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CC Ādi-līlā 2.36

Texto

prākṛtāprākṛta-sṛṣṭye yata jīva-rūpa
tāhāra ye ātmā tumi mūla-svarūpa

Palabra por palabra

prākṛta—material; aprākṛta—y espiritual; sṛṣṭye—en las creaciones; yata—tantos como hay; jīva-rūpa—los seres vivientes; tāhāra—de ellos; ye—quien; ātmā—la Superalma; tumi—Tú; mūla-svarūpa—fuente original.

Traducción

«Todos los seres vivientes del mundo material y espiritual han nacido originalmente de Ti, puesto que Tú eres la Superalma de todos ellos.

Significado

La manifestación cósmica se genera por la interacción de las tres modalidades de la naturaleza material. El mundo trascendental no tiene estas modalidades materiales, aunque está pleno de variedad espiritual. En ese mundo espiritual hay también innumerables entidades vivientes, que son almas eternamente liberadas, dedicadas al servicio trascendental de amor al Señor Kṛṣṇa. Las almas condicionadas, que permanecen en la creación cósmica material, están sujetas a los tres tipos de miserias y tormentos de la naturaleza material. Existen en diferentes especies de vida, porque son eternamente contrarias a la devoción trascendental de amor por el Señor Supremo.

Saṅkarṣaṇa es la fuente original de todas las entidades vivientes, porque todas ellas son expansiones de Su potencia marginal. Algunas de ellas están condicionadas por la naturaleza material, mientras que otras están bajo la protección de la naturaleza espiritual. La naturaleza material es una manifestación condicional de la naturaleza espiritual, del mismo modo que el humo es una fase condicional del fuego. El humo depende del fuego, pero en un fuego ardiente no hay lugar para el humo. El humo molesta, pero el fuego sirve. El espíritu de servicio de los residentes del mundo trascendental se manifiesta en cinco variedades de relaciones con el Señor Supremo, que es el disfrutador de todo. En el mundo material, todos disfrutan de un modo egocéntrico de dichas y desdichas mundanas. Cada ser se considera a sí mismo el señor de todo y trata de disfrutar de la energía ilusoria, pero no lo logra, porque no es independiente; no es más que una partícula minúscula de la energía del Señor Saṅkarṣaṇa. Todos los seres vivientes existen bajo el control del Señor Supremo, a quien, por ello, se llama Nārāyaṇa.