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Capítulo 3

Kṛṣṇa es la fuente de todas las encarnaciones

Texto

sūta uvāca
jagṛhe pauruṣaṁ rūpaṁ
bhagavān mahad-ādibhiḥ
sambhūtaṁ ṣoḍaśa-kalam
ādau loka-sisṛkṣayā

Palabra por palabra

sūtaḥ uvāca — Sūta dijo; jagṛhe — aceptado; pauruṣam — porción plenaria como la encarnación puruṣa; rūpam — forma; bhagavān — la Personalidad de Dios; mahat-ādibhiḥ — con los ingredientes del mundo material; sambhūtam — así pues, ocurrió la creación de; ṣoḍaśa-kalam — dieciséis principios primarios; ādau — en el comienzo; loka — los universos; sisṛkṣayā — con la intención de crear.

Traducción

Sūta dijo: Al principio de la creación, el Señor se expandió primero en la forma universal puruṣa, y manifestó todos los ingredientes para la creación material. Y, así pues, en el comienzo ocurrió la creación de los dieciséis principios de la acción material. Esto tenía por objeto crear el universo material.

Significado

El Bhagavad-gītā declara que la Personalidad de Dios Śrī Kṛṣṇa mantiene estos universos materiales mediante la extensión de Sus expansiones plenarias. De modo que, esta forma puruṣa es la confirmación del mismo principio. La Personalidad de Dios original, Vāsudeva, o el Señor Kṛṣṇa, quien es famoso como el hijo del rey Vasudeva o del rey Nanda, está colmado de todas las opulencias, todas las potencias, toda la fama, toda la belleza, todo el conocimiento y toda la renunciación. Parte de Sus opulencias se manifiestan como el Brahman impersonal, y parte de Sus opulencias se manifiestan como Paramātmā. Este aspecto puruṣa de la misma Personalidad de Dios Śrī Kṛṣṇa, es la manifestación Paramātmā original del Señor. Existen tres aspectos puruṣa en la creación material, y esta forma, a quien se conoce como Kāraṇodakaśāyī Viṣṇu, es la primera de las tres. Las otras son conocidas como Garbhodakaśāyī Viṣṇu y Kṣīrodakaśāyī Viṣṇu, que habremos de conocer uno tras otro. Los innumerables universos se generan de los poros de Kāraṇodakaśāyī Viṣṇu, y en cada uno de los universos el Señor entra como Garbhodakaśāyī Viṣṇu.

En el Bhagavad-gītā también se menciona que el mundo material es creado en ciertos intervalos de tiempo y luego es destruido de nuevo. Esa creación y destrucción se realiza por la voluntad suprema, debido a las almas condicionadas, o los seres vivientes nitya-baddha. Los nitya-baddha, o las almas eternamente condicionadas, tienen el sentido de la individualidad o ahaṅkāra, que les dicta disfrutar de los sentidos, cosa que no pueden tener por constitución. El Señor es el único disfrutador, y todos los demás son disfrutados; los seres vivientes son disfrutadores predominados. Pero las almas eternamente condicionadas, olvidando esa posición constitucional, ambicionan mucho disfrutar. En el mundo material se les da a las almas condicionadas la oportunidad de disfrutar de la materia, y a la vez se les da la oportunidad de entender su verdadera posición constitucional. Aquellas entidades vivientes afortunadas que, después de muchísimos nacimientos en el mundo material, captan la verdad y se entregan a los pies de loto de Vāsudeva, se unen a las almas eternamente liberadas, permitiéndoseles así entrar en el reino de Dios. Después de esto, esas afortunadas entidades vivientes no tienen que venir de nuevo a la esporádica creación material. Mas aquellos que no pueden captar la verdad constitucional, se funden de nuevo en el mahat-tattva en el momento de la aniquilación de la creación material. Cuando la creación se monta de nuevo, ese mahat-tattva vuelve a dejarse en libertad. El mahat-tattva contiene todos los ingredientes de las manifestaciones materiales, incluyendo a las almas condicionadas. Dicho mahat-tattva se divide primero en dieciséis partes, o sea, los cinco elementos materiales burdos y los once instrumentos funcionales o sentidos; y es como una nube en el cielo claro. En el cielo espiritual, la refulgencia Brahman se difunde por todas partes, y todo el sistema deslumbra con luz espiritual. El mahat-tattva se forma en algún rincón del vasto e ilimitado cielo espiritual, y la parte que así queda cubierta por el mahat-tattva se denomina cielo material. Esa parte del cielo espiritual, denominada mahat-tattva, es únicamente una insignificante porción de todo el cielo espiritual, y dentro de ese mahat-tattva hay una infinidad de universos. Todos esos universos los produce colectivamente Kāraṇodakaśāyī Viṣṇu, llamado también Mahā-Viṣṇu, quien simplemente lanza Su mirada para fecundar el cielo material.

Texto

yasyāmbhasi śayānasya
yoga-nidrāṁ vitanvataḥ
nābhi-hradāmbujād āsīd
brahmā viśva-sṛjāṁ patiḥ

Palabra por palabra

yasya — cuyo; ambhasi — en el agua; śayānasya — acostándose; yoga-nidrām — durmiendo en meditación; vitanvataḥ — suministrando; nābhi — ombligo; hrada — del lago; ambujāt — del loto; āsīt — se manifestó; brahmā — el abuelo de los seres vivientes; viśva — el universo; sṛjām — los ingenieros; patiḥ — amo.

Traducción

Una parte del puruṣa se acuesta en el agua del universo, del lago umbilical de Su cuerpo brota un tallo de loto, y de la flor de loto que hay sobre ese tallo se manifiesta Brahmā, el amo de todos los ingenieros del universo.

Significado

El primer puruṣa es Kāraṇodakaśāyī Viṣṇu. De los poros de Su piel han emanado infinidad de universos. En todos y cada uno de los universos, el puruṣa entra como Garbhodakaśāyī Viṣṇu. Él está acostado en la mitad del universo que está llena del agua de Su cuerpo. Y del ombligo de Garbhodakaśāyī Viṣṇu ha brotado el tallo de la flor de loto, que es el lugar natal de Brahmā, el padre de todos los seres vivientes y el amo de todos los semidioses ingenieros que se dedican al diseño y funcionamiento perfectos del orden universal. Dentro del tallo del loto hay catorce divisiones de sistemas planetarios, y los planetas terrenales están situados en el medio. Hacia arriba hay otros sistemas planetarios que son mejores, y el sistema más elevado se denomina Brahmaloka o Satyaloka. Por debajo del sistema planetario terrestre hay siete sistemas planetarios inferiores, habitados por los asuras y otros seres vivientes materialistas similares.

A partir de Garbhodakaśāyī Viṣṇu ocurre la expansión de Kṣīrodakaśāyī Viṣṇu, quien es el Paramātmā colectivo de todos los seres vivientes. Él recibe el nombre de Hari, y a partir de Él se expanden todas las encarnaciones que hay en el universo.

Por lo tanto, se concluye que el puruṣa-avatāra se manifiesta en tres aspectos: primero, Kāraṇodakaśāyī, que crea en el mahat-tattva el conjunto de los ingredientes materiales; segundo, Garbhodakaśāyī, que entra en todos y cada uno de los universos; y tercero, Kṣīrodakaśāyī Viṣṇu, quien es el Paramātmā de todo objeto material, orgánico e inorgánico. Aquel que conoce estos aspectos plenarios de la Personalidad de Dios, conoce a Dios correctamente, y, en consecuencia, el conocedor se libera de las condiciones materiales en la forma de nacimiento, muerte, vejez y enfermedades, tal como se confirma en el Bhagavad-gītā.

En este śloka se resume lo referente a Mahā-Viṣṇu. Mahā-Viṣṇu se acuesta en alguna parte del cielo espiritual por su propio y libre albedrío. Así pues, Él se acuesta en el océano de kāraṇa, desde donde lanza una mirada a Su naturaleza material, y el mahat-tattva se crea de inmediato. Electrizada así por el poder del Señor, la naturaleza material crea al instante infinidad de universos, tal como a su debido tiempo un árbol se adorna con infinidad de frutos maduros. El agricultor cultiva la semilla del árbol, y el árbol o enredadera, a su debido tiempo, se manifiesta con muchísimos frutos. Nada puede ocurrir sin ninguna causa. El océano kāraṇa recibe por ello el nombre de océano causal. Kāraṇa significa «causal». No debemos aceptar neciamente la teoría atea de la creación. En el Bhagavad-gītā se da la descripción de los ateos. El ateo no cree en el creador, pero no puede proporcionar una buena teoría para explicar la creación. La naturaleza material no tiene ningún poder para crear sin el poder del puruṣa, tal como una prakṛti, o mujer, no puede procrear un niño sin relacionarse con un puruṣa, u hombre. El puruṣa fecunda, y la prakṛti da a luz. No debemos creer que obtendremos leche de los sacos carnosos que hay en el cuello de una cabra, aunque estos se parezcan a los pezones de la ubre. De igual manera, no debemos esperar que haya ningún poder creativo en los ingredientes materiales; debemos creer en el poder del puruṣa, el cual fecunda a prakṛti, o la naturaleza. Debido a que el Señor deseó acostarse a meditar, la energía material creó de una vez infinidad de universos; en cada uno de ellos el Señor se acostó y, de esa forma, todos los planetas y los diferentes enseres fueron creados al mismo tiempo por la voluntad del Señor. El Señor tiene potencias ilimitadas y, por ende, puede actuar como guste mediante un planeamiento perfecto, aunque, personalmente, Él no tiene obligación de hacer nada. Nadie es ni más grande ni igual que Él. Ese es el veredicto de los Vedas.

