Śrīmad-bhāgavatam 8.10.50
Texto
sṛṣṭo daityena sumahān
vahniḥ śvasana-sārathiḥ
sāṁvartaka ivātyugro
vibudha-dhvajinīm adhāk
vahniḥ śvasana-sārathiḥ
sāṁvartaka ivātyugro
vibudha-dhvajinīm adhāk
Palabra por palabra
sṛṣṭaḥ — creado; daityena — por el demonio (por Bali Mahārāja); su-mahān — muy grande, devastador; vahniḥ — un fuego; śvasana-sārathiḥ — llevado por rachas de viento; sāṁvartakaḥ — el fuego Sāṁvartaka, que surge en el momento de la disolución; iva — tal y como; ati — muy; ugraḥ — terrible; vibudha — de los semidioses; dhvajinīm — los soldados; adhāk — reducidos a cenizas.
Traducción
Bali Mahārāja creó un fuego devastador que quemaba a todos los soldados de los semidioses. Azuzado por rachas de viento, aquel fuego tenía un aspecto tan terrible como el fuego Sāṁvartaka, que surge en el momento de la disolución.