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Śrīmad-bhāgavatam 8.11.8

Texto

tad idaṁ kāla-raśanaṁ
jagat paśyanti sūrayaḥ
na hṛṣyanti na śocanti
tatra yūyam apaṇḍitāḥ

Palabra por palabra

tat — por lo tanto; idam — todo el mundo material; kāla-raśanam — se mueve por la acción del tiempo eterno; jagat — que avanza (todo el universo); paśyanti — observan; sūrayaḥ — aquellos que son inteligentes, pues han admitido la verdad; na — no; hṛṣyanti — se llenan de júbilo; na — ni; śocanti — se lamentan; tatra — en eso; yūyam — todos ustedes, los semidioses; apaṇḍitāḥ — no muy sabios (por haber olvidado que actúan bajo la influencia del tiempo eterno).

Traducción

Al ver los movimientos del tiempo, los que son conscientes de la verdadera realidad ni se regocijan ni se lamentan ante el devenir de las circunstancias. Puesto que tu victoria te llena de júbilo, no se te puede considerar muy sabio.

Significado

Bali Mahārāja sabía que Indra, el rey del cielo, era enormemente poderoso, mucho más que él mismo, sin duda alguna. A pesar de todo, le desafió diciéndole que era una persona poco sabia. En el Bhagavad-gītā (2.11), Kṛṣṇa riñó a Arjuna diciendo:

aśocyān anvaśocas tvaṁ
prajñā-vādāṁś ca bhāṣase
gatāsūn agatāsūṁś ca
nānuśocanti paṇḍitāḥ

«Mientras hablas con palabras doctas, te lamentas por lo que no es digno de lamentación. Aquellos que son sabios no se lamentan ni por los vivos ni por los muertos». Al igual que Kṛṣṇa desafió a Arjuna diciéndole que no era un paṇḍita, es decir, una persona cultivada, Bali Mahārāja desafió al rey Indra y a sus acompañantes. En el mundo material, todo sucede bajo la influencia del tiempo. Por consiguiente, para la persona erudita que comprende cómo suceden las cosas, la tristeza y la felicidad que se derivan del contacto con las olas de la naturaleza material no le pueden influir. Si, al fin y al cabo, estamos a merced de esas olas, ¿qué sentido tiene alegrarse o entristecerse? El que conoce a la perfección las leyes de la naturaleza nunca se entristece ni se alegra con las actividades de la naturaleza. En el Bhagavad-gītā (2.14), Kṛṣṇa nos aconseja que seamos tolerantes: tāṁs titikṣasva bhārata. Debemos seguir ese consejo de Kṛṣṇa, sin entristecernos ni sufrir con los cambios de las circunstancias. Esa es la característica del devoto. El devoto cumple con su deber consciente de Kṛṣṇa y en circunstancias difíciles, nunca se siente desdichado. Tiene plena fe en que, en esas circunstancias, Kṛṣṇa siempre protege a Su devoto. Por lo tanto, el devoto nunca se aparta de su deber prescrito de servicio devocional. El júbilo y la tristeza son cualidades materiales que se manifiestan incluso en los semidioses, cuya posición, en el sistema planetario superior, es muy elevada. Por lo tanto, a la persona que no se perturba ante las circunstancias supuestamente favorables o desfavorables del mundo material, debe considerársela brahma-bhūtaḥ, autorrealizada. Como se afirma en el Bhagavad-gītā (18.54): brahma-bhūta prasannātmā na śocati na kāṅkṣati: «Aquel que se establece en el plano trascendental percibe de inmediato el Brahman Supremo y se vuelve plenamente dichoso». Cuando una persona no se perturba ante las circunstancias materiales, debe entenderse que está situada en el plano trascendental, por encima de las reacciones de las tres modalidades de la naturaleza material.