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Śrīmad-bhāgavatam 10.2.29

Texto

bibharṣi rūpāṇy avabodha ātmā
kṣemāya lokasya carācarasya
sattvopapannāni sukhāvahāni
satām abhadrāṇi muhuḥ khalānām

Palabra por palabra

bibharṣi — Tú aceptas; rūpāṇi — diversidad de formas, como Matsya, Kūrma, Varāha, Rāma y Nṛsiṁha; avabodhaḥ ātmā — pese a Tus diversas encarnaciones, sigues siendo el Supremo, pleno de conocimiento; kṣemāya — para beneficio de todos, y, en especial, de los devotos; lokasya — de todas las entidades vivientes; cara-acarasya — móviles e inmóviles; sattva-upapannāni — todas esas encarnaciones son trascendentales (śuddha-sattva); sukha-avahāni — llenas de felicidad trascendental; satām — de los devotos; abhadrāṇi — todo lo inauspicioso, la aniquilación; muhuḥ — una y otra vez; khalānām — de los no devotos.

Traducción

¡Oh, Señor!, Tú gozas siempre de conocimiento completo, y, para traer toda buena fortuna a todas las entidades vivientes, Te manifiestas en diversas encarnaciones, todas las cuales son trascendentales a la creación material. Cuando Te manifiestas en esas encarnaciones, los devotos piadosos y religiosos se sienten complacidos, pero los no devotos Te consideran la aniquilación en persona.

Significado

Este verso explica la razón de que la Suprema Personalidad de Dios Se manifieste en Sus encarnaciones una y otra vez. Todas las encarnaciones de la Suprema Personalidad de Dios actúan de forma diferente, pero su principal objetivo es paritrāṇāya sādhūnāṁ vināśāya ca duṣkṛtām: proteger a los devotos y aniquilar a los malvados. Pero, cuando el Señor aniquila a los malvados, a los duṣkṛtīs, estos, en última instancia, salen beneficiados.