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Śrīmad-bhāgavatam 2.7.26

Texto

bhūmeḥ suretara-varūtha-vimarditāyāḥ
kleśa-vyayāya kalayā sita-kṛṣṇa-keśaḥ
jātaḥ kariṣyati janānupalakṣya-mārgaḥ
karmāṇi cātma-mahimopanibandhanāni

Palabra por palabra

bhūmeḥ — del mundo entero; sura-itara — personas que no sean divinas; varūtha — soldados; vimarditāyāḥ — afligido por el peso; kleśa — sufrimientos; vyayāya — con objeto de disminuir; kalayā — juntamente con Su expansión plenaria; sita-kṛṣṇa — no solo bellos, sino también negros; keśaḥ — con los cabellos así; jātaḥ — habiendo aparecido; kariṣyati — actuaría; jana — la generalidad de la gente; anupalakṣya — raramente visto; mārgaḥ — sendero; karmāṇi — actividades; ca — también; ātma-mahimā — glorias del propio Señor; upanibandhanāni — en relación con.

Traducción

Cuando el mundo se encuentra sobrecargado por la fuerza combatiente de reyes que no tienen fe en Dios, el Señor, solo para disminuir la aflicción del mundo, desciende con Su porción plenaria. El Señor viene en Su forma original, con hermoso cabello negro. Y solo para expandir Sus glorias trascendentales, Él actúa de un modo extraordinario. Nadie puede calcular con precisión cuán grande es Él.

Significado

Este verso está describiendo especialmente la aparición del Señor Kṛṣṇa y de Su expansión inmediata, el Señor Baladeva. Tanto el Señor Kṛṣṇa como el Señor Baladeva son una única Suprema Personalidad de Dios. El Señor es omnipotente, y Él se expande en innumerables formas y energías, y la unidad entera se conoce como el Brahman Supremo único. Esas extensiones del Señor se dividen en dos, a saber, la personal y la diferencial. Las expansiones personales se denominan los viṣṇu-tattvas y las expansiones diferenciales se denominan los jīva-tattvas. Y en dicha actividad de expansión, el Señor Baladeva es la primera expansión personal de Kṛṣṇa, la Suprema Personalidad de Dios.

En el Viṣṇu Purāṇa, así como en el Mahābhārata, se dice que tanto Kṛṣṇa como Baladeva poseen hermoso cabello negro, incluso en Su edad avanzada. El Señor recibe el nombre de anupalakṣya-mārgaḥ o, en términos védicos aún más técnicos, avāṅ-mānasa-gocara: aquel que nunca ha de ser visto ni comprendido por la limitada percepción de los sentidos de la generalidad de la gente. En el Bhagavad-gītā (7.25), el Señor dice nāhaṁ prakāśaḥ sarvasya yogamāyā-samāvṛtaḥ. En otras palabras, Él se reserva el derecho de ser expuesto ante alguien. Solo los devotos genuinos pueden conocerlo mediante Sus rasgos específicos, y de entre muchos, muchos de esos rasgos, aquí en este verso se menciona uno: que el Señor es sita-kṛṣṇa-keśaḥ, o aquel a quien siempre se le ve con hermoso cabello negro. Tanto el Señor Kṛṣṇa como el Señor Baladeva tienen esa clase de cabello en Sus cabezas y, por ello, incluso en la edad avanzada, Ellos parecían muchachos jóvenes de dieciséis años de edad. Ese es el signo particular de la Personalidad de Dios. En la Brahma-saṁhitā se afirma que, si bien Él es la personalidad mayor de todas las entidades vivientes, siempre se ve como un muchacho joven y fresco. Esa es la característica de un cuerpo espiritual. El cuerpo material se caracteriza por el nacimiento, la muerte, la vejez y las enfermedades, pero el cuerpo espiritual es notable por la ausencia en él de esos síntomas. Las entidades vivientes que residen en los Vaikuṇṭhalokas con vida y bienaventuranza eternas, tienen el mismo tipo de cuerpo espiritual, no siendo afectadas por ningún signo de vejez. En el Bhāgavatam (Canto Seis), se describe que los integrantes del grupo de viṣṇudūtas que fue a salvar a Ajāmila de las garras del grupo de Yamarāja, parecían muchachos jóvenes, lo cual corrobora la descripción que se da en este verso. Queda confirmado así, que los cuerpos espirituales de los Vaikuṇṭhalokas, bien sean del Señor o de los demás habitantes, son completamente distintos de los cuerpos materiales de este mundo. Por lo tanto, cuando el Señor desciende de ese mundo a este mundo, Él desciende en Su cuerpo espiritual de ātma-māyā, o potencia interna, sin ningún vestigio del bahiraṅga-māyā, o la energía material externa. El alegato de que el Brahman impersonal aparece en este mundo material mediante la adquisición de un cuerpo material, es totalmente absurdo. De modo que, cuando el Señor viene aquí, Él no tiene un cuerpo material, sino un cuerpo espiritual. El brahmajyoti impersonal es solo la refulgencia deslumbrante del cuerpo del Señor, y no hay diferencia cualitativa entre el cuerpo del Señor y el rayo impersonal del Señor denominado brahmajyoti.

Ahora bien, la siguiente pregunta sería: ¿por qué el Señor, quien es omnipotente, viene aquí a disminuir la carga que la inescrupulosa orden real le ocasiona al mundo? Indudablemente que el Señor no tiene que venir aquí personalmente para cumplir esos propósitos, pero Él de hecho desciende para exhibir Sus actividades trascendentales, con objeto de animar a Sus devotos puros, los cuales quieren disfrutar de la vida mediante el canto de las glorias del Señor. En el Bhagavad-gītā (9.13-14) se afirma que los mahātmās, los grandes devotos del Señor, disfrutan de cantar acerca de las actividades del Señor. Todas las Escrituras védicas están destinadas a volver la atención de uno hacia el Señor y Sus actividades trascendentales. Así pues, las actividades del Señor en Sus tratos con gente mundana, crean un tema de discusión para Sus devotos puros.