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El upadeśāmṛta 5

Texto

kṛṣṇeti yasya giri taṁ manasādriyeta
dīkṣāsti cet praṇatibhiś ca bhajantam īśam
śuśrūṣayā bhajana-vijñam ananyam anya-
nindādi-śūnya-hṛdam īpsita-saṅga-labdhyā

Palabra por palabra

kṛṣṇa — el santo nombre del Señor Kṛṣṇa; iti — -así pues; yasya — de quien; giri — en las palabras o el habla; tam — a él; manasā — por la mente; ādriyeta — uno debe honrar; dīkṣā — iniciación; asti — hay; cet — si; praṇatibhiḥ — mediante reverencias; ca — también; bhajantam — ocupado en el servicio devocional; īśam — a la Suprema Personalidad de Dios; suśrūṣayā — por medio del servicio práctico; bhayana-vijñam — sin desviación; anya-ninda-ādi — de blasfenia en contra de otros, etc; śūnya — completamente desprovisto; hṛdam — cuyo corazón; īpsita — deseable; saṅga — compañía; labdhyā — logrando.

Traducción

Uno debe honrar mentalmente al devoto que canta el santo nombre del Señor Kṛṣṇa; uno debe ofrecer humildes reverencias al devoto que se ha sometido a la iniciación espiritual [dīkṣā], y está ocupado en adorar a la Deidad; y uno debe asociarse y servir fielmente al devoto puro que es adelantado en cuanto al servicio devocional efectuado sin desviaciones, y cuyo corazón está completamente libre de la propensión a criticar a los demás.

Significado

Para aplicar inteligentemente las seis clases de correspondencias recíprocas amorosas mencionadas en el verso anterior, uno debe seleccionar a las personas indicadas con un discernimiento cuidadoso. Por lo tanto, Śrīla Rūpa Gosvāmī nos recomienda relacionarnos correctamente con los vaiṣṇavas, dependiendo de la posición particular que tengan.

En este verso él nos dice cómo tratar con los tres tipos de devotos: el kaniṣṭha-adhikārī, el madhyama-adhikārī, y el uttama-adhikārī. El kaniṣṭha-adhikārī es el neófito que ha recibido del maestro espiritual la iniciación en el hari-nāma, y está tratando de cantar el santo nombre de Kṛṣṇa. Uno debe respetar mentalmente a esa persona aceptándola como un kaniṣṭha- vaiṣṇava. El madhyama-adhikārī ha recibido la iniciación espiritual del maestro espiritual, quien lo ha ocupado totalmente en el servicio amoroso trascendental del Señor. El madhyama-adhikārī debe ser considerado como situado a medio camino en el servicio devocional. El uttama-adhikārī, o sea el devoto más avanzado, es alguien muy avanzado en el servicio devocional. devocional. El uttama-adhikārī no se interesa en blasfemar a otros, su corazón está completamente limpio, y ha alcanzado el estado iluminado de conciencia de Kṛṣṇa pura. De acuerdo con Śrīla Rūpa Gosvāmī, la compañía de ese mahā-bhāgavata, o vaiṣṇava perfecto, y el prestarle servicio a él, es de lo más deseable.

No se debe permanecer como kaniṣṭha-adhikārī, o sea alguien situado en el plano más bajo del servicio devocional, y quien únicamente se interesa en adorar a la Deidad del templo. Dicho devoto es descrito en el Undécimo Canto de El Śrīmad-Bhāgavatam (11.2.47):

arcāyām eva haraye
pūjāṁ yaḥ śraddhayehate
na tad-bhakteṣu cānyeṣu
sa bhaktaḥ prākṛtaḥ smṛtaḥ

“Se llama prākṛta-bhakta, o sea un kaniṣṭha-adhikārī, a la persona que se dedica muy fielmente a adorar a la Deidad del templo, pero que no sabe cómo comportarse con los devotos, o con la gente en general”.

