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Śrīmad-bhāgavatam 7.10.64

Texto

devo ’suro naro ’nyo vā
neśvaro ’stīha kaścana
ātmano ’nyasya vā diṣṭaṁ
daivenāpohituṁ dvayoḥ

Palabra por palabra

devaḥ — los semidioses; asuraḥ — los demonios; naraḥ — los humanos; anyaḥ — o cualesquiera otros; — o; na — no; īśvaraḥ — el controlador supremo; asti — es; iha — en este mundo; kaścana — nadie; ātmanaḥ — de uno mismo; anyasya — de otros; — o; diṣṭam — el destino; daivena — dado por el Señor Supremo; apohitum — contrarrestar; dvayoḥ — de ambos.

Traducción

Maya Dānava dijo: Lo que el Señor Supremo nos ha destinado, a nosotros mismos, a los demás, y a todos conjuntamente, no hay ninguna persona en ningún lugar que pueda impedirlo, ni entre los semidioses, ni entre los demonios, ni entre los seres humanos ni en cualquier otra especie.

Significado

El Señor Supremo es uno, Kṛṣṇa, el viṣṇu-tattva. Kṛṣṇa Se expande en expansiones personales viṣṇu-tattva (svāṁśa), que lo controlan todo. Maya Dānava dijo: «Yo, tú, o los dos juntos, podemos elaborar algún plan, pero lo que tiene que ocurrir es el Señor quien lo planea. Nadie verá realizarse sus planes sin que Él lo apruebe». Podemos confeccionar muchos planes, pero, sin la aprobación de la Suprema Personalidad de Dios, Viṣṇu, nunca se cumplirán. Las entidades vivientes elaboran cientos de millones de planes en distintas especies, pero, sin la aprobación del Señor, todos ellos son inútiles.