Skip to main content

Śrīmad-bhāgavatam 4.23.29

Texto

maitreya uvāca
stuvatīṣv amara-strīṣu
pati-lokaṁ gatā vadhūḥ
yaṁ vā ātma-vidāṁ dhuryo
vainyaḥ prāpācyutāśrayaḥ

Palabra por palabra

maitreyaḥ uvāca — el gran sabio Maitreya continuó diciendo; stuvatīṣu — mientras glorificaban; amara-strīṣu — por las esposas de los habitantes del cielo; pati-lokam — el planeta al que su esposo había ido; gatā — llegar; vadhūḥ — la esposa; yam — donde; — o; ātma-vidām — de las almas autorrealizadas; dhuryaḥ — el más elevado; vainyaḥ — el hijo del rey Vena (Pṛthu Mahārāja); prāpa — obtuvo; acyuta-āśrayaḥ — bajo la protección de la Suprema Personalidad de Dios.

Traducción

El gran sabio Maitreya continuó diciendo: Mi querido Vidura, cuando las esposas de los habitantes del cielo estaban hablando entre si con esas palabras, la reina Arci llegó al planeta que había alcanzado su esposo, Mahārāja Pṛthu, la más elevada de las almas autorrealizadas.

Significado

Según las Escrituras védicas, la mujer que muere con su esposo, o entra en las llamas de su pira funeraria, alcanza también el mismo planeta que su esposo. En el mundo material, tal como hay un planeta Pitṛloka, también existe un planeta denominado Patiloka. Pero en este verso, la palabra pati-loka no se refiere a ningún planeta de este universo material, pues Pṛthu Mahārāja, que era la más elevada de las almas autorrealizadas, ciertamente regresó al hogar, de vuelta a Dios, y alcanzó uno de los planetas Vaikuṇṭhas. La reina Arci también entró en Patiloka, pero ese planeta no está en el universo material, pues en realidad entró en el planeta al que había llegado su esposo. En el mundo material, cuando una mujer muere con su esposo, en la siguiente vida se une de nuevo a él. De manera similar, Mahārāja Pṛthu y la reina Arci se unieron en los planetas Vaikuṇṭhas. En esos planetas hay matrimonios, pero no conciben hijos ni sostienen relaciones sexuales. Allí los cónyuges son extraordinariamente hermosos, y se siente atraídos el uno al otro, pero no tienen relaciones sexuales. En verdad, la vida sexual no les parece en absoluto agradable, pues ambos están siempre absortos en el plano de conciencia de Kṛṣṇa, glorificando al Señor y cantando Sus glorias.

Bhaktivinoda Ṭhākura explica también que un matrimonio puede hacer de su hogar un lugar como Vaikuṇṭha, incluso mientras están en el mundo material. Si están absortos en el plano de conciencia de Kṛṣṇa, los esposos pueden vivir en Vaikuṇṭha incluso en este mundo; solo tienen que instalar la Deidad del Señor en su hogar y servirla siguiendo las directrices de los śāstras. De esa manera, nunca sentirán el impulso sexual. Esa es la prueba del avance en el servicio devocional. El que es avanzado en el servicio devocional nunca siente atracción por la vida sexual; tan pronto como se desapega de la vida sexual, y en la misma medida, se apega al servicio del Señor, está experimentando, de hecho, la vida de los planetas Vaikuṇṭhas. En última instancia, en realidad el mundo material no existe, pero cuando olvidamos el servicio del Señor y nos ocupamos en el servicio de nuestros sentidos, se dice que vivimos en el mundo material.