Por lo tanto uno debe elevarse de la posición de kaniṣṭa-adhikārī al plano de madhyama-adhikārī. El Śrīad-Bhāgavatam (11.2.46), describe así al madhyama-adhikārī:

īśvare tad-adhīneṣu
bāliśeṣu dviṣatsu ca
prema-maitrī-kṛpopekṣā
yaḥ karoti sa madhyamaḥ

“El madhyama-adhikārī es el devoto que adora a la Suprema Personalidad de Dios como el objeto más elevado del amor, hace amistad con los devotos del Señor, es misericordioso con los ignorantes, y evita a los que por naturaleza son envidiosos”.

Ésta es la manera de cultivar correctamente el servicio devocional; puro eso Śrīla Rūpa Gosvāmī nos ha aconsejado en este verso cómo tratar a diferentes devotos. Por experiencia práctica podemos ver que hay distintos tipos de vaiṣṇavas. Los prākṛta-sahajiyās generalmente cantan el mahā-mantra Hare Kṛṣṇa, y aun así están apegados a las mujeres, al dinero y a drogarse. Dichas personas no se han purificado debidamente, aunque canten el santo nombre del Señor. Esa gente debe ser respetada mentalmente, pero debe evitarse su compañía. Aquellos que son inocentes pero que sencillamente se han desviado debido a la mala compañía, deben ser favorecidos si anhelan recibir las oportunas instrucciones de los devotos puros, pero se deben ofrecer reverencias respetuosas a los devotos neófitos que de hecho han recibido la iniciación del maestro espiritual genuino, y que se han dedicado seriamente a cumplir sus órdenes.

En este movimiento de conciencia de Kṛṣṇa todos reciben una oportunidad, sin hacer distinciones de casta, credo o color. Todos están invitados a unirse a este movimiento, sentarse con nosotros, tomar prasāda y oír acerca de Kṛṣṇa. Cuando vemos que alguien se interesa realmente en el proceso de conciencia de Kṛṣṇa y quiere ser iniciado, lo aceptamos como discípulo en el canto del santo nombre del Señor. Cuando el devoto neófito está realmente iniciado y está entregado al servicio devocional por órdenes del maestro espiritual, debe ser aceptado inmediatamente como un vaiṣṇava genuino y se le deben ofrecer reverencias. De entre muchos vaiṣṇavas así, quizás haya alguno que esté dedicado muy seriamente a servir al Señor, y esté siguiendo estrictamente todos los principios regulativos, cantando el número prescrito de rondas en las cuentas de japa, y siempre esté pensando cómo expandir el movimiento de conciencia de Kṛṣṇa. Dicho vaiṣṇava debe ser aceptado como un uttama-adhikārī, un devoto muy avanzado, y siempre se debe buscar su compañía.

En El Caitanya-caritāmṛta (Antya 4.192) se describe el proceso por el cual el devoto se apega a Kṛṣṇa:

dīkṣā-kāle bhakta kare ātma-samarpaṇa
sei-kāle kṛṣṇa tāre kare ātma-sama

“Al momento de la iniciación, cuando el devoto se entrega totalmente al servicio del Señor, Kṛṣṇa lo acepta como si estuviese en el mismo nivel que Él”.

Śrīla Jīva Gosvāmī explica en El Bhakti-sandarbha (868) lo que es dīkṣā, o sea la iniciación espiritual:

divyaṁ jñānaṁ yato dadyāt
kuryāt pāpasya saṅkṣayam
tasmād dīkṣeti sā proktā
deśikais tattva-kovidaiḥ

“Por el proceso de dīkṣā uno le pierde gradualmente interés al goce material, y gradualmente se interesa en la vida espiritual”.

Hemos visto muchos ejemplos prácticos de esto, especialmente en Europa y América. Muchos estudiantes de familias ricas y respetables que se acercan a nosotros, pierden rápidamente todo interés por el goce material y desarrollan un gran anhelo por emprender la vida espiritual. Aunque provienen de familias muy acaudaladas, muchos aceptan vivir en condiciones poco confortables. En realidad, para complacer a Kṛṣṇa están dispuestos a vivir en cualquier condición, con tal de poder vivir en el templo y asociarse con los vaiṣṇavas. Cuando uno se desinteresa así del goce material, queda listo para la iniciación del maestro espiritual. Para avanzar en la vida espiritual, El Śrīmad-Bhāgavatam (6.1.13) prescribe: tapasā brahmacaryeṇa śamera ca damena ca. Cuando una persona es seria en aceptar dīkṣā, debe estar dispuesta a practicar austeridades, celibato y control de la mente y cuerpo. Si uno está preparado así, y desea recibir la iluminación espiritual (divyaṁ jñānam), entonces está listo para ser iniciado.

