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Śrīmad-bhāgavatam 8.12.37

Texto

tam aviklavam avrīḍam
ālakṣya madhusūdanaḥ
uvāca parama-prīto
bibhrat svāṁ pauruṣīṁ tanum

Palabra por palabra

tam — a él (al Señor Śiva); aviklavam — sin agitarse por el incidente que acababa de suceder; avrīḍam — sin avergonzarse; ālakṣya — al ver; madhu-sūdanaḥ — la Suprema Personalidad de Dios, que recibe el nombre de Madhusūdana, el que mató al demonio Madhu; uvāca — dijo; parama-prītaḥ — sintiéndose muy complacido; bibhrat — adoptando; svām — Su propia; pauruṣīm — original; tanum — forma.

Traducción

Al ver que el Señor Śiva no estaba agitado ni avergonzado, el Señor Viṣṇu [Madhusūdana] Se sintió muy complacido. Tras adoptar de nuevo Su forma original, dijo lo siguiente.

Significado

El Señor Śiva estaba asombrado de la potencia del Señor Viṣṇu, pero no se sentía avergonzado. Por el contrario, estaba orgulloso de haber sido vencido por el Señor Viṣṇu. Nada se oculta a la Suprema Personalidad de Dios, pues Él está en el corazón de todos. De hecho, el Señor dice en el Bhagavad-gītā(15.15): sarvasya cāhaṁ hṛdi sanniviṣṭo mattaḥ smṛtir jñānam apohanaṁ ca: «Yo estoy situado en el corazón de todos, y de Mí vienen el recuerdo, el conocimiento y el olvido». Todo el incidente se había producido bajo la dirección de la Suprema Personalidad de Dios, de modo que no había razón para entristecerse o avergonzarse. El Señor Śiva nunca es vencido por nadie, pero, cuando fue vencido por el Señor Viṣṇu, se sintió orgulloso de tener un amo tan excelso y poderoso.