verso es muy significativa la palabra riktha-hāreṣu, que significa «saqueadores de riquezas». Los hijos, los nietos y los descendientes en general, en última instancia, son saqueadores de las riquezas atesoradas por el padre. Hay muchos hombres de negocios e industriales famosos a quienes la gente admira enormemente por haber amasado grandes fortunas; sin embargo, sus hijos y nietos acaban despojándoles de todo su dinero. En la India hemos tenido la oportunidad de ver a un industrial que, como Purañjana, estaba muy apegado a la vida sexual, y tenía media docena de esposas. Cada una de ellas vivía en una residencia particular, cuyos gastos ascendían a varios miles de rupias. Hablando con él, pude ver que estaba muy ocupado en ahorrar dinero para que cada uno de sus hijos pudiera recibir un mínimo de quinientas mil rupias. En los śāstras, a esos industriales, hombres de negocios o karmīs, se les califica de mūḍhas. Trabajan sin parar, ahorran dinero, y se sienten satisfechos cuando ven que sus hijos y nietos se lo arrebatan todo. Nunca devolverían sus riquezas a su verdadero dueño. Como se afirma en el Bhagavad-gītā (5.29): bhoktāraṁ yajña-tapasāṁ sarva-loka-maheśvaram: El verdadero propietario de todas las riquezas es la Suprema Personalidad de Dios. Él es el verdadero disfrutador. Los supuestos capitalistas no son sino personas que conocen trucos para quedarse con el dinero de Dios usando como excusa sus negocios e industrias. Primero ganan mucho dinero, y después disfrutan al ver a sus hijos y nietos arrebatárselo. Así es el modo de vida materialista; la persona está enjaulada en el cuerpo, bajo la ilusión del ego falso, pensando: «yo soy el cuerpo», «soy un ser humano», «soy americano», «soy hindú». Ese concepto corporal se debe al ego falso. Bajo la ilusión del ego falso, nos identificamos con una familia, una nación o una comunidad determinadas. De este modo, nuestro apego por el mundo material se va haciendo cada vez más profundo. Entonces, a la entidad viviente le resulta muy difícil salir de su enredo. En el capítulo dieciséis del Bhagavad-gītā (16.13-15) hay una descripción muy gráfica de ese tipo de personas:

idam adya mayā labdham
imaṁ prāpsye manoratham
idam astīdam api me
bhaviṣyati punar dhanam
asau mayā hataḥ śatrur
haniṣye cāparān api
īśvaro ’ham ahaṁ bhogī
siddho ’haṁ balavān sukhī
āḍhyo ’bhijanavān asmi
ko ’nyo ’sti sadṛśo mayā
yakṣye dāsyāmi modiṣya
ity ajñāna-vimohitāḥ

«La persona demoníaca piensa: “Hoy tengo una gran riqueza, y más que ganaré según mis planes. Mucho es mío ahora, y en el futuro aumentará más y más. Aquel es mi enemigo y le he matado, y a mis otros enemigos, también les mataré. Yo soy el señor de todo. Yo soy el disfrutador. Soy perfecto, poderoso y feliz. Soy el más rico de los hombres, y vivo rodeado de parientes aristocráticos. No hay nadie tan poderoso y feliz como yo. Celebraré sacrificios, daré alguna limosna, y así disfrutaré”. De este modo, esas personas están cubiertas por la ilusión de la ignorancia».

Con esa mentalidad, la gente se ocupa en diversas actividades muy trabajosas, y su apego por el cuerpo, el hogar, la familia, la nación y la comunidad se arraiga cada vez con más fuerza.

Texto

īje ca kratubhir ghorair
dīkṣitaḥ paśu-mārakaiḥ
devān pitṝn bhūta-patīn
nānā-kāmo yathā bhavān

Palabra por palabra

īje — adoró; ca — también; kratubhiḥ — con sacrificios; ghoraiḥ — espantosos; dīkṣitaḥ — inspirados; paśu-mārakaiḥ — en los que se mataban animales indefensos; devān — a los semidioses; pitṝn — a los antepasados; bhūta-patīn — a los grandes líderes de la sociedad humana; nānā — diversos; kāmaḥ — con deseos; yathā — como; bhavān — tú.

Traducción

El gran sabio Nārada continuó: Mi querido rey Prācīnabarhiṣat, el rey Purañjana, como tú, se vio envuelto en un sinfín de deseos. Debido a ello, adoró a los semidioses, antepasados y líderes sociales con diversos tipos de sacrificios, todos los cuales eran espantosos, pues estaban inspirados en el deseo de matar animales.

Significado

En este verso el gran sabio Nārada revela que su intención al hablar de la personalidad de Purañjana era instruir al rey Prācīnabarhiṣat. En realidad, toda la narración no era sino un relato simbólico de las actividades del rey Prācīnabarhiṣat. En este verso, Nārada dice francamente «como tú» (yathā bhavān), lo cual indica que el rey Purañjana no es otro que el propio rey Prācīnabarhiṣat. Como gran vaiṣṇava que era, Nārada Muni quería acabar con la matanza de animales en los sacrificios. Sabía bien que si trataba de impedir que llevara a cabo sacrificios, el rey no le escucharía. Esa es la razón que le llevó a narrar la vida de Purañjana. Pero en este verso dice «como tú», con lo cual revela por primera vez, aunque no completamente, su intención. Los karmīs, por lo general, están apegados a aumentar su descendencia, y para ello tienen que ejecutar muchísimos sacrificios y adorar a muchísimos semidioses en beneficio de las generaciones futuras; además, tienen que satisfacer a muchos líderes, políticos, filósofos y científicos, a fin de asegurar el porvenir de las generaciones venideras. Los mal llamados hombres de ciencia están muy ansiosos velando por la comodidad de las futuras generaciones; con ese fin, tratan de descubrir otras fuentes de energía para las locomotoras, coches, aviones, etc. Ahora están agotando el petróleo de la Tierra. Esas actividades se describen en el Bhagavad-gītā (2.41):

vyavasāyātmikā buddhir
ekeha kuru-nandana
bahu-śākhā hy anantāś ca
buddhayo ’vyavasāyinām

«Aquellos que están en el sendero espiritual son muy resueltos, y su objetivo es solo uno. ¡Oh, amado hijo de los Kurus!, la inteligencia de los irresolutos tiene infinidad de ramificaciones».

En realidad, los que tienen conocimiento completo están decididos a poner en práctica el proceso de conciencia de Kṛṣṇa, pero los sinvergüenzas (mūḍhāḥ), los pecadores (duṣkṛtinaḥ), y los que son lo más bajo de la humanidad (narādhamāḥ), que carecen de toda inteligencia (māyayāpahṛta-jñānāḥ) y se cobijan en el estilo de vida demoníaco (āsuraṁ bhāvam āśritāḥ), no tienen interés en volverse conscientes de Kṛṣṇa. De esa forma, llevan a cabo muchas actividades y se enredan en ellas. La mayor parte de esas actividades giran en torno a la matanza de animales, que es el centro de la civilización moderna. La propaganda de los karmīs advierte de que, sin comer carne, sufriremos carencias de vitaminas, y por lo tanto, de vitalidad; así pues, para estar fuertes y poder trabajar sin parar, hay que comer carne, y para poder digerir la carne, hay que beber alcohol, y, para que el vino y la carne no sean causa de desequilibrios, hay que tener las suficientes relaciones sexuales. De ese modo estaremos en forma para trabajar como asnos.