Él termino divyaṁ jñānam es llamado técnicamente tad-vijñāna, o sea conocimiento acerca del Supremo. Tad-vijñānārthaṁ sa gurum evābhigacchet: uno debe ser iniciado cuando desarrolla interés en el tema trascendental de la Verdad Absoluta. Tal persona debe acercares al maestro espiritual para recibir el dīkṣā. El Śrīmad-Bhāgavatam (11.3.21) también prescribe: tasmād guruṁ prapadyeta jijñāsuḥ śreya uttamam: “Uno debe acercarse al maestro espiritual cuando está realmente interesado en la ciencia trascendental de la Verdad Absoluta”.

No se debe aceptar un maestro espiritual si no se siguen sus instrucciones. Tampoco se debe aceptar un maestro espiritual sólo como una moda de vida espiritual. Uno debe ser jijñāsu, muy inquisitivo por aprender del maestro espiritual genuino. Las preguntas que uno haga deben corresponder estrictamente a la ciencia trascendental (jijñāsuḥ śreya uttamam). La palabra uttamam se refiere a aquello que está por encima del conocimiento material. Tama significa “la oscuridad de este mundo material”, y ut significa “trascendental”. Por lo general, la gente está muy interesada en preguntar sobre temas mundanos, pero cuando uno ha perdido ese interés y sólo se interesa en los temas trascendentales, está completamente preparado para ser iniciado. Uno debe ser aceptado como madhyama-adhikārī cuando es realmente iniciado por el maestro espiritual genuino y se dedica seriamente al servicio del Señor.

El canto de los santos nombres de Kṛṣṇa es tan sublime que, si uno canta sin ofensas el mahā-mantra Hare Kṛṣṇa, evitando cuidadosamente las diez ofensas, de seguro se elevará gradualmente hasta el punto en que pueda comprender que no existe diferencia entre el santo nombre del Señor y el Señor Mismo. Los devotos neófitos deben respetar mucho aquel que ha desarrollado esa comprensión. Debe saberse con certeza que si uno canta con ofensas el santo nombre del Señor, no podrá ser un buen candidato para avanzar en el sendero de conciencia de Kṛṣṇa. Se dice en El Śrī Caitanya-caritāmṛta (Madhya 22.69):

yāhāra komala śraddhā, se ‘kaniṣṭha’ jana
krame krame teṅho bhakta ha-ibe ‘uttama’

“Se llama neófito a alguien cuya fe es suave y flexible, pero él se elevará al plano del devoto de primera clase por seguir el proceso gradualmente”. La vida devocional de todos principia en la etapa neófita, pero si uno completa correctamente el canto del número prescrito de rondas de hari-nāma, es ascendido paso a paso hasta el plano más elevado: uttama-adhikārī. El movimiendo de conciencia de Kṛṣṇa prescribe que se cantan dieciséis rondas diariamente, pues la gente de los países occidentales no puede concentrarse por periodos largos al estar cantando con sus cuentas. Por eso se prescribe el número mínimo de rondas. Sin embargo, Śrīla Bhaktisiddhānta Sarasvatī Ṭhākura solía decir que alguien es considerado un caído (patita); a menos que cante un mínimo de sesenta y cuatro rondas de japa (cien mil nombres). Según sus cálculos, prácticamente todos somos unos caídos, pero debido a que estamos tratando de servir al Señor Supremo con suma seriedad y sin duplicidad, podemos contar con la misericordia del Señor Śrī Caitanya Mahāprabhu, quien es célebre como patita-pāvana, el salvador de los caídos.

