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CAPÍTULO 3

La estancia del Señor Śrī Caitanya Mahāprabhu en casa de Advaita Ācārya

En su Amṛta-pravāha-bhāṣya, Śrīla Bhaktivinoda Ṭhākura ofrece el siguiente resumen del Capítulo Tercero. Tras entrar en la orden de sannyāsa en Katwa, Śrī Caitanya Mahāprabhu caminó durante tres días seguidos por Rāḍha-deśa, hasta que, engañado por Nityānanda Prabhu, llegó a la parte occidental de Śāntipura. Allí Le hicieron creer que el río Ganges era el Yamunā. Mientras adoraba el sagrado río, Advaita Prabhu Se presentó allí con una barca. Advaita Prabhu Le pidió que Se bañase en el Ganges y Le llevó a Su casa. Una vez allí, en casa de Advaita Prabhu, todos los devotos de Navadvīpa, junto con madre Śacīdevī, fueron a ver a Śrī Caitanya Mahāprabhu. Esa casa estaba situada en Śāntipura. Madre Śacīdevī cocinó para Śrī Caitanya Mahāprabhu y Nityānanda Prabhu, y en esa ocasión Advaita Prabhu y Nityānanda Prabhu Se gastaron bromas el uno al otro. Por la tarde hubo una multitudinaria celebración de saṅkīrtana en casa de Advaita Prabhu, y madre Śacīdevī dio a Śrī Caitanya Mahāprabhu permiso para marcharse, aunque Le pidió que estableciese Su centro de actividades en Jagannātha Purī, Nīlācala. Śrī Caitanya Mahāprabhu concedió a Su madre lo que pedía y, seguido por Nityānanda, Mukunda, Jagadānanda y Dāmodara, partió de Śāntipura. Tras despedirse de madre Śacīdevī, se dirigieron hacia Jagannātha Purī, siguiendo el camino de Chatrabhoga.

Text 1:
Tras entrar en la orden de vida de sannyāsa, el Señor Caitanya Mahāprabhu, llevado de un intenso amor por Kṛṣṇa, quiso ir a Vṛndāvana, pero, aparentemente por error, caminó por Rāḍha-deśa. Más tarde llegó a Śāntipura, donde Se divirtió con Sus devotos. Ofrezco respetuosas reverencias a Śrī Caitanya Mahāprabhu.
Text 2:
¡Toda gloria a Śrī Caitanya Mahāprabhu! ¡Toda gloria a Nityānanda! ¡Toda gloria a Advaita Prabhu! ¡Y toda gloria a todos los devotos del Señor Caitanya, encabezados por Śrīvāsa!
Text 3:
A punto de cumplir los veinticuatro años, en el cuarto creciente del mes de māgha, Śrī Caitanya Mahāprabhu entró en la orden de sannyāsa.
Text 4:
Después de entrar en la orden de sannyāsa, Caitanya Mahāprabhu, llevado de Su intenso amor por Kṛṣṇa, partió hacia Vṛndāvana. Sin embargo, por error, pasó tres días enteros caminando en estado de trance por la región de Rāḍha-deśa.
Text 5:
Mientras recorría la región conocida con el nombre de Rāḍha-deśa, Śrī Caitanya Mahāprabhu recitaba en éxtasis el siguiente verso.
Text 6:
«[Un brāhmaṇa de Avantī-deśa decía:] “Firmemente establecido en el servicio de los pies de loto de Kṛṣṇa, cruzaré el infranqueable océano de la nesciencia. Así lo aprobaron los ācāryas anteriores, que estaban firmemente establecidos en la devoción del Señor, Paramātmā, la Suprema Personalidad de Dios.”»
Text 7:
Śrī Caitanya Mahāprabhu dio Su aprobación al significado de este verso, que se refiere a la determinación del devoto mendicante decidido a ocuparse en el servicio del Señor Mukunda. Él expresó Su aprobación, indicando que era un verso muy bueno.
Text 8:
El verdadero objetivo de quien entra en la orden de sannyāsa está en consagrarse al servicio de Mukunda. Quien sirve a Mukunda puede de hecho liberarse del cautiverio de la existencia material.
Text 9:
Después de entrar en la orden de sannyāsa, Śrī Caitanya Mahāprabhu decidió ir a Vṛndāvana y ocuparse por entero y exclusivamente en el servicio de Mukunda en un lugar solitario.
Text 10:
Cuando Śrī Caitanya Mahāprabhu emprendió el camino de Vṛndāvana, se Le manifestaron todos los signos de éxtasis, y no sabía en qué dirección iba, ni si era de día o de noche.
Text 11:
Cuando Śrī Caitanya Mahāprabhu partió hacia Vṛndāvana, Nityānanda Prabhu, Candraśekhara y Prabhu Mukunda Le siguieron.
Text 12:
Mientras Śrī Caitanya Mahāprabhu pasaba por Rāḍha-deśa, todos los que veían Su éxtasis exclamaban: «¡Hari! ¡Hari!». Al cantar esto con el Señor, toda la infelicidad de la existencia material disminuía.
Text 13:
Todos los pastorcillos de vacas que veían pasar a Śrī Caitanya Mahāprabhu se unían a Él y gritaban muy fuerte: «¡Hari! ¡Hari!».
Text 14:
Al escuchar a los pastorcillos cantar también «¡Hari! ¡Hari!», Śrī Caitanya Mahāprabhu Se sintió muy complacido. Se acercó a ellos, colocó Su mano sobre sus cabezas y dijo: «Continuad cantando así.»
Text 15:
Śrī Caitanya Mahāprabhu les bendijo entonces a todos, diciéndoles que eran plenamente afortunados. De ese modo les alabó, y sintió que para Él era un gran éxito el que hubieran cantado el santo nombre del Señor Hari.
Text 16:
Llamando aparte a los niños y contándoles una historia razonable, Nityānanda Prabhu les dio la siguiente instrucción.
Text 17:
«Cuando Śrī Caitanya Mahāprabhu os pregunte por el camino de Vṛndāvana, en lugar de decírselo, indicadle, por favor, el camino de la orilla del Ganges.»
