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Śrīmad-bhāgavatam 4.18.11

Texto

samāṁ ca kuru māṁ rājan
deva-vṛṣṭaṁ yathā payaḥ
apartāv api bhadraṁ te
upāvarteta me vibho

Palabra por palabra

samām — de nivel uniforme; ca — también; kuru — haz; mām — a mí; rājan — ¡oh, rey!; deva-vṛṣṭam — que cae en forma de lluvia por la misericordia del rey Indra; yathā — de modo que; payaḥ — el agua; apa-ṛtau — cuando ha terminado la estación de las lluvias; api — incluso; bhadram — lo auspicioso; te — a ti; upāvarteta — puede permanecer; me — sobre mí; vibho — ¡oh, Señor!

Traducción

Mi querido rey, debo decirte que tienes que allanar toda la superficie del globo. Eso me ayudará, incluso cuando haya terminado la estación de las lluvias. La lluvia, que cae por misericordia del rey Indra, permanecerá sobre la superficie del globo, manteniendo siempre húmeda la tierra. Eso será muy auspicioso para todo tipo de cultivos.

Significado

El rey de los planetas celestiales, Indra, se encarga de lanzar los rayos y traer la lluvia. Generalmente, esos rayos caen sobre los picos de las montañas, a fin de romperlos en pedazos. A medida que pasa el tiempo, esas rocas se desintegran y se esparcen por la tierra, de manera que, poco a poco, la superficie del globo se va volviendo apta para la agricultura. Una tierra llana es muy adecuada para la producción de cereales. De esta forma, el planeta Tierra pidió a Pṛthu Mahārāja que allanase su superficie, haciendo pedazos las elevaciones del terreno y las montañas.