Cuando Śrīla Satyarāja Khan, un gran devoto de Śrī Caitanya Mahāprabhu, le pregunto al Señor cómo reconocer a un vaiṣṇava, el Señor contestó:

prabhu kahe, – “yāṅra mukhe śuni eka-bāra
kṛṣṇa-nāma, sei pūjya, – śreṣṭha sabākāra

“Si alguien oye a una persona decir aunque sea una vez la palabra 'Kṛṣṇa', debe aceptar a esa persona como la mejor de entre todas las del grupo común”. (Cc. Madhya 15.106) El Señor Caitanya Mahāprabhu continuó:

“ataeva yāṅra mukhe eka kṛṣṇa-nāma
sei ta ’vaiṣṇava, kariha tāṅhāra sammāna

“Se debe aceptar como vaiṣṇava y ofrecerle respetos como tal, por lo menos mentalmente, a aquel que se interesa en cantar el santo nombre de Kṛṣṇa o aquel que por la práctica gusta de cantar los nombres de Kṛṣṇa”.

(Cc. Madhya 15.111) Uno de nuestros amigos es un famoso músico inglés ha quedado atraído al canto de los santos nombres de Kṛṣṇa, y aun en sus discos ha mencionado varias veces el santo nombre de Kṛṣṇa. En su casa ofrece respetos a los cuadros de Kṛṣṇa y también a los predicadores del movimiento de conciencia de Kṛṣṇa. En todo aspecto tiene gran estima por el nombre de Kṛṣṇa y las actividades de Kṛṣṇa; por eso le ofrecemos respetos sin reservas, pues realmente estamos viendo que ese caballero ha avanzado gradualmente en el sendero de conciencia de Kṛṣṇa. Siempre se debe respetar a una persona así. La conclusión es que los vaiṣṇavas siempre deben respetar a todo aquel que está tratando de avanzar en el proceso de conciencia de Kṛṣṇa al cantar regularmente el santo nombre. Por otra parte hemos visto personalmente que algunos de nuestros contemporáneo, que se supone son grandes predicadores, han caído gradualmente dentro del concepto material de la vida, debido a que han dejado de cantar el santo nombre del Señor.

Cuando instruía a Sanātana Gosvāmī, el Señor Caitanya Mahāprabhu dividió el servicio devocional en tres categorías.

śāstra-yukti nāhi jāne dṛḍha, śraddhāvān
‘madhyama-adhikārī’ sei mahā-bhāgyavān

“Se debe considerar como madhyama-adhikārī a la persona cuyo conocimiento conclusivo de los śāstras no es muy bueno, pero que ha desarrollado una fe firme en el proceso de cantar el mahā-mantra Hare Kṛṣṇa, y que también es indesviable al ejecutar su servicio devocional prescrito. Una persona así es muy afortunada”. (Cc.Madhya 22.67) El madhyama-adhikārī es un śraddhāvān, una persona decididamente fiel, y es en verdad un candidato para avanzar más en el servicio devocional. Por lo tanto, se dice en El Caitanya-caritāmṛta (Madhya 22.64):

śraddhāvān jana haya bhakti-adhikārī
‘uttama’, ‘madhyama’, ‘kaniṣṭha’ – śraddhā-anusārī

“Uno se capacita como devoto del plano elemental, del plano intermedio o del plano más elevado del servicio devocional según el desarrollo de su śraddhā [fe]”. Además, en El Caitanya-caritāmṛta (Madhya 22.62) se dice:

‘śraddhā’-śabde – viśvāsa kahe sudṛḍha niścaya
kṛṣṇe bhakti kaile sarva-karma kṛta haya