Texts 18-19:
Cuando el Señor Caitanya Mahāprabhu les preguntó por el camino de Vṛndāvana, los niños Le indicaron el camino de la orilla del Ganges, y el Señor, en éxtasis, siguió esa dirección.
Text 20:
Mientras el Señor caminaba por la orilla del Ganges, Śrī Nityānanda Prabhu pidió a Ācāryaratna [Candraśekhara Ācārya] que fuese inmediatamente a casa de Advaita Ācārya.
Text 21:
Śrī Nityānanda Gosvāmī le dijo: «Voy a llevar a Śrī Caitanya Mahāprabhu por la orilla del Ganges hasta Śāntipura. Asegúrate de que Advaita Ācārya esté allí, en la orilla, con una barca.»
Text 22:
«Después de eso —continuó Nityānanda Prabhu—, Yo iré a la casa de Advaita Ācārya, y tú debes ir a Navadvīpa y regresar con madre Śacī y todos los demás devotos.»
Text 23:
Después de enviar a Ācāryaratna a casa de Advaita Ācārya, Śrī Nityānanda Prabhu Se presentó ante el Señor Caitanya Mahāprabhu para hacerle saber que había llegado.
Text 24:
Śrī Caitanya Mahāprabhu estaba en éxtasis, y preguntó a Nityānanda Prabhu adónde iba. Nityānanda Le contestó que iba con Él hacia Vṛndāvana.
Text 25:
Cuando el Señor preguntó a Nityānanda Prabhu si faltaba mucho para llegar a Vṛndāvana, Nityānanda contestó: «¡Mira! ¡Ahí está el río Yamunā!».
Text 26:
Diciendo esto, Nityānanda Prabhu llevó a Caitanya Mahāprabhu cerca del Ganges, y el Señor, en Su éxtasis, tomó el río Ganges por el Yamunā.
Text 27:
El Señor dijo: «¡Oh, qué afortunado soy! Ahora he visto el río Yamunā». Así, pensando que el Ganges era el río Yamunā, Caitanya Mahāprabhu comenzó a ofrecerle oraciones.
Text 28:
«¡Oh, río Yamunā!, tú eres la bienaventurada agua espiritual que da amor por el hijo de Nanda Mahārāja. Tú eres idéntica al agua del mundo espiritual, pues puedes destruir todas nuestras ofensas y las reacciones de los pecados cometidos durante toda la vida. Tú eres la creadora de todo lo que es auspicioso para el mundo. ¡Oh, hija del dios del Sol!, por favor, purifícanos en virtud de tus actividades piadosas.»
Text 29:
Tras recitar este mantra, Śrī Caitanya Mahāprabhu ofreció reverencias y Se bañó en el Ganges. En ese momento sólo llevaba una pieza de ropa interior, sin ninguna otra prenda.
Text 30:
Mientras Śrī Caitanya Mahāprabhu permanecía allí sin más ropa, Śrī Advaita Ācārya llegó al lugar en una barca, trayendo consigo ropa interior seca y prendas de vestir.
Text 31:
Al llegar, Advaita Ācārya Se detuvo ante el Señor y Le ofreció Sus reverencias. Al verle, el Señor comenzó a preguntarse qué era todo aquello.
Text 32:
Todavía absorto en Su éxtasis, el Señor preguntó a Advaita Ācārya: «¿Por qué has venido aquí? ¿Cómo sabías que estaba en Vṛndāvana?»
Text 33:
Advaita Ācārya reveló a Śrī Caitanya Mahāprabhu lo que estaba ocurriendo diciéndole: «Allí donde Tú estés, ese lugar es Vṛndāvana. Es para Mí una gran fortuna el que hayas venido a la orilla del Ganges.»
Text 34:
Śrī Caitanya Mahāprabhu dijo entonces: «Nityānanda Me ha engañado. Me ha traído a la orilla del Ganges y Me ha dicho que era el Yamunā.»
Text 35:
Cuando Śrī Caitanya Mahāprabhu acusó a Nityānanda de haberle engañado, Śrīla Advaita Ācārya dijo: «Nada de lo que Nityānanda Prabhu Te ha dicho es falso. En verdad, acabas de bañarte en el río Yamunā.»
Text 36:
Advaita Ācārya explicó entonces que en aquel lugar el Ganges y el Yamunā fluían juntos. Por la parte oeste fluía el Yamunā, y por el lado oriental, el Ganges.
Text 37:
Advaita Ācārya sugirió entonces a Caitanya Mahāprabhu que debía cambiarse y ponerse ropas secas, pues, como Se había bañado en el río Yamunā, el Señor tenía la ropa interior mojada.
Text 38:
Advaita Ācārya dijo: «Absorto en Tu éxtasis de amor por Kṛṣṇa, llevas tres días seguidos ayunando. Por eso Te invito a Mi casa, donde Te pido que aceptes caridad. Ven conmigo a Mi casa.»
Text 39:
Advaita Prabhu continuó: «En Mi casa acabo de cocinar un puñado de arroz. Los guisos de verduras son siempre muy simples. No he preparado nada excepcional: unas verduras en su caldo y unas espinacas.»
Text 40:
Diciendo esto, Śrī Advaita Ācārya ayudó al Señor a subir a la barca y Le llevó a Su casa. Allí Advaita Ācārya lavó los pies del Señor, sintiéndose por ello muy feliz.
Text 41:
Primero, la esposa de Advaita Ācārya cocinó toda la comida. Seguidamente, el propio Śrīla Advaita Ācārya lo ofreció todo al Señor Viṣṇu.
Text 42:
Con todo lo cocinado se hicieron tres partes iguales. Una parte se sirvió en un plato de metal para ofrecerla al Señor Kṛṣṇa.
Text 43:
De las tres partes, una se sirvió en un plato de metal, y las otras dos, en hojas de banano. Eran hojas no partidas, tomadas de un banano que daba un mínimo de treinta y dos racimos de plátanos. En los dos platos se dispusieron muy bien todas las preparaciones que se detallan más abajo.