La matanza de animales puede plantearse de dos formas. Una de ellas son los sacrificios que se celebran en nombre de la religión. En todas las religiones del mundo, excepto en la budista, encontraremos disposiciones que regulan la matanza de animales en lugares de adoración. En la civilización védica, a los que comen animales se les aconseja que sacrifiquen una cabra en un templo de Kālī bajo determinadas reglas y regulaciones restrictivas y se coman la carne. De manera similar, para beber vino se les recomienda que adoren a la diosa Caṇḍikā. La finalidad es la restricción. La gente ha abandonado todas esas restricciones. Ahora abren por todas partes mataderos y destilerías de bebidas alcohólicas y se entregan a la bebida y al consumo de carne. Nārada Muni, que es un gran ācārya vaiṣṇava, sabe muy bien que las personas dedicadas a matar animales en nombre de la religión se están enredando en el ciclo de nacimientos y muertes, olvidando el verdadero objetivo de la vida: regresar al hogar, de vuelta a Dios.

El gran sabio Nārada, cuando instruía el Śrīmad-Bhāgavatam a Vyāsa Muni, censuró las actividades karma-kāṇḍa (actividades fruitivas) que se mencionan en los Vedas. Le dijo:

jugupsitaṁ dharma-kṛte ’nuśāsataḥ
svabhāva-raktasya mahān vyatikramaḥ
yad vākyato dharma itītaraḥ sthito
na manyate tasya nivāraṇaṁ janaḥ

«La gente, por naturaleza, se siente inclinada al disfrute, y tú has alentado esa tendencia en nombre de la religión. En verdad, eso debe condenarse; es completamente irrazonable. Guiados por tus instrucciones, emprenderán esas actividades en nombre de la religión, y es muy difícil que hagan caso de las prohibiciones» (Bhāg. 1.5.15).

Śrīla Nārada Muni reprendió a Vyāsadeva por haber compilado tantas Escrituras védicas suplementarias, cuyo propósito es servir de guía a la gente en general. Nārada Muni censuró todas esas Escrituras por no mencionar el servicio devocional directo. Entonces Vyāsadeva, siguiendo las instrucciones de Nārada, estableció la adoración directa de la Suprema Personalidad de Dios, tal y como se describe en el Śrīmad-Bhāgavatam. La conclusión es que la Suprema Personalidad de Dios, Viṣṇu, y Su devoto, nunca aprueban la matanza de animales en nombre de la religión. Recordemos que Kṛṣṇa Se encarnó en la forma del Señor Buddha para acabar con la matanza de animales en nombre de la religión. El sacrificio de animales en nombre de la religión se lleva a cabo bajo la influencia de tamo-guṇa (la modalidad de la ignorancia), como se indica en el capítulo dieciocho del Bhagavad-gītā (18.31-32):

yayā dharmam adharmaṁ ca
kāryaṁ cākāryam eva ca
ayathāvat prajānāti
buddhiḥ sā pārtha rājasī
adharmaṁ dharmam iti yā
manyate tamasāvṛtā
sarvārthān viparītāṁś ca
buddhiḥ sā pārtha tāmasī

«¡Oh, hijo de Pṛthā!, la comprensión que no puede distinguir entre religión e irreligión, entre lo que debe hacerse y lo que no se debe hacer, está bajo la influencia de la modalidad de la pasión. La comprensión que confunde la irreligión con religión y la religión con irreligión, bajo el hechizo de la ilusión y la oscuridad, y que siempre se esfuerza en dirección equivocada, ¡oh, Pārtha!, está bajo la influencia de la modalidad de la ignorancia».

Los que están envueltos en la modalidad de la ignorancia fabrican sus propios sistemas religiosos para matar animales. En realidad, el dharma es trascendental. Tal como enseña Śrī Kṛṣṇa, debemos abandonar todos los demás sistemas de religión, y sencillamente entregarnos a Él (sarva-dharmān parityajya). El Señor y Sus devotos y representantes enseñan el dharma trascendental, en el que no se permite en absoluto la matanza de animales. En la actualidad, es una enorme desgracia que en la India muchos supuestos misioneros estén propagando la irreligión en nombre de la religión. Proclaman que el ser humano corriente es Dios, y recomiendan a todos, supuestos sannyāsīs inclusive, que coman carne.

Texto

yukteṣv evaṁ pramattasya
kuṭumbāsakta-cetasaḥ
āsasāda sa vai kālo
yo ’priyaḥ priya-yoṣitām

Palabra por palabra

yukteṣu — a las actividades beneficiosas; evam — así; pramattasya — sin prestar atención; kuṭumba — a amigos y parientes; āsakta — apegada; cetasaḥ — conciencia; āsasāda — llegó; saḥ — ese; vai — ciertamente; kālaḥ — momento; yaḥ — que; apriyaḥ — no muy agradable; priya-yoṣitām — para las personas apegadas a las mujeres.

Traducción

En esas circunstancias, apegado a las actividades fruitivas [karma-kāṇḍīya] y a las amistades y parientes, y con las obsesiones de la conciencia contaminada, al rey Purañjana acabó por llegarle el momento que tan poco les gusta a los que están demasiado apegados a las cosas materiales.

Significado

En este verso son muy significativas las palabras priya-yoṣitām y apriyaḥ. La palabra yoṣit significa «mujer», y priya significa «querida», o «agradable». Los que están demasiado apegados al disfrute material, que culmina en la vida sexual, no reciben a la muerte con los brazos abiertos. A este respecto se cuenta una historia muy instructiva: Un día, mientras caminaba, una persona santa se encontró con un príncipe, el hijo de un rey, y le bendijo diciendo: «Mi querido príncipe, que vivas para siempre». Después el sabio se encontró con otra persona santa, y le dijo: «Puedes vivir o morir». Más tarde, se encontró con un devoto brahmacārī, y le bendijo diciendo: «Mi querido devoto, tú puedes morir inmediatamente». Por último, el sabio encontró a un cazador, y le bendijo diciendo: «Ni vivas, ni mueras». Lo que se quiere decir es que los que son muy sensuales y se ocupan en la complacencia de los sentidos, no desean morir. Un príncipe, por lo general, tiene dinero más que suficiente para disfrutar de los sentidos; por esa razón, el gran sabio le dijo que debería vivir para siempre, pues, mientras viviese, podría disfrutar de la vida, pero cuando muriese iría al infierno. El devoto brahmacārī estaba llevando una vida de rigurosas austeridades y penitencias para elevarse e ir de regreso a Dios; por consiguiente, el sabio le dijo que debería morir inmediatamente, pues así no tendría necesidad de continuar con su ardua labor, y podría, en cambio, ir de regreso al hogar, de vuelta a Dios. Un sabio puede vivir o morir, pues durante su vida está ocupado en servir al Señor, y, después de morir, continúa sirviéndole. Para ese devoto santo, esta vida y la siguiente son iguales, ya que en ambas sirve al Señor. El cazador lleva una vida horrible, pues vive matando animales; cuando muera, irá al infierno. Por eso, se le aconseja que no viva y que no muera.

