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Śrīmad-bhāgavatam 4.22.24

Texto

ahiṁsayā pāramahaṁsya-caryayā
smṛtyā mukundācaritāgrya-sīdhunā
yamair akāmair niyamaiś cāpy anindayā
nirīhayā dvandva-titikṣayā ca

Palabra por palabra

ahiṁsayā — por la no violencia; pāramahaṁsya-caryayā — por seguir los pasos de grandes ācāryas; smṛtyā — por recordar; mukunda — la Suprema Personalidad de Dios; ācarita-agrya — simplemente predicar Sus actividades; sīdhunā — por el néctar; yamaiḥ — por seguir principios regulativos; akāmaiḥ — sin deseos materiales; niyamaiḥ — por seguir estrictamente las reglas y regulaciones; ca — también; api — ciertamente; anindayā — sin blasfemar; nirīhayā — vivir con sencillez; dvandva — dualidad; titikṣayā — por tolerancia; ca — y.

Traducción

El candidato al avance espiritual debe ser no violento, seguir los pasos de los grandes ācāryas, recordar siempre el néctar de los pasatiempos de la Suprema Personalidad de Dios, seguir los principios regulativos, libre de deseos materiales, y, mientras sigue esos principios, no blasfemar contra otros. El devoto debe llevar una vida muy sencilla, y no perturbarse con la dualidad de los elementos opuestos; debe aprender a tolerarlos.

Significado

Los devotos son verdaderas personas santas, sādhus. La primera cualidad del sādhu, o devoto, es ahiṁsā, la no violencia. Las personas que tengan interés en el sendero del servicio devocional, es decir, en ir de regreso al hogar de vuelta a Dios, ante todo deben de practicar ahiṁsā, la no violencia. Se explica que el sādhu es titikṣavaḥ kāruṇikāḥ (Bhāg. 3.25.21): el devoto debe ser tolerante y muy compasivo con los demás. Si, por ejemplo, alguien le hace algún daño, debe tolerarlo, pero no tiene por qué tolerar ofensas contra terceros. El mundo entero está lleno de violencia, y el primer deber del devoto es acabar con esa violencia, que incluye la matanza innecesaria de animales. El devoto es el amigo de todas las entidades vivientes, y no solo de los seres humanos, pues ve a todas las entidades vivientes como hijos de la Suprema Personalidad de Dios. Él no considera que el hombre es el único hijo de Dios, permitiendo la matanza de todas las demás entidades vivientes con el pretexto de que no tienen alma. Un devoto puro del Señor nunca defiende esa clase de filosofía. Suhṛdaḥ sarva-dehinām: un verdadero devoto es amigo de todas las entidades vivientes; en consecuencia, el devoto de Kṛṣṇa siempre es amigo de todos. Eso se denomina ahiṁsā. Ese tipo de no violencia solo se puede practicar cuando se siguen los pasos de los grandes ācāryas. Por esa razón, y conforme a nuestra filosofía vaiṣṇava, tenemos que seguir a los grandes ācāryas de las cuatro sampradāyas o líneas de sucesión discipular.

Tratar de avanzar en la vida espiritual fuera de la sucesión discipular es simplemente ridículo. Por lo tanto, las Escrituras afirman: ācāryavān puruṣo veda: el que sigue a la sucesión discipular de ācāryas conoce las cosas tal como son (Chāndogya Up. 6.14.2) Tad-vijñānārthaṁ sa gurum evābhigacchet: para entender la ciencia trascendental, hay que acudir al maestro espiritual genuino (Muṇḍaka Up. 1.2.12). La palabra smṛtyā es muy importante en la vida espiritual. Smṛtyā significa recordar a Kṛṣṇa siempre. La vida debe ordenarse de tal manera que no podamos permanecer solos sin pensar en Kṛṣṇa. Debemos vivir en Kṛṣṇa de tal manera que al comer, al dormir, al caminar o al trabajar permanezcamos solo en Kṛṣṇa. Nuestra Asociación Internacional para la Conciencia de Krishna nos aconseja que ordenemos nuestras vidas de manera que podamos recordar a Kṛṣṇa. Los devotos de nuestra asociación elaboran inciensos, pero mientras lo hacen también escuchan acerca de las glorias de Kṛṣṇa y de Sus devotos. El śāstra recomienda: smartavyaḥ satataṁ viṣṇuḥ: Se debe recordar al Señor Viṣṇu siempre, constantemente. Vismartavyo na jātucit: Nunca se debe olvidar a Viṣṇu. Ese es el modo de vida espiritual: smṛtyā. Ese recuerdo del Señor puede mantenerse si escuchamos acerca de Él constantemente. Por esa razón, en este verso se recomienda: mukundācaritāgrya-sīdhunā. Sīdhu significa «néctar». Escuchar acerca de Kṛṣṇa en el Śrīmad-Bhāgavatam, el Bhagavad-gītā o en otras Escrituras auténticas es vivir con conciencia de Kṛṣṇa. Esa concentración en el estado de conciencia de Kṛṣṇa pueden alcanzarla las personas que siguen estrictamente las reglas y principios regulativos. En el movimiento para la conciencia de Kṛṣṇa hemos recomendado a los devotos que recen dieciséis vueltas de rosario cada día y que sigan los principios regulativos. Eso ayudará al devoto a afirmarse en su vida de avance espiritual.