Text 44:
El arroz hervido, de grano muy fino y muy bien cocinado, se dispuso en el centro formando un montón, y en medio vertieron mantequilla clarificada de color amarillo, hecha con leche de vaca. Alrededor del montón de arroz había vasijas de corteza de banano que contenían mung dāl y todo tipo de guisos de verduras.
Text 45:
Entre las verduras cocinadas había paṭola, calabaza, mānakacu y una ensalada hecha de trozos de gengibre y varios tipos de espinacas.
Text 46:
Había sukhtas, melón amargo mezclado con todo tipo de verduras, que competían con el sabor del néctar. Había cinco tipos de sukhtas amargos y picantes.
Text 47:
Entre los guisos de verdura, había brotes recientes de hoja de nimba con berenjena frita. Había fruta paṭola frita con phula-baḍi, un tipo de dāl que, después de machacado, se deja secar al sol. También había un plato llamado kuṣmāṇḍa-mānacāki.
Text 48:
La pulpa de coco mezclada con requesón y piedras de azúcar cande era muy dulce. Había un curry de flores de banano y calabaza hervida en leche, todo ello en gran cantidad.
Text 49:
Había croquetas con salsas dulces y agrias, y cinco o seis tipos de platos agrios. Se había cocinado todo de manera que todos los presentes pudieran tomar prasādam.
Text 50:
Había croquetas blandas hechas de mung dāl, de bananas maduras y de urad dāl. Había varios tipos de dulces, leche condensada con bolas de arroz, un dulce a base de coco, y todo tipo de pasteles que pudieran desearse.
Text 51:
Todas las verduras se sirvieron en recipientes de hojas de banano tomadas de árboles que daban un mínimo de treinta y dos racimos de plátanos. Eran recipientes muy firmes y grandes que no se ladeaban ni se tambaleaban.
Text 52:
Rodeando los tres platos, había cien vasijas con toda clase de platos a base de verdura.
Text 53:
Junto con las vasijas de verdura había arroz dulce mezclado con ghī, servido en vasijas de barro nuevas. En tres sitios había vasijas de barro llenas de leche muy condensada.
Text 54:
Además de todo eso, había arroz aplastado, preparado con leche y mezclado con bananas, y también calabaza blanca hervida en leche. En verdad, no es posible mencionar todos los platos que se prepararon.
Text 55:
En dos sitios había vasijas de barro llenas de otro postre hecho con yogur, sandeśa [un dulce hecho de requesón] y banana. Soy incapaz de describirlo todo.
Text 56:
Sobre el montón de arroz hervido y sobre todos los guisos de verdura había flores de árbol de tulasī. También había vasijas llenas de agua aromatizada con fragancia de rosas.
Text 57:
Había tres asientos, cubiertos con telas suaves. Todos los alimentos se ofrecieron al Señor Kṛṣṇa, y el Señor estuvo muy complacido de tomarlos.
Text 58:
El sistema que se sigue es que, después de ofrecer alimentos, se celebra bhoga-ārati. Advaita Prabhu pidió a los dos hermanos, el Señor Caitanya Mahāprabhu y Nityānanda Prabhu, que fuesen a ver el ārati. Los dos Señores y todos los allí presentes fueron a ver la ceremonia de ārati.
Text 59:
Después de celebrar ārati para las Deidades del templo y de poner al Señor Kṛṣṇa a descansar, Advaita Ācārya salió para decir algo al Señor Caitanya Mahāprabhu.
Text 60:
Śrī Advaita Prabhu dijo: «Mis queridos Señores, por favor, entrad en esta sala». Los dos hermanos, Caitanya Mahāprabhu y Nityānanda Prabhu, Se dirigieron entonces a tomar prasādam.
Text 61:
Cuando fueron a tomar el prasādam, el Señor Śrī Caitanya Mahāprabhu y Nityānanda Prabhu llamaron a Mukunda y a Haridāsa para que entrasen con ellos. Sin embargo, Mukunda y Haridāsa, juntando las manos, dijeron lo siguiente.
Text 62:
Mukunda, cuando le llamaron, dijo: «Mi querido Señor, tengo algo que hacer y aún no he terminado. Más tarde tomaré prasādam, así que ahora, por favor, podéis pasar a la sala Vosotros dos, ¡oh, Prabhus!».
Text 63:
Haridāsa Ṭhākura dijo: «Yo soy el más pecador, el más bajo entre los hombres. Después comeré un poquito de prasādam mientras espero fuera».
Text 64:
Advaita Ācārya hizo pasar al Señor Nityānanda Prabhu y al Señor Caitanya Mahāprabhu dentro de la sala, y los dos Señores vieron el prasādam que había preparado. Śrī Caitanya Mahāprabhu estaba especialmente complacido.
Text 65:
Śrī Caitanya Mahāprabhu dio Su aprobación a todos los métodos empleados para cocinar y ofrecer el alimento a Kṛṣṇa. En verdad, estaba tan complacido que dijo: «Francamente, Yo mismo llevaré sobre Mi cabeza nacimiento tras nacimiento los pies de loto de aquel que puede ofrecer a Kṛṣṇa unos alimentos tan exquisitos.»
Text 66:
Cuando Śrī Caitanya Mahāprabhu entró en la sala, vio los tres platos que se habían preparado, y supo que los tres eran para Kṛṣṇa. Sin embargo, no comprendió las intenciones de Advaita Ācārya.
Text 67:
Śrī Caitanya Mahāprabhu dijo: «Sentémonos en esos tres lugares, y tomemos prasādam». Advaita Ācārya, sin embargo, dijo: «Yo repartiré el prasādam».
Text 68:
Śrī Caitanya Mahāprabhu pensó que los tres platos servidos eran lo que se iba a repartir; por eso pidió otras dos hojas de banano diciendo: «Tomemos un poquito de arroz y verduras».
Text 69:
Advaita Ācārya dijo: «Sentaos en estos dos sitios». Tomándoles de las manos, Les hizo sentarse.
Text 70:
Śrī Caitanya Mahāprabhu dijo: «No es correcto que un sannyāsī tome semejante variedad de comida. ¿Cómo va a controlar los sentidos si lo hace?»
