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Śrīmad-bhāgavatam 3.32.27

Texto

etāvān eva yogena
samagreṇeha yoginaḥ
yujyate ’bhimato hy artho
yad asaṅgas tu kṛtsnaśaḥ

Palabra por palabra

etāvān — de esas dimensiones; eva — exactamente; yogena — por medio de la práctica del yoga; samagreṇa — todo; iha — en este mundo; yoginaḥ — del yogī; yujyate — se alcanza; abhimataḥ — deseado; hi — ciertamente; arthaḥ — propósito; yat — que; asaṅgaḥ — desapego; tu — ciertamente; kṛtsnaśaḥ — por completo.

Traducción

El nivel más alto de comprensión que comparten todos los yogīs es el desapego completo de la materia, que puede alcanzarse con distintos tipos de yoga.

Significado

Hay tres clases de yoga: bhakti-yoga, jñāna-yoga y aṣṭāṅga-yoga. Tanto los devotos como los jñānīs y los yogīs, todos tratan de salir del enredo material. Los jñānīs tratan de desapegar las actividades de sus sentidos de las ocupaciones materiales. El jñāna-yogī piensa que la materia es falsa, y que el Brahman es verdadero; en consecuencia, mediante el cultivo de conocimiento, trata de que sus sentidos se desapeguen del disfrute material. Los aṣṭāṅga-yogīs también tratan de controlar los sentidos. Los devotos, sin embargo, tratan de ocupar los sentidos en el servicio del Señor. Por lo tanto, se entiende que las actividades de los bhaktas, los devotos, son mejores que las de los jñānīs y los yogīs. Los yogīs místicos simplemente tratan de controlar los sentidos por medio de la práctica de las ocho divisiones del yoga: yama, niyama, āsana, prāṇāyāma, pratyāhāra, etc. Los jñānīs tratan de entender con razonamientos mentales que el disfrute de los sentidos es falso. Pero el proceso más fácil y directo es ocupar los sentidos en el servicio del Señor.

Todos los yogas tienen como propósito conseguir que nuestras actividades sensoriales se desapeguen del mundo material. Pero sus objetivos finales son diferentes. Los jñānīs desean volverse uno con la refulgencia del Brahman, los yogīs desean percibir Paramātmā, y los devotos desean ser conscientes de Kṛṣṇa y ocuparse en el servicio amoroso trascendental del Señor. Ese servicio amoroso es el estado de perfecto control de los sentidos. En realidad, los sentidos son signos activos de la vida, y no es posible pararlos. Solo pueden desapegarse mediante una ocupación superior. Como se confirma en el Bhagavad-gītā: paraṁ dṛṣṭvā nivartate: La manera de detener la actividad de los sentidos es dándoles una ocupación superior. La ocupación suprema es ocupar los sentidos al servicio del Señor. Ese es el propósito de todos los yogas.