Skip to main content

Śrīmad-bhāgavatam 7.7.51-52

Texto

nālaṁ dvijatvaṁ devatvam
ṛṣitvaṁ vāsurātmajāḥ
prīṇanāya mukundasya
na vṛttaṁ na bahu-jñatā
na dānaṁ na tapo nejyā
na śaucaṁ na vratāni ca
prīyate ’malayā bhaktyā
harir anyad viḍambanam

Palabra por palabra

na — no; alam — suficiente; dvijatvam — ser un brāhmaṇa perfecto, de grandes cualidades; devatvam — ser un semidiós; ṛṣitvam — ser una persona santa; — o; asura-ātma-jāḥ — ¡oh, descendientes de asuras!; prīṇanāya — para complacer; mukundasya — de Mukunda, la Suprema Personalidad de Dios; na vṛttam — ni buena conducta; na — no; bahu-jñatā — amplia erudición; na — ni; dānam — caridad; na tapaḥ — ni austeridad; na — ni; ijyā — adoración; na — ni; śaucam — limpieza; na vratāni — ni la ejecución de grandes votos; ca — también; prīyate — se satisface; amalayā — con inmaculado; bhaktyā — servicio devocional; hariḥ — el Señor Supremo; anyat — servicio devocional; viḍambanam — pura pantomima.

Traducción

Mis queridos amigos, ¡oh, hijos de los demonios!, en lo referente a complacer a la Suprema Personalidad de Dios, de nada sirve que sean brāhmaṇas perfectos, semidioses o grandes santos, ni que dominen a la perfección las normas de comportamiento, o que posean una vasta erudición. Ninguna de esas cualidades puede complacer al Señor; tampoco se Le satisface con obras de caridad, austeridades, sacrificios, limpieza o votos. El Señor solo Se complace con quien Le muestra una devoción firme y pura. Sin servicio devocional sincero, todo lo demás es una pantomima.

Significado

La conclusión de Prahlāda Mahārāja es que la perfección se puede alcanzar sirviendo al Señor Supremo sinceramente por todos los medios. La elevación material hasta el nivel de los brāhmaṇas, semidioses, ṛṣis, etc., no despierta el amor por Dios; sin embargo, el que se ocupa con sinceridad en el servicio del Señor, alcanza un grado de conciencia de Kṛṣṇa perfecto. Así lo confirma el Bhagavad-gītā (9.30):

api cet sudurācāro
bhajate mām ananya-bhāk
sādhur eva sa mantavyaḥ
samyag vyavasito hi saḥ

«Aunque alguien cometa la acción más abominable, si está ocupado en servicio devocional, debe ser considerado un santo, porque está apropiadamente situado». La perfección de la vida es llegar a sentir amor puro por Kṛṣṇa. Hay otros procesos que pueden servir de ayuda, pero, si no despiertan el amor por Kṛṣṇa, son una simple pérdida de tiempo.

dharmaḥ svanuṣṭhitaḥ puṁsāṁ
viṣvaksena-kathāsu yaḥ
notpādayed yadi ratiṁ
śrama eva hi kevalam

«Los deberes [dharma] de los hombres, sea cual sea su ocupación, si no hacen que nazca en ellos una atracción por el mensaje del Señor Supremo, no son más que un esfuerzo inútil» (Bhāg. 1.2.8). La prueba de la perfección es la devoción pura por el Señor.