“Al prestarle servicio trascendental a Kṛṣṇa, uno cumple automáticamente todas las demás actividades subsidiarias'. Esta fe firme y llena de confianza, favorable para el desempeño del servicio devocional, es llamada śraddhā”. Śraddhā, fe en Kṛṣṇa, es el comienzo del desarrollo de conciencia de Kṛṣṇa. Fe significa tener una fe ardiente. Las palabras de El Bhagavad-gīṭa son instrucciones autoritativas para los hombres fieles, y todo lo que Kṛṣṇa dice en El Bhagavad- gītā debe aceptarse tal como es, sin interpretaciones. Fue así como Arjuna aceptó El Bhagavad-gītā. Después de oír El Bhagavad-gītā, Arjuna le dijo a Kṛṣṇa: sarvam etad ṛtaṁ manye yan ṁāṁ vadasi keśava. "¡Oh, Kṛṣṇa!, acepto completamente como verdad todo lo que me has dicho”. (Bg.10.14)

Ésta es la manera correcta de entender El Bhagavad-gītā, y esto es llamado śraddhā. No es que uno acepta una porción de El Bhagavad-gītā según sus propias interpretaciones caprichosas, y luego rechaza otra porción. Esto no es śraddhā. Śraddhā significa aceptar las instrucciones de El Bhagavad-gītā en su totalidad, especialmente la última instrucción: sara-dharmān parityajya mām ekaṁ śaranaṁ vraja. «Abandona todas las variedades de religión y sólo entrégate a Mí». (Bg. 18.66) Cuando alguien desarrolla total fe en esta instrucción, esa fe ardiente se vuelve el fundamento de avance en la vida espiritual.

Cuando uno se dedica de lleno a cantar el mahā-mantra Hare Kṛṣṇa, comprende gradualmente su propia identidad espiritual. Kṛṣṇa no se revela a uno a menos que cante fielmente el mantra Hare Kṛṣṇa: sevonmukhe hi jihvādau svayam eva sphuraty adaḥ. (Bhakti-rasāmṛta-sindhu 1.2.234) No podemos comprender a la Suprema Personalidad de Dios usando algún medio artificial. Debemos ocuparnos fielmente en servir al Señor. Dicho servicio principia con la lengua (sevonmukhe hi jihvādau), y eso significa que siempre debemos cantar los santos nombres del Señor y tomar kṛṣṇa-prasāda. No debemos cantar ni tomar nada más. Cuando se sigue fielmente este proceso, el Señor Supremo se revela al devoto.

Una persona pierde interés por todo excepto por servir a Kṛṣṇa, cuando comprende que es un servicio eterno de Kṛṣṇa. Siempre pensando en Kṛṣṇa, ingeniando medios para propagar el santo nombre de Kṛṣṇa, él comprender que su único deber consiste en difundir el movimiento de conciencia de Kṛṣṇa en todo el mundo. Dicha persona debe relacionarse de inmediato con ella conforme a los seis procesos (dadāti, pratigṛhṅāti, etc.). En realidad, se debe aceptar como maestro espiritual al avanzado devoto vaiṣṇava uttama-adhikārī. Uno debe ofrecerle todo lo que posea, pues se ordena entregar todo lo que se tenga al maestro espiritual. En particular le corresponde al brahmacārī pedir limosna a otros y ofrecerla al maestro espiritual. Sin embargo, si uno no está autorrealizado no debe imitar el comportamiento del devoto avanzado, o sea mahā- bhāgavata, pues se degradará finalmente por tal imitación.

En este verso, Śrīla Rūpa Gosvāmī le aconseja al devoto ser lo suficiente inteligente como para distinguir entre el kaniṣṭha-adhikārī, el madhyama-adhikārī, y el uttama-adhikārī. El devoto también debe conocer su propia posición, y no debe tratar de imitar al devoto que está situado en un plano superior. Śrīla Bhaktivinoda Ṭhākura ha insinuado que se puede reconocer al uttama-adhikārī vaiṣṇava por su habilidad para convertir a muchas almas caídas al vaiṣṇavismo. Nadie debe volverse maestro espiritual a menos que haya llegado al plano de uttama-adhikārī. El vaiṣṇava neófito o el vaiṣṇava situado en el plano intermedio también pueden aceptar discípulos, pero dichos discípulos deben estar en el mismo plano, y debe entenderse que no pueden avanzar muy bien hacia la meta última de la vida bajo la insuficiente guía que tienen. Por eso el discípulo debe ser cuidadoso y aceptar a un uttama-adhikārī como maestro espiritual