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CC Madhya-līlā 22.39

Texto

āmi — vijña, ei mūrkhe ‘viṣaya’ kene diba?
sva-caraṇāmṛta diyā ‘viṣaya’ bhulāiba

Palabra por palabra

āmi — Yo; vijña — plenamente inteligente; ei mūrkhe — a este tonto; viṣaya — disfrute material; kene diba — por qué tendría que dar; sva-caraṇa-amṛta — el néctar del refugio a Mis pies de loto; diyā — dando; viṣaya — la idea del disfrute material; bhulāiba — le haré olvidar.

Traducción

«“Yo soy muy inteligente, así que, ¿por qué tendría que dar prosperidad material a semejante tonto? Mejor, le haré tomar el néctar del refugio de Mis pies de loto y le haré olvidar el disfrute material, que es ilusorio.”

Significado

Quienes aspiran al disfrute material reciben el nombre de bhukti-kāmīs. Quien aspira a fundirse en la refulgencia del Brahman o a alcanzar la perfección del sistema de yoga místico no es devoto en absoluto. Los devotos no tienen esos deseos. Sin embargo, cuando un karmī, un jñānī o un yogī llegan de alguna forma a entrar en contacto con un devoto y le ofrecen servicio devocional, Kṛṣṇa de inmediato les concede el amor por Dios y les da refugio a Sus pies de loto, aunque no tengan ni la menor idea de cómo cultivar el amor por Kṛṣṇa. Cuando una persona practica servicio devocional con idea de obtener beneficios materiales, Kṛṣṇa condena esos deseos materialistas. Desear opulencia material al mismo tiempo que se practica servicio devocional es de necios. Pero, aunque la persona sea necia, Kṛṣṇa, que es el completamente inteligente, le ocupa en servicio devocional de tal manera que, poco a poco, vaya olvidando la opulencia material. La cuestión es que no debemos tratar de ofrecer servicio amoroso a cambio de prosperidad material. Si de verdad nos hemos entregado a los pies de loto de Kṛṣṇa, nuestro único deseo debe ser la satisfacción de Kṛṣṇa. Eso es conciencia de Kṛṣṇa pura. Entregarse no significa que exigimos algo al Señor, sino que dependemos completamente de Su misericordia. Si Kṛṣṇa quiere, puede mantener a Su devoto en una condición de enorme pobreza, o, si quiere, puede tenerle en una situación de mucha opulencia. El devoto no se debe preocupar de esas cosas; sencillamente debe tratar de satisfacer al Señor mediante su servicio.