El rey Purañjana llegó, finalmente, a la vejez. A esa edad, los sentidos pierden fuerza, y aunque el deseo de disfrutar de los sentidos, y especialmente de la vida sexual, permanece, el anciano sufre mucho, pues sus instrumentos de disfrute han dejado de funcionar. Esos disfrutadores de los sentidos nunca están dispuestos a morir. Quieren vivir más y más, y aumentar la duración de su vida con los supuestos adelantos de la ciencia. En Rusia, unos científicos necios proclaman que van a hacer inmortal al hombre mediante los adelantos científicos. ¡Y semejantes locos son quienes dirigen la marcha de la civilización! La muerte cruel, sin embargo, viene, y se los lleva a todos a pesar de sus deseos de vivir para siempre. Esa es la mentalidad que mostraba Hiraṇyakaśipu; sin embargo, cuando llegó su hora, el Señor le mató personalmente en menos de un segundo.

Texto

caṇḍavega iti khyāto
gandharvādhipatir nṛpa
gandharvās tasya balinaḥ
ṣaṣṭy-uttara-śata-trayam

Palabra por palabra

caṇḍavegaḥ — Caṇḍavega; iti — de este modo; khyātaḥ — famoso; gandharva — perteneciente a Gandharvaloka; adhipatiḥ — rey; nṛpa — ¡oh, rey!; gandharvāḥ — otros gandharvas; tasya — sus; balinaḥ — solados muy poderosos; ṣaṣṭi — sesenta; uttara — más de; śata — cien; trayam — tres.

Traducción

¡Oh, rey! En Gandharvaloka hay un rey llamado Caṇḍavega. Tiene bajo su mando a 360 soldados gandharvas muy poderosos.

Significado

La figura de Caṇḍavega simboliza el tiempo. Como el tiempo no perdona, recibe aquí el nombre de Caṇḍavega, que significa «que pasa muy rápido». El paso del tiempo se mide en años. En un año hay 360 días, que aquí vienen representados por los soldados de Caṇḍavega. El tiempo pasa muy rápido; los poderosos soldados gandharvas de Caṇḍavega se llevan muy rápido todos los días de nuestra vida. El sol, al levantarse y al ponerse, nos va arrebatando lo que nos queda de vida. Así, con cada día que pasa, la duración de nuestra vida se acorta un poco. Por eso se dice que no podemos evitar que nuestro tiempo de vida se consuma. Pero el Sol no se puede llevar el tiempo de quien se ocupa en servicio devocional. Como se afirma en el Śrīmad-Bhāgavatam (2.3.17): āyur harati vai puṁsām udyann astaṁ ca yann asau. La conclusión es que, si deseamos ser inmortales, debemos abandonar la complacencia de los sentidos. Al ocuparnos en servicio devocional, poco a poco iremos entrando en el reino de Dios.

A veces los espejismos y otras cosas ilusorias reciben el nombre de gandharvas. Al hecho de que la duración de la vida se vaya consumiendo, la gente le llama tener más edad. Los gandharvas de este verso son una alusión simbólica a ese imperceptible paso de los días de nuestra vida. Como se explicará en versos posteriores, esos gandharvas pueden ser hombres o mujeres. Esto indica que tanto para unos como para otros, la fuerza del tiempo, que aquí recibe el nombre de Caṇḍavega, va consumiendo imperceptiblemente la duración de la vida.

Texto

gandharvyas tādṛśīr asya
maithunyaś ca sitāsitāḥ
parivṛttyā vilumpanti
sarva-kāma-vinirmitām

Palabra por palabra

gandharvyaḥ — gandharvīs; tādṛśīḥ — de la misma manera; asya — de Caṇḍavega; maithunyaḥ — compañeras para la relación sexual; ca — también; sita — blancos; asitāḥ — negros; parivṛttyā — rodeando; vilumpanti — saqueaban; sarva-kāma — todo tipo de objetos deseables; vinirmitām — fabricados.

Traducción

Caṇḍavega venía acompañado de un número de mujeres gandharvīs igual al número de soldados, y todos ellos se apoderaban una y otra vez de todos los objetos destinados al disfrute de los sentidos.

Significado

Los días se han comparado con los soldados de Caṇḍavega. La noche, por lo general, es tiempo para el disfrute sexual. Se considera que los días son blancos, y las noches, negras; también, desde otro punto de vista, hay dos tipos de noches, las noches blancas y las noches negras. Todos esos días y noches se combinan para acabar con nuestro tiempo de vida y con todo lo que inventamos para la complacencia de los sentidos. Ocuparse en actividades materiales significa inventar cosas para la complacencia de los sentidos. Los científicos investigan tratando de descubrir nuevas y más sofisticadas satisfacciones para los sentidos. En este Kali-yuga, la mentalidad demoníaca se ocupa en la fabricación de diferentes máquinas para facilitar la complacencia de los sentidos. Hay muchísimas máquinas para las actividades domésticas habituales; máquinas para lavar platos y para limpiar el suelo, para afeitarse, para cortarse el pelo. Hoy en día todo se hace a máquina. Todas esas comodidades para la complacencia de los sentidos vienen descritas en este verso con las palabras sarva-kāma-vinirmitām. Sin embargo, el factor tiempo es tan poderoso que, además de consumir nuestra vida, deteriora todas esas máquinas y recursos para la complacencia de los sentidos. Por lo tanto, en este verso se emplea la palabra vilumpanti («saquear»). Estamos siendo despojados de todo, desde el mismo principio de nuestras vidas.

Este saqueo de nuestras posesiones y de nuestro tiempo de vida comienza el mismo día en que nacemos. Un día la muerte pondrá fin a todo, y la entidad viviente tendrá que entrar en otro cuerpo para empezar otro capítulo de su vida y comenzar de nuevo el ciclo de la complacencia material de los sentidos. Prahlāda Mahārāja describe ese proceso con las palabras punaḥ punaś carvita-carvaṇānām (Bhāg. 7.5.30). Vida materialista significa masticar una y otra vez lo ya masticado. La vida materialista gira en torno a la complacencia de los sentidos. En diversos tipos de cuerpos, la entidad viviente disfruta de diversos sentidos, y crea diversos tipos de recursos; y de este modo mastica lo ya masticado. El jugo de la caña de azúcar podemos extraerlo con los dientes o a máquina, pero el resultado es el mismo, jugo de caña. Podemos descubrir muchas formas de exprimir el jugo de la caña de azúcar, pero el resultado es el mismo.

Texto

te caṇḍavegānucarāḥ
purañjana-puraṁ yadā
hartum ārebhire tatra
pratyaṣedhat prajāgaraḥ

Palabra por palabra

te — todos ellos; caṇḍavega — de Caṇḍavega; anucarāḥ — seguidores; purañjana — del rey Purañjana; puram — ciudad; yadā — cuando; hartum — a saquear; ārebhire — comenzó; tatra — allí; pratyaṣedhat — defendió; prajāgaraḥ — la gran serpiente.

Traducción

Cuando el rey Gandharva-rāja [Caṇḍavega] y sus seguidores comenzaron el saqueo de la ciudad de Purañjana, una serpiente de cinco capuchas salió en su defensa.

