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Ilustración 6

Al oír el sonido de las lluvias torrenciales, las ranas salen de las cuevas de las montañas y comienzan a cantar, como brahmacārīs que cantan himnos Védicos por orden del maestro espiritual.

En esta era de civilización atea, los sabios de los grupos religiosos reconocidos mundialmente y que creen en Dios, deben salir de sus lugares de reclusión y predicar la ciencia de Dios, la Voluntad Suprema, a toda la gente. Ahora los hindúes, musulmanes, cristianos y los miembros de los demás grupos que tienen fe convincente en la autoridad de Dios, no deben quedarse ociosamente sentados a observar en silencio el rápido crecimiento de una civilización atea. Existe la voluntad suprema de Dios y ninguna nación o sociedad puede vivir en paz y prosperidad sin la aceptación de esta verdad vital.

La advertencia está allí y los líderes responsables de los grupos religiosos deben reunirse y establecer una declaración formal de principios comunes de una liga de devotos del Señor. No es necesario que las almas autorrealizadas vivan en reclusión. Las almas autorrealizadas perfectas, ocupadas en el servicio del Señor, no temen a māyā, así como los ciudadanos respetuosos de las leyes del Estado nunca temen a la policía. Estos audaces devotos de Dios siempre hablan científicamente acerca de la existencia de Dios, aun frente al riesgo de la muerte. Tales devotos de Dios sienten compasión por las masas, que han olvidado completamente al Señor Supremo y que se ocupan en la falsa búsqueda de felicidad que culmina en los placeres disfrutados por los cerdos y perros.