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Śrīmad-bhāgavatam 7.14.10

Texto

tri-vargaṁ nātikṛcchreṇa
bhajeta gṛha-medhy api
yathā-deśaṁ yathā-kālaṁ
yāvad-daivopapāditam

Palabra por palabra

tri-vargam — tres principios, a saber, la religiosidad, el crecimiento económico y la complacencia de los sentidos; na — no; ati-kṛcchreṇa — con un esfuerzo muy intenso; bhajeta — debe realizar; gṛha-medhī — la persona que solo se interesa por la vida familiar; api — aunque; yathā-deśam — conforme al lugar; yathā-kālam — conforme al tiempo; yāvat — tanto como; daiva — por la gracia del Señor; upapāditam — obtenida.

Traducción

El jefe de familia no es un brahmacārī, ni un sannyāsī, ni un vānaprastha, pero tampoco él debe esforzarse arduamente por la religiosidad, el crecimiento económico o la complacencia de los sentidos. Incluso en la vida de familia, es necesario conformarse con mantener el cuerpo y el alma juntos con aquello que, según el lugar y el momento, y con un esfuerzo mínimo, se pueda obtener por la gracia del Señor. Nadie debe ocuparse en ugra-karma.

Significado

En la vida humana hay cuatro principios que satisfacer: dharma, artha, kāma y mokṣa(religión, crecimiento económico, complacencia de los sentidos y liberación). En primer lugar, hay que ser religioso, observando diversas reglas y regulaciones; después, hay que ganar dinero para mantener la familia y satisfacer los sentidos. La ceremonia más importante para la complacencia de los sentidos es el matrimonio, pues las relaciones sexuales son una de las principales necesidades del cuerpo material. Yan maithunādi-gṛhamedhi-sukhaṁ hi tuccham. Las relaciones sexuales no son una exigencia demasiado sublime de la vida, pero tanto hombres como animales necesitan de cierta complacencia de los sentidos, debido a sus tendencias materiales. Es necesario permanecer satisfechos en la vida matrimonial, y no gastar energía en otras formas de complacencia de los sentidos o de vida sexual.

La responsabilidad del crecimiento económico debe recaer principalmente sobre los vaiśyas y losgṛhasthas. La sociedad humana debe dividirse en varṇas y āśramasbrāhmaṇakṣatriyavaiśyaśūdra,brahmacaryagṛhasthavānaprastha y sannyāsa. El crecimiento económico es necesario para losgṛhasthas. Los brāhmaṇas gṛhasthas deben permanecer satisfechos con una vida de adhyayana, adhyāpana, yajana y yājana, es decir, ser sabios eruditos, formar a otros en la sabiduría, aprender a adorar a la Suprema Personalidad de Dios, Viṣṇu, y también enseñar a otros esa adoración del Señor Viṣṇu, o, incluso, de los semidioses. El brāhmaṇa debe hacer esto sin recibir remuneración alguna, pero se le permite recibir caridad de la persona que ha aprendido de él a ser un ser humano. Los kṣatriyas, por su parte, deben ser reyes de un territorio, que deben repartir entre los vaiśyas para que se dediquen a las actividades agrícolas, la protección de la vaca y el comercio. Los śūdras tienen que trabajar; a veces pueden ocuparse en determinadas profesiones, como fabricantes de ropas, tejedores, herreros, orfebres, hojalateros, etc., o pueden hacer el trabajo pesado en la producción de cereales.

Estos son los distintos deberes prescritos mediante los cuales deben ganarse el sustento los hombres; de ese modo, la sociedad humana debe ser simple. Sin embargo, en nuestros días, todo el mundo está consagrado al progreso tecnológico, que en el Bhagavad-gītā se define con la palabra ugra-karma, es decir, un esfuerzo extraordinariamente arduo. Ugra-karma es causa de agitación para la mente humana. Los hombres se ocupan en muchas actividades pecaminosas y se degradan abriendo mataderos, destilerías y fábricas de cigarrillos, así como clubs nocturnos y otros locales destinados al disfrute de los sentidos. De ese modo desperdician la vida. Por supuesto, son los hombres casados quienes se enredan en todas estas actividades; por esa razón, la palabra api que aparece en este verso sirve para aconsejar a los jefes de familia que ni siquiera ellos deben ocuparse en esos extenuantes esfuerzos. Los medios de subsistencia deben ser muy simples. Los que no songṛhasthas, es decir, los brahmacārīsvānaprasthas y sannyāsīs, no deben tener otra ocupación que el esfuerzo por avanzar en la vida espiritual. Esto significa que tres cuartas partes de la población deben abandonar la complacencia de los sentidos y dedicarse solamente al cultivo de conciencia de Kṛṣṇa. Solo una cuarta parte de la población deben ser gṛhasthas, pero deben serlo conforme a las leyes que restringen la complacencia de los sentidos. Los gṛhasthasvānaprasthasbrahmacārīs y sannyāsīs deben emplear toda su energía en el esfuerzo conjunto por volverse conscientes de Kṛṣṇa. Ese tipo de civilización se denominadaiva-varṇāśrama. Uno de los objetivos del movimiento para la conciencia de Kṛṣṇa es establecer ese daiva-varṇāśrama, que, sin embargo, nada tiene que ver con el falso varṇāśrama, en el que no se organizan científicamente los esfuerzos de la sociedad humana.