Significado

Cuando dormimos, el aire vital permanece activo en los sueños. Las cinco cabezas de la serpiente indican que el aire vital está rodeado de cinco tipos de aire, que son prāṇa, apāna, vyāna, udāna y samāna. Cuando el cuerpo está inactivo, el prāṇa, el aire vital, está activo. El trabajo activo en pos de la complacencia de los sentidos puede mantenerse hasta los cincuenta años, pero después de esa edad la energía decrece; con gran esfuerzo, todavía se puede trabajar por dos o tres años más, quizás hasta los cincuenta y cinco años. Los gobiernos suelen fijar esa edad, los cincuenta y cinco años, como la edad de la jubilación. La energía vital, fatigada después de cincuenta años de actividad, se compara simbólicamente a una serpiente de cinco capuchas.

Texto

sa saptabhiḥ śatair eko
viṁśatyā ca śataṁ samāḥ
purañjana-purādhyakṣo
gandharvair yuyudhe balī

Palabra por palabra

saḥ — ella; saptabhiḥ — con siete; śataiḥ — cientos; ekaḥ — sola; viṁśatyā — con veinte; ca — también; śatam — cien; samāḥ — años; purañjana — del rey Purañjana; pura-adhyakṣaḥ — superintendente de la ciudad; gandharvaiḥ — contra los gandharvas; yuyudhe — luchó; balī — con gran valentía.

Traducción

La serpiente de cinco cabezas, superintendente y protectora de la ciudad del rey Purañjana, luchó contra los gandharvas durante cien años. Luchó sola contra todos ellos, a pesar de que eran 720.

Significado

Los 360 días y las 360 noches, unidos, son los 720 soldados de Caṇḍavega (el tiempo). La lucha contra esos soldados dura toda la vida, desde que nacemos hasta que morimos. Esa lucha recibe el nombre de lucha por la existencia. Sin embargo, y a pesar de esa lucha, la entidad viviente no muere. Como se confirma en el Bhagavad-gītā (2.20), la entidad viviente es eterna:

na jāyate mriyate vā kadācin
nāyaṁ bhūtvā bhavitā vā na bhūyaḥ
ajo nityaḥ śāśvato ’yaṁ purāṇo
na hanyate hanyamāne śarīre

«Para el alma no existe el nacimiento ni la muerte en ningún momento. No empezó a existir en un momento del pasado, ni empieza a existir en el presente, ni empezará a existir en el futuro. Es innaciente, eterna, permanente y primigenia. No se la mata cuando se mata el cuerpo». En realidad, la entidad viviente ni nace ni muere, pero tiene que luchar con las estrictas leyes de la naturaleza material durante todo el tiempo que dura su vida. Además, tiene que enfrentarse a distintos tipos de circunstancias miserables. A pesar de todo ello, la entidad viviente, debido a la ilusión, cree que dedicándose a complacer los sentidos está correctamente situada.

Texto

kṣīyamāṇe sva-sambandhe
ekasmin bahubhir yudhā
cintāṁ parāṁ jagāmārtaḥ
sa-rāṣṭra-pura-bāndhavaḥ

Palabra por palabra

kṣīyamāṇe — cuando se debilitó; sva-sambandhe — su amiga íntima; ekasmin — sola; bahubhiḥ — contra muchos guerreros; yudhā — en batalla; cintām — angustia; parām — muy grande; jagāma — obtuvo; ārtaḥ — afligido; sa — junto con; rāṣṭra — del reino; pura — de la ciudad; bāndhavaḥ — amigos y parientes.

Traducción

Como la serpiente de cinco cabezas había tenido que combatir sola contra muchos soldados, todos los cuales eran grandes guerreros, se encontraba muy débil. Al ver la debilidad de su más íntimo amigo, el rey Purañjana, sus amigos y todos los habitantes de la ciudad sintieron una gran angustia.

Significado

La entidad viviente vive en el cuerpo y lucha por la existencia con los miembros de ese cuerpo, que este verso presenta como súbditos y amigos. Una persona sola puede hacer frente a muchos soldados durante algún tiempo, pero no permanentemente. Con un poco de suerte, la entidad viviente que está dentro del cuerpo puede luchar durante cien años; puede prolongar la batalla hasta ese límite, pero no más. Después, tiene que rendirse y cae presa del enemigo. Con respecto a esto, Śrīla Bhaktivinoda Ṭhākura dice en una canción: vṛddha kāla āola saba sukha bhāgala: Cuando llega la vejez, es imposible disfrutar de la felicidad material. La gente suele pensar que la religión y la piedad vienen al final de la vida; generalmente, a esa edad se vuelven más reflexivos, y en nombre de la meditación, emprenden algún supuesto proceso yóguico para relajarse. Sin embargo, la meditación de aquellos que han disfrutado de una vida de complacencia de los sentidos es pura farsa. Como se explica en el capítulo sexto del Bhagavad-gītā, la meditación (dhyāna, dhāraṇā) es muy difícil, y hay que practicar desde muy joven. Para meditar hay que abstenerse de todo tipo de complacencia de los sentidos. Por desgracia, hoy en día la meditación es una moda de personas muy adictas a las cosas sensuales. Pero esa meditación no puede hacer frente a las realidades de la lucha por la existencia, aunque se pretenda que es meditación trascendental. El rey Purañjana, la entidad viviente, víctima de la ardua lucha por la existencia, emprendió la meditación trascendental con sus amigos y parientes.

Texto

sa eva puryāṁ madhu-bhuk
pañcāleṣu sva-pārṣadaiḥ
upanītaṁ baliṁ gṛhṇan
strī-jito nāvidad bhayam

Palabra por palabra

saḥ — él; eva — ciertamente; puryām — en la ciudad; madhu-bhuk — disfrutar de la vida sexual; pañcāleṣu — en el reino de Pañcāla (los cinco objetos de los sentidos); sva-pārṣadaiḥ — junto con sus seguidores; upanītam — trajo; balim — impuestos; gṛhṇan — aceptar; strī-jitaḥ — dominado por mujeres; na — no; avidat — entender; bhayam — miedo a la muerte.

Traducción

El rey Purañjana recaudó impuestos en la ciudad de Pañcāla, y de esa forma pudo entregarse a la vida sexual. Completamente controlado por las mujeres, no podía comprender que su vida llegaba al final, y que el momento de su muerte se acercaba.

Significado

Los reyes, presidentes, secretarios y ministros, los gobernantes en general, tienen a su disposición los impuestos que recaudan entre sus súbditos, y la posibilidad de emplearlos en su propia complacencia sensorial. En el Śrīmad-Bhāgavatam se afirma que en Kali-yuga los gobernantes (rājanyas) y las personas relacionadas con el gobierno, así como los ministros y altos cargos del gobierno, secretarios y presidentes, recaudarán impuestos simplemente para emplearlos en la complacencia de sus propios sentidos. Hay tantos funcionarios y tanta burocracia que los gobiernos no pueden mantenerse sin aumentar los impuestos. Los impuestos que se recaudan se emplean en la complacencia de los sentidos de los funcionarios del gobierno. Esos políticos irresponsables olvidan que, al final, la muerte se llevará toda su complacencia de los sentidos. Algunos están convencidos de que todo se termina con la muerte. Esa teoría atea proviene del filósofo Cārvāka, quien la inventó hace muchísimo tiempo. Cārvāka aconsejaba a la gente que viviese con toda opulencia sin reparar en medios, aunque para ello tuvieran que mendigar, pedir prestado o robar. También sostenía que no hay que sentir temor de la muerte, ni de la próxima vida, ni de la vida pasada, ni de llevar una vida impía, porque cuando el cuerpo queda reducido a cenizas, todo se termina. Esa es la filosofía de los que son demasiado adictos a la materia. Esa manera de filosofar no salvará a nadie del peligro de la muerte, ni de una vida futura abominable.