Text 71:
Cuando Śrī Caitanya Mahāprabhu Se negó a aceptar la comida que ya Le habían servido, Advaita Ācārya dijo: «Por favor, deja de ocultarte. Yo sé quién eres, y conozco el significado secreto de Tu ordenación como sannyāsa».
Text 72:
Con esas palabras, Advaita Ācārya pidió a Śrī Caitanya Mahāprabhu que comiese y Se dejase de juegos de palabras. El Señor contestó: «De verdad, no puedo comer tanta cantidad».
Text 73:
Advaita Ācārya pidió entonces al Señor que simplemente aceptase el prasādam sin más fingimientos. Si no podía comerlo todo, podía dejar el resto en el plato.
Text 74:
Śrī Caitanya Mahāprabhu dijo: «No voy a poder con tanto, y no es deber del sannyāsī dejar remanentes».
Text 75:
Ante esto, Advaita Ācārya recordó a Caitanya Mahāprabhu lo mucho que comía en Jagannātha Purī. El Señor Jagannātha y Śrī Caitanya Mahāprabhu son idénticos. Advaita Ācārya señaló que en Jagannātha Purī Caitanya Mahāprabhu comía cincuenta y cuatro veces al día, tomando cada vez muchos cientos de potes de comida.
Text 76:
Śrī Advaita Ācārya dijo: «La cantidad de alimentos que pueden comer tres personas, para Ti, no es ni un bocado. En proporción con eso, con lo que Te he servido no tienes ni para cinco bocados».
Text 77:
Advaita Ācārya continuó: «He tenido la gran fortuna de que hayas venido a Mi hogar. Por favor, no hagas juegos de palabras. Ponte a comer y no hables más».
Text 78:
Diciendo esto, Advaita Ācārya trajo agua a los dos Señores para que pudieran lavarse las manos. Los dos Señores Se sentaron y, sonriendo, empezaron a comer el prasādam.
Text 79:
Nityānanda Prabhu dijo: «Llevo ayunando tres días seguidos. Yo pensaba que hoy iba a romper Mi ayuno».
Text 80:
Aunque Śrī Caitanya Mahāprabhu pensaba que la cantidad de comida era enorme, Nityānanda Prabhu, por el contrario, pensó que no daba ni para un bocado. Llevaba tres días ayunando y había tenido grandes esperanzas de romper el ayuno aquel día. En verdad, dijo: «Aunque Advaita Ācārya Me ha invitado a comer, veo que hoy también es ayuno. Con tan poca cantidad de alimento, no tengo ni para llenarme la mitad del estómago».
Text 81:
Advaita Ācārya contestó: «Señor, Tú eres un mendicante que viaja haciendo peregrinajes. A veces comes frutas y raíces, y a veces simplemente sigues ayunando.»
Text 82:
«Soy un brāhmaṇa pobre, y Tú has venido a Mi hogar. Por favor, date por satisfecho con la poca cantidad de comida que has recibido y abandona Tu mentalidad codiciosa.»
Text 83:
El Señor Nityānanda Prabhu contestó: «Sea Yo quien sea, Tú Me has invitado. Por lo tanto, debes servirme tanto como quiera tomar».
Text 84:
Su Divina Gracia Advaita Ācārya, al escuchar la afirmación de Nityānanda Prabhu, aprovechó la oportunidad que Sus jocosas palabras Le daban y Le dijo lo siguiente.
Text 85:
Advaita Ācārya dijo: «Tú eres un paramahaṁsa rechazado, que has entrado en la orden de vida de renuncia sólo para llenarte la barriga. Me doy cuenta de que Tu única ocupación es causar problemas a los brāhmaṇas».
Text 86:
Advaita Ācārya acusó a Nityānanda Prabhu, diciendo: «Tú puedes comer diez o veinte mānas de arroz. Yo soy un brāhmaṇa pobre. ¿De dónde voy a sacar tanto arroz?»
Text 87:
«Hazme el favor de comer lo que tienes, aunque no sea más que un puñado de arroz, y después levántate. No muestres Tu locura tirando los restos de comida por todas partes.»
Text 88:
De ese modo, Nityānanda Prabhu y el Señor Caitanya Mahāprabhu comieron y sostuvieron una jocosa conversación con Advaita Ācārya. Después de comer la mitad de cada una de las preparaciones de verduras que Le habían servido, Śrī Caitanya Mahāprabhu la dejaba y pasaba a la siguiente.
Text 89:
Tan pronto como el Señor Se terminaba la mitad de un plato, Advaita Ācārya lo llenaba de nuevo. De ese modo, el Señor tomaba la mitad de cada plato y Advaita Ācārya Se lo llenaba una y otra vez.
Text 90:
Tras llenar un cuenco con verduras, Advaita Ācārya Les pidió que comiesen más. Caitanya Mahāprabhu dijo: «¿Cuánto más puedo seguir comiendo?»
Text 91:
Advaita Ācārya dijo: «Por favor, no dejes lo que ya Te he servido. De todo lo que Te sirvo, puedes comer la mitad y dejar el resto».
Text 92:
De ese modo, mediante repetidos ruegos humildes, Advaita Ācārya hizo que Śrī Caitanya Mahāprabhu y el Señor Nityānanda comiesen. Así, Caitanya Mahāprabhu satisfizo todos los deseos de Advaita Ācārya.
Text 93:
De nuevo hablando en broma, Nityānanda Prabhu dijo: «Mi barriga aún no está llena. Por favor, llévate Tu comida. Ni siquiera la he tocado».
Text 94:
Tras decir esto, Nityānanda Prabhu tomó un puñado de arroz y lo arrojó al suelo delante de Él, cómo si estuviera enfadado.
Text 95:
Cuando dos o cuatro granos de aquel arroz tocaron Su cuerpo, Advaita Ācārya comenzó a danzar de diversas formas, con el arroz todavía pegado al cuerpo.
Text 96:
Cuando el arroz de Nityānanda Prabhu tocó Su cuerpo, Advaita Ācārya Se consideró purificado por el contacto de los remanentes de Paramahaṁsa Nityānanda. En consecuencia, Se puso a danzar.
