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Śrīmad-bhāgavatam 3.24.27

Texto

aho pāpacyamānānāṁ
niraye svair amaṅgalaiḥ
kālena bhūyasā nūnaṁ
prasīdantīha devatāḥ

Palabra por palabra

aho — ¡oh!; pāpacyamānānām — con aquellos que están muy afligidos; niraye — en el infernal enredo material; svaiḥ — sus propias; amaṅgalaiḥ — por fechorías; kālena bhūyasā — después de mucho tiempo; nūnam — en verdad; prasīdanti — están complacidos; iha — en este mundo; devatāḥ — los semidioses.

Traducción

Kardama Muni dijo: ¡Oh!, después de mucho tiempo los semidioses de este universo se han complacido con las almas que sufren en el enredo material por sus propias fechorías.

Significado

El mundo material es un lugar para el sufrimiento, que se debe a las fechorías de quienes lo habitan, las propias almas condicionadas. Los sufrimientos no se les imponen injustificadamente; por el contrario, las almas condicionadas crean su propio sufrimiento con sus propios actos. En el bosque, el fuego se produce espontáneamente. No hay necesidad de que nadie vaya a encenderlo; el fuego se produce espontáneamente por la fricción entre los árboles. Cuando el incendio forestal del mundo material provoca demasiado calor, los semidioses, incluyendo al propio Brahmā, sintiéndose acosados, se dirigen al Señor Supremo, la Suprema Personalidad de Dios, y Le ruegan que suavice la situación. Entonces, la Suprema Personalidad de Dios desciende. En otras palabras, cuando los semidioses están afligidos por los sufrimientos de las almas condicionadas, se dirigen al Señor para que remedie ese sufrimiento, y la Personalidad de Dios desciende. Cuando el Señor desciende, todos los semidioses se sienten vivificados. Por esa razón, Kardama Muni dijo: «Después de muchísimos años de sufrimiento humano, ahora todos los semidioses están satisfechos porque Kapiladeva, la encarnación de Dios, ha hecho Su advenimiento».