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Śrīmad-bhāgavatam 3.9.11

Texto

tvaṁ bhakti-yoga-paribhāvita-hṛt-saroja
āsse śrutekṣita-patho nanu nātha puṁsām
yad-yad-dhiyā ta urugāya vibhāvayanti
tat-tad-vapuḥ praṇayase sad-anugrahāya

Palabra por palabra

tvam — a Ti; bhakti-yoga — con servicio devocional; paribhāvita — estando dedicado cien por ciento; hṛt — del corazón; saroje — en el loto; āsse — Tú resides; śruta-īkṣita — visto a través del oído; pathaḥ — el sendero; nanu — ahora; nātha — ¡oh, mi Señor!; puṁsām — de los devotos; yat-yat — cualquiera; dhiyā — por meditar; te — Tuya; urugāya — ¡oh, Tú, el de las múltiples glorias!; vibhāvayanti — ellos piensan específicamente en; tat-tat — la misma; vapuḥ — forma trascendental; praṇayase — Tú manifiestas; sat-anugrahāya — para conferir Tu misericordia sin causa.

Traducción

¡Oh, mi Señor! Tu devoto puede verte a través de los oídos mediante el proceso de oír genuinamente, y en esa forma su corazón se limpia, y Tú Te sitúas en él. Eres tan misericordioso con Tus devotos, que Te manifiestas en la forma eterna trascendental específica en la que ellos siempre piensan en Ti.

Significado

La afirmación que se hace aquí de que el Señor Se manifiesta ante el devoto en la forma en que al devoto le gusta adorarlo, indica que el Señor Se subordina al deseo del devoto; tanto es así, que Se manifiesta en la forma específica que exige el devoto. El Señor satisface esa exigencia del devoto, debido a que es dócil en términos del servicio amoroso trascendental del devoto. Esto también se confirma en el Bhagavad-gītā (4.11): ye yathā māṁ prapadyante tāṁs tathaiva bhajāmy aham. Sin embargo, hemos de notar que el Señor no es nunca el abastecedor de pedidos del devoto. Aquí, en este verso, se menciona particularmente: tvaṁ bhakti-yoga-paribhāvita. Esto se refiere a la eficiencia que se logra a través de la ejecución del servicio devocional maduro, o prema, amor por Dios. Este estado de prema se logra mediante el proceso gradual de desarrollo que comienza con fe y culmina en el amor. Por fe, uno se relaciona con devotos genuinos, y mediante esa relación puede dedicarse al servicio devocional genuino, lo cual incluye la debida iniciación y la ejecución de los deberes devocionales primarios que se prescriben en las Escrituras reveladas. Esto se indica claramente aquí mediante la palabra śrutekṣita. El sendero śrutekṣita consiste en oír a devotos genuinos que están versados en el conocimiento védico, libres de sentimentalismos mundanos. Mediante este proceso genuino de oír, el devoto neófito se limpia de toda la basura material, y de esa manera se apega a una de las muchas formas trascendentales del Señor que se describen en los Vedas.

Este apego del devoto a una forma específica del Señor se debe a una inclinación natural. Todas y cada una de las entidades vivientes están apegadas originalmente a un tipo particular de servicio trascendental, debido a que son eternamente servidores del Señor. Śrī Caitanya dice que la entidad viviente es eternamente un servidor de la Suprema Personalidad de Dios, Śrī Kṛṣṇa. Por consiguiente, cada entidad viviente tiene un tipo particular de relación de servicio con el Señor, eternamente. Ese apego particular se invoca mediante la práctica del servicio devocional regulativo del Señor, y así el devoto se apega a la forma eterna del Señor, tal como alguien que ya está apegado eternamente. Ese apego por una forma específica del Señor se denomina svarūpa-siddhi. El Señor Se sitúa en el corazón de loto del devoto en la forma eterna que el devoto puro desea, y de esa manera el Señor no Se aparta del devoto, como se confirma en el verso anterior. Sin embargo, el Señor no Se revela a un adorador casual o no auténtico, para que este Lo explote. Eso se confirma en el Bhagavad-gītā (7.25): nāhaṁ prakāśaḥ sarvasya yoga-māyā-samāvṛtaḥ. Por el contrario, mediante yoga-māyā, el Señor permanece oculto para los no devotos o devotos casuales que están sirviendo su complacencia de los sentidos. El Señor nunca es visible a los seudo-devotos que adoran a los semidioses que están a cargo de los asuntos universales. Se concluye entonces que el Señor no puede volverse abastecedor de pedidos de un seudo-devoto, pero siempre está dispuesto a responder a los deseos de un devoto puro e incondicional que esté libre de todos los vestigios de la infección material.