Text 97:
Advaita Ācārya, en broma, dijo: «Mi querido Nityānanda, Yo Te he invitado, y en verdad he recibido los resultados. Tú no tienes casta ni dinastía establecidas. Eres un loco por naturaleza.
Text 98:
«Para hacer de Mí un loco como Tú, Me has arrojado los remanentes de Tu comida. Ni siquiera Te dio miedo el hecho de que Yo sea un brāhmaṇa.»
Text 99:
Nityānanda Prabhu contestó: «Ésos son los remanentes de la comida del Señor Kṛṣṇa. Si piensas que son remanentes comunes, has cometido una ofensa».
Text 100:
Śrīla Nityānanda Prabhu continuó: «Para anular esta ofensa, tendrás que invitar a Tu casa a un mínimo de cien sannyāsīs, y tendrás que darles de comer suntuosamente».
Text 101:
Advaita Ācārya contestó: «Jamás volveré a invitar a un sannyāsī, pues ha sido un sannyāsī quien ha arruinado todas Mis regulaciones brahmínicas smṛti».
Text 102:
Después de esto, Advaita Ācārya invitó a los Señores a que Se lavasen las manos y la boca. Seguidamente, Les llevó a una cama muy bien preparada y Les invitó a acostarse y descansar.
Text 103:
Śrī Advaita Ācārya dio a los dos Señores clavos de especia y cardamomo mezclados con flores de tulasī. De ese modo tendrían en la boca un sabor agradable.
Text 104:
A continuación, Śrī Advaita Ācārya ungió los cuerpos de los dos Señores con pasta de madera de sándalo, y Les puso sobre el pecho collares de flores muy fragantes.
Text 105:
Cuando el Señor Se acostó en la cama, Advaita Ācārya quiso darle masaje en las piernas, pero el Señor no estaba muy conforme, de modo que dijo lo siguiente a Advaita Ācārya.
Text 106:
Śrī Caitanya Mahāprabhu dijo: «Advaita Ācārya, ya Me has hecho danzar como has querido. Ahora déjalo. Ve a almorzar con Mukunda y Haridāsa.»
Text 107:
Seguidamente, Advaita Ācārya tomó prasādam con Mukunda y Haridāsa. Los tres comieron con mucho entusiasmo todo lo que desearon.
Text 108:
Los habitantes de Śāntipura, al saber que el Señor Śrī Caitanya Mahāprabhu estaba en su pueblo, fueron inmediatamente a ver Sus pies de loto.
Text 109:
Muy complacidos, todos daban grandes voces gritando el santo nombre del Señor: «¡Hari! ¡Hari!» En verdad, al ver la belleza del Señor, no salían de su asombro.
Text 110:
La gente vio el cuerpo de color tan claro de Śrī Caitanya Mahāprabhu y su brillante lustre, que superaba el brillo del Sol. Por encima de todo ello, destacaba la belleza de las ropas azafrán que resplandecían sobre Su cuerpo.
Text 111:
La gente iba y venía con gran placer. No es posible calcular cuánta gente se reunió allí antes del fin del día.
Text 112:
Al anochecer, Advaita Ācārya dio comienzo al canto en congregación. Él mismo Se puso a danzar, y el Señor contempló como lo hacía.
Text 113:
Cuando Advaita Ācārya comenzó a danzar, Nityānanda Prabhu Le siguió. Haridāsa Ṭhākura, muy complacido, también comenzó a danzar tras Él.
Text 114:
Advaita Ācārya dijo: «Mis queridos amigos, ¿qué puedo decir? Hoy he recibido el placer trascendental más elevado. Después de muchísimos días, el Señor Kṛṣṇa está en Mi casa».
Text 115:
Advaita Ācārya dirigió el grupo de saṅkīrtana y cantó ese verso con gran placer. Hubo manifestaciones de sudor extático, temblores, vellos erizados, lágrimas en los ojos y, a veces, sonidos estruendosos y bramidos.
Text 116:
En Su danza, Advaita Ācārya a veces giraba sin parar y Se tomaba de los pies de loto de Śrī Caitanya Mahāprabhu. Entonces Le decía lo siguiente.
Text 117:
Śrī Advaita Ācārya decía: «Durante muchos días huiste de Mí haciéndote pasar por lo que no eras. Ahora Te tengo en Mi casa, y Te mantendré atado».
Text 118:
Diciendo esto, esa noche Advaita Ācārya, con gran placer, prolongó el canto en congregación durante tres horas, danzando todo el tiempo sin parar.
Text 119:
Cuando Advaita Ācārya danzaba de ese modo, el Señor Caitanya sentía amor extático por Kṛṣṇa. Debido a Sus sentimientos de separación, crecían las olas y las llamas del amor.
Text 120:
Agitado por el éxtasis, Śrī Caitanya Mahāprabhu cayó de pronto al suelo. Al ver esto, Advaita Ācārya dejó de danzar.
Text 121:
Al ver el éxtasis de Śrī Caitanya Mahāprabhu, Mukunda comprendió los sentimientos del Señor y comenzó a cantar muchas estrofas que aumentaban la fuerza del éxtasis del Señor.
Text 122:
Advaita Ācārya levantó el cuerpo de Śrī Caitanya Mahāprabhu para ayudarle a danzar, pero el Señor, al escuchar las estrofas cantadas por Mukunda, manifestó unos síntomas físicos que hacían imposible el sostenerle.
Text 123:
De Sus ojos caían lágrimas, y todo Su cuerpo temblaba. Sus vellos se erizaron, transpiraba enormemente, y Le fallaban las palabras. A veces Se ponía en pie, y a veces caía. Y a veces lloraba.
Text 124:
Mukunda cantó: «¡Mi querida amiga íntima! ¿Qué me falta por sufrir? Debido a los efectos del veneno del amor por Kṛṣṇa, mi cuerpo y mi mente han padecido muchísimo.»
Text 125:
«Mi sentimiento es éste: la mente me arde día y noche, y no encuentro descanso. Si hubiese algún lugar en el que pudiera reunirme con Kṛṣṇa, me iría allí volando.»
Text 126:
Mukunda cantaba con una voz muy dulce, pero tan pronto como Śrī Caitanya Mahāprabhu escuchó la estrofa, Su mente quedó hecha pedazos.
