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Śrīmad-bhāgavatam 4.7.17

Texto

vaiṣṇavaṁ yajña-santatyai
tri-kapālaṁ dvijottamāḥ
puroḍāśaṁ niravapan
vīra-saṁsarga-śuddhaye

Palabra por palabra

vaiṣṇavam — destinado al Señor Viṣṇu o Sus devotos; yajña — sacrificio; santatyai — para ejecuciones; tri-kapālam — tres tipos de ofrendas; dvija-uttamāḥ — los brāhmaṇas principales; puroḍāśam — la oblación denominada puroḍāśa; niravapan — ofrecida; vīra — Vīrabhadra y otros seguidores del Señor Śiva; saṁsarga — contaminación (doṣa) debida a su contacto; śuddhaye — para purificar.

Traducción

A continuación, y para reanudar las actividades de sacrificio, los brāhmaṇas empezaron por purificar el recinto del sacrificio de la contaminación debida al contacto de Vīrabhadra y los demás seres fantasmales, los seguidores del Señor Śiva. Después dispusieron lo necesario para ofrecer al fuego las oblaciones puroḍāśa.

Significado

Los seguidores y devotos del Señor Śiva, encabezados por Vīrabhadra, reciben el nombre de vīras, y son demonios fantasmales. No únicamente contaminaron todo el recinto de sacrificio con su sola presencia, sino que además lo echaron todo a perder con sus excrementos y orines. Por consiguiente, había que empezar por purificar el lugar de la contaminación que habían creado, y el método para hacerlo consistía en ofrecer oblaciones puroḍāśa. Para ejecutar un viṣṇu-yajña, una ofrenda al Señor Viṣṇu, no puede haber suciedad. Ofrecer algo sin la debida limpieza se denomina sevāparādha. La adoración de la Deidad de Viṣṇu en el templo también es viṣṇu-yajña. Por esa razón, en los templos de Viṣṇu, el sacerdote que se ocupa en arcanā-vidhi tiene que ser muy limpio. Todo debe estar siempre muy limpio y ordenado, y los alimentos se deben preparar con mucho orden y limpieza. Estos principios regulativos se explican en El néctar de la devoción. En el desempeño del servicio de arcanā hay treinta y dos ofensas a evitar. Por eso es preciso poner extremo cuidado en no ser sucio. Por lo general, cada vez que se va a celebrar una ceremonia ritual, se empieza por cantar el santo nombre del Señor Viṣṇu, a fin de purificar la atmósfera. Sea cual sea nuestro estado de pureza, tanto externa como interna, si cantamos el santo nombre de la Suprema Personalidad de Dios, o si tan solo lo recordamos, de inmediato quedamos purificados. Los seguidores del Señor Śiva, encabezados por Vīrabhadra, profanaron con su presencia el recinto de yajña, que, por esa razón, tenía que ser santificado. A pesar de la presencia supremamente auspiciosa del Señor Śiva, todavía era necesario santificar el lugar, porque sus seguidores habían irrumpido en el recinto y habían cometido toda clase de actos repugnantes. La única forma que había de santificar el lugar era mediante el canto del santo nombre de Viṣṇu, Trikapāla, que puede santificar los tres mundos. En otras palabras, con esto se admite que los seguidores del Señor Śiva suelen ser sucios. Ni siquiera cuidan los aspectos de higiene corporal: no suelen bañarse, se dejan crecer el pelo y fuman gāñjā. Sus hábitos irregulares les sitúan en la categoría de los fantasmas. Su presencia en el recinto de sacrificio contaminó toda la atmósfera, y para santificarla hubo que ofrecer oblaciones trikapāla, que son signo de la invocación del favor de Viṣṇu.