Texto

kālasya duhitā kācit
tri-lokīṁ varam icchatī
paryaṭantī na barhiṣman
pratyanandata kaścana

Palabra por palabra

kālasya — del formidable Tiempo; duhitā — la hija; kācit — alguien; tri-lokīm — en los tres mundos; varam — esposo; icchatī — deseando; paryaṭantī — viajar por todo el universo; na — nunca; barhiṣman — ¡oh, rey Prācīnabarhiṣat!; pratyanandata — aceptó su propuesta; kaścana — nadie.

Traducción

Mi querido rey Prācīnabarhiṣat, por entonces, la hija del formidable Tiempo viajaba por los tres mundos buscando esposo. Aunque nadie estaba dispuesto a aceptarla, ella vino.

Significado

Con el paso del tiempo, el cuerpo envejece y se vuelve prácticamente inútil; entonces se ve sometido a jarā, los sufrimientos de la vejez. Hay cuatro sufrimientos básicos: el nacimiento, la vejez, las enfermedades y la muerte. Se trata de cuatro condiciones miserables que ningún científico ni filósofo ha sabido nunca remediar. En este verso, esa condición inválida de la vejez, jarā, viene explicada con el símbolo de la hija del Tiempo. A nadie le gusta, pero está muy deseosa de casarse con todos. A nadie le gusta ser viejo e inválido, pero nadie puede evitarlo.

Texto

daurbhāgyenātmano loke
viśrutā durbhageti sā
yā tuṣṭā rājarṣaye tu
vṛtādāt pūrave varam

Palabra por palabra

daurbhāgyena — por su infortunio; ātmanaḥ — de sí misma; loke — en el mundo; viśrutā — famosa; durbhagā — muy desdichada; iti — así; — ella; — quien; tuṣṭā — sintiéndose satisfecha; rāja-ṛṣaye — al gran rey; tu — pero; vṛtā — al ser aceptada; adāt — concedió; pūrave — al rey Pūru; varam — bendición.

Traducción

La hija del Tiempo [Jarā] era muy desdichada. Por eso todo el mundo la conocía con el nombre de Durbhagā [«muy desdichada»]. Sin embargo, en cierta ocasión se sintió complacida con un gran rey, a quien concedió una gran bendición por haberla aceptado.

Significado

Una canción de Bhaktivinoda Ṭhākura dice: saba sukha bhāgala: Con la vejez desaparece todo rastro de felicidad. Por esa razón, la vejez, jarā, no le gusta a nadie, y Jarā, como hija del Tiempo, es famosa por ser una hija muy desdichada. No obstante, en una ocasión, el gran rey Yayāti la aceptó; se vio obligado a hacerlo debido a una maldición de su suegro, Śukrācārya. Cuando la hija de Śukrācārya se casó con el rey Yayāti, una de sus amigas, Śarmiṣṭhā, fue con ella. Más adelante, el rey Yayāti se apegó mucho a Śarmiṣṭhā, y la hija de Śukrācārya se quejó a su padre. Debido a ello, Śukrācārya maldijo al rey Yayāti a envejecer prematuramente. El rey tenía cinco hijos jóvenes, a quienes pidió que le cambiasen la juventud por su vejez. Todos se negaron, excepto el hijo menor, Pūru, quien trás aceptar la vejez de Yayāti, recibió el reino. Se dice que otros dos de los hijos de Yayāti, que habían desobedecido a su padre, recibieron reinos fuera de la India, muy probablemente Turquía y Grecia. El significado de esa historia es que en la vejez nadie puede disfrutar de las riquezas y opulencias materiales que haya adquirido, por grandes que sean. Pūru, a pesar de obtener el reino de su padre, no pudo disfrutar de toda aquella opulencia, pues había sacrificado su juventud. No hay que esperar a la vejez para volverse consciente de Kṛṣṇa. En la vejez, la incapacidad física nos impide progresar en el cultivo de conciencia de Kṛṣṇa, por mucha opulencia material que tengamos.

Texto

kadācid aṭamānā sā
brahma-lokān mahīṁ gatam
vavre bṛhad-vrataṁ māṁ tu
jānatī kāma-mohitā

Palabra por palabra

kadācit — en cierta ocasión; aṭamānā — viajar; — ella; brahma-lokāt — desde Brahmaloka, el planeta más elevado; mahīm — a la Tierra; gatam — haber venido; vavre — ella propuso; bṛhat-vratam — con voto de brahmacārī; mām — a mí; tu — entonces; jānatī — saber; kāma-mohitā — bajo la ilusión de la lujuria.

Traducción

En cierta ocasión en que vine a la Tierra desde Brahmaloka, el sistema planetario superior, la hija del Tiempo, que vaga por todo el universo, me salió al encuentro. Sabiendo que he hecho votos de brahmacārī, sintió lujuria y me propuso que la aceptase.

Significado

El gran sabio Nārada Muni era un naiṣṭhika-brahmacārī, es decir, nunca tuvo relaciones sexuales. Debido a ello, siempre era joven. La vejez, jarā, no podía atacarle. La incapacidad física de la vejez puede afectar a un hombre corriente, pero Nārada Muni era distinto. Tomando a Nārada Muni por un hombre corriente, la hija del Tiempo le salió al encuentro con deseos lujuriosos. Hace falta mucha fuerza para resistir la atracción de una mujer. Si es difícil para los ancianos, ¿cuánto más lo será para los jóvenes? Los que llevan vida de brahmacārī deben seguir los pasos del gran sabio Nārada Muni, que nunca aceptó las proposiciones de Jarā. Los que son demasiado adictos a la vida sexual caen en las garras de jarā; en muy poco tiempo, su vida se acorta. En este mundo, las víctimas de jarā, que no utilizan la forma humana de vida para el cultivo de conciencia de Kṛṣṇa, mueren muy pronto.

Texto

mayi saṁrabhya vipula-
madāc chāpaṁ suduḥsaham
sthātum arhasi naikatra
mad-yācñā-vimukho mune

Palabra por palabra

mayi — a mí; saṁrabhya — habiéndose irritado; vipula — ilimitada; madāt — por ilusión; śāpam — maldición; su-duḥsaham — insoportable; sthātum arhasi — puedes quedarte; na — nunca; ekatra — en un lugar; mat — mi; yācñā — ruego; vimukhaḥ — habiendo rechazado; mune — ¡oh, gran sabio!

Traducción

El gran sabio Nārada continuó: Como me negué a aceptar su ruego, ella se irritó mucho conmigo y me lanzó una terrible maldición. Por no haber consentido en lo que me pedía, dijo que yo no podría quedarme mucho tiempo en ningún lugar.

Significado

El cuerpo del gran sabio Nārada Muni es espiritual; por consiguiente, la vejez, las enfermedades, el nacimiento y la muerte no le afectan. Nārada es el devoto más bondadoso del Señor Supremo, y su única ocupación es viajar por todo el universo predicando acerca de la conciencia de Dios. En otras palabras, su ocupación es llevar a todos a la posición de vaiṣṇavas. En esas circunstancias, por lo común no tiene necesidad de quedarse en ningún lugar más tiempo que el que necesita para predicar. Por su propia voluntad, viaja por todo el universo; de modo que la maldición de Kālakanyā en realidad es una bendición. Como en el caso de Nārada Muni, hay muchos otros devotos del Señor que predican las glorias del Señor en distintos lugares y en distintos universos. Esas personalidades están más allá de la jurisdicción de las leyes materiales.