Texto

yasyāvayava-saṁsthānaiḥ
kalpito loka-vistaraḥ
tad vai bhagavato rūpaṁ
viśuddhaṁ sattvam ūrjitam

Palabra por palabra

yasya — cuyo; avayava — expansión corporal; saṁsthānaiḥ — situado en; kalpitaḥ — se le imagina; loka — planetas habitados; vistaraḥ — diversos; tat vai — pero eso es; bhagavataḥ — de la Personalidad de Dios; rūpam — forma; viśuddham — puramente; sattvam — existencia; ūrjitam — excelencia.

Traducción

Se cree que todos los sistemas planetarios universales están situados sobre el extenso cuerpo del puruṣa; pero Él no tiene nada que ver con los ingredientes materiales creados. Su cuerpo se halla eternamente en estado de existencia espiritual, por excelencia.

Significado

El concepto de virāṭ-rūpa o viśva-rupa de la Suprema Verdad Absoluta está hecho especialmente para el neófito, quien difícilmente puede pensar en la forma trascendental de la Personalidad de Dios. Para él, una forma significa algo de este mundo material, y, por consiguiente, al principio es necesario un concepto opuesto acerca del Absoluto, para concentrar la mente en la extensión de poder del Señor. Como se dijo anteriormente, el Señor extiende Su potencia en la forma del mahat-tattva, el cual incluye todos los ingredientes materiales. La extensión de poder por parte del Señor y el propio Señor en Su forma personal son uno en un sentido, pero al mismo tiempo el mahat-tattva es diferente del Señor. Por lo tanto, la potencia del Señor y el Señor son, simultáneamente, diferentes e idénticos. El concepto del virāṭ-rūpa, especialmente para el impersonalista, es entonces idéntico a la forma eterna del Señor. Esa forma eterna del Señor existe desde antes de la creación del mahat-tattva, y aquí se hace énfasis en el hecho de que, por excelencia, la forma eterna del Señor es espiritual, o trascendental a las modalidades de la naturaleza material. La propia forma trascendental del Señor se manifiesta mediante Su potencia interna, y la formación de Sus múltiples manifestaciones de encarnaciones tiene siempre la misma calidad trascendental, sin ningún vestigio del mahat-tattva.

Texto

paśyanty ado rūpam adabhra-cakṣuṣā
sahasra-pādoru-bhujānanādbhutam
sahasra-mūrdha-śravaṇākṣi-nāsikaṁ
sahasra-mauly-ambara-kuṇḍalollasat

Palabra por palabra

paśyanti — ven; adaḥ — la forma del puruṣa; rūpam — forma; adabhra — perfecto; cakṣuṣā — mediante los ojos; sahasra-pāda — miles de piernas; ūru — muslos; bhuja-ānana — manos y caras; adbhutam — maravillosos; sahasra — miles de; mūrdha — cabezas; śravaṇa — orejas; akṣi — ojos; nāsikam — narices; sahasra — miles; mauli — guirnaldas; ambara — atuendos; kuṇḍala — aretes; ullasat — todos refulgentes.

Traducción

Los devotos, con sus ojos perfectos, ven la forma trascendental del puruṣa, que tiene miles de piernas, muslos, brazos y caras, todos ellos extraordinarios. En ese cuerpo hay miles de cabezas, orejas, ojos y narices, decorados con miles de yelmos y refulgentes aretes, y adornados con guirnaldas.

Significado

Con nuestros actuales sentidos materializados, no podemos percibir nada del trascendental Señor. Nuestros actuales sentidos tienen que ser corregidos mediante el proceso del servicio devocional, y entonces el propio Señor queda revelado ante nosotros. En el Bhagavad-gītā se confirma que el trascendental Señor puede ser percibido únicamente mediante el servicio devocional puro. En los Vedas se confirma, pues, que únicamente el servicio devocional puede llevarlo a uno al lado del Señor, y que únicamente el servicio devocional puede revelarlo a Él. En la Brahma-saṁhitā también se dice que el Señor siempre puede ser visto por los devotos cuyos ojos han sido ungidos con el tinte del servicio devocional. Así, para recibir información acerca de la forma trascendental del Señor, tenemos que acudir a las personas que verdaderamente lo han visto con ojos perfectos ungidos con servicio devocional. En el mundo material tampoco vemos siempre las cosas con nuestros propios ojos; a veces vemos a través de la experiencia de aquellos que verdaderamente han visto o hecho las cosas. Si ese es el proceso para experimentar lo que es un objeto mundano, puede aplicarse más perfectamente a los asuntos trascendentales. De modo que, únicamente con paciencia y perseverancia puede uno comprender la materia trascendental, referente a la Verdad Absoluta y Sus diferentes formas. Para los neófitos, Él no tiene forma, pero para el servidor experto Él tiene forma trascendental.

Texto

etan nānāvatārāṇāṁ
nidhānaṁ bījam avyayam
yasyāṁśāṁśena sṛjyante
deva-tiryaṅ-narādayaḥ

Palabra por palabra

etat — esta (forma); nānā — múltiples; avatārāṇām — de las encarnaciones; nidhānam — fuente; bījam — semilla; avyayam — indestructible; yasya — cuya; aṁśa — porción plenaria; aṁśena — parte de la porción plenaria; sṛjyante — crea; deva — semidioses; tiryak — animales; nara-ādayaḥ — seres humanos y otros.

Traducción

Esta forma [la segunda manifestación del puruṣa] es la fuente y la semilla indestructible de múltiples encarnaciones que aparecen en el universo. De las partículas y porciones de esta forma se crean diferentes entidades vivientes, tales como semidioses, hombres y otros seres.

Significado

El puruṣa, después de crear infinidad de universos en el mahat-tattva, entró en cada uno de ellos como el segundo puruṣa, Garbhodakaśāyī Viṣṇu. Cuando Él vio que dentro del universo solo había oscuridad y espacio sin un lugar para descansar, llenó la mitad del universo con agua de Su propia transpiración, y se acostó en esa misma agua. Esa agua se denomina Garbhodaka. Luego, de Su ombligo brotó el tallo de la flor de loto, y sobre los pétalos de la flor ocurrió el nacimiento de Brahmā, o el ingeniero en jefe del plan universal. Brahmā se volvió el ingeniero del universo, y el propio Señor, como Viṣṇu, se hizo cargo de la conservación del universo. Brahmā se originó a partir del rajo-guṇa de prakṛti, o la modalidad de la pasión de la naturaleza, y Viṣṇu se volvió el Señor de la modalidad de la bondad. Viṣṇu, siendo trascendental a todas las modalidades, siempre está apartado de la influencia materialista. Eso ya se ha explicado. De Brahmā surge Rudra (Śiva), el cual está a cargo de la modalidad de la ignorancia u oscuridad. Él destruye toda la creación, por la voluntad del Señor. En consecuencia, todos los tres —es decir, Brahmā, Viṣṇu y Śiva— son encarnaciones Garbhodakaśāyī Viṣṇu. A partir de Brahmā se encarnan los otros semidioses, tales como Dakṣa, Marīci, Manu y muchos otros, para engendrar entidades vivientes en el universo. A Garbhodakaśāyī Viṣṇu se le glorifica en los Vedas con los himnos de Garbha-stuti, que comienzan con la descripción del Señor según la cual Él tiene miles de cabezas, etc. Garbhodakaśāyī Viṣṇu es el Señor del universo, y aunque Él parece estar acostado dentro del universo, Él siempre es trascendental. Esto ya se ha explicado también. El Viṣṇu que es la porción plenaria de Garbhodakaśāyī Viṣṇu es la Superalma de la vida universal, y es conocido como el sustentador del universo o Kṣīrodakaśāyī Viṣṇu. Así se entienden, pues, los tres aspectos del puruṣa original. Y todas las encarnaciones que hay en el universo son emanaciones de Kṣīrodakaśāyī Viṣṇu.

En los diferentes milenios hay diferentes encarnaciones, y estas son innumerables, aunque algunas de ellas son muy sobresalientes, tales como Matsya, Kūrma, Varāha, Rāma, Nṛsiṁha, Vāmana y muchas otras. Estas encarnaciones se denominan encarnaciones līlā. Luego, hay encarnaciones cualitativas, tales como Brahmā, Viṣṇu y Śiva (o Rudra), que se hacen cargo de las diferentes modalidades de la naturaleza material.

El Señor Viṣṇu no es diferente de la Personalidad de Dios. El Señor Śiva está en la posición marginal entre la Personalidad de Dios y las entidades vivientes, o jīvas. Brahmā es siempre un jīva-tattva. El más elevado de los seres vivientes piadosos, el más grande devoto del Señor, es apoderado con la potencia del Señor para crear, y recibe el nombre de Brahmā. Su poder es como el poder del sol que se refleja en las piedras y joyas valiosas. Cuando no hay un ser viviente de esa clase para hacerse cargo del puesto de Brahmā, el propio Señor se vuelve un Brahmā y se hace cargo del puesto.

