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Śrīmad-bhāgavatam 7.13.34

Texto

śoka-moha-bhaya-krodha-
rāga-klaibya-śramādayaḥ
yan-mūlāḥ syur nṛṇāṁ jahyāt
spṛhāṁ prāṇārthayor budhaḥ

Palabra por palabra

śoka — lamentación; moha — ilusión; bhaya — temor; krodha — ira; rāga — apego; klaibya — pobreza; śrama — trabajo innecesario; ādayaḥ — etc.; yat-mūlāḥ — la causa original de todo ello; syuḥ — se vuelve; nṛṇām — de los seres humanos; jahyāt — debe abandonar; spṛhām — el deseo; prāṇa — de fuerza física o prestigio; arthayoḥ — y de atesorar dinero; budhaḥ — la persona inteligente.

Traducción

Los seres humanos dotados de inteligencia deben abandonar la causa original de la lamentación, de la ilusión, del temor, de la ira, del apego, de la pobreza y del trabajo innecesario. La causa original de todo ello es el deseo de adquirir dinero y prestigio innecesarios.

Significado

He aquí la diferencia entre la civilización védica y la moderna civilización demoníaca. La civilización védica se preocupaba del logro de la autorrealización; con ese fin, se recomendaba disponer de un pequeño volumen de ingresos para mantener juntos el alma y el cuerpo. La sociedad se dividía en brāhmaṇas,kṣatriyasvaiśyas, y śūdras, y los miembros de esa sociedad limitaban sus esfuerzos a resolver las necesidades más elementales. Los brāhmaṇas, en particular, no debían tener deseos materiales. Loskṣatriyas tenían que gobernar al pueblo, y para ello necesitaban dinero y prestigio. Los vaiśyas estaban satisfechos con la producción agrícola y la leche de las vacas; si, llegado el caso, había excedentes en la producción, se permitía el comercio. Los śūdras también eran felices, pues las tres clases superiores les proveían de alimento y refugio. Sin embargo, en la demoníaca civilización de nuestros días, no existen nibrāhmaṇas ni kṣatriyas; solo hay una supuesta clase obrera y una floreciente clase mercantil sin ningún objetivo en la vida.

Según la civilización védica, la perfección suprema de la vida es entrar en la orden de sannyāsa, pero, en la actualidad, la gente no conoce por qué razón hay que aceptar sannyāsa. Existe el erróneo concepto de que entrar en la orden de sannyāsa es una manera de evadirse de las responsabilidades sociales. Sin embargo, no es ese el motivo para entrar en la orden de sannyāsa. Por lo general, sannyāsa es la cuarta etapa de la vida espiritual. Se comienza como brahmacārī, para luego pasar a gṛhasthavānaprastha, y, finalmente, asannyāsī, a fin de aprovechar el tiempo de vida dedicándose por entero al cultivo de la autorrealización.Sannyāsa no significa pedir de puerta en puerta para conseguir dinero y complacer los sentidos. Sin embargo, en Kali-yuga no se recomienda tomar sannyāsa antes de tiempo, pues todo el mundo se siente más o menos inclinado hacia la complacencia de los sentidos. En su Néctar de la instrucción (2), Śrīla Rūpa Gosvāmī escribe:

atyāhāraḥ prayāsaś ca
prajalpo niyamāgrahaḥ
jana-saṅgaś ca laulyaṁ ca
ṣaḍbhir bhaktir vinaśyati

«Cuando alguien se enreda demasiado en las seis actividades que se enumeran a continuación, su servicio devocional queda arruinado: (1) comer más de lo necesario, o atesorar más dinero del que se necesita; (2) esforzarse en exceso por cosas mundanas muy difíciles de obtener; (3) hablar innecesariamente de temas mundanos; (4) practicar las reglas y regulaciones de las Escrituras solamente por seguirlas, y no por avanzar espiritualmente, o rechazar esas reglas y regulaciones y actuar de modo independiente o caprichoso; (5) relacionarse con personas mundanas sin interés en el cultivo de conciencia de Kṛṣṇa; y (6) codiciar logros mundanos». El sannyāsī debe tener una institución para predicar conciencia de Kṛṣṇa; no tiene necesidad de guardar dinero para sí mismo. En nuestro movimiento para la conciencia de Kṛṣṇa recomendamos que, en cuanto se disponga de dinero, el cincuenta por ciento se invierta en imprimir libros, y el otro cincuenta por ciento se emplee para gastos, en especial para establecer centros por todo el mundo. Los administradores del movimiento para la conciencia de Kṛṣṇa deben extremar su prudencia en este sentido. De lo contrario, el dinero será causa de lamentación, ilusión, temor, ira, apego material, pobreza material, y trabajos arduos e innecesarios. Cuando vivía solo en Vṛndāvana, nunca traté de construir maṭhās, templos, sino que me sentía perfectamente satisfecho con la pequeña cantidad de dinero que me reportaba la venta de la revista Back to Godhead; con eso tenía suficiente para mantenerme e imprimir. Cuando salí al extranjero, viví conforme al mismo principio; sin embargo, cuando los europeos y americanos comenzaron a aportar dinero en abundancia, comencé a abrir templos y establecí la adoración de la Deidad. Este mismo principio debe seguir vigente. Todo el dinero que se colecte debe emplearse en el servicio de Kṛṣṇa. No se debe destinar a la complacencia de los sentidos ni una sola moneda. Ese es el principio bhāgavata.