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Śrīmad-bhāgavatam 2.10.3

Texto

bhūta-mātrendriya-dhiyāṁ
janma sarga udāhṛtaḥ
brahmaṇo guṇa-vaiṣamyād
visargaḥ pauruṣaḥ smṛtaḥ

Palabra por palabra

bhūta — los cinco elementos toscos (el cielo, etc.); mātrā — objetos percibidos por los sentidos; indriya — los sentidos; dhiyām — de la mente; janma — creación; sargaḥ — manifestación; udāhṛtaḥ — se denomina «la creación»; brahmaṇaḥ — de Brahmā, el primer puruṣa; guṇa-vaiṣamyāt — por interacción de las tres modalidades de la naturaleza; visargaḥ — nueva creación; pauruṣaḥ — actividades resultantes de la naturaleza; smṛtaḥ — se conoce así.

Traducción

La creación elemental de los dieciséis componentes de la materia —a saber, los cinco elementos [fuego, agua, tierra, aire y cielo], el sonido, la forma, el sabor, el aroma, la textura, y los ojos, los oídos, la nariz, la lengua, la piel y la mente— se conoce como sarga, mientras que la subsiguiente y resultante interacción de las modalidades de la naturaleza material, se denomina visarga.

Significado

Con el fin de explicar las diez divisiones características del Śrīmad-Bhāgavatam, existen siete versos continuos. El primero de esos versos a que se ha hecho referencia, trata de las dieciséis manifestaciones elementales, constituidas por la tierra, el agua, etc., con el ego material compuesto de inteligencia y mente materiales. La creación subsiguiente es un resultado de las reacciones de las dieciséis energías antedichas del primer puruṣa, la encarnación Mahā-Viṣṇu de Govinda, como lo explicará más adelante Brahmā en su tratado Brahma-saṁhitā (5.47), de la siguiente manera:

yaḥ kāraṇārṇava-jale bhajati sma yoga-
nidrām ananta-jagadaṇḍa-saroma-kūpaḥ
ādhāra-śaktim avalambya parāṁ sva-mūrtiṁ
govindam ādi-puruṣaṁ tam ahaṁ bhajāmi

La primera encarnación puruṣa de Govinda, el Señor Kṛṣṇa, conocida como Mahā-Viṣṇu, entra en un sueño místico yoga-nidrā, y los innumerables universos se encuentran en potencia en todos y cada uno de los agujeros capilares de Su cuerpo trascendental.

Como se mencionó en el verso anterior, śrutena (o haciendo referencia a las conclusiones védicas), la Suprema Personalidad de Dios, directamente hace posible la creación mediante la manifestación de Sus energías específicas. Sin esa referencia védica, la creación parece ser producto de la naturaleza material. Esta conclusión es fruto de un escaso acopio de conocimiento. Del estudio de las referencias védicas se concluye que, el origen de todas las energías (es decir, la interna, la externa y la marginal) es la Suprema Personalidad de Dios. Y, como se explicó anteriormente, la conclusión ilusoria es la que dice que la creación la hace la inerte naturaleza material. La conclusión védica es luz trascendental, mientras que la conclusión no védica es oscuridad material. La potencia interna del Señor Supremo es idéntica al Señor Supremo, y la potencia externa se anima al ponerse en contacto con la potencia interna. Las partes integrales de la potencia interna que reaccionan al ponerse en contacto con la potencia externa, se denominan potencia marginal, o entidades vivientes.

Así pues, la creación original proviene directamente de la Suprema Personalidad de Dios, o Paraṁ Brahman, y la creación secundaria, como resultado de la reacción de los ingredientes originales, la hace Brahmā. En esa forma se inician las actividades del universo entero.