Text 127:
Los signos de éxtasis trascendental, de desánimo, tristeza, placer, inquietud, orgullo y humildad comenzaron a luchar como soldados dentro del Señor.
Text 128:
Debido al violento ataque de los diversos signos de éxtasis, todo el cuerpo del Señor Śrī Caitanya Mahāprabhu Se tambaleaba. Como resultado, cayó inmediatamente al suelo, y Su respiración se detuvo casi por completo.
Text 129:
Al ver al Señor en aquel estado, todos los devotos se llenaron de ansiedad. Entonces, de pronto, el Señor Se levantó emitiendo sonidos estruendosos.
Text 130:
Después de levantarse, el Señor dijo: «¡Sigue hablando! ¡Sigue hablando!». Entonces comenzó a danzar, abrumado de placer. Nadie podía comprender las fuertes olas de aquel éxtasis.
Text 131:
El Señor Nityānanda caminaba con Caitanya Mahāprabhu cuidando de que no cayese, mientras Advaita Ācārya y Haridāsa Ṭhākura Les seguían, danzando.
Text 132:
De ese modo, el Señor danzó durante tres horas como mínimo. A veces podían verse en Él los signos del éxtasis, como el placer, la tristeza y muchas otras olas de emociones de amor extático.
Text 133:
El Señor había estado ayunando durante tres días; pasado ese período, comió suntuosamente. Así, mientras danzaba y daba grandes saltos, Se fatigó un poco.
Text 134:
Completamente absorto en amor por Dios, no Se daba cuenta de Su fatiga. Pero Nityānanda Prabhu, sujetándole, detuvo Su danza.
Text 135:
Aunque el Señor estaba fatigado, Nityānanda Prabhu tuvo que sujetarle para mantenerle firme. En ese momento, Advaita Ācārya puso fin al canto y, ofreciendo al Señor diversos servicios, hizo que Se acostara y descansase.
Text 136:
Durante diez días seguidos, Advaita Ācārya continuó organizando banquetes y canto al anochecer. De ese modo sirvió al Señor sin hacer ningún cambio.
Text 137:
Por la mañana, Candraśekhara llevó a Śacīmātā desde su casa en un palanquín, acompañada de muchos devotos.
Text 138:
De ese modo fueron allí todos los habitantes de la ciudad de Nadia, mujeres, niños y ancianos incluidos. De modo que la multitud era cada vez mayor.
Text 139:
Por la mañana, una vez cumplidos los deberes cotidianos, y mientras el Señor cantaba el mahā-mantra Hare Kṛṣṇa, la gente acompañó a Śacīmātā a casa de Advaita Ācārya.
Text 140:
Tan pronto como madre Śacī llegó al lugar, Caitanya Mahāprabhu Se postró ante ella tendiéndose como una vara. Madre Śacī rompió a llorar, tomando al Señor en Su regazo.
Text 141:
Al verse, ambos quedaron sobrecogidos de emoción. Al ver la cabeza del Señor sin pelo, madre Śacī se alteró muchísimo.
Text 142:
Debido al amor, ella comenzó a acariciar el cuerpo del Señor. A veces Le besaba la cara y trataba de observarle detenidamente, pero como tenía los ojos llenos de lágrimas, no podía ver.
Text 143:
Al comprender que el Señor Caitanya había entrado en la orden de vida de renuncia, Śacīmātā, llorando, dijo al Señor: «Mi querido Nimāi, no seas cruel como Viśvarūpa, Tu hermano mayor».
Text 144:
Madre Śacī continuó: «Después de entrar en la orden de renuncia, Viśvarūpa nunca más dejó que Le viese. Ciertamente, si Tú haces lo mismo, para mí será la muerte».
Text 145:
El Señor contestó: «Mi querida madre, escucha, por favor. Este cuerpo te pertenece a ti. Yo no tengo nada.»
Text 146:
«Este cuerpo viene de ti, y tú lo criaste. Yo no puedo pagarte esa deuda ni en millones de vidas.»
Text 147:
«Consciente o inconscientemente, he entrado en esta orden de vida de renuncia. Aun así, nunca Me mostraré indiferente hacia ti.»
Text 148:
«Mi querida madre, Me quedaré donde tú Me pidas que Me quede, y haré todo lo que tú Me ordenes.»
Text 149:
Diciendo esto, el Señor ofreció reverencias a Su madre una y otra vez; madre Śacī, complacida, Le tomaba una y otra vez en Su regazo.
Text 150:
Seguidamente, Advaita Ācārya hizo pasar a madre Śacī dentro de casa. El Señor, inmediatamente, Se mostró dispuesto a reunirse con todos los devotos.
Text 151:
El Señor saludó a todos los devotos, uno por uno, y mirándoles directamente a la cara, dio a cada uno de ellos un fuerte abrazo.
Text 152:
Los devotos echaban de menos los cabellos del Señor, y se sentían tristes por ello; sin embargo, la visión de Su belleza les llenaba de felicidad.
Texts 153-155:
Śrīvāsa, Rāmāi, Vidyānidhi, Gadādhara, Gaṅgādāsa, Vakreśvara, Murāri, Śuklāmbara, Buddhimanta Khāṅ, Nandana, Śrīdhara, Vijaya, Vāsudeva, Dāmodara, Mukunda, Sañjaya y todos los demás —en verdad, todos los habitantes de Navadvīpa, sin importar cuántos pueda mencionar— fueron a ver al Señor, quien les recibió con sonrisas y miradas de misericordia.
Text 156:
Todos cantaban los santos nombres de Hari y danzaban. De ese modo, el domicilio de Advaita Ācārya se convirtió en Śrī Vaikuṇṭha Purī.
Text 157:
La gente venía a ver a Śrī Caitanya Mahāprabhu desde muchas otras aldeas cercanas, así como desde Navadvīpa.
Text 158:
A todos los que vinieron a ver al Señor desde las aldeas cercanas, y en especial desde Navadvīpa, Advaita Ācārya les dio un lugar donde alojarse, así como todo tipo de comestibles, durante muchos días. En verdad, lo organizó todo apropiadamente.
