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Śrīmad-bhāgavatam 9.9.42

Texto

yo devair arthito daityān
avadhīd yudhi durjayaḥ
muhūrtam āyur jñātvaitya
sva-puraṁ sandadhe manaḥ

Palabra por palabra

yaḥ — el rey Khaṭvāṅga, quien; devaiḥ — por los semidioses; arthitaḥ — solicitado; daityān — a los demonios; avadhīt — mató; yudhi — en un combate; durjayaḥ — muy violento; muhūrtam — solo por un segundo; āyuḥ — duración de la vida; jñātvā — al saber; etya — fue; sva-puram — a su propia morada; sandadhe — fijó; manaḥ — la mente.

Traducción

El rey Khaṭvāṅga era invencible en el combate. A pedido de los semidioses, se unió a ellos para luchar contra los demonios, y salió victorioso. Cuando los semidioses, muy complacidos, quisieron darle una bendición, el rey preguntó cuánto tiempo iba a vivir. Entonces le informaron que no le quedaba más que un instante de vida. De inmediato, el rey abandonó el palacio y regresó a su propia morada, donde consagró su mente por entero a los pies de loto del Señor.

Significado

El servicio devocional de Mahārāja Khaṭvāṅga es un ejemplo brillante. Solo se ocupó en el servicio devocional del Señor durante un momento, pero fue de regreso a Dios. Por lo tanto, quien practique servicio devocional desde el comienzo de su vida tiene asegurado el regreso al hogar, de vuelta a Dios. De esto no hay la menor duda (asaṁśaya).

La palabra asaṁśaya se emplea en el Bhagavad-gītā para describir al devoto. El propio Señor nos da esta instrucción:

mayy āsakta-manāḥ pārtha
yogaṁ yuñjan mad-āśrayaḥ
asaṁśayaṁ samagraṁ māṁ
yathā jñāsyasi tac chṛṇu

«Ahora escucha, ¡oh, hijo de Pṛthā!, cómo practicando el yoga con plena conciencia de Mí, con la mente apegada a Mí, puedes conocerme por completo, libre de toda duda» (Bg. 7.1).

El Señor dice también:

janma karma ca me divyam
evaṁ yo vetti tattvataḥ
tyaktvā dehaṁ punar janma
naiti mām eti so ’rjuna

«¡Oh, Arjuna!, aquel que conoce la naturaleza trascendental de Mi advenimiento y actividades, al abandonar el cuerpo no vuelve a nacer en este mundo material, sino que alcanza Mi morada eterna» (Bg. 4.9).

Por lo tanto, el bhakti-yoga, que aumenta nuestro apego por Kṛṣṇa, se debe practicar desde el mismo comienzo de la vida. Si vemos diariamente a la Deidad en el templo, Le hacemos ofrendas de adoración, cantamos el santo nombre de la Personalidad de Dios, y predicamos todo lo que podamos acerca de las gloriosas actividades del Señor, nos apegaremos a Kṛṣṇa. Ese apego se denomina āsakti. Cuando la mente se apega a Kṛṣṇa (mayy āsakta-manāḥ), podemos cumplir la misión de la vida en un solo nacimiento humano. Si perdemos esa oportunidad, no sabemos a dónde iremos después, cuánto tiempo vamos a permanecer en el ciclo de nacimientos y muertes, ni cuándo obtendremos de nuevo la forma humana de vida, con la oportunidad de ir de regreso al hogar, de vuelta a Dios. Por consiguiente, las personas más inteligentes emplean cada momento de su vida para ofrecer servicio amoroso al Señor.