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Śrīmad-bhāgavatam 2.1.25

Texto

aṇḍa-kośe śarīre ’smin
saptāvaraṇa-saṁyute
vairājaḥ puruṣo yo ’sau
bhagavān dhāraṇāśrayaḥ

Palabra por palabra

aṇḍa-kośe — dentro del cascarón universal; śarīre — en el cuerpo de; asmin — este; sapta — siete; āvaraṇa — coberturas; saṁyute — habiéndolo hecho así; vairājaḥ — la gigantesca y universal; puruṣaḥ — forma del Señor; yaḥ — esa; asau — Él; bhagavān — la Personalidad de Dios; dhāraṇā — concepción; āśrayaḥ — objeto de.

Traducción

La gigantesca forma universal de la Personalidad de Dios —forma que se encuentra dentro del cuerpo del cascarón universal, el cual está cubierto por siete elementos materiales— es el objeto de la concepción virāṭ.

Significado

El Señor tiene simultáneamente infinidad de formas, y todas ellas son idénticas a Su forma original, Śrī Kṛṣṇa, que es la fuente de todas ellas. En el Bhagavad-gītā se ha demostrado que Śrī Kṛṣṇa, la Absoluta Personalidad de Dios, es la forma original, trascendental y eterna del Señor, pero Él, por medio de Su inconcebible potencia interna, ātma-māyā, puede expandirse simultáneamente mediante infinidad de formas y encarnaciones, sin que disminuya la plenitud de Su potencia. Él es completo, y aunque de Él emanan innumerables formas completas, Él permanece completo, sin ninguna pérdida. Así es Su potencia espiritual o interna. En el undécimo capítulo del Bhagavad-gītā, la Personalidad de Dios, el Señor Kṛṣṇa, manifestó Su virāṭ-rūpa solo para convencer a la clase de hombres poco inteligentes —quienes no pueden concebir que el Señor aparezca tal como un ser humano— de que Él realmente tiene la potencia para respaldar Su declaración de que es la Persona Absoluta y Suprema, sin ningún rival ni superior. Los hombres materialistas pueden pensar, aunque de manera muy imperfecta, en el inmenso espacio universal, el cual abarca una infinidad de planetas tan grandes como el Sol. Ellos solo pueden ver el cielo circular que se encuentra por encima de sus cabezas, sin información alguna de que este universo, así como muchos otros cientos de miles de universos, se encuentran todos cubiertos por siete coberturas materiales de agua, fuego, aire, cielo, ego, noúmeno y naturaleza material, tal como si fuera un inmenso balón, inflado y cubierto, que flota en el agua del océano Causal, en el que el Señor yace como Mahā-Viṣṇu. Todos los universos, en forma de semilla, emanan de la respiración de Mahā-Viṣṇu, quien no es más que una parte de una expansión parcial del Señor, y todos los universos regidos por los brahmās desaparecen cuando Mahā-Viṣṇu inhala en Su gran respiración. De esa manera, los mundos materiales se crean y desaparecen por la suprema voluntad del Señor. El pobre y necio materialista puede imaginarse cuán ignorante es al presentar a una criatura insignificante para que se vuelva una encarnación rival de Él, basándose tan solo en los alegatos de un hombre que va a morir. El Señor exhibió el virāṭ-rūpa en particular, tan solo para instruir a esos hombres necios, de modo que uno pueda aceptar a una persona como encarnación de Dios, únicamente si es capaz de exhibir ese virāṭ-rūpa tal como lo hizo el Señor Kṛṣṇa. La persona materialista puede concentrar la mente en el virāṭ, o la gigantesca forma del Señor, por su propio bien y conforme lo recomendó Śukadeva Gosvāmī, pero debe estar en guardia y cuidarse de que no la engañen los farsantes que dicen ser personas idénticas al Señor Kṛṣṇa, pero que son incapaces de actuar como Él o de exhibir el virāṭ-rūpa, abarcando todo el universo.