Text 159:
Las provisiones de Advaita Ācārya eran inagotables e indestructibles. A medida que los utilizaba, todos los bienes y productos aparecían de nuevo en la misma cantidad.
Text 160:
Śacīmātā, desde el día en que llegó a casa de Advaita Ācārya, se encargó de cocinar, y Śrī Caitanya Mahāprabhu comía en compañía de todos los devotos.
Text 161:
Todas las personas que llegaban durante el día, veían al Señor Caitanya Mahāprabhu y el amistoso comportamiento de Advaita Ācārya. Por la noche tenían la oportunidad de ver danzar al Señor y de escuchar Su canto.
Text 162:
Cuando hacía kīrtana, el Señor manifestaba todo tipo de signos trascendentales. Tenía un aspecto aturdido y tembloroso, con los vellos erizados y la voz quebrada, y derramaba lágrimas y manifestaba total devastación.
Text 163:
Muy a menudo, el Señor Se desplomaba en el suelo. Al ver esto, madre Śacī se echaba a llorar.
Text 164:
Al ver a Nimāi desplomarse, Śrīmatī Śacīmātā pensaba que Su cuerpo se rompía. Gritando: «¡Ay de mí!», pedía lo siguiente al Señor Viṣṇu.
Text 165:
«Mi querido Señor, ten la bondad de concederme esta bendición como resultado de cualquier servicio que haya podido ofrecerte desde mi infancia.»
Text 166:
«Por favor, cuando Nimāi caiga sobre la superficie de la Tierra, no permitas que sienta ningún dolor.»
Text 167:
Así poseída de sentimientos de amor materno por el Señor Caitanya Mahāprabhu, madre Śacī experimentaba transformaciones de felicidad, miedo y humildad, así como signos físicos.
Text 168:
Como Advaita Ācārya estaba dando caridad y comida al Señor Caitanya Mahāprabhu, los demás devotos, comenzando con Śrīvāsa Ṭhākura, también desearon hacerle donaciones e invitarle a almorzar.
Text 169:
Al escuchar las invitaciones de otros devotos del Señor, madre Śacī dijo a los devotos: «¿Cuántas veces tendré yo la oportunidad de ver de nuevo a Nimāi?»
Text 170:
Śacīmātā expuso: «Vosotros podréis ver a Nimāi [Śrī Caitanya Mahāprabhu] muchas otras veces, en otros lugares, pero yo, ¿qué posibilidad tengo de volver a verle nunca más? Yo tendré que quedarme en casa, y un sannyāsī nunca regresa a su hogar.»
Text 171:
Madre Śacī suplicó a todos los devotos que le hiciesen esta caridad: que mientras Śrī Caitanya Mahāprabhu estuviese en casa de Advaita Ācārya, sólo ella Le daría de comer.
Text 172:
Al escuchar aquella súplica de madre Śacī, todos los devotos ofrecieron reverencias y dijeron: «Estamos de acuerdo con todo lo que desee madre Śacī.»
Text 173:
Al ver el intenso anhelo de Su madre, Śrī Caitanya Mahāprabhu Se agitó un poco, de modo que reunió a todos los devotos allí presentes y les habló.
Text 174:
Śrī Caitanya Mahāprabhu informó a todos: «Sin que Me lo ordenaseis, intenté irme a Vṛndāvana. Sin embargo, surgió algún obstáculo, y he tenido que regresar.»
Text 175:
«Mis queridos amigos, aunque inesperadamente he entrado en la orden de vida de renuncia, sé que nunca Me mostraré indiferente hacia vosotros.»
Text 176:
«Mis queridos amigos, mientras permanezca manifiesto, nunca os abandonaré. Tampoco podría abandonar a Mi madre.»
Text 177:
«Después de entrar en la orden de sannyāsa, no está entre los deberes del sannyāsī el quedarse en el lugar en que ha nacido, rodeado de sus familiares.»
Text 178:
«Disponed las cosas de manera que no pueda dejaros y que, al mismo tiempo, la gente no pueda criticarme por vivir con Mis allegados después de haber entrado en la orden de sannyāsa.»
Text 179:
Tras escuchar las palabras del Señor Caitanya, todos los devotos, encabezados por Advaita Ācārya, fueron a ver a madre Śacī.
Text 180:
Cuando le presentaron las palabras del Señor Caitanya, madre Śacī, que es la madre del universo, comenzó a hablar.
Text 181:
Śacīmātā dijo: «Yo sería muy feliz si Nimāi [Śrī Caitanya Mahāprabhu] Se quedase aquí. Pero, al mismo tiempo, si alguien Le criticase, para Mí sería un gran sufrimiento».
Text 182:
Madre Śacī dijo: «Ésta es una buena idea. En mi opinión, si Nimāi Se queda en Jagannātha Purī, no tendrá que dejarnos a ninguno de nosotros, y al mismo tiempo podrá vivir aparte, como un sannyāsī. De ese modo se cumplen ambos objetivos.»
Text 183:
«Jagannātha Purī y Navadvīpa están estrechamente relacionados, como dos habitaciones de una misma casa. Por eso, la gente de Navadvīpa suele ir a Jagannātha Purī, y los habitantes de Jagannātha Purī suelen ir a Navadvīpa. Ese ir y venir servirá para traer noticias del Señor Caitanya. De esa forma podré tener noticias Suyas.»
Text 184:
«¡Oh, devotos!, todos vosotros podréis ir y venir, y a veces puede que Él mismo venga a bañarse en el Ganges.»
Text 185:
«Mi propia felicidad o mi propia desdicha no me preocupan; sólo me interesa Su felicidad. En verdad, Su felicidad es la mía.»
Text 186:
Tras escuchar a Śacīmātā, todos los devotos le ofrecieron oraciones y le aseguraron que su orden, como un mandamiento védico, no podía violarse.
Text 187:
Todos los devotos informaron al Señor Caitanya de la decisión de Śacīmātā. Al saberla, el Señor Se sintió muy complacido.
Text 188:
El Señor Śrī Caitanya Mahāprabhu presentó Sus respetos a todos los devotos que habían venido de Navadvīpa y de otras ciudades, diciéndoles lo siguiente.