El Señor Śiva no es un ser viviente ordinario. Él es la porción plenaria del Señor; pero debido a que el Señor Śiva está en contacto directo con la naturaleza material, no se encuentra exactamente en la misma posición trascendental que el Señor Viṣṇu. La diferencia es como la que hay entre la leche y la cuajada. La cuajada no es más que leche, mas aun así no puede ser utilizada en lugar de la leche.

Las siguientes encarnaciones son los manus. Durante el transcurso de un día de la vida de Brahmā (que se calcula que abarca 4 300 000 x 1 000 de nuestros años solares) hay catorce manus. Por consiguente, en un mes de Brahmā hay 420 manus, y en un año de Brahmā hay 5 040. Brahmā vive cien años de su tiempo, y, en consecuencia, en el período que dura la vida de Brahmā hay 5 040 x 100 —o 504 000— manus. Existen infinidad de universos, con un Brahmā en cada uno de ellos, y todos ellos son creados y aniquilados durante el período respiratorio del puruṣa. Por lo tanto, uno puede sencillamente imaginarse cuántos millones de manus hay durante una respiración del puruṣa.

Los manus sobresalientes de este universo son los siguientes: Yajña como Svāyambhuva Manu, Vibhu como Svārociṣa Manu, Satyasena como Uttama Manu, Hari como Tāmasa Manu, Vaikuṇṭha como Raivata Manu, Ajita como Cākṣuṣa Manu, Vāmana como Vaivasvata Manu (la era actual la rige Vaivasvata Manu), Sārvabhauma como Sāvarṇi Manu, Ṛṣabha como Dakṣa-sāvarṇi Manu, Viṣvaksena como Brahma-sāvarṇi Manu, Dharmasetu como Dharma-sāvarṇi Manu, Sudhāmā como Rudra-sāvarṇi Manu, Yogeśvara como Deva-sāvarṇi Manu, y Bṛhadbhānu como Indra-sāvarṇi Manu. Estos son los nombres de un conjunto de catorce manus, que abarcan 4 300 000 000 años solares, tal como se describió anteriormente.

Luego, están los yugāvatāras, o las encarnaciones del milenio. Los yugas se conocen como Satya-yuga, Tretā-yuga, Dvāpara-yuga y Kali-yuga. Las encarnaciones de cada yuga son de diferentes colores. Los colores son: blanco, rojo, negro y amarillo. En el Dvāpara-yuga apareció el Señor Kṛṣṇa, que es de color negro, y en Kali-yuga apareció el Señor Caitanya, que es de color amarillo.

De manera que todas las encarnaciones del Señor se mencionan en las Escrituras reveladas. No hay lugar para que un impostor se vuelva una encarnación, pues a esta se la debe mencionar en los śāstras. Una encarnación no declara ser una encarnación del Señor, sino que los grandes sabios se ponen de acuerdo y la reconocen mediante las señales que se mencionan en las Escrituras reveladas. Las características de la encarnación y el tipo de misión en particular que ha venido a ejecutar se mencionan en las Escrituras reveladas.

Aparte de las encarnaciones directas, hay innumerables encarnaciones apoderadas. A ellas también se las menciona en las Escrituras reveladas. Dichas encarnaciones son apoderadas tanto directa como indirectamente. Cuando están directamente apoderadas, reciben el nombre de encarnaciones, pero cuando están indirectamente apoderadas, reciben el nombre de vibhūtis. Encarnaciones directamente apoderadas son los Kumāras, Nārada, Pṛthu, Śeṣa, Ananta, etc. En lo que respecta a los vibhūtis, están descritos muy explícitamente en el Bhagavad-gītā, en el capítulo de Vibhūti-yoga. Y la fuente de todos esos diferentes tipos de encarnaciones es Garbhodakaśāyī Viṣṇu.

Texto

sa eva prathamaṁ devaḥ
kaumāraṁ sargam āśritaḥ
cacāra duścaraṁ brahmā
brahmacaryam akhaṇḍitam

Palabra por palabra

saḥ — ese; eva — indudablemente; prathamam — primero; devaḥ — Señor Supremo; kaumāram — nombró a los Kumāras (solteros); sargam — creación; āśritaḥ — bajo; cacāra — realizaron; duścaram — muy difícil de hacer; brahmā — en la orden de Brahman; brahmacaryam — bajo una disciplina para llegar a comprender el Absoluto (Brahman); akhaṇḍitam — intacto.

Traducción

En primer lugar, al principio de la creación, existieron los cuatro hijos solteros de Brahmā [los Kumāras], quienes, habiendo hecho un voto de celibato, se sometieron a severas austeridades para poder comprender la Verdad Absoluta.

Significado

La creación del mundo material se efectúa, se mantiene y luego se aniquila de nuevo en ciertos intervalos de tiempo. Así que hay diferentes nombres para las creaciones, en términos de los tipos particulares de Brahmā que hay, siendo Brahmā el padre de los seres vivientes de la creación. Los Kumāras, como se mencionó anteriormente, aparecieron en la creación Kaumāra del mundo material, y para enseñarnos el proceso de la comprensión Brahman, se sometieron a un severo tipo de disciplina como solteros. Estos Kumāras son encarnaciones apoderadas. Y antes de ejecutar el severo tipo de disciplinas, todos ellos se volvieron brāhmaṇas capacitados. Este ejemplo sugiere que uno debe adquirir primero las cualidades de un brāhmaṇa —no simplemente por nacimiento, sino también por cualidad—, y entonces uno puede emprender el proceso de la comprensión Brahman.

Texto

dvitīyaṁ tu bhavāyāsya
rasātala-gatāṁ mahīm
uddhariṣyann upādatta
yajñeśaḥ saukaraṁ vapuḥ

Palabra por palabra

dvitīyam — la segunda; tu — pero; bhavāya — por el bien; asya — de esta Tierra; rasātala — de la región más baja; gatām — habiendo ido; mahīm — la Tierra; uddhariṣyan — levantando; upādatta — establecido; yajñeśaḥ — el propietario o el supremo disfrutador; saukaram — porcina; vapuḥ — encarnación.

Traducción

El disfrutador supremo de todos los sacrificios adoptó la encarnación de un jabalí [la segunda encarnación], y por el bien de la Tierra levantó a esta última de las regiones infernales del universo.

Significado

Existe la indicación de que junto con todas y cada una de las encarnaciones de la Personalidad de Dios, también se menciona la función específica que se ejecuta. No puede haber ninguna encarnación sin una función específica, y dichas funciones siempre son extraordinarias. A cualquier ser viviente le resulta imposible realizarlas. La encarnación del jabalí tuvo por objeto sacar a la Tierra de la región plutónica de materia inmunda. Recoger una cosa de un lugar sucio es algo que hace un jabalí, y la todopoderosa Personalidad de Dios exhibió esa maravilla ante los asuras, los cuales habían escondido la Tierra en un lugar así de inmundo. Para la Personalidad de Dios no hay nada imposible, y aunque Él hizo el papel de un jabalí, es adorado por los devotos, permaneciendo siempre en la trascendencia.

Texto

tṛtīyam ṛṣi-sargaṁ vai
devarṣitvam upetya saḥ
tantraṁ sātvatam ācaṣṭa
naiṣkarmyaṁ karmaṇāṁ yataḥ

Palabra por palabra

tṛtīyam — la tercera; ṛṣi-sargam — el milenio de los ṛṣis; vai — indudablemente; devarṣitvam — la encarnación del ṛṣi entre los semidioses; upetya — habiendo asumido; saḥ — él; tantram — exposición de los Vedas; sātvatam — que está hecho especialmente para el servicio devocional; ācaṣṭa — reunió; naiṣkarmyam — no fruitivo; karmaṇām — de trabajo; yataḥ — del cual.

Traducción

En el milenio de los ṛṣis, la Personalidad de Dios asumió la tercera encarnación apoderada, en la forma de Devarṣi Nārada, quien es un gran sabio entre los semidioses. Él reunió exposiciones de los Vedas que tratan del servicio devocional y que inspiran la acción no fruitiva.

