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Śrīmad-bhāgavatam 4.20.16

Texto

varaṁ ca mat kañcana mānavendra
vṛṇīṣva te ’haṁ guṇa-śīla-yantritaḥ
nāhaṁ makhair vai sulabhas tapobhir
yogena vā yat sama-citta-vartī

Palabra por palabra

varam — bendición; ca — también; mat — de Mí; kañcana — la que quieras; mānava-indra — ¡oh, líder de los seres humanos!; vṛṇīṣva — por favor, pide; te — tus; aham — Yo; guṇa-śīla — por cualidades elevadas y comportamiento excelente; yantritaḥ — estar cautivado; na — no; aham — Yo; makhaiḥ — con sacrificios; vai — ciertamente; su-labhaḥ — que se obtiene fácilmente; tapobhiḥ — con austeridades; yogena — con la práctica del yoga místico; — o; yat — por lo cual; sama-citta — en la persona equilibrada; vartī — estar situado.

Traducción

Mi querido rey, tus elevadas cualidades y tu excelente comportamiento me han cautivado, por lo cual Me siento favorablemente inclinado hacia ti. De modo que puedes pedirme la bendición que desees. Es muy difícil que alguien que no posea unas cualidades y un comportamiento elevados pueda obtener Mi favor con la simple celebración de sacrificios, con austeridades rigurosas o con el yoga místico. Pero Yo siempre Me mantengo equilibrado en el corazón de aquel que se mantiene equilibrado en toda circunstancia.

Significado

El Señor Viṣṇu, muy complacido con la personalidad y el comportamiento del rey Pṛthu, le ofreció una bendición. El Señor dice con toda claridad que la celebración de grandes sacrificios o la práctica de las austeridades del yoga místico no pueden satisfacerle. Él solo Se complace ante un comportamiento y un carácter elevados, que solo el devoto puro del Señor puede manifestar. Todo el que cultiva un servicio devocional puro y sin mezclas hacia el Señor, adquiere las buenas cualidades originales del alma espiritual. Como parte integral de la Suprema Personalidad de Dios, el alma espiritual tiene todas las buenas cualidades del Señor. Cuando el alma espiritual se contamina con las modalidades materiales de la naturaleza, se la puede considerar buena o mala con respecto a esas cualidades materiales. Pero en la persona trascendental a las cualidades materiales se manifiestan todas las buenas cualidades. La lista de esas cualidades del devoto, que se elevan a veintiséis, es la siguiente: (1) bondadoso con todos, (2) no riñe con nadie, (3) está fijo en la Verdad Absoluta, (4) es ecuánime, (5) intachable, (6) caritativo, (7) afable, (8) limpio, (9) sencillo, (10) benévolo, (11) pacífico, (12) completamente apegado a Kṛṣṇa, (13) no anhela nada material, (14) es manso, (15) estable, (16) con dominio de sí mismo, (17) no come más de lo necesario, (18) es sensato, (19) respetuoso, (20) humilde, (21) grave, (22) compasivo, (23) amistoso, (24) poético, (25) experto, (26) silencioso. El Señor Se satisface cuando la entidad viviente adquiere las cualidades trascendentales, y no con la práctica artificial de sacrificios y de yoga místico. En otras palabras, solo aquel que se capacita para ser un devoto puro del Señor puede aspirar a la liberación del enredo material.