Texto

tato vihata-saṅkalpā
kanyakā yavaneśvaram
mayopadiṣṭam āsādya
vavre nāmnā bhayaṁ patim

Palabra por palabra

tataḥ — a continuación; vihata-saṅkalpā — desengañada en su determinación; kanyakā — la hija del Tiempo; yavana-īśvaram — al rey de los intocables; mayā upadiṣṭam — siguiendo mis indicaciones; āsādya — haber ido a ver; vavre — tomó; nāmnā — de nombre; bhayam — Temor; patim — como esposo.

Traducción

Una vez que se desengañó con respecto a mí, le di permiso para que fuese a ver al rey de los yavanas, Bhaya, el Temor, a quien aceptó por esposo.

Significado

Śrī Nārada Muni es el vaiṣṇava más perfecto; debido a ello, siempre desea hacer el bien a los demás, incluso a quienes le maldicen. Nārada Muni rechazó a Kālakanyā, la hija del Tiempo, pero, aun así, le brindó un refugio. Por supuesto, nadie podía darle refugio, pero el vaiṣṇava encuentra algún lugar que sirva de refugio a esa pobre desdichada. Ante el ataque de jarā, la vejez, todo decae y se deteriora. Nārada Muni hizo dos cosas a la vez: brindar un refugio a Kālakanyā, y contratacar a los karmīs comunes. El que acepta las instrucciones de Nārada Muni ve que, por la gracia de ese gran vaiṣṇava, el océano del temor (bhaya) retrocede rápidamente.

Texto

ṛṣabhaṁ yavanānāṁ tvāṁ
vṛṇe vīrepsitaṁ patim
saṅkalpas tvayi bhūtānāṁ
kṛtaḥ kila na riṣyati

Palabra por palabra

ṛṣabham — el mejor; yavanānām — de los intocables; tvām — tú; vṛṇe — yo acepto; vīra — ¡oh, gran héroe!; īpsitam — deseado; patim — esposo; saṅkalpaḥ — la determinación; tvayi — a ti; bhūtānām — de todas las entidades vivientes; kṛtaḥ — cuando se hace; kila — ciertamente; na — nunca; riṣyati — se desengaña.

Traducción

Presentándose ante el rey de los yavanas, Kālakanyā se dirigió a él tratándole como a un gran héroe, y diciendo: Mi querido señor, tú eres el mejor de los intocables. Estoy enamorada de ti, y quiero que seas mi esposo. Sé que nadie se desengaña de tu amistad.

Significado

Las palabras yavanānām ṛṣabham se refieren al rey de los yavanas. Las palabras sánscritas yavana y mleccha se aplican a aquellos que no siguen los principios védicos. Conforme a esos principios, hay que levantarse temprano por la mañana, bañarse, cantar Hare Kṛṣṇa, ofrecer maṅgala-ārati a las Deidades, estudiar las Escrituras védicas, tomar prāsada y ocuparse en vestir y adornar a las Deidades. También hay que reunir dinero para los gastos del templo, y los casados deben trabajar siguiendo los deberes prescritos para los brāhmaṇas, kṣatriyas, vaiśyas, o śūdras. De esa forma, se debe llevar una vida de comprensión espiritual. Esas son las pautas de la civilización védica. Del que no sigue todas esas reglas y regulaciones se dice que es un yavana o mleccha. No hay que cometer el error de pensar que esas palabras se refieren a determinados tipos de hombres que viven fuera de la India. A este respecto, las limitaciones basadas en la nacionalidad no tienen valor. El que no sigue los principios védicos es un yavana o un mleccha, tanto si vive fuera de la India como si vive en la India. De hecho, el que no siga los principios de higiene prescritos como reglas y regulaciones en los Vedas padecerá muchas enfermedades contagiosas. En el movimiento para la conciencia de Kṛṣṇa se aconseja a los estudiantes que sigan los principios regulativos; con ello, y de un modo natural, adquieren también los hábitos de higiene.

La persona consciente de Kṛṣṇa puede trabajar como un joven incluso a los setenta y cinco y a los ochenta años de edad. Por lo tanto, la hija de Kāla (el Tiempo) no puede vencer al vaiṣṇava. Śrīla Kṛṣṇadāsa Kavirāja Gosvāmī empezó a escribir el Caitanya-caritāmṛta a una edad muy avanzada, pero, aun así, compuso la obra más maravillosa jamás escrita acerca de las actividades del Señor Caitanya. Śrīla Rūpa Gosvāmī y Sanātana Gosvāmī también comenzaron su vida espiritual a una edad muy avanzada, después de retirarse de sus ocupaciones y de la vida familiar. Aun así, compusieron muchos libros muy valiosos para el progreso en la vida espiritual. Esto lo confirma Śrīla Śrīnivāsa Ācārya, que alabó a los Gosvāmīs de la siguiente manera:

nānā-śāstra-vicāraṇaika-nipuṇau sad-dharma-saṁsthāpakau
lokānāṁ hita-kāriṇau tri-bhuvane mānyau śaraṇyākarau
rādhā-kṛṣṇa-padāravinda-bhajanānandena mattālikau
vande rūpa-sanātanau raghu-yugau śrī-jīva-gopālakau

«Ofrezco mis respetuosas reverencias a los Seis Gosvāmīs, Śrī Sanātana Gosvāmī, Śrī Rūpa Gosvāmī, Śrī Raghunātha Bhaṭṭa Gosvāmī, Śrī Raghunātha dāsa Gosvāmī, Śrī Jīva Gosvāmī y Śrī Gopāla Bhaṭṭa Gosvāmī, que son muy expertos en el estudio minucioso de todas las Escrituras reveladas con la intención de establecer principios religiosos eternos para beneficio de todos los seres humanos. Por ello se les honra en los tres mundos y son un digno refugio, pues están absortos en los sentimientos de las gopīs, ocupados en el servicio amoroso trascendental de Rādhā y Kṛṣṇa».

Por consiguiente, jarā, el efecto de la vejez, no acosa al devoto. Esto se debe a que el devoto sigue las instrucciones de Nārada Muni y sirve sus mismos propósitos. Los devotos adoran a la Deidad conforme a las indicaciones de Nārada Muni, es decir, siguiendo el pāñcarātrika-vidhi que se expone en el Nārada-pañcarātra; por lo tanto, todos los devotos pertenecen a la línea de sucesión discipular que parte de Nārada Muni. El devoto sigue los principios de pāñcarātrika-vidhi y bhāgavata-vidhi. El sendero de bhāgavata-vidhi comprende las actividades de prédica, śravaṇaṁ kīrtanaṁ viṣṇoḥ, los procesos de escuchar y cantar las glorias del Señor Viṣṇu, la Suprema Personalidad de Dios. El sendero de pāñcarātrika-vidhi recoge los procesos de arcanaṁ vandanaṁ dāsyaṁ sakhyam ātma-nivedanam. Como el devoto sigue estrictamente las instrucciones de Nārada Muni, no tiene miedo de la vejez, las enfermedades y la muerte. Aparentemente envejece, pero su vejez está exenta de los síntomas de derrota que siente en la vejez el hombre común. Por esa razón, en la vejez el devoto no teme a la muerte como el hombre común. Cuando la vejez, jarā, Kālakanyā, se refugia en el devoto, lo que hace es disminuir sus temores. El devoto sabe que cuando muera irá de regreso al hogar, de vuelta a Dios; por lo tanto, no teme a la muerte. En lugar de deprimirle, la vejez le ayuda a liberarse del temor y a encontrar la felicidad.

