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Śrīmad-bhāgavatam 4.28.58

Texto

vipaṇas tu kriyā-śaktir
bhūta-prakṛtir avyayā
śakty-adhīśaḥ pumāṁs tv atra
praviṣṭo nāvabudhyate

Palabra por palabra

vipaṇaḥ — almacenes; tu — entonces; kriyā-śaktiḥ — la energía para las actividades, o los sentidos para la acción; bhūta — los cinco elementos densos; prakṛtiḥ — los elementos materiales; avyayā — eternos; śakti — la energía; adhīśaḥ — controlador; pumān — hombre; tu — entonces; atra — aquí; praviṣṭaḥ — habiendo entrado; na — no; avabudhyate — expuesta al conocimiento.

Traducción

Los cinco almacenes son los cinco órganos de los sentidos para la acción, que llevan a cabo sus transacciones por medio de la fuerza combinada de los cinco elementos, que son eternos. Más allá de toda esa actividad está el alma, que en realidad es una persona y un disfrutador. Sin embargo, ahora, como está oculta en la ciudad del cuerpo, carece de conocimiento.

Significado

La entidad viviente entra en la creación material con la ayuda de los cinco elementos —tierra, agua, fuego, aire y éter—, y así se forma su cuerpo. La entidad viviente, aunque actúa desde dentro, es desconocida. La entidad viviente entra en la creación material, pero como está confundida por la energía material, parece estar oculta. El predominio del concepto corporal de la vida se debe a la ignorancia (nāvabudhyate). A la inteligencia suele atribuírsele género femenino, pero en este verso se habla de ella como adhīśaḥ, el controlador, debido al papel predominante que juega en todas las actividades. La entidad viviente vive mediante el fuego, el agua y los cereales. El cuerpo se mantiene gracias a la combinación de esos tres elementos. Por consiguiente, el cuerpo recibe el nombre de prakṛti, creación material. Los elementos se combinan y forman carne, huesos, sangre, etc., que pueden considerarse como diversas viviendas. En los Vedas se dice que los alimentos digeridos acaban dividiéndose en tres partes: La parte sólida se convierte en excremento, y la parte semilíquida, en carne. La parte líquida se vuelve amarilla y se vuelve a dividir en tres partes. Una de esas partes líquidas es la orina. De manera similar, la parte de fuego se divide en tres, una de las cuales se llama hueso. Entre los cinco elementos, los más importantes son el fuego, el agua y los cereales. Esos tres son los que se mencionan en el verso anterior, mientras que el cielo (éter), y el aire, no se mencionan. Todo esto se explica en el Bhagavad-gītā (13.20):

prakṛtiṁ puruṣaṁ caiva
viddhy anādī ubhāv api
vikārāṁś ca guṇāṁś caiva
viddhi prakṛti-sambhavān

«Debes saber que la naturaleza material y las entidades vivientes no tienen principio. Sus transformaciones y las modalidades de la materia son productos de la naturaleza material». Prakṛti, la naturaleza material, y puruṣa, la entidad viviente, son eternas. Cuando se ponen en contacto, se producen una serie de reacciones y manifestaciones, todas las cuales deben considerarse el resultado de la interacción de las tres modalidades de la naturaleza material.