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Śrīmad-bhāgavatam 10.4.35

Texto

na tvaṁ vismṛta-śastrāstrān
virathān bhaya-saṁvṛtān
haṁsy anyāsakta-vimukhān
bhagna-cāpān ayudhyataḥ

Palabra por palabra

na — no; tvam — tu majestad; vismṛta-śastra-astrān — a aquellos que han olvidado cómo utilizar las armas; virathān — sin cuadrigas; bhaya-saṁvṛtān — confundidos por el temor; haṁsi — mata; anya-āsakta-vimukhān — a personas que no están apegadas a luchar, sino a alguna otra cosa; bhagna-cāpān — con los arcos rotos; ayudhyataḥ — sin poder luchar.

Traducción

Cuando los semidioses pierden sus cuadrigas, cuando olvidan cómo utilizar las armas, cuando sienten miedo o están apegados a algo que no tiene que ver con el combate, o cuando tienen los arcos rotos y han perdido la capacidad de luchar, tu majestad no les mata.

Significado

También la guerra se rige por determinados principios. Un enemigo que no tiene cuadriga, que, por miedo, ha perdido todo interés en la lucha, o que es reacio a luchar, no debe ser matado. Los ministros de Kaṁsa le recordaron que él, a pesar de su poder, era consciente de los principios que rigen la guerra, de modo que había perdonado a los semidioses teniendo en cuenta su incapacidad. «Pero en esta situación de emergencia —dijeron los ministros—, no son correctas esas demostraciones de misericordia o de etiqueta militar. Ahora debes disponerte a luchar pase lo que pase». Así, aconsejaron al rey Kaṁsa que dejase de lado la caballerosidad tradicional en la guerra y que castigase al enemigo sin reparar en medios.