Skip to main content

Śrīmad-bhāgavatam 1.4.1

Texto

vyāsa uvāca
iti bruvāṇaṁ saṁstūya
munīnāṁ dīrgha-satriṇām
vṛddhaḥ kula-patiḥ sūtaṁ
bahvṛcaḥ śaunako ’bravīt

Palabra por palabra

vyāsaḥ — Vyāsadeva; uvāca — dijo; iti — de esa manera; bruvāṇam — hablando; saṁstūya — congratulando; munīnām — de los grandes sabios; dīrgha — prolongado; satriṇām — de aquellos que estaban participando en la ejecución del sacrificio; vṛddhaḥ — entrado en años; kula-patiḥ — el cabeza de la asamblea; sūtam — a Sūta Gosvāmī; bahu-ṛcaḥ — erudito; śaunakaḥ — de nombre Śaunaka; abravīt — se dirigió a.

Traducción

Al oír a Sūta Gosvāmī hablar así, Śaunaka Muni, quien era mayor, erudito y líder de todos los ṛṣis que estaban participando en esa prolongada ceremonia de sacrificio, lo congratuló, dirigiéndose a él de la siguiente manera.

Significado

En una reunión de eruditos, cuando se congratula al orador o se lo recibe con algún discurso, el que lo hace debe cumplir con los requisitos siguientes: debe ser el líder del grupo y un hombre de edad. Además, debe ser sumamente erudito. Śrī Śaunaka Ṛṣi cumplía con todos esos requisitos, y por eso se puso de pie para congratular a Śrī Sūta Gosvāmī, cuando este expresó su deseo de presentar el Śrīmad-Bhāgavatam tal como lo había oído de labios de Śukadeva Gosvāmī y, además, tal como él personalmente lo había comprendido. La comprensión personal no implica que, por vanidad, uno deba intentar exhibir su propio aprendizaje, mediante el hecho de tratar de superar al ācārya anterior. Uno debe tener plena confianza en el ācārya que le precede, y al mismo tiempo debe entender tan bien el tema en cuestión, que pueda presentarlo de una manera idónea para las circunstancias particulares. La finalidad original del texto debe mantenerse. No debe extraérsele ningún significado oscuro, mas, aun así, debe ser presentado de una manera interesante, para que el público pueda entenderlo. Eso es verdadera comprensión. Śaunaka, el líder de la asamblea, pudo apreciar el valor del orador, Śrī Sūta Gosvāmī, simplemente cuando este pronunció las palabras yathādhītam y yathā-mati, y, por consiguiente, tuvo mucho gusto de congratularlo con éxtasis. Ningún hombre culto debería estar dispuesto a oír a una persona que no represente al ācārya original. Así que, en esa reunión en la que se estaba recitando el Bhāgavatam por segunda vez, el orador y el público eran genuinos. Esa debe ser la pauta de la recitación del Bhāgavatam, de manera que su verdadero propósito se cumpla sin dificultad. A menos que se cree esa situación, la recitación del Bhāgavatam con propósitos ajenos es una labor inútil tanto para el orador como para el público.