Skip to main content

Śrīmad-bhāgavatam 7.9.39

Texto

naitan manas tava kathāsu vikuṇṭha-nātha
samprīyate durita-duṣṭam asādhu tīvram
kāmāturaṁ harṣa-śoka-bhayaiṣaṇārtaṁ
tasmin kathaṁ tava gatiṁ vimṛśāmi dīnaḥ

Palabra por palabra

na — ciertamente no; etat — esta; manaḥ — mente; tava — Tus; kathāsu — en temas trascendentales; vikuṇṭha-nātha — ¡oh, Señor de Vaikuṇṭha, donde no existe la ansiedad!; samprīyate — se apacigua o interesa en; durita — por actividades pecaminosas; duṣṭam — contaminada; asādhu — deshonesta; tīvram — muy difícil de controlar; kāma-āturam — siempre llena de distintos deseos y propensiones de disfrute; harṣa-śoka — a veces con júbilo, y a veces con aflicción; bhaya — y a veces con miedo; eṣaṇā — y por desear; ārtam — afligido; tasmin — con la mente en esa condición; katham — cómo; tava — Tus; gatim — actividades trascendentales; vimṛśāmi — consideraré y trataré de entender; dīnaḥ — que soy muy caído y mísero.

Traducción

Mi querido Señor de los planetas Vaikuṇṭhas, en los que no existe la ansiedad, mi mente, demasiado pecaminosa y rebosante de deseos de disfrute, a veces se encuentra falsamente feliz, y, otras veces, falsamente afligida. Mi mente está llena de lamentación y temor, siempre en busca de más y más dinero. De ese modo, ahora está muy contaminada y nunca se satisface con los temas que tratan de Ti. Por ello soy muy caído y mísero. Viviendo en semejante condición, ¿qué puedo decir de Tus actividades?

Significado

En este verso, Prahlāda Mahārāja se presenta como un hombre corriente, cuando, en realidad, no tiene nada que ver con el mundo material. Prahlāda siempre está situado en los planetas Vaikuṇṭhas del mundo espiritual, pero, preocupándose por las almas caídas, pregunta cómo va a poder hablar de la posición trascendental del Señor, si su mente siempre está perturbada por cosas materiales. La mente se vuelve pecaminosa porque siempre estamos ocupados en actividades pecaminosas. Debe considerarse pecaminoso todo aquello que no esté en relación con el cultivo de conciencia de Kṛṣṇa. De hecho, en el Bhagavad-gītā(18.66), Kṛṣṇa pide:

sarva-dharmān parityajya
mām ekaṁ śaraṇaṁ vraja
ahaṁ tvāṁ sarva-pāpebhyo
mokṣayiṣyāmi mā śucaḥ

«Abandona toda clase de religión y sencillamente entrégate a Mí. Yo te liberaré de toda reacción pecaminosa. No temas». Desde el mismo momento en que nos entregamos a la Suprema Personalidad de Dios, Kṛṣṇa, Kṛṣṇa nos libera de las reacciones de las actividades pecaminosas. Por lo tanto, a quien no se entregue a los pies de loto del Señor hay que considerarle pecaminoso, necio, degradado entre los hombres y carente de conocimiento verdadero debido a sus tendencias ateas. Esto se confirma en el Bhagavad-gītā (7.15):

na māṁ duṣkṛtino mūḍhāḥ
prapadyante narādhamāḥ
māyayāpahṛta-jñānā
āsuraṁ bhāvam āśritāḥ

Por lo tanto, y en especial en la era de Kali, se debe purificar la mente, lo cual solo es posible mediante el canto del mahā-mantra Hare Kṛṣṇa. Ceto-darpaṇa-mārjanam. En esta era, el proceso de cantar el mahā-mantraHare Kṛṣṇa es el único método que permite limpiar la mente pecaminosa. Cuando la mente está perfectamente limpia de toda reacción pecaminosa, podemos entender nuestro deber en la forma humana de vida. El movimiento para la conciencia de Kṛṣṇa tiene la misión de educar a los hombres pecaminosos, de manera que puedan volverse piadosos siguiendo el simple método de cantar el mahā-mantra Hare Kṛṣṇa.

harer nāma harer nāma
harer nāmaiva kevalam
kalau nāsty eva nāsty eva
nāsty eva gatir anyathā

Con excepción del canto del mahā-mantra Hare Kṛṣṇa, en la era de Kali no hay ningún método válido para limpiar el corazón y volvernos sobrios y sabios. Ese proceso ha sido confirmado por Prahlāda Mahārāja en versos anteriores: tvad-vīrya-gāyana-mahāmṛta-magna-cittaḥ. Prahlāda nos confirma además que, si tenemos la mente siempre absorta en pensar en Kṛṣṇa, esa sola cualidad es suficiente para purificarnos y mantenernos siempre en ese estado purificado. Para entender al Señor y Sus actividades, debemos liberar la mente de todas las contaminaciones del mundo material; esto podemos lograrlo sencillamente con el canto del santo nombre del Señor. De ese modo nos liberamos por completo del cautiverio material.