Significado

El gran Ṛṣi Nārada, que es una encarnación apoderada de la Personalidad de Dios, propaga el servicio devocional por todo el universo. Todos los grandes devotos del Señor de todo el universo y de diferentes planetas y especies de vida, son discípulos de él. Śrīla Vyāsadeva, el recopilador del Śrīmad-Bhāgavatam, es también uno de sus discípulos. Nārada es el autor del Nārada-pañcarātra, que es la exposición de los Vedas particularmente dedicada al servicio devocional del Señor. Este Nārada-pañcarātra prepara a los karmīs, o trabajadores fruitivos, para que logren liberarse del cautiverio del trabajo fruitivo. Las almas condicionadas están principalmente atraídas por el trabajo fruitivo, debido a que quieren disfrutar de la vida con el sudor de su propia frente. Todo el universo está lleno de trabajadores fruitivos en todas las especies de vida. Los trabajos fruitivos incluyen toda clase de planes de desarrollo económico. Pero la ley de la naturaleza estipula que cada acción tiene su reacción resultante, y el ejecutor del trabajo está atado por dichas reacciones, ya sean estas buenas o malas. La reacción del trabajo bueno es la prosperidad material relativa, mientras que la reacción del trabajo malo es la aflicción material relativa. Pero las condiciones materiales, bien sea en la supuesta felicidad o en la supuesta aflicción, tienen todas en definitiva la finalidad de solo hacer sufrir. Los necios materialistas no tienen información alguna de cómo obtener la felicidad eterna en el estado no condicionado. Śrī Nārada les informa a esos necios trabajadores fruitivos cómo hacer realidad el aspecto verdadero de la felicidad. Él les da indicaciones a los enfermos hombres del mundo de cómo su ocupación actual puede conducirlos a la senda de la emancipación espiritual. El médico le indica al paciente que tome leche preparada en la forma de cuajada, si sufre de una indigestión causada por haber ingerido otra preparación láctea. Así que la causa y el remedio de la enfermedad puede que sean iguales, pero la enfermedad debe ser tratada por un médico tan experto como Nārada. El Bhagavad-gītā también da la misma solución, es decir, servir al Señor mediante los frutos de la labor de uno. Eso lo llevará a uno a la senda de naiṣkarmya, o la liberación.

Texto

turye dharma-kalā-sarge
nara-nārāyaṇāv ṛṣī
bhūtvātmopaśamopetam
akarot duścaraṁ tapaḥ

Palabra por palabra

turye — en la cuarta de la línea; dharma-kalā — la esposa de Dharmarāja; sarge — habiendo nacido de; nara-nārāyaṇau — de nombre Nara y Nārāyaṇa; ṛṣī — sabios; bhūtvā — volviéndose; ātma-upaśama — controlando los sentidos; upetam — para el logro de; akarot — emprendió; duścaram — muy rigurosa; tapaḥ — penitencia.

Traducción

En la cuarta encarnación, el Señor se convirtió en Nara y Nārāyaṇa, los hijos gemelos de la esposa del rey Dharma. Así pues, Él se sometió a severas y ejemplares penitencias para controlar los sentidos.

Significado

Tal como el rey Ṛṣabha se lo indicó a Sus hijos, tapasya, o la aceptación voluntaria de penitencia para llegar a la comprensión de la Trascendencia, es el único deber del ser humano; así lo hizo el propio Señor, para enseñarnos de una manera ejemplar. El Señor es muy bondadoso con las almas olvidadizas. Por consiguiente, Él Mismo viene y deja tras de Sí las instrucciones necesarias, y además envía como representantes a Sus hijos buenos, para hacerles un llamado a todas las almas condicionadas pidiéndoles que regresen a Dios. Recientemente, como todos recordarán, el Señor Caitanya apareció también con el mismo propósito: favorecer de manera especial a las almas caídas de esta época de la industria del hierro. La encarnación de Nārāyaṇa aún es adorada en Badarī-nārāyaṇa, en la cordillera de los Himālayas.

Texto

pañcamaḥ kapilo nāma
siddheśaḥ kāla-viplutam
provācāsuraye sāṅkhyaṁ
tattva-grāma-vinirṇayam

Palabra por palabra

pañcamaḥ — la quinta; kapilaḥ — Kapila; nāma — de nombre; siddheśaḥ — el principal entre los perfectos; kāla — tiempo; viplutam — perdido; provāca — dijo; āsuraye — al brāhmaṇa llamado Āsuri; sāṅkhyam — metafísica; tattva-grāma — la suma total de los elementos creativos; vinirṇayam — exposición.

Traducción

La quinta encarnación, llamada el Señor Kapila, es el principal de los seres perfeccionados. Él le hizo una exposición de los elementos creativos y la metafísica a Āsuri Brāhmaṇa, pues, en el transcurso del tiempo, ese conocimiento se había perdido.

Significado

Los elementos creativos son veinticuatro en total. En el sistema de filosofía sāṅkhya se explican todos y cada uno de ellos. A la filosofía sāṅkhya, los estudiosos europeos generalmente la llaman metafísica. El significado etimológico de la palabra sāṅkhya es «aquello que explica muy lúcidamente, mediante el análisis de los elementos materiales». Esto lo hizo por primera vez el Señor Kapila, de quien se dice aquí que es el quinto en la línea de encarnaciones.

Texto

ṣaṣṭham atrer apatyatvaṁ
vṛtaḥ prāpto ’nasūyayā
ānvīkṣikīm alarkāya
prahlādādibhya ūcivān

Palabra por palabra

ṣaṣṭham — la sexta; atreḥ — de Atri; apatyatvam — filiación; vṛtaḥ — quien fue pedido mediante oraciones; prāptaḥ — obtuvo; anasūyayā — en Anasūyā; ānvīkṣikīm — acerca del tema de la trascendencia; alarkāya — a Alarka; prahlāda-ādibhyaḥ — a Prahlāda y otros; ūcivān — habló.

Traducción

La sexta encarnación del puruṣa fue el hijo del sabio Atri. Él nació del vientre de Anasūyā, quien oró pidiendo una encarnación. Él les habló del tema de la trascendencia a Alarka, Prahlāda y otros [Yadu, Haihaya, etc.].

Significado

El Señor se encarnó como Dattātreya, el hijo de Ṛṣi Atri y Anasūyā. La historia del nacimiento de Dattātreya como una encarnación del Señor se menciona en el Brahmāṇḍa Purāṇa, en relación con la historia de la consagrada esposa. Se dice allí que Anasūyā, la esposa de Ṛṣi Atri, oró ante los Señores Brahmā, Viṣṇu y Śiva, de la siguiente manera: «Mis señores, si están complacidos conmigo, y si desean que yo les pida alguna clase de bendición, entonces les ruego que se junten y se conviertan en hijo mío». Los señores aceptaron esto, y, en forma de Dattātreya, el Señor expuso la filosofía del alma espiritual, y especialmente instruyó a Alarka, Prahlāda, Yadu, Haihaya, etc.

Texto

tataḥ saptama ākūtyāṁ
rucer yajño ’bhyajāyata
sa yāmādyaiḥ sura-gaṇair
apāt svāyambhuvāntaram

Palabra por palabra

tataḥ — después de eso; saptame — la séptima en la línea; ākūtyām — en el vientre de Ākūti; ruceḥ — por el Prajāpati Ruci; yajñaḥ — la encarnación del Señor como Yajña; abhyajāyata — apareció; saḥ — Él; yāma-ādyaiḥ — con Yāma y otros; sura-gaṇaiḥ — con semidioses; apāt — gobernó; svāyambhuva-antaram — el cambio del período de Svāyambhuva Manu.

Traducción

La séptima encarnación fue Yajña, el hijo de Prajāpati Ruci y su esposa Ākūti. Él controló el período durante el cual ocurrió el cambio del Manu Svāyambhuva, y fue asistido por semidioses tales como Su hijo Yāma.

Significado

Los cargos administrativos que ocupan los semidioses para mantener las regulaciones del mundo material, se les ofrecen a los más elevados de los seres vivientes piadosos. Cuando hay escasez de esa clase de seres vivientes piadosos, el Señor se encarna como Brahmā, Prajāpati, Indra, etc., y asume el cargo. Durante el período de Svāyambhuva Manu (el período actual es el de Vaivasvata Manu) no había ningún ser viviente apto que pudiera ocupar el puesto de Indra, el rey del planeta Indraloka (el cielo). En esa ocasión, el propio Señor se convirtió en Indra. Asistido por Sus propios hijos, tales como Yāma y otros semidioses, el Señor Yajña dirigió la administración de los asuntos universales.

Texto

aṣṭame merudevyāṁ tu
nābher jāta urukramaḥ
darśayan vartma dhīrāṇāṁ
sarvāśrama-namaskṛtam

Palabra por palabra

aṣṭame — la octava de las encarnaciones; merudevyām tu — en el vientre de Merudevī, la esposa de; nābheḥ — el rey Nābhi; jātaḥ — nació; urukramaḥ — el Todopoderoso; darśayan — mostrando; vartma — el sendero; dhīrāṇām — de los seres perfectos; sarva — todas; āśrama — órdenes de vida; namaskṛtam — honrado por.

Traducción

La octava encarnación fue el rey Ṛṣabha, el hijo del rey Nābhi y su esposa Merudevī. En esa encarnación, el Señor mostró el sendero de la perfección, el cual es seguido por aquellos que han controlado completamente los sentidos y que son honrados por todas las órdenes de vida.

Significado

La sociedad de los seres humanos se divide de una manera natural en ocho órdenes y estados de vida: las cuatro divisiones de las ocupaciones y las cuatro divisiones del avance cultural. La clase intelectual, la clase administrativa, la clase productiva y la clase laboral constituyen las cuatro divisiones de las ocupaciones. Y la vida de estudiante, la vida de casado, la vida retirada y la vida de renunciante constituyen los cuatro estados del avance cultural hacia el sendero de la iluminación espiritual. De estos, la orden de vida renunciante, o la orden de sannyāsa, se considera la más elevada de todas, y un sannyāsī es por constitución el maestro espiritual de todas las demás órdenes y divisiones. En la orden de sannyāsa hay también cuatro etapas de elevación hacia la perfección. Esas etapas se denominan: kuṭīcaka, bahūdaka, parivrājakācārya y paramahaṁsa. La etapa de vida de paramahaṁsa es la etapa más elevada de la perfección. Esa orden de vida es respetada por todas las demás.