En este verso se afirma también que se puede avanzar mediante el control de los sentidos (yamaiḥ). Mediante ese control, la persona puede llegar a ser svāmī o gosvāmī. Por lo tanto, aquél que esté disfrutando de ese título excepcional de svāmī o gosvāmī, debe ser muy estricto en controlar los sentidos. En verdad, debe ser amo de sus sentidos. Eso es posible cuando no se desea nada de complacencia material de los sentidos. Si ocurre que los sentidos quieren actuar de un modo independiente, él debe controlarlos. El control de los sentidos se alcanza de modo natural con tan solo evitar su complacencia material.

En relación con esto, también es importante la mención de anindayā, es decir, que no debemos criticar los métodos religiosos de otros. Hay distintos tipos de sistemas religiosos, cuya acción obedece a la diversidad cualitativa de la naturaleza material. Los que están bajo la influencia de las modalidades de la ignorancia y la pasión no pueden ser tan perfectos como el sistema que está bajo la influencia de la modalidad de la bondad. En el Bhagavad-gītā se ha dividido todo lo existente en tres categorías cualitativas; la misma división se extiende también a los sistemas religiosos. Cuando en la gente predomina la influencia de las modalidades de la pasión y la ignorancia, esas mismas cualidades serán características también de su sistema religioso. El devoto, en lugar de criticar esos sistemas, animará a sus seguidores a ser fieles a sus principios, de manera que, poco a poco, puedan llegar al plano de la religión bajo la modalidad de la bondad. Si se limita a criticarlos, la mente del devoto se agitará. El devoto, por lo tanto, debe tolerar y aprender a callar la agitación.

Otro rasgo del devoto es nirīhayā, vida sencilla. Nirīhā significa «amable», «manso», o «simple». El devoto no debe vivir con gran pompa, imitando a los materialistas. Al devoto se le recomienda una vida sencilla y un pensamiento elevado. Solo debe aceptar lo que necesite para mantener el cuerpo apto para la ejecución de servicio devocional. No debe comer ni dormir más de lo necesario. Debe comer para vivir, y no vivir para comer; no debe dormir más de seis o siete horas al día; estos son principios que los devotos deben seguir. El cuerpo siempre se verá expuesto a la influencia de los cambios climáticos, a las enfermedades y a los trastornos de la naturaleza, que son las tres miserias de la existencia material. No podemos evitarlas. A veces recibimos cartas de devotos neófitos que nos preguntan por qué han enfermado, si están siguiendo el proceso de conciencia de Kṛṣṇa. Este verso debe enseñarles que tienen que ser tolerantes (dvandva-titikṣayā). Este es el mundo de la dualidad. Nadie debe pensar que caer enfermo significa haber caído del estado de conciencia de Kṛṣṇa. No hay ninguna oposición material que pueda impedir a una persona continuar siendo consciente de Kṛṣṇa. Por esa razón, el Señor Śrī Kṛṣṇa aconseja en el Bhagavad-gītā (2.14): tāṁs titikṣasva bhārata: «Mi querido Arjuna, por favor, trata de tolerar todas esas perturbaciones. Mantente fijo en tus actividades conscientes de Kṛṣṇa.