Skip to main content

Śrīmad-bhāgavatam 4.27.4

Texto

śayāna unnaddha-mado mahā-manā
mahārha-talpe mahiṣī-bhujopadhiḥ
tām eva vīro manute paraṁ yatas
tamo-’bhibhūto na nijaṁ paraṁ ca yat

Palabra por palabra

śayānaḥ — acostado; unnaddha-madaḥ — cada vez más cubierto por la ilusión; mahā-manāḥ — situado en un nivel de conciencia elevado; mahā-arha-talpe — en una lujosa cama; mahiṣī — de la reina; bhuja — brazos; upadhiḥ — almohada; tām — a ella; eva — ciertamente; vīraḥ — el héroe; manute — consideró; param — el objetivo de la vida; yataḥ — del cual; tamaḥ — por ignorancia; abhibhūtaḥ — cubierto; na — no; nijam — su verdadero ser; param — la Suprema Personalidad de Dios; ca — y; yat — que.

Traducción

De esta forma el rey Purañjana, a pesar de su elevado nivel de conciencia, estaba cada vez más cubierto por la ilusión. Siempre estaba acostado, con la cabeza reposando en los brazos de su esposa. La mujer llegó a ser para él la esencia misma de su vida, su alma. Cubierto por la modalidad de la ignorancia, no podía entender el significado de la autorrealización, ni de su ser, ni de la Suprema Personalidad de Dios.

Significado

La vida humana tiene por objeto la autorrealización. Esa iluminación se refiere, en primer lugar, al propio ser, que en este verso se describe con la palabra nijam. Después hay que entender o percibir a la Superalma, Paramātmā, la Suprema Personalidad de Dios. Sin embargo, quien está demasiado apegado a la materia considera que la mujer es lo más importante del mundo. En esas circunstancias, no puede percibir ni su propio ser ni a la Suprema Personalidad de Dios. Por eso, en el Śrīmad-Bhāgavatam (5.5.2) se dice: mahat-sevāṁ dvāram āhur vimuktes tamo-dvāraṁ yoṣitāṁ saṅgi-saṅgam. La relación con mahātmās, es decir, con devotos, nos abre las puertas de la liberación. Pero un apego excesivo a las mujeres, o a personas que también están apegadas a las mujeres, es decir, el apego a las mujeres, tanto directa como indirectamente, abre las puertas de tamo-dvāram, que dan a la región más oscura de la vida infernal.

El rey Purañjana era una gran alma; era muy intelectual y estaba dotado de un elevado nivel de conciencia; sin embargo, su conciencia quedó completamente cubierta, pues era demasiado adicto a las mujeres. En la actualidad, la conciencia de la gente está demasiado cubierta con el consumo de carne, el vino y las mujeres. Por esa razón, la gente es completamente incapaz de hacer ningún progreso en la autorrealización. El primer paso en la autorrealización es saber que somos almas espirituales aparte del cuerpo. En la segunda etapa de autorrealización podemos comprender que todas las almas, todas las entidades vivientes individuales, son partes integrales del Alma Suprema, Paramātmā, la Suprema Personalidad de Dios. Esto se confirma en el Bhagavad-gītā (15.7):

mamaivāṁśo jīva-loke
jīva-bhūtaḥ sanātanaḥ
manaḥ-ṣaṣṭhānīndriyāṇi
prakṛti-sthāni karṣati

«Las entidades vivientes de este mundo condicionado son Mis partes fragmentarias eternas. Debido a la vida condicionada, sostienen una lucha muy dura con los seis sentidos, entre los que se incluye la mente».

Todas las entidades vivientes son partes integrales del Señor Supremo. Por desgracia, en la civilización actual se consiente la relación entre hombres y mujeres desde el mismo principio de la vida; eso les imposibilita por completo para llegar al plano de la autorrealización. No saben que no lograr la autorrealización constituye la más grande de las pérdidas en la forma humana de vida. Tener a una mujer constantemente en el corazón viene a ser como acostarse con una mujer en una lujosa cama. El corazón es la cama, la cama más lujosa. El hombre que piensa en mujeres y dinero está acostado y reposando en brazos de su mujer amada o su esposa. De esa forma, se entrega a la vida sexual y se vuelve un inútil para la autorrealización.