Skip to main content

CC Antya-līlā 5.121

Texto

āra eka kariyācha parama ‘pramāda’!
deha-dehi-bheda īśvare kaile ‘aparādha’!

Palabra por palabra

āra eka — uno distinto; kariyācha — tú has hecho; parama — la suprema; pramāda — ilusión; deha-dehi-bheda — la distinción entre el cuerpo y el alma; īśvare — en Su Señoría; kaile — tú has hecho; aparādha — una ofensa.

Traducción

«Vives en la ilusión más completa, pues has hecho diferencia entre el cuerpo y el alma de Su Señoría [el Señor Jagannātha o Śrī Caitanya Mahāprabhu]. Esa es una gran ofensa.

Significado

Quien hace diferencia entre el cuerpo y el alma de la Suprema Personalidad de Dios incurre inmediatamente en ofensas. Como generalmente las entidades vivientes del mundo material están cubiertas de un cuerpo material, el cuerpo y el alma de los seres humanos comunes no pueden ser idénticos. El Señor Supremo otorga a cada uno el fruto de sus actividades, pues Él es el Señor de los resultados de la acción fruitiva. Él es también la causa de todas las causas, y el amo de la energía material. Él, por lo tanto, es supremo. Sin embargo, los seres vivos comunes, bajo el condicionamiento material, experimentan los resultados de sus propias actividades fruitivas, y debido a ello caen bajo su influencia. Incluso en el plano liberado de la identificación brahma-bhūta, se ocupan en ofrecer servicio a Su Señoría. Por lo tanto, hay diferencias entre los seres humanos comunes y el Señor Supremo. Los karmīs y los jñānīs que no tienen en cuenta esas distinciones son ofensores contra los pies de loto de la Suprema Personalidad de Dios.

Los seres humanos comunes están sujetos a verse dominados por la energía material, mientras que Su Señoría la Suprema Personalidad de Dios —Śrī Caitanya Mahāprabhu, el Señor Kṛṣṇa o el Señor Jagannātha— siempre es el amo de la energía material y, por lo tanto, nunca está sujeto a su influencia. Su Señoría la Suprema Personalidad de Dios posee una identidad espiritual ilimitada que jamás se rompe, mientras que la conciencia de la entidad viviente es fragmentada y limitada. Las entidades vivientes son eternamente partes fragmentarias de la Suprema Personalidad de Dios (mamaivāṁśo jīva-loke jīva-bhūtaḥ sanātanaḥ). No es que se vean cubiertas por la energía material en la vida condicionada pero que se vuelvan uno con la Suprema Personalidad de Dios al liberarse de la influencia de la energía material. Semejante idea es ofensiva.

Según los necios māyāvādīs, la Suprema Personalidad de Dios recibe un cuerpo material cuando aparece en el mundo material. El vaiṣṇava, sin embargo, sabe perfectamente que para Kṛṣṇa, el Señor Jagannātha o Śrī Caitanya Mahāprabhu, y al contrario que para los seres humanos comunes, no hay diferencia entre el cuerpo y el alma. Su Señoría conserva Su identidad espiritual incluso en el mundo material; por esa razón, el Señor Kṛṣṇa manifestó toda Su opulencia incluso en Su cuerpo de niño. No hay diferencia entre el cuerpo y el alma de Kṛṣṇa; en Su cuerpo infantil o en Su cuerpo juvenil, Él es siempre idéntico a Su cuerpo. Kṛṣṇa, pese a aparecer con la forma de un ser humano corriente, nunca está sujeto a las reglas y regulaciones del mundo material. Él es svarāṭ, completamente independiente. Él puede aparecer en el mundo material, pero, en contra de la ofensiva conclusión de la escuela māyāvāda, no tiene cuerpo material. En relación con esto, podemos citar de nuevo el ya mencionado verso del Śrīmad-Bhāgavatam (1.11.38):

etad īśanam īśasyaprakṛti-stho ’pi tad-guṇaiḥ
na yujyate sadātma-sthair
yathā buddhis tad-āśrayā

La Persona Suprema tiene un cuerpo espiritual eterno. Quien trate de distinguir entre el cuerpo y el alma de la Suprema Personalidad de Dios comete una gran ofensa.