Texto

dvāv imāv anuśocanti
bālāv asad-avagrahau
yal loka-śāstropanataṁ
na rāti na tad icchati

Palabra por palabra

dvau — dos clases; imau — estas; anuśocanti — se lamentan; bālau — ignorantes; asat — los necios; avagrahau — siguen el sendero de; yat — el cual; loka — por costumbre; śāstra — por Escrituras; upanatam — presentado; na — nunca; rāti — sigue; na — ni; tat — eso; icchati — desea.

Traducción

El que no da caridad conforme a la costumbre y a los mandamientos de las Escrituras, y el que no sabe recibirla conforme a esos principios, se considera que están bajo la influencia de la modalidad de la ignorancia. Esas personas siguen el sendero de los necios. Ten la certeza de que al final tendrán que lamentarse.

Significado

Aquí se afirma que quien verdaderamente desee una vida auspiciosa, debe seguir estrictamente las Escrituras. Esto mismo se explica en el Bhagavad-gītā (16.23):

yaḥ śāstra-vidhim utsṛjya
vartate kāma-kārataḥ
na sa siddhim avāpnoti
na sukhaṁ na parāṁ gatim

«Aquel que hace a un lado las disposiciones de las Escrituras y actúa según sus propios caprichos, no consigue ni la perfección, ni la felicidad, ni el destino supremo». El que no sigue estrictamente los mandamientos védicos nunca alcanza la felicidad ni el éxito en la vida. Y, por supuesto, no va de regreso al hogar, de vuelta a Dios.

Un mandamiento de los śāstras establece que un casado, un kṣatriya o un jefe administrativo nunca deben rechazar a la mujer que por su propia voluntad les pida que se casen con ella. Kālakanyā, la hija del Tiempo, venía de parte de Nārada Muni a ofrecer su mano a Yavana-rāja; el rey de los yavanas, por lo tanto, no podía rechazarla. A la hora de decidir acerca de una transacción, siempre deben tenerse en cuenta los mandamientos de los śāstras. Grandes sabios como Nārada Muni confirman esos mandamientos de los śāstras. Narottama dāsa Ṭhākura afirma: sādhu-śāstra-guru-vākya, cittete kariyā aikya. Debemos seguir los principios de las personas santas, de las Escrituras y del maestro espiritual. De esa forma es seguro que alcanzaremos el éxito en la vida. Kālakanyā, la hija del Tiempo, se presentó ante el rey de los yavanas con las credenciales de sādhu, śāstra y guru. Por lo tanto, no había ninguna razón para no aceptarla.

Texto

atho bhajasva māṁ bhadra
bhajantīṁ me dayāṁ kuru
etāvān pauruṣo dharmo
yad ārtān anukampate

Palabra por palabra

atho — por lo tanto; bhajasva — acepta; mām — a mí; bhadra — ¡oh, amable rey!; bhajantīm — deseosa de servir; me — a mí; dayām — misericordia; kuru — haz; etāvān — en esa medida; pauruṣaḥ — para todo caballero; dharmaḥ — principio religioso; yat — que; ārtān — con los afligidos; anukampate — es compasivo.

Traducción

Kālakanyā continuó: ¡Oh, amable rey!, he venido ante ti para servirte. Por favor, acéptame; sé misericordioso conmigo. El deber más importante de un caballero es ser compasivo con la persona que sufre.

Significado

Yavana-rāja, el rey de los yavanas, también podía haberse negado a aceptar a Kālakanyā, la hija del Tiempo, pero, teniendo en cuenta que Nārada Muni se lo pedía, meditó en la propuesta y la aceptó, si bien de distinta manera. En otras palabras, todos los habitantes de los tres mundos, y entre ellos el rey de los yavanas, pueden aceptar los mandamientos de Nārada Muni, el sendero del servicio devocional. El propio Señor Caitanya nos ha pedido a todos que prediquemos el culto del bhakti-yoga por todo el mundo, en cada pueblo y en cada aldea. Los predicadores del movimiento para la conciencia de Kṛṣṇa han comprobado en la práctica que incluso los yavanas y mlecchas han emprendido la vida espiritual siguiendo el proceso de pāñcarātrika-vidhi de Nārada Muni. Cuando la humanidad siga las instrucciones de la sucesión discipular, tal como Caitanya Mahāprabhu ha recomendado, toda la población del mundo se beneficiará de ello.

Texto

kāla-kanyodita-vaco
niśamya yavaneśvaraḥ
cikīrṣur deva-guhyaṁ sa
sasmitaṁ tām abhāṣata

Palabra por palabra

kāla-kanyā — por la hija del Tiempo; udita — expresadas; vacaḥ — palabras; niśamya — escuchar; yavana-īśvaraḥ — el rey de los yavanas; cikīrṣuḥ — deseoso de cumplir; deva — de la providencia; guhyam — deber confidencial; saḥ — él; sa-smitam — sonriendo; tām — a ella; abhāṣata — se dirigió.

Traducción

Después de escuchar la afirmación de Kālakanyā, la hija del Tiempo, el rey de los yavanas sonrió, mientras imaginaba una forma de cumplir con el deber confidencial que la providencia le tenía asignado. Entonces se dirigió a Kālakanyā con las siguientes palabras.

Significado

En el Caitanya-caritāmṛta (Ādi 5.142), se dice:

ekale īśvara kṛṣṇa, āra saba bhṛtya
yāre yaiche nācāya, se taiche kare nṛtya

El verdadero controlador supremo es la Personalidad de Dios, Kṛṣṇa; todos los demás somos Sus sirvientes. Yavana-rāja, el rey de los yavanas, también era un sirviente de Kṛṣṇa. Por esa razón, quería cumplir el propósito de Kṛṣṇa por intermedio de Kālakanyā. Aunque Kālakanyā significa incapacidad física o vejez, Yavana-rāja quería servir a Kṛṣṇa llevando a Kālakanyā a todas partes. De esa forma, las personas sensatas, al llegar a la vejez, sentirían temor de la muerte. Los necios se ocupan en actividades materiales como si fueran a vivir para siempre, disfrutando de sus progresos materiales; pero, en realidad, el progreso material no existe. Bajo la influencia de la ilusión, la gente piensa que la opulencia material les salvará; sin embargo, aunque la ciencia material ha hecho muchos progresos, los problemas de la sociedad humana, es decir, el nacimiento, la muerte, la vejez y las enfermedades, siguen sin solución. Los necios científicos, no obstante, creen que han progresado en lo material. El ataque de Kālakanyā, la incapacidad física de la vejez, les hace sentir miedo de la muerte, si están lo suficientemente cuerdos. A los locos, la muerte simplemente no les preocupa, ni saben qué ocurrirá después de la muerte. Llevados por la errónea impresión de que no hay vida después de la muerte, actúan como irresponsables durante toda la vida y disfrutan de la complacencia de los sentidos sin ninguna restricción. Para la persona inteligente, la aparición de la vejez es un estímulo hacia la vida espiritual. Por naturaleza, la gente tiene miedo de una muerte inminente. El rey de los yavanas trató de servirse de Kālakanyā con esa finalidad.

