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Śrīmad-bhāgavatam 3.29.15

Texto

niṣevitenānimittena
sva-dharmeṇa mahīyasā
kriyā-yogena śastena
nātihiṁsreṇa nityaśaḥ

Palabra por palabra

niṣevitena — ejecutado; animittena — sin apego por el resultado; sva-dharmeṇa — mediante los deberes prescritos; mahīyasā — gloriosos; kriyā-yogena — mediante actividades devocionales; śastena — auspiciosas; na — sin; atihiṁsreṇa — excesiva violencia; nityaśaḥ — con regularidad.

Traducción

El devoto debe ejecutar sus deberes prescritos, que son gloriosos, sin ganancia material alguna. Sin excesiva violencia, debe ejecutar sus actividades devocionales con regularidad.

Significado

Los brāhmaṇas, kṣatriyas, vaiśyas y śūdras deben ejecutar sus deberes prescritos de acuerdo con sus posiciones sociales respectivas. Los deberes prescritos para las cuatro clases de hombres que componen la sociedad humana se explican también en el Bhagavad-gītā. Las actividades de los brāhmaṇas son controlar los sentidos y ser devotos sencillos, limpios y eruditos. Los kṣatriyas tienen don de mando, no sienten miedo en el campo de batalla y son caritativos. Los vaiśyas, la clase mercantil, se dedican al comercio, cuidan de las vacas y fomentan la producción agrícola. Los śūdras, la clase obrera, sirven a las clases superiores, pues ellos mismos, como clase, no son muy inteligentes.

Como se confirma en el Bhagavad-gītā, sva-karmaṇā tam abhyarcya: Todos pueden servir al Señor Supremo ejecutando el deber prescrito para su posición. No se trata de que solo los brāhmaṇas puedan servir al Señor Supremo, y que los śūdras no puedan. Todos pueden servir al Señor Supremo por medio de la ejecución de sus deberes prescritos bajo la dirección de un maestro espiritual, un representante de la Suprema Personalidad de Dios. Nadie debe pensar que sus deberes prescritos son inferiores. El brāhmaṇa puede servir al Señor mediante la inteligencia, y el kṣatriya, con las artes militares, tal como sirvió Arjuna a Kṛṣṇa. Arjuna era un guerrero; no tenía tiempo para estudiar el Vedānta u otros libros de alto nivel intelectual. Las doncellas de Vrajadhāma habían nacido en la clase vaiśya, y se dedicaban a cuidar vacas y a la producción agrícola. Tanto Nanda Mahārāja, el padre adoptivo de Kṛṣṇa, como sus parientes y amigos eran vaiśyas. No eran personas educadas, pero podían servir a Kṛṣṇa, amándole y ofreciéndoselo todo. De la misma manera, hay muchos ejemplos de caṇḍālas —los que son menos que śūdras—, que sirvieron a Kṛṣṇa. Al sabio Vidura se le consideraba śūdra, pues su madre lo era. No se hacen diferencias, pues el Señor declara en el Bhagavad-gītā que cualquiera que se ocupe específicamente en servicio devocional se elevará, sin lugar a dudas, a la posición trascendental. Todos los deberes prescritos son gloriosos si se ejecutan como servicio devocional al Señor, sin ningún deseo de ganancia. Ese servicio debe ejecutarse sin motivo, sin impedimentos y de manera espontánea. Kṛṣṇa es digno de ser amado, y debemos servirle en la medida de nuestras posibilidades. Eso es servicio devocional puro.

Otra frase significativa de este verso es nātihiṁsreṇa («con la mínima violencia o sacrificio de vidas»). Aun en el caso de que deba recurrir a la violencia, el devoto no debe ir más allá de lo estrictamente necesario. A veces nos preguntan: «Usted nos pide que no comamos carne, pero usted come verdura. ¿Piensa acaso que eso no es violencia?». La respuesta es que comer verdura es violencia, y que también los vegetarianos son violentos con otras entidades vivientes, pues los vegetales también tienen vida. Los no devotos matan vacas, cabras y muchos otros animales para comérselos, y el devoto, que es vegetariano, también mata. Pero aquí es significativa la afirmación de que toda entidad viviente tiene que matar para vivir; esa es la ley de la naturaleza. Jīvo jīvasya jīvanam: Una entidad viviente es la vida de otra entidad viviente. Pero el ser humano debe reducir esa violencia al mínimo imprescindible.

El ser humano no debe comer nada sin ofrecérselo a la Suprema Personalidad de Dios. Yajña-śiṣṭāśinaḥ santaḥ: Comiendo alimentos ofrecidos a Yajña, la Suprema Personalidad de Dios, nos liberamos de todas las reacciones pecaminosas. Por esa razón, el devoto solo comeprasāda, alimentos ofrecidos al Señor Supremo, y Kṛṣṇa dice que cuando un devoto Le ofrece con devoción alimentos procedentes del reino vegetal, Él los come. El devoto debe ofrecer a Kṛṣṇa alimentos a base de productos vegetales. Si el Señor Supremo quisiera alimentos hechos con carne animal, el devoto podría ofrecérselos, pero eso no es lo que ordena el Señor Supremo.

Estamos forzados a cometer violencia; es ley natural. Sin embargo, no debemos recurrir a ella sin ton ni son; solamente debemos hacerlo en la medida en que lo ordene el Señor Supremo. Arjuna se ocupó en el arte de matar. Matar, por supuesto, es violencia, pero cuando él mató al enemigo, simplemente seguía la orden de Kṛṣṇa. De la misma manera, cuando es necesario recurrir a la violencia, siguiendo la orden del Señor, esa violencia se denomina nātihiṁsā. No podemos evitar la violencia, pues en la vida condicionada nos vemos forzados a recurrir a ella, pero no debemos cometer más violencia que la necesaria o que la ordenada por la Suprema Personalidad de Dios.