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Śrīmad-bhāgavatam 10.10.13

Texto

asataḥ śrī-madāndhasya
dāridryaṁ param añjanam
ātmaupamyena bhūtāni
daridraḥ param īkṣate

Palabra por palabra

asataḥ — de ese necio sinvergüenza; śrī-mada-andhasya — que está cegado por la posesión temporal de riquezas y opulencia; dāridryam — pobreza; param añjanam — el mejor colirio para los ojos, con el que se ven las cosas tal y como son; ātma-aupamyena — en comparación con él mismo; bhūtāni — seres vivos; daridraḥ — un hombre sumido en la miseria; param — perfectamente; īkṣate — puede ver las cosas tal y como son.

Traducción

Los necios ateos y los sinvergüenzas, que están muy orgullosos de sus riquezas, no pueden ver las cosas como son. Por eso, el colirio adecuado para sus ojos es devolverles a la pobreza, de modo que puedan ver las cosas tal y como son. El hombre que vive en la más absoluta pobreza puede, al menos, darse cuenta de lo miserable que es la pobreza, y no querrá ver a otros en la situación de sufrimiento en que él se encuentra.

Significado

Todavía hoy puede verse que una persona que siempre había sido pobre, cuando se hace rica, siente inclinación por emplear su dinero en actividades filantrópicas, como abrir escuelas para analfabetos y hospitales para los enfermos. En relación con esto, hay una historia muy instructiva titulada: punar mūṣiko bhava: «Vuélvete ratón de nuevo». Había un ratón que vivía angustiado por culpa de un gato. Un día acudió a una persona santa y le pidió que lo transformase en gato. Pero, una vez transformado en gato, era el perro quien lo agobiaba. Se transformó en perro, pero el tigre lo perseguía. Cuando se transformó en tigre, se quedó mirando a la persona santa. Entonces, este le preguntó: «¿Qué quieres?», y el tigre dijo: «Quiero comerte». Entonces el sabio le maldijo diciendo: «Que te vuelvas ratón de nuevo». Algo parecido ocurre por todo el universo. Vamos arriba y abajo, a veces somos ratones, y a veces tigres. Śrī Caitanya Mahāprabhu dijo:

brahmāṇḍa bhramite kona bhāgyavān jīva
guru-kṛṣṇa-prasāde pāya bhakti-latā-bīja

(Cc. Madhya 19.151)

Las entidades vivientes se elevan y se degradan bajo la influencia de las leyes de la naturaleza, pero la persona que es sumamente afortunada se relaciona con personas santas, logrando así la semilla del servicio devocional y alcanzando el éxito en la vida. Nārada Muni quería llevar a Nalakūvara y a Maṇigrīva al plano del servicio devocional reduciéndoles a la pobreza, para lo cual les maldijo. Esa es la misericordia del vaiṣṇava. Quien no se eleve al nivel vaiṣṇava no puede ser buena persona. Harāv abhaktasya kuto mahad-guṇāḥ (Bhāg. 5.18.12). El avaiṣṇava nunca será buena persona, por muy severamente que se le castigue.