Mahārāja Ṛṣabha, el hijo del rey Nābhi y Merudevī, era una encarnación del Señor, y Él les enseñó a Sus hijos a seguir el sendero de la perfección mediante tapasya, el cual santifica la existencia de uno y le permite alcanzar la etapa de la felicidad espiritual, eterna y siempre creciente. Todo ser viviente busca la felicidad, pero nadie sabe dónde se puede obtener felicidad eterna e ilimitada. Los hombres tontos buscan el placer material de los sentidos como un sustituto de la verdadera felicidad, pero esos tontos hombres olvidan que la supuesta felicidad temporal que se obtiene de los placeres de los sentidos, también la disfrutan los perros y los cerdos. Ningún animal, pájaro ni bestia está desprovisto de ese placer de los sentidos. En toda especie de vida, incluyendo la forma humana de vida, esa clase de felicidad se halla disponible de una manera inconmensurable. Sin embargo, la forma humana de vida no está hecha para esa clase de felicidad barata. La vida humana tiene por objeto alcanzar la felicidad eterna e ilimitada, mediante la iluminación espiritual. Esa iluminación espiritual se obtiene mediante tapasya, o el someterse voluntariamente al sendero de la penitencia y la abstinencia del placer material. A aquellos a quienes se les ha enseñado a abstenerse de los placeres materiales se les llama dhīra, u hombres que no son perturbados por los sentidos. Solo esos dhīras pueden adoptar las órdenes de sannyāsa, y ellos pueden ascender gradualmente al nivel del paramahaṁsa, que es adorado por todos los miembros de la sociedad. El rey Ṛṣabha propagó esa misión, y en la etapa final se apartó por completo de las necesidades materiales del cuerpo, lo cual constituye una etapa excepcional que no debe ser imitada por hombres necios, sino, más bien, adorada por todos.

Texto

ṛṣibhir yācito bheje
navamaṁ pārthivaṁ vapuḥ
dugdhemām oṣadhīr viprās
tenāyaṁ sa uśattamaḥ

Palabra por palabra

ṛṣibhiḥ — por los sabios; yācitaḥ — quien fue pedido mediante oraciones; bheje — aceptó; navamam — la novena; pārthivam — el gobernador de la Tierra; vapuḥ — cuerpo; dugdha — ordeñando; imām — todos estos; oṣadhīḥ — productos de la tierra; viprāḥ — ¡oh, brāhmaṇas!; tena — por; ayam — esto; saḥ — él; uśattamaḥ — hermosamente atractiva.

Traducción

¡Oh, brāhmaṇas!, en la novena encarnación, el Señor, por cuya aparición habían orado los sabios, adoptó el cuerpo de un rey [Pṛthu], el cual cultivó la tierra para que diera variados productos, y por esa razón el planeta estaba hermoso y atractivo.

Significado

Antes del advenimiento del rey Pṛthu había una desastrosa situación de mala administración, debido a la vida viciosa del rey anterior, el padre de Mahārāja Pṛthu. Los hombres de la clase inteligente (es decir, los sabios y los brāhmaṇas) no solo oraron pidiendo el descenso del Señor, sino que además destronaron al rey anterior. Es deber del rey ser piadoso y así velar por el bienestar general de los ciudadanos. Siempre que hay alguna negligencia por parte del rey en el desempeño de su deber, los hombres de la clase inteligente deben destronarlo. Sin embargo, los hombres de la clase inteligente no deben ocupar el trono real, ya que ellos tienen deberes mucho más importantes para el bienestar del público. En vez de ocupar el trono real, ellos oraron pidiendo la encarnación del Señor, y el Señor vino como Mahārāja Pṛthu. Los hombres verdaderamente inteligentes, o brāhmaṇas capacitados, nunca anhelan puestos políticos. Mahārāja Pṛthu extrajo de la tierra muchos productos, y con ello no solo se sintieron felices los ciudadanos de tener tan buen rey, sino que además todo el aspecto del planeta se volvió hermoso y atractivo.

Texto

rūpaṁ sa jagṛhe mātsyaṁ
cākṣuṣodadhi-samplave
nāvy āropya mahī-mayyām
apād vaivasvataṁ manum

Palabra por palabra

rūpam — forma; saḥ — Él; jagṛhe — adoptó; mātsyam — de un pez; cākṣuṣa — Cākṣuṣa; udadhi — agua; samplave — inundación; nāvi — en el barco; āropya — manteniendo sobre; mahī — la Tierra; mayyām — ahogada en; apāt — protegió; vaivasvatam — Vaivasvata; manum — Manu, el padre del hombre.

Traducción

Al ocurrir una inundación completa, después del período del Cākṣuṣa Manu, y cuando el mundo entero estaba profundamente sumergido en el agua, el Señor asumió la forma de un pez y protegió a Vaivasvata Manu, manteniéndolo arriba en un barco.

Significado

Según Śrīpada Śrīdhara Svāmī, el comentarista original del Bhāgavatam, no siempre ocurre una devastación después del cambio de cada manu. Y, sin embargo, esta inundación que ocurrió después del período de Cākṣuṣa Manu, tuvo lugar para mostrarle algunas maravillas a Satyavrata. Pero Śrī Jīva Gosvāmī ha dado pruebas definitivas, tomadas de Escrituras autoritativas (tales como el Viṣṇu-dharmottara, el Mārkaṇḍeya Purāṇa, el Harivaṁśa, etc.) que indican que siempre ocurre una devastación después del final de todos y cada uno de los manus. Śrīla Viśvanātha Cakravartī también ha apoyado a Śrīla Jīva Gosvāmī, y él (Śrī Cakravartī) ha presentado citas del Bhāgavatāmṛta en relación con esa inundación que ocurre después de cada manu. Aparte de eso, el Señor, a fin de favorecer de manera especial a Satyavrata, un devoto del Señor, se encarnó en ese período en particular.

Texto

surāsurāṇām udadhiṁ
mathnatāṁ mandarācalam
dadhre kamaṭha-rūpeṇa
pṛṣṭha ekādaśe vibhuḥ

Palabra por palabra

sura — los teístas; asurāṇām — de los ateos; udadhim — en el océano; mathnatām — batiendo; mandarācalam — la colina Mandarācala; dadhre — sostuvo; kamaṭha — tortuga; rūpeṇa — en la forma de; pṛṣṭhe — concha; ekādaśe — la undécima en la línea; vibhuḥ — el grande.

Traducción

La undécima encarnación del Señor tomó la forma de una tortuga, cuya concha sirvió de pivote para la colina Mandarācala, que los teístas y ateos del universo estaban usando como batidor.

Significado

Una vez, tanto los ateos como los teístas se pusieron a producir néctar a partir del mar, para todos ellos volverse inmortales al beberlo. En esa ocasión, la colina Mandarācala se usó como batidor, y la concha del Señor Tortuga, la encarnación de Dios, se convirtió en el punto de apoyo (pivote) de la colina en el agua del mar.

Texto

dhānvantaraṁ dvādaśamaṁ
trayodaśamam eva ca
apāyayat surān anyān
mohinyā mohayan striyā

Palabra por palabra

dhānvantaram — la encarnación de Dios llamada Dhanvantari; dvādaśamam — la duodécima en la línea; trayodaśamam — la decimotercera en la línea; eva — indudablemente; ca — y; apāyayat — dio de beber; surān — los semidioses; anyān — otros; mohinyā — mediante una belleza encantadora; mohayan — atrayendo; striyā — en la forma de una mujer.

Traducción

En la duodécima encarnación, el Señor apareció como Dhanvantari, y en la decimotercera atrajo a los ateos mediante la encantadora belleza de una mujer, y les dio de beber néctar a los semidioses.

Texto

caturdaśaṁ nārasiṁhaṁ
bibhrad daityendram ūrjitam
dadāra karajair ūrāv
erakāṁ kaṭa-kṛd yathā

Palabra por palabra

caturdaśam — la decimocuarta en la línea; nāra-siṁham — la encarnación del Señor como mitad hombre y mitad león; bibhrat — apareció; daitya-indram — el rey de los ateos; ūrjitam — de constitución fuerte; dadāra — bifurcó; karajaiḥ — con las uñas; ūrau — en el regazo; erakām — cañas; kaṭa-kṛt — carpintero; yathā — así como.

Traducción

En la decimocuarta encarnación, el Señor apareció como Nṛsimha, y con Sus uñas bifurcó el fuerte cuerpo del ateo Hiraṇyakaśipu, tal como un carpintero corta la caña.

