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Śrīmad-bhāgavatam 9.16.23

Texto

tataś cāvabhṛtha-snāna-
vidhūtāśeṣa-kilbiṣaḥ
sarasvatyāṁ mahā-nadyāṁ
reje vyabbhra ivāṁśumān

Palabra por palabra

tataḥ — a continuación; ca — también; avabhṛtha-snāna — bañándose después de celebrar el sacrificio; vidhūta — limpió; aśeṣa — ilimitadas; kilbiṣaḥ — cuyas reacciones de actividades pecaminosas; sarasvatyām — a orillas del gran río Sarasvatī; mahā-nadyām — uno de los ríos más grandes de la India; reje — el Señor Paraśurāma tenía el aspecto; vyabbhraḥ — sin nubes; iva aṁśumān — del sol.

Traducción

A continuación, una vez completas las ceremonias rituales de sacrificio, el Señor Paraśurāma se bañó siguiendo el procedimiento de avabhṛta-snāna. De pie a orillas del gran río Sarasvatī, purificado de todo pecado, el Señor Paraśurāma era como el sol en un cielo claro y sin nubes.

Significado

Como se afirma en el Bhagavad-gītā (3.9): yajñārthāt karmaṇo 'nyatra loko 'yaṁ karma-bandhanaḥ: «Toda actividad debe realizarse como un sacrificio en honor de Viṣṇu, pues, de lo contrario, nos encadena al mundo material». Karma-bandhanaḥ se refiere al hecho de recibir sucesivos cuerpos materiales, uno tras otro. Ese ciclo de nacimientos y muertes es el problema fundamental de la vida. Por eso se nos aconseja que encaminemos nuestros esfuerzos hacia la celebración de yajña para complacer al Señor Viṣṇu. A pesar de ser una encarnación de la Suprema Personalidad de Dios, el Señor Paraśurāma tenía que rendir cuentas de sus actividades pecaminosas. En el mundo material, por mucho empeño que pongamos en evitarlo, siempre cometeremos alguna actividad pecaminosa u otra, aun sin querer. Al caminar por la calle, por ejemplo, pisamos muchas hormigas y pequeños insectos, y de ese modo matamos a muchos seres vivos sin darnos cuenta. Por lo tanto, estamos obligados a seguir el principio védico de pañca-yajña, es decir, de cinco tipos recomendados de sacrificio. En la era de Kali, no obstante, se hace una importante concesión a la gente en general. Yajñaiḥ saṅkīrtana-prāyair yajanti hi sumedhasaḥ: Podemos adorar al Señor Caitanya, la encarnación oculta de Kṛṣṇa. Kṛṣṇa-varṇaṁ tviṣākṛṣṇam: Aunque es Kṛṣṇa mismo, siempre canta Hare Kṛṣṇa y predica el cultivo de conciencia de Kṛṣṇa. Se nos recomienda adorar a esa encarnación mediante el proceso de cantar, saṅkīrtana-yajña. La práctica de saṅkīrtana-yajña es una concesión especial que se hace a la sociedad humana a fin de salvar a la gente del efecto de sus actividades pecaminosas conocidas y desconocidas. Estamos rodeados de un sinnúmero de pecados, y por ello es nuestra obligación volvernos conscientes de Kṛṣṇa y cantar el mahā-mantra Hare Kṛṣṇa.