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Śrīmad-bhāgavatam 4.24.67

Texto

kas tvat-padābjaṁ vijahāti paṇḍito
yas te ’vamāna-vyayamāna-ketanaḥ
viśaṅkayāsmad-gurur arcati sma yad
vinopapattiṁ manavaś caturdaśa

Palabra por palabra

kaḥ — quién; tvat — Tus; pada-abjam — pies de loto; vijahāti — evita; paṇḍitaḥ — erudito; yaḥ — quien; te — a Ti; avamāna — ridiculizar; vyayamāna — disminuir; ketanaḥ — este cuerpo; viśaṅkayā — sin duda alguna; asmat — nuestro; guruḥ — maestro espiritual, padre; arcati — adora; sma — en el pasado; yat — ese; vinā — sin; upapattim — agitación; manavaḥ — los manus; catuḥ-daśa — catorce.

Traducción

Mi querido Señor, toda persona erudita sabe que, si no Te adora, su vida no vale nada. Sabiendo esto, ¿cómo podría dejar de adorar Tus pies de loto? Nuestro mismo padre y maestro espiritual, el Señor Brahmā, Te adoró con resolución, y los catorce manus han seguido sus pasos.

Significado

La palabra paṇḍita significa «hombre sabio». ¿Quién es verdaderamente sabio? En el Bhagavad-gītā (7.19) se le describe de la siguiente manera:

bahūnāṁ janmanām ante
jñānavān māṁ prapadyate
vāsudevaḥ sarvam iti
sa mahātmā sudurlabhaḥ

«Después de muchos nacimientos y muertes, aquel que verdaderamente posee conocimiento se rinde a Mí, sabiendo que Yo soy la causa de todas las causas y de todo lo que existe. Esa gran alma es muy difícil de encontrar».

Así pues, cuando alcanza la verdadera sabiduría, después de muchas vidas y muchos intentos caprichosos de autorrealización, el hombre sabio se entrega a la Suprema Personalidad de Dios, Kṛṣṇa. Ese mahātmā, esa persona erudita, sabe que Kṛṣṇa, Vāsudeva, lo es todo (vāsudevaḥ sarvam iti). Las personas eruditas siempre piensan que quien no es devoto y no adora al Señor Kṛṣṇa está desperdiciando su vida. También Śrīla Rūpa Gosvāmī dice que el devoto, al avanzar espiritualmente, comprende que debe ser reservado y perseverante (kṣāntiḥ), y que debe ocuparse en el servicio del Señor sin perder el tiempo (avyartha-kālatvam). También debe estar desapegado del atractivo de la materia (viraktiḥ), y no debe anhelar respeto material alguno como resultado de sus actividades (māna-śūnyatā). Debe tener confianza plena en que Kṛṣṇa le otorgará Su misericordia (āśā-bandhaḥ), y siempre debe estar muy deseoso de servir al Señor fielmente (samutkaṇṭhā). El hombre sabio siempre está muy deseoso de glorificar al Señor cantando y escuchando (nāma-gāne sadā ruciḥ); así mismo, también está deseoso de describir Sus cualidades trascendentales (āsaktis tad-guṇākhyāne). Debe sentir atracción por los lugares en que el Señor llevó a cabo Sus pasatiempos (prītis tad-vasati-sthale). Estas son características del devoto avanzado.

El devoto avanzado, es decir, el ser humano perfecto que es verdaderamente sabio y erudito, no puede dejar de servir los pies de loto del Señor. La vida del Señor Brahmā es muy larga (4 320 000 000 años son doce horas de uno de sus días), pero aun así, Brahmā teme a la muerte, y en consecuencia se ocupa en el servicio devocional del Señor. De la misma manera, todos los manus que aparecen y desaparecen durante el día de Brahmā también se ocupan en el servicio devocional del Señor. En un día de Brahmā aparecen y desaparecen catorce manus. El primero de ellos es Svāyambhuva Manu. Cada manu vive durante setenta y un yugas, y cada yuga dura 4 320 000 años. A pesar de que su vida es muy larga, los manus se preparan para la siguiente vida ocupándose en el servicio devocional del Señor. En esta era, los seres humanos solo viven de sesenta a ochenta años, y ese corto período está disminuyendo poco a poco. Por lo tanto, la necesidad de emprender la adoración de los pies de loto del Señor con el canto constante del mantra Hare Kṛṣṇa, como recomienda el Señor Caitanya Mahāprabhu, es todavía más imperiosa.

tṛṇād api sunīcena
taror iva sahiṣṇunā
amāninā mānadena
kīrtanīyaḥ sadā hariḥ

(Śikṣāṣṭaka 3)

La persona que se ocupa en servicio devocional, a menudo se ve rodeada de gente envidiosa y de muchos enemigos que tratan de vencerle o detenerle. Eso no es nuevo, ni exclusivo de la era actual, pues hace muchísimo tiempo, Prahlāda Mahārāja, por ocuparse en el servicio devocional del Señor, sufrió la persecución de Hiraṇyakaśipu, su demoníaco padre. Los ateos siempre están dispuestos a perseguir al devoto; la sugerencia de Caitanya Mahāprabhu, por consiguiente, es que hay que ser muy tolerante con ellos. No obstante, hay que continuar cantando el mantra Hare Kṛṣṇa y predicando su canto, porque esa prédica y ese canto constituyen la perfección de la vida. Hay que cantar y predicar acerca de lo urgente que es alcanzar la perfección de la vida en todos los aspectos. Así pues, hay que ocuparse en el servicio devocional del Señor y seguir los pasos de los ācāryas anteriores, empezando por el Señor Brahmā, etc.