Texto

pañcadaśaṁ vāmanakaṁ
kṛtvāgād adhvaraṁ baleḥ
pada-trayaṁ yācamānaḥ
pratyāditsus tri-piṣṭapam

Palabra por palabra

pañcadaśam — la decimoquinta en la línea; vāmanakam — el brāhmaṇa enano; kṛtvā — asumiendo; agāt — fue; adhvaram — arena de sacrificio; baleḥ — del rey Bali; pada-trayam — únicamente tres pasos; yācamānaḥ — mendigando; pratyāditsuḥ — deseando de todo corazón devolver; tri-piṣṭapam — el reino de los tres sistemas planetarios.

Traducción

En la decimoquinta encarnación, el Señor asumió la forma de un brāhmaṇa enano [Vāmana] y visitó la arena de sacrificio establecida por Mahārāja Bali. Aunque en el fondo estaba deseando recuperar el reino de los tres sistemas planetarios, Él únicamente pidió una donación de tres pasos de tierra.

Significado

El Todopoderoso Dios puede otorgarle a cualquiera el reino del universo a partir de un diminuto comienzo, y, de forma similar, puede quitar el reino del universo bajo el pretexto de mendigar un pequeño pedazo de tierra.

Texto

avatāre ṣoḍaśame
paśyan brahma-druho nṛpān
triḥ-sapta-kṛtvaḥ kupito
niḥ-kṣatrām akaron mahīm

Palabra por palabra

avatāre — en la encarnación del Señor; ṣoḍaśame — la decimosexta; paśyan — viendo; brahma-druhaḥ — desobedeciendo las órdenes de los brāhmaṇas; nṛpān — la orden monárquica; triḥ-sapta — el triple de siete veces; kṛtvaḥ — había hecho; kupitaḥ — estando dedicado; niḥ — negación; kṣatrām — la clase administradora; akarot — realizó; mahīm — la Tierra.

Traducción

En la decimosexta encarnación de la Divinidad, el Señor [como Bhṛgupati] aniquiló a la clase administradora [kṣatriyas] veintiuna veces, pues estaba furioso con ellos por su rebelión en contra de los brāhmaṇas [la clase inteligente].

Significado

Se espera que los kṣatriyas, o los hombres de la clase administradora, rijan el planeta bajo la dirección de los hombres de la clase inteligente, quienes dirigen a los gobernantes en función de los śastras modelo, o los libros de conocimiento revelado. Los gobernantes desempeñan la administración de acuerdo con esas instrucciones. Siempre que los kṣatriyas, o la clase administradora, desobedecen las órdenes de los eruditos e inteligentes brāhmaṇas, los administradores son quitados a la fuerza de sus puestos, y se hacen ajustes en pro de una mejor administración.

Texto

tataḥ saptadaśe jātaḥ
satyavatyāṁ parāśarāt
cakre veda-taroḥ śākhā
dṛṣṭvā puṁso ’lpa-medhasaḥ

Palabra por palabra

tataḥ — después; saptadaśe — en la decimoséptima encarnación; jātaḥ — apareció; satyavatyām — en el vientre de Satyavatī; parāśarāt — por Parāśara Muni; cakre — preparó; veda-taroḥ — del árbol de deseo de los Vedas; śākhāḥ — ramas; dṛṣṭvā — viendo; puṁsaḥ — la gente en general; alpa-medhasaḥ — poco inteligente.

Traducción

Después, en la decimoséptima encarnación de Dios, Śrī Vyāsadeva apareció en el vientre de Satyavatī a través de Parāśara Muni, y al ver que la generalidad de la gente era poco inteligente, dividió en diversas ramas y subramas el único Veda que había.

Significado

Originalmente, el Veda es uno. Pero Śrīla Vyāsadeva dividió el Veda original en cuatro —a saber, Sāma, Yajur, Ṛg, Atharva—, y luego, estos a su vez fueron explicados en diferentes ramas, tales como los Purāṇas y el Mahābhārata. El lenguaje védico y el tema en cuestión les resultan muy difíciles a los hombres ordinarios. Esas cosas las entienden brāhmaṇas sumamente inteligentes y autorrealizados. Pero la actual era de Kali está repleta de hombres ignorantes. Incluso aquellos que nacen de un padre brāhmaṇa, en esta época no son mejores que los śūdras o las mujeres. Se espera que los hombres nacidos por segunda vez, es decir los brāhmaṇas, los kṣatriyas y los vaiśyas, se sometan a un proceso purificatorio y cultural conocido como saṁskāras, pero debido a la mala influencia de la era actual, los supuestos miembros de las familias brāhmaṇas y de otras familias de alto rango han dejado de ser sumamente cultos. A ellos se les llama los dvija-bandhus, o amigos y familiares de los que han nacido por segunda vez. Pero estos dvija-bandhus se clasifican entre los śūdras y las mujeres. Śrīla Vyāsadeva dividió los Vedas en diversas ramas y subramas por el bien de las clases poco inteligentes, tales como los dvija-bandhus, los śūdras y las mujeres.

Texto

nara-devatvam āpannaḥ
sura-kārya-cikīrṣayā
samudra-nigrahādīni
cakre vīryāṇy ataḥ param

Palabra por palabra

nara — ser humano; devatvam — divinidad; āpannaḥ — habiendo asumido la forma de; sura — los semidioses; kārya — actividades; cikīrṣayā — con el propósito de realizar; samudra — el Océano Índico; nigraha-ādīni — controlando, etc.; cakre — realizó; vīryāṇi — proezas sobrehumanas; ataḥ param — después.

Traducción

En la decimoctava encarnación, el Señor apareció como el rey Rāma. A fin de ejecutar algunas tareas que fueran del agrado de los semidioses, exhibió poderes sobrehumanos al controlar el océano Índico y matar luego al ateo rey Rāvaṇa, que se encontraba del otro lado del mar.

Significado

La Personalidad de Dios Śrī Rāma asumió la forma de un ser humano, y, para mantener el orden del universo, apareció en la Tierra con el propósito de realizar algunas tareas que fueran del agrado de los semidioses, o las personalidades administradoras. A veces, grandes demonios y ateos, tales como Rāvaṇa, Hiraṇyakaśipu y muchos otros, se vuelven muy famosos por el hecho de hacer avanzar la civilización material mediante la ayuda de la ciencia material y otras actividades, con el ánimo de desafiar el orden establecido por el Señor. Por ejemplo, el intento de volar a otros planetas por medios materiales, es un desafío al orden establecido. Las condiciones de todos y cada uno de los planetas son diferentes, y diferentes clases de seres humanos son acomodadas allí con determinados propósitos que se mencionan en los códigos del Señor. Pero a veces, envanecidos por el diminuto éxito en el avance material, los materialistas ateos desafían la existencia de Dios. Rāvaṇa era uno de ellos, y él quiso enviar a hombres comunes al planeta de Indra (el cielo) por medios materiales, sin tomar en consideración las cualidades necesarias para ello. Él quería que se construyera una escalera que llegara directamente al planeta celestial, de manera que a la gente no se le exigiera someterse a la rutina del trabajo piadoso necesario para entrar en ese planeta. Él también quiso realizar otros actos en contra del régimen establecido por el Señor. Incluso desafió la autoridad de Śrī Rāma, la Personalidad de Dios, y raptó a la esposa de Este, Sītā. Por supuesto, el Señor Rāma apareció para castigar al ateo, respondiendo a la oración y el deseo de los semidioses. En consecuencia, Él aceptó el desafío de Rāvaṇa, y todo el asunto es el tema del Rāmāyaṇa. Como el Señor Rāmacandra era la Personalidad de Dios, exhibió actividades sobrehumanas que ningún ser humano podía realizar —ni siquiera Rāvaṇa, que estaba adelantado en lo material—. El Señor Rāmacandra preparó un camino real sobre el océano Índico, con piedras que flotaban en el agua. Los científicos modernos han hecho investigaciones en el campo de la ingravidez, pero no es posible producirla en cualquier parte. Mas, debido a que la ingravidez es la creación del Señor mediante la cual Él puede hacer que los gigantescos planetas vuelen y floten en el aire, Él hizo que incluso en esta Tierra las piedras fueran ingrávidas, y preparó un puente de piedras sobre el mar, sin ningún pilar de apoyo. Esa es la exhibición del poder de Dios.

Texto

ekonaviṁśe viṁśatime
vṛṣṇiṣu prāpya janmanī
rāma-kṛṣṇāv iti bhuvo
bhagavān aharad bharam

Palabra por palabra

ekonaviṁśe — en la decimonovena; viṁśatime — también en la vigésima; vṛṣṇiṣu — en la dinastía Vṛṣṇi; prāpya — habiendo obtenido; janmanī — nacimientos; rāma — Balarāma; kṛṣṇau — Śrī Kṛṣṇa; iti — así; bhuvaḥ — del mundo; bhagavān — la Personalidad de Dios; aharat — quitó; bharam — carga.

Traducción

En las encarnaciones decimonovena y vigésima, el Señor hizo Su advenimiento como el Señor Balarāma y el Señor Kṛṣṇa en la familia de Vṛṣṇi [la dinastía Yadu], y con eso quitó la carga del mundo.