Texto

mayā nirūpitas tubhyaṁ
patir ātma-samādhinā
nābhinandati loko ’yaṁ
tvām abhadrām asammatām

Palabra por palabra

mayā — por mí; nirūpitaḥ — arreglado; tubhyam — para ti; patiḥ — esposo; ātma — de la mente; samādhinā — con meditación; na — nunca; abhinandati — bienvenida; lokaḥ — la gente; ayam — estos; tvām — tú; abhadrām — desfavorable; asammatām — inaceptable.

Traducción

El rey de los yavanas contestó: Después de considerarlo detenidamente, he encontrado un esposo para ti. En realidad, en opinión de todos, eres desfavorable y maligna. ¿Quién podría aceptarte por esposa, si no le gustas a nadie?

Significado

Después de considerarlo detenidamente, el rey de los yavanas decidió sacar el mejor partido de esa desagradable situación. Nadie quería a Kālakanyā, pero todo puede usarse en el servicio del Señor, de modo que el rey de los yavanas trató de servirse de ella con una finalidad concreta. Ya hemos explicado cuál era su propósito: en su aspecto de jarā, la incapacidad física de la vejez, Kālakanyā puede servir para suscitar en la gente un temor que les lleve a prepararse para la próxima vida, ocupándose en el proceso de conciencia de Kṛṣṇa.

Texto

tvam avyakta-gatir bhuṅkṣva
lokaṁ karma-vinirmitam
yā hi me pṛtanā-yuktā
prajā-nāśaṁ praṇeṣyasi

Palabra por palabra

tvam — tú; avyakta-gatiḥ — cuyo movimiento es imperceptible; bhuṅkṣva — disfruta; lokam — este mundo; karma-vinirmitam — obra de las actividades fruitivas; — el que; hi — ciertamente; me — mis; pṛtanā — soldados; yuktā — con la ayuda de; prajā-nāśam — aniquilación de las entidades vivientes; praṇeṣyasi — llevarás a cabo sin encontrar oposición.

Traducción

Este mundo es un producto de las actividades fruitivas. Por lo tanto, puedes atacar de un modo imperceptible a la gente en general. Con la ayuda de mis soldados, podrás matarles sin encontrar oposición.

Significado

La palabra karma-vinirmitam significa «obra de las actividades fruitivas». El mundo material es resultado de las actividades fruitivas, especialmente hoy en día. La gente se ocupa con todas sus fuerzas en decorar el mundo con autopistas, automóviles, electricidad, rascacielos, industrias, negocios, etc. Todo eso les parece muy bien a los que no tienen otra ocupación que la complacencia de los sentidos, y que ignoran su identidad espiritual. Como se explica en el Śrīmad-Bhāgavatam (5.5.4):

nūnaṁ pramattaḥ kurute vikarma
yad indriya-prītaya āpṛṇoti
na sādhu manye yata ātmano ’yam
asann api kleśada āsa dehaḥ

Los que no conocen la existencia del alma espiritual enloquecen con las actividades materiales y ejecutan todo tipo de actividades pecaminosas tan solo para complacer los sentidos. Ṛṣabhadeva explica que esas actividades nos traen infortunio, pues nos obligan a aceptar un cuerpo abominable en la siguiente vida. Todo el mundo puede comprobar que, a pesar de nuestros intentos de mantener un estado de bienestar físico, el cuerpo siempre nos está dando dolores, y está supeditado a las tres miserias. ¿Por qué, si no, hay tantos hospitales, agrupaciones de beneficencia y compañías de seguros? En realidad, en este mundo no hay felicidad. Todos los esfuerzos de la gente se dirigen tan solo a contrarrestar la infelicidad. Para los necios, la infelicidad es felicidad; por esa razón, el rey de los yavanas decidió lanzar contra esos necios un ataque imperceptible mediante la vejez, las enfermedades, y finalmente, la muerte. Por supuesto, después de la muerte, hay que nacer de nuevo. Yavana-rāja, por lo tanto, juzgó conveniente matar a todos los karmīs mediante la acción de Kālakanyā, para de ese modo tratar de hacerles conscientes de que el progreso material no es el verdadero progreso. Todas las entidades vivientes son seres espirituales; en consecuencia, no progresar espiritualmente es echar a perder la forma humana de vida.

Texto

prajvāro ’yaṁ mama bhrātā
tvaṁ ca me bhaginī bhava
carāmy ubhābhyāṁ loke ’sminn
avyakto bhīma-sainikaḥ

Palabra por palabra

prajvāraḥ — llamado Prajvāra; ayam — este; mama — mi; bhrātā — hermano; tvam — tú; ca — también; me — mi; bhaginī — hermana; bhava — sé; carāmi — voy a emprender; ubhābhyām — con ustedes dos; loke — en el mundo; asmin — esto; avyaktaḥ — sin ser manifiesta; bhīma — peligrosos; sainikaḥ — con soldados.

Traducción

El rey de los yavanas continuó: He aquí a mi hermano Prajvāra. A partir de ahora serás mi hermana. Ustedes me servirán, junto con mis peligrosos soldados, para ejercer una acción imperceptible en el mundo.

Significado

Nārada Muni envió a Kālakanyā a Yavana-rāja para que se casase con ella, pero él, en lugar de aceptarla por esposa, la consideró su hermana. Los que no siguen los principios védicos llevan una vida sexual irrestricta. En consecuencia, a veces no vacilan en tener relaciones sexuales con sus hermanas. En la era de Kali hay muchos ejemplos de incesto. Yavana-rāja, por respeto, cumplió la orden de Nārada Muni; no obstante, pensaba en relaciones sexuales ilícitas. Esto se debe a que era el rey de los yavanas y mlecchas.

La palabra prajvāraḥ es muy significativa, pues significa «la fiebre que envía el Señor Viṣṇu». Se trata de una fiebre de 42 grados; a esa temperatura, el hombre muere. De modo que el rey de los mlecchas y yavanas pidió a la hija del Tiempo, Kālakanyā, que fuese su hermana. No necesitaba pedirle que fuese su esposa, pues en cuestiones de vida sexual, los yavanas y mlecchas no se paran a ver diferencias externas del tipo de hermana, madre o hija. El hermano de Yavana-rāja era Prajvāra, y Kālakanyā era la invalidez personificada. Ambos, con el refuerzo de los soldados de Yavana-rāja —las condiciones antihigiénicas, la vida sexual ilícita, y, por último, una temperatura muy elevada, que provoca la muerte—, podrían destruir por completo el modo de vida materialista. Con respecto a esto, es significativo el hecho de que Nārada era inmune al ataque de jarā, la invalidez; además, esa fuerza destructiva, jarā, tampoco puede atacar a los seguidores de Nārada Muni, es decir, a los vaiṣṇavas puros.

Así terminan los significados de Bhaktivedanta correspondientes al capítulo vigesimoséptimo del Canto Cuarto del Śrīmad-Bhāgavatam, titulado: «Caṇḍavega ataca la ciudad del rey Purañjana; la personalidad de Kālakanyā».