Skip to main content

Śrīmad-bhāgavatam 4.12.4

Texto

ahaṁ tvam ity apārthā dhīr
ajñānāt puruṣasya hi
svāpnīvābhāty atad-dhyānād
yayā bandha-viparyayau

Palabra por palabra

aham — yo; tvam — tú; iti — de este modo; apārthā — errónea; dhīḥ — inteligencia; ajñānāt — de la ignorancia; puruṣasya — de una persona; hi — ciertamente; svāpni — un sueño; iva — como; ābhāti — aparece; a-tat-dhyānāt — del concepto corporal de la vida; yayā — por el cual; bandha — cautiverio; viparyayau — y miseria.

Traducción

La identificación errónea de uno mismo y de los demás con «yo» y «tú», que se basa en el concepto corporal de la vida, es producto de la ignorancia. Ese concepto corporal es la causa del ciclo de nacimientos y muertes, y de que continuemos en la existencia material.

Significado

Los conceptos de «yo» y «tú», ahaṁ tvam, como identidades separadas, se deben a que hemos olvidado la relación eterna que nos une a la Suprema Personalidad de Dios. La Persona Suprema, Kṛṣṇa, es el punto central, y todos nosotros somos Sus partes integrales, tal como las manos y las piernas son partes integrales del cuerpo entero. Esa diferenciación, que se basa en el concepto corporal de la vida, pierde su razón de ser cuando logramos entender verdaderamente que tenemos una relación eterna con el Señor Supremo. A este respecto nos sirve el mismo ejemplo: La mano es la mano, y la pierna es la pierna, pero cuando ambas se ocupan en el servicio del cuerpo entero, la distinción entre «manos» y «piernas» pierde su valor, pues manos y piernas pertenecen al cuerpo entero, que está constituido por todas las partes, que trabajan juntas. De la misma manera, cuando las entidades vivientes son conscientes de Kṛṣṇa, la diferencia entre «yo» y «tú» deja de existir, puesto que todos están ocupados en el servicio del Señor. Como el Señor es absoluto, los servicios también son absolutos; aunque la mano trabaje de una forma y la pierna de otra, son uno, puesto que su objetivo común es la Suprema Personalidad de Dios. Esto no debe confundirse con la afirmación del filósofo māyāvādī de que «todo es uno». El conocimiento real es que la mano es la mano, la pierna es la pierna, el cuerpo es el cuerpo, y aun así, todos juntos son uno. La vida material condicionada de la entidad viviente comienza tan pronto como se considera independiente. Por lo tanto, el concepto de una existencia independiente es como un sueño. Tenemos que ser conscientes de Kṛṣṇa; esa es nuestra posición original. Entonces podremos liberarnos del cautiverio de la materia.