Significado

La mención específica de la palabra bhagavān que se hace en este texto, indica que Balarāma y Kṛṣṇa son formas originales del Señor. Posteriormente, esto se explicará más a fondo. Como aprendimos al principio de este capítulo, el Señor Kṛṣṇa no es una encarnación del puruṣa. Él es directamente la Personalidad de Dios original, y Balarāma es la primera manifestación plenaria del Señor. A partir de Baladeva se expande la primera falange de expansiones plenarias: Vāsudeva, Saṅkarṣaṇa, Aniruddha y Pradyumna. El Señor Śrī Kṛṣṇa es Vāsudeva, y Baladeva es Saṅkarṣaṇa.

Texto

tataḥ kalau sampravṛtte
sammohāya sura-dviṣām
buddho nāmnāñjana-sutaḥ
kīkaṭeṣu bhaviṣyati

Palabra por palabra

tataḥ — después; kalau — en la era de Kali; sampravṛtte — habiendo sobrevenido; sammohāya — con el propósito de engañar; sura — los teístas; dviṣām — aquellos que son envidiosos; buddhaḥ — el Señor Buddha; nāmnā — de nombre; añjana-sutaḥ — cuya madre era Añjanā; kīkaṭeṣu — en la provincia de Gayā (Bihar); bhaviṣyati — ocurrirá.

Traducción

Luego, al comienzo de Kali-yuga, el Señor aparecerá como el Señor Buddha, el hijo de Añjanā, en la provincia de Gayā, solo con el propósito de engañar a aquellos que estén envidiosos del teísta fiel.

Significado

El Señor Buddha, una poderosa encarnación de la Personalidad de Dios, apareció en la provincia de Gayā (Bihar) como el hijo de Añjanā, y predicó su propio concepto de no violencia, desaprobando incluso los sacrificios de animales que se sancionan en los Vedas. En la época en que el Señor Buddha apareció, la generalidad de la gente era atea y prefería la carne animal a cualquier otra cosa. Bajo el pretexto de sacrificio védico, todo lugar se había convertido prácticamente en un matadero, y la gente se había entregado, sin restricción, a la matanza de animales. El Señor Buddha predicó la no violencia, compadeciéndose de los pobres animales. Él predicó que no creía en los preceptos de los Vedas, e hizo énfasis en los efectos psicológicos adversos que la matanza de animales provocaba. Los hombres poco inteligentes de la era de Kali, que no tenían fe en Dios, siguieron su principio, y entre tanto fueron entrenados en la disciplina moral y la no violencia, pasos preliminares para seguir adelante en el sendero hacia la comprensión de Dios. Él engañó a los ateos, pues esos ateos que siguieron sus principios no creían en Dios, pero mantuvieron absoluta fe en el Señor Buddha, que de por sí era la encarnación de Dios. De esa manera, a la gente infiel se le hizo creer en Dios en la forma del Señor Buddha. Esa fue la misericordia del Señor Buddha: él hizo que los infieles le fueran fieles a él.

Antes del advenimiento del Señor Buddha, la matanza de animales era la característica más resaltante de la sociedad. La gente alegaba que se trataba de sacrificios védicos. Cuando los Vedas no se reciben a través de la sucesión discipular autoritativa, los lectores casuales de los Vedas son desencaminados por el lenguaje florido de ese sistema de conocimiento. En el Bhagavad-gītā se ha hecho un comentario acerca de esa clase de estudiosos necios (avipaścitaḥ). Los estudiosos necios de la literatura védica, que no se preocupan por recibir el mensaje trascendental a través de las trascendentales e iluminadas fuentes de la sucesión discipular, se confundirán con toda certeza. Ellos consideran que las ceremonias rituales lo son todo; no tienen ninguna profundidad de conocimiento. Según el Bhagavad-gītā (15.15): vedaiś ca sarvair aham eva vedyaḥ, todo el sistema de los Vedas tiene por objeto llevarlo a uno gradualmente hacia el sendero del Señor Supremo. Toda la materia de la literatura védica tiene por objeto conocer al Señor Supremo, al alma individual, la situación cósmica y la relación que hay entre todos esos factores. Cuando se conoce la relación, comienza la función relativa, y como resultado de dicha función, la meta máxima de la vida, o el ir de vuelta a Dios, se alcanza de la manera más fácil. Desgraciadamente, desautorizados estudiosos de los Vedas quedan cautivados únicamente por las ceremonias purificatorias, y de esa forma se detiene el progreso natural.

Para esa clase de personas confundidas y de tendencias ateas, el Señor Buddha es el emblema del teísmo. Por consiguiente, él quiso detener ante todo el hábito de matar animales. Los asesinos de animales son elementos peligrosos en el sendero que va de vuelta a Dios. Hay dos tipos de asesinos de animales. Al alma se la llama a veces el «animal» o el ser viviente. En consecuencia, tanto al matador de animales, como también aquellos que han perdido su identidad como almas, son asesinos de animales.

Mahārāja Parīkṣit dijo que únicamente el asesino de animales no puede saborear el mensaje trascendental del Señor Supremo. Por lo tanto, si la gente va a ser educada para ir por el sendero de Dios, debe enseñársele ante todo a detener el proceso de matar animales, como se mencionó anteriormente. Es absurdo decir que la matanza de animales no tiene nada que ver con la comprensión espiritual. En virtud de esa peligrosa teoría y por la gracia de Kali-yuga, han surgido muchos supuestos sannyāsīs que predican a favor de la matanza de animales, disfrazándola de los Vedas. El tema ya se ha discutido en la conversación que hubo entre el Señor Caitanya y el ulema Chand Kazi Shaheb. El sacrificio de animales que se expone en los Vedas es diferente de la matanza de animales sin restricción que se hace en el matadero. Debido a que los asuras o los presuntos estudiosos de las Escrituras védicas alegan como evidencia la matanza de animales que se indica en los Vedas, el Señor Buddha negó superficialmente la autoridad de los Vedas. El Señor Buddha adoptó esa posición de rechazo de los Vedas, para salvar a la gente del vicio de matar animales, así como también para salvar a los pobres animales de ser matados por sus hermanos mayores, que claman por la fraternidad universal, la paz, la justicia y la igualdad. No hay justicia cuando hay matanza de animales. El Señor Buddha quiso detener esta última por completo, y, en consecuencia, su culto de ahiṁsā se propagó no solo en la India, sino también fuera del país.

Técnicamente se dice que la filosofía del Señor Buddha es atea, debido a que no reconoce al Señor Supremo, y debido a que ese sistema de filosofía negó la autoridad de los Vedas. Pero ese es un acto de camuflaje que realizó el Señor. El Señor Buddha es la encarnación de Dios. Como tal, él es el expositor original del conocimiento védico y, por ende, no puede rechazar la filosofía védica. Pero él la rechazó externamente, porque los sura-dviṣa, o los demonios que siempre están envidiosos de los devotos de Dios, tratan de respaldar con las páginas de los Vedas la matanza de vacas o la matanza de animales, y esto lo están haciendo ahora los sannyāsīs modernizados. El Señor Buddha tuvo que rechazar por completo la autoridad de los Vedas. Esto es simplemente una cuestión técnica, y de no haberlo sido, no se lo hubiera aceptado como la encarnación de Dios. Ni tampoco habría sido adorado en las canciones trascendentales del poeta Jayadeva, que es un ācārya vaiṣṇava. A fin de establecer la autoridad de los Vedas, el Señor Buddha predicó los principios preliminares de los Vedas de una manera adecuada para el tiempo en cuestión (y eso mismo hizo Śaṅkarācārya). Por consiguiente, tanto el Señor Buddha como Ācārya Śaṅkara le abrieron el camino al teísmo, y los ācāryas vaiṣṇavas —específicamente el Señor Śrī Caitanya Mahāprabhu— guiaron a la gente por la senda de la comprensión de cómo regresar a Dios.

Nos contenta el hecho de que la gente se esté interesando por el movimiento de no violencia del Señor Buddha. Pero, ¿tomarán ellos el asunto muy en serio y cerrarán totalmente los mataderos de animales? Si no, el culto de ahiṁsā no tiene ningún sentido.

El Śrīmad-Bhāgavatam se compuso justo antes del comienzo de la era de Kali (hace unos cinco mil años), y el Señor Buddha apareció hace unos dos mil seiscientos años. Por lo tanto, en el Śrīmad-Bhāgavatam se predice la aparición del Señor Buddha. He ahí la autoridad de esta Escritura transparente. Hay muchas de esas profecías, y se están cumpliendo una tras otra. Ellas indicarán la excelsa posición del Śrīmad-Bhāgavatam, que carece de todo vestigio de error, ilusión, engaño e imperfección —los cuatro defectos de todas las almas condicionadas—. Las almas liberadas están por encima de esos defectos; Por consiguiente, pueden ver y predecir cosas que van a suceder en lejanas fechas futuras.

Texto

athāsau yuga-sandhyāyāṁ
dasyu-prāyeṣu rājasu
janitā viṣṇu-yaśaso
nāmnā kalkir jagat-patiḥ

Palabra por palabra

atha — después; asau — el mismo Señor; yuga-sandhyāyām — en el momento de la conjunción de los yugas; dasyu — saqueadores; prāyeṣu — casi todos; rājasu — las personalidades gobernantes; janitā — Él nacerá; viṣṇu — llamado Viṣṇu; yaśasaḥ — de apellido Yaśā; nāmnā — en el nombre de; kalkiḥ — la encarnación del Señor; jagat-patiḥ — el Señor de la creación.

Traducción

Después, en el momento de la conjunción de dos yugas, el Señor de la creación nacerá como la encarnación Kalki, y se convertirá en el hijo de Viṣṇu Yaṣā. En ese entonces, los gobernantes de la Tierra se habrán degenerado y convertido en saqueadores.

Significado

He aquí otra predicción: el advenimiento del Señor Kalki, la encarnación de Dios. Él va a aparecer en el momento de la conjunción de los dos yugas, es decir, al final de Kali-yuga y comienzo de Satya-yuga. El ciclo de los cuatro yugas —a saber, Satya, Tretā, Dvāpara y Kali—, rota como los meses del calendario. El actual Kali-yuga dura 432 000 años, de los cuales han transcurrido únicamente cinco mil años, contados a partir del final de la batalla de Kurukṣetra y del fin del régimen del rey Parīkṣit. De manera que aún faltan cuatrocientos veintisiete mil años por transcurrir. Por consiguiente, al final de este período, la encarnación de Kalki aparecerá, tal como se predijo en el Śrīmad-Bhāgavatam. El nombre de Su padre, Viṣṇu Yaśa, un brāhmaṇa erudito, y la aldea de Śambhala, también se mencionan. Como se dijo anteriormente, todas esas predicciones resultarán ciertas en orden cronológico. He ahí la autoridad del Śrīmad-Bhāgavatam.

Texto

avatārā hy asaṅkhyeyā
hareḥ sattva-nidher dvijāḥ
yathāvidāsinaḥ kulyāḥ
sarasaḥ syuḥ sahasraśaḥ

Palabra por palabra

avatārāḥ — encarnaciones; hi — indudablemente; asaṅkhyeyāḥ — innumerables; hareḥ — de Hari, el Señor; sattva-nidheḥ — del océano de bondad; dvijāḥ — los brāhmaṇas; yathā — tal como es; avidāsinaḥ — inagotables; kulyāḥ — riachuelos; sarasaḥ — de vastos lagos; syuḥ — son; sahasraśaḥ — miles de.

Traducción

¡Oh, brāhmaṇas!, las encarnaciones del Señor son innumerables, como riachuelos provenientes de inagotables manantiales de agua.

Significado

La lista de encarnaciones de la Personalidad de Dios que se da aquí no está completa. Es solo una visión parcial de todas las encarnaciones. Hay muchas otras, tales como Śrī Hayagrīva, Hari, Haṁsa, Pṛśnigarbha, Vibhu, Satyasena, Vaikuṇṭha, Sārvabhauma, Viṣvaksena, Dharmasetu, Sudhāmā, Yogeśvara, Bṛhadbhānu, y otras de épocas anteriores. Śrī Prahlāda Mahārāja dijo en su oración: «Mi Señor, Tú manifiestas tantas encarnaciones como especies de vida hay, es decir, los seres acuáticos, los vegetales, los reptiles, las aves, las bestias, los hombres, los semidioses, etc., solo para cuidar a los fieles y aniquilar a los infieles. De esa manera Tú haces Tu advenimiento, conforme a la necesidad de los diferentes yugas. En Kali-yuga, Te has encarnado con el atuendo de un devoto». Esa encarnación del Señor en Kali-yuga es el Señor Caitanya Mahāprabhu. Hay muchos otros lugares, tanto en el Bhāgavatam como en otras Escrituras, en que se menciona explícitamente la encarnación del Señor como Śrī Caitanya Mahāprabhu. En la Brahma-saṁhitā también se dice indirectamente que, aunque hay muchas encarnaciones del Señor, tales como Rāma, Nṛsiṁha, Varāha, Matsya, Kūrma y muchas otras, el propio Señor a veces se encarna en persona. El Señor Kṛṣṇa y el Señor Śrī Caitanya Mahāprabhu no son, entonces, encarnaciones, sino la fuente original de todas las demás encarnaciones. Esto se explicará claramente en el siguiente śloka. Así que el Señor es el manantial inagotable de innumerables encarnaciones que no siempre se mencionan. Pero esas encarnaciones se distinguen mediante hazañas específicas y extraordinarias, que a cualquier ser viviente le resultan imposibles de ejecutar. Esa es la prueba general para identificar a una encarnación del Señor, apoderada directa o indirectamente. Algunas de las encarnaciones que se mencionaron anteriormente casi son porciones plenarias. Por ejemplo, los Kumāras están apoderados con conocimiento trascendental. Śrī Nārada está apoderado con servicio devocional. Mahārāja Pṛthu es una encarnación apoderada con la función ejecutiva. La encarnación Matsya es directamente una porción plenaria. De manera que las innumerables encarnaciones del Señor se manifiestan constantemente por todos los universos, sin cesar, como agua que emana constantemente de las cataratas.

Texto

ṛṣayo manavo devā
manu-putrā mahaujasaḥ
kalāḥ sarve harer eva
saprajāpatayaḥ smṛtāḥ

Palabra por palabra

ṛṣayaḥ — todos los sabios; manavaḥ — todos los manus; devāḥ — todos los semidioses; manu-putrāḥ — todos los descendientes de Manu; mahā-ojasaḥ — muy poderosos; kalāḥ — porción de la porción plenaria; sarve — todos colectivamente; hareḥ — del Señor; eva — indudablemente; sa-prajāpatayaḥ — junto con los prajāpatis; smṛtāḥ — se conocen.

Traducción

Todos los ṛṣis, manus, semidioses y descendientes de Manu, que son especialmente poderosos, son porciones plenarias o porciones de las porciones plenarias del Señor. Esto también incluye a todos los prajāpatis.

Significado

Aquellos que comparativamente son menos poderosos se llaman vibhūti, y aquellos que comparativamente son más poderosos se llaman encarnaciones āveśa.

Texto

ete cāṁśa-kalāḥ puṁsaḥ
kṛṣṇas tu bhagavān svayam
indrāri-vyākulaṁ lokaṁ
mṛḍayanti yuge yuge

Palabra por palabra

ete — todas estas; ca — y; aṁśa — porciones plenarias; kalāḥ — porciones de las porciones plenarias; puṁsaḥ — del Supremo; kṛṣṇaḥ — el Señor Kṛṣṇa; tu — pero; bhagavān — la Personalidad de Dios; svayam — en persona; indra-ari — los enemigos de Indra; vyākulam — perturbaron; lokam — todos los planetas; mṛḍayanti — da protección; yuge yuge — en diferentes épocas.

Traducción

Todas las encarnaciones anteriormente mencionadas son, o bien porciones plenarias, o porciones de las porciones plenarias del Señor, pero el Señor Śrī Kṛṣṇa es la Personalidad de Dios original. Todas ellas aparecen en los planetas, siempre que hay un disturbio creado por los ateos. El Señor se encarna para proteger a los teístas.

Significado

En esta estrofa en particular, al Señor Śrī Kṛṣṇa, la Personalidad de Dios, se le distingue de las demás encarnaciones. A Él se le incluye entre los avatāras (encarnaciones), debido a que, por Su misericordia sin causa, Él desciende de Su morada trascendental. Avatāra significa «aquel que desciende». Todas las encarnaciones del Señor, incluyendo al propio Señor, descienden a los diferentes planetas del mundo material, así como también en diferentes especies de vida, para cumplir con misiones específicas. Algunas veces Él Mismo viene, y otras veces Sus diferentes porciones plenarias o partes de las porciones plenarias, o Sus porciones diferenciadas —directa o indirectamente apoderadas por Él—, descienden a este mundo material para ejecutar ciertas funciones específicas. Originalmente, el Señor está colmado de todas las opulencias: pleno valor, plena fama, plena belleza, pleno conocimiento y plena renunciación. Cuando estas se manifiestan parcialmente a través de las porciones plenarias o partes de las porciones plenarias, debe notarse que para esas funciones específicas se requiere de ciertas manifestaciones de Sus diferentes poderes. Cuando en la habitación se encienden las pequeñas bombillas eléctricas, ello no significa que la planta eléctrica queda limitada por las pequeñas bombillas. La misma planta puede proporcionar potencia para operar dinamos industriales a gran escala con voltajes mucho mayores. De forma similar, las encarnaciones del Señor despliegan poderes limitados, pues esa es la cantidad de poder que se necesita en ese momento en particular.

Por ejemplo, el Señor Paraśurāma y el Señor Nṛsiṁha exhibieron una opulencia poco usual, el primero al matar veintiuna veces a los kṣatriyas desobedientes, y el segundo al matar al muy poderoso ateo Hiraṇyakaśipu. Hiraṇyakaśipu era tan poderoso, que incluso los semidioses de otros planetas temblaban cuando él simplemente fruncía el ceño. Los semidioses de los niveles superiores de existencia material superan en mucho a los seres humanos más acaudalados, tanto en duración de la vida, como en belleza, riqueza, enseres de que disponen, y en todos los demás aspectos. Aun así, ellos le temían a Hiraṇyakaśipu. De manera que simplemente podemos imaginarnos cuán poderoso era Hiraṇyakaśipu en este mundo material. Pero hasta Hiraṇyakaśipu fue cortado en pequeños pedazos por las uñas del Señor Nṛsiