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Śrīmad-bhāgavatam 7.9.18

Texto

so ’haṁ priyasya suhṛdaḥ paradevatāyā
līlā-kathās tava nṛsiṁha viriñca-gītāḥ
añjas titarmy anugṛṇan guṇa-vipramukto
durgāṇi te pada-yugālaya-haṁsa-saṅgaḥ

Palabra por palabra

saḥ — eso; aham — yo (Prahlāda Mahārāja); priyasya — del muy querido; suhṛdaḥ — bienqueriente; paradevatāyāḥ — de la Suprema Personalidad de Dios; līlā-kathāḥ — narraciones de los pasatiempos; tava — Tuyos; nṛsiṁha — ¡oh, mi Señor Nṛsiṁhadeva!; viriñca-gītāḥ — dados por el Señor Brahmā mediante la sucesión discipular; añjaḥ — fácilmente; titarmi — cruzaré; anugṛṇan — describir constantemente; guṇa — por las modalidades de la naturaleza material; vipramuktaḥ — específicamente libre de contaminación; durgāṇi — todas las condiciones de vida miserables; te — de Ti; pada-yuga-ālaya — completamente absorto en meditar en los pies de loto; haṁsa-saṅgaḥ — en compañía de los haṁsas, las personas liberadas (sin relación con las actividades materiales).

Traducción

¡Oh, mi Señor Nṛsiṁhadeva!, si me ocupo en Tu servicio amoroso trascendental en compañía de devotos que sean almas liberadas [haṁsas], quedaré completamente libre de la contaminación debida al contacto con las tres modalidades de la naturaleza material, y podré cantar las glorias de Tu Señoría, por quien siento tanto afecto. Cantaré Tus glorias, siguiendo estrictamente los pasos del Señor Brahmā y su sucesión discipular. De ese modo, sin lugar a dudas, podré cruzar el océano de la nesciencia.

Significado

En este verso se explican claramente la vida y el deber del devoto. Tan pronto como puede cantar el santo nombre y las glorias del Señor Supremo, el devoto alcanza, sin duda alguna, la posición liberada. El apego por glorificar al Señor mediante la escucha y el canto de Su santo nombre y de Sus actividades (śravaṇaṁ kīrtanaṁ viṣṇoḥ) nos lleva ciertamente a la posición caracterizada por la ausencia de contaminación material. Debemos cantar canciones genuinas que hayamos recibido de la sucesión discipular. En el Bhagavad-gītā se dice que el canto tiene potencia cuando se realiza siguiendo la sucesión discipular (evaṁ paramparā-prāptam imaṁ rājarṣayo viduḥ). De nada servirá inventar nuevas maneras de cantar. Sin embargo, el canto de los himnos o narraciones que nos han dejado los ācāryas anteriores (mahājano yena gataḥ sa panthāḥ) es sumamente eficaz; es, además, un proceso muy fácil. Esa es la razón de que en este verso Prahlāda Mahārāja emplee la palabra añjaḥ («fácilmente»). Sin duda, el método de aceptar el pensamiento de autoridades excelsas a través de la sucesión discipular es mucho más fácil que el método de la especulación mental, que consiste en tratar de inventar algún medio para comprender la Verdad Absoluta. El mejor proceso es aceptar y seguir las instrucciones de los ācāryas anteriores. De esa forma, la comprensión de Dios y la iluminación espiritual se vuelven muy fáciles. Mediante ese sencillo método, nos liberamos de la contaminación de las modalidades materiales de la naturaleza, y, de ese modo, podemos cruzar el océano de la nesciencia, que está plagado de condiciones miserables. Al seguir los pasos de los grandes ācāryas, nos relacionamos con los haṁsas o paramahaṁsas, personas que están completamente liberadas de la contaminación material. En verdad, si seguimos las instrucciones de los ācāryas, siempre permaneceremos libres de toda contaminación material; de ese modo, nuestra vida será un éxito, pues verá cumplido su objetivo. El mundo material es miserable, sea cual sea nuestro nivel de vida. De esto no hay la menor duda. Los intentos de suavizar las miserias de la existencia material por métodos materiales nunca tendrán éxito. Para ser verdaderamente felices, debemos volvernos conscientes de Kṛṣṇa; de lo contrario, la felicidad es imposible. Alguien podría decir que el progreso en la vida espiritual también supone mucha tapasya, es decir, muchos inconvenientes aceptados voluntariamente. Sin embargo, esos inconvenientes no son tan peligrosos como los intentos de aliviar las miserias por métodos materiales.