Text 189:
«Mis queridos amigos, todos vosotros sois Mis amigos íntimos. Ahora os pido un favor. Por favor, concedédmelo.»
Text 190:
El Señor Caitanya Mahāprabhu les pidió a todos que volviesen a sus casas y que cantaran el santo nombre en congregación. También les pidió que adorasen a Kṛṣṇa, que cantasen Su santo nombre y que hablasen de Sus sagrados pasatiempos.
Text 191:
Tras dar esa instrucción a los devotos, el Señor les pidió permiso para ir a Jagannātha Purī. Les aseguró que cada cierto tiempo regresaría y que volvería a verles muchas veces.
Text 192:
De ese modo, presentando los debidos respetos a todos los devotos y sonriendo dulcemente, Śrī Caitanya Mahāprabhu los despidió a todos.
Text 193:
Después de pedir a todos los devotos que volviesen a sus casas, el Señor decidió ir a Jagannātha Purī. En ese momento, Haridāsa Ṭhākura se echó a llorar con palabras que conmovían el corazón.
Text 194:
Haridāsa Ṭhākura dijo: «Tú Te vas a Jagannātha Purī, y eso está muy bien, pero ¿qué será de mí? Yo no puedo ir a Jagannātha Purī.
Text 195:
«Yo soy el más bajo entre los hombres, y por ello no podré verte. ¿Cómo voy a mantener mi pecaminosa vida?»
Text 196:
El Señor contestó a Haridāsa Ṭhākura: «Por favor, contén tu humildad. Sólo de ver tu humildad, Mi mente se agita mucho.»
Text 197:
El Señor Caitanya Mahāprabhu aseguró a Haridāsa Ṭhākura que presentaría una petición ante el Señor Jagannātha y que, ciertamente, le llevaría a Jagannātha Purī.
Text 198:
Después de eso, Advaita Ācārya pidió respetuosamente al Señor Caitanya Mahāprabhu que fuese misericordioso con Él y Se quedara dos o cuatro días más.
Text 199:
Caitanya Mahāprabhu nunca dejó de cumplir ningún ruego de Advaita Ācārya; por eso Se quedó en Su casa, en lugar de irse inmediatamente a Jagannātha Purī.
Text 200:
Advaita Ācārya, madre Śacī y todos los devotos acogieron muy felices la decisión del Señor Caitanya. Advaita Ācārya celebró cada día con un gran festival.
Text 201:
Durante el día, los devotos hablaban de temas relacionados con Kṛṣṇa, y por la noche había un gran festival de canto en congregación en casa de Advaita Ācārya.
Text 202:
Madre Śacī cocinaba con gran placer, y Śrī Caitanya Mahāprabhu, junto con los devotos, aceptaba el prasādam con gran placer.
Text 203:
De ese modo, todas las opulencias de Advaita Ācārya —Su fe, Su devoción, Su hogar, Sus riquezas y todo lo demás—se emplearon con éxito en la adoración del Señor Caitanya Mahāprabhu.
Text 204:
Madre Śacī veía constantemente la cara de Su hijo y Le daba de comer; de ese modo, su felicidad aumentaba y era, en verdad, completa.
Text 205:
De ese modo, en casa de Advaita Ācārya, todos los devotos se reunieron y pasaron algunos días juntos en un ambiente de gran fiesta.
Text 206:
Al día siguiente, el Señor Caitanya Mahāprabhu pidió a todos los devotos que regresasen a sus respectivos hogares.
Text 207:
Śrī Caitanya Mahāprabhu también les pidió que celebrasen en sus hogares el canto en congregación del santo nombre del Señor, y les aseguró que podrían verle de nuevo.
Text 208:
Śrī Caitanya Mahāprabhu les dijo: «Unas veces vendréis vosotros a Jagannātha Purī, y otras vendré Yo a bañarme en el Ganges.»
Texts 209-210:
Śrī Advaita Ācārya envió a cuatro personas para que acompañasen al Señor. Eran Nityānanda Gosañi, Jagadānanda Paṇḍita, Dāmodara Paṇḍita y Mukunda Datta. Después de consolar a Su madre, Śacīmātā, Śrī Caitanya Mahāprabhu ofreció oraciones a sus pies de loto.
Text 211:
Cuando todo estuvo preparado, el Señor Caitanya Mahāprabhu caminó alrededor de Su madre y partió hacia Jagannātha Purī. En casa de Advaita Ācārya se levantó un terrible clamor de llantos.
Text 212:
Śrī Caitanya Mahāprabhu no Se conmovió. Se fue rápidamente, y Advaita Ācārya Le siguió, sollozando.
Text 213:
Advaita Ācārya siguió a Śrī Caitanya Mahāprabhu por una cierta distancia, hasta que el Señor, Śrī Caitanya Mahāprabhu, con las manos juntas y con palabras muy dulces, Le hizo la siguiente petición.
Text 214:
Śrī Caitanya Mahāprabhu dijo: «Por favor, consuela a todos los devotos y a Mi madre. Si Tú Te agitas, nadie podrá continuar existiendo.»
Text 215:
Diciendo esto, Śrī Caitanya Mahāprabhu abrazó a Advaita Ācārya y Le dijo que no Le siguiera. Entonces, libre de ansiedad, prosiguió hacia Jagannātha Purī.
Text 216:
Con las otras cuatro personas, el Señor siguió el camino de Chatrabhoga hacia Nīlādri, Jagannātha Purī, por las orillas del Ganges.
Text 217:
En su libro titulado Caitanya-maṅgala [Caitanya-bhāgavata], Vṛndāvana dāsa Ṭhākura ha explicado con todo detalle el camino del Señor a Jagannātha Purī.
Text 218:
Quien escuche acerca de las actividades del Señor en casa de Advaita Ācārya, ciertamente alcanzará muy pronto las riquezas del amor por Kṛṣṇa.
Text 219:
Orando a los pies de loto de Śrī Rūpa y Śrī Raghunātha, deseando siempre su misericordia, yo, Kṛṣṇadāsa, narro el Śrī Caitanya-caritāmṛta, siguiendo sus pasos.