SB 5.12.12
na cejyayā nirvapaṇād gṛhād vā
na cchandasā naiva jalāgni-sūryair
vinā mahat-pāda-rajo-'bhiṣekam
El devoto puro puede otorgar el verdadero conocimiento de la bienaventuranza trascendental a todo el mundo. Vedeṣu durlabham adurlabham ātma-bhaktau. Para obtener la perfección de la vida espiritual no basta con seguir las directrices de los Vedas. Hay que acudir a un devoto puro: anyābhilāśitā- śūnyaṁ jñāna-karmādy-anāvṛtam. Por la gracia de ese devoto, podemos entender a Kṛṣṇa, la Verdad Absoluta, y la relación que nos une a Él. Los materialistas a veces piensan que para comprender la Verdad Absoluta basta con permanecer en el hogar realizando actividades piadosas. Eso se niega en este verso. Y, para entender la Verdad Absoluta, tampoco basta con seguir las reglas y regulaciones de brahmacārya (celibato). Hay que servir al devoto puro. Indefectiblemente, eso nos ayudará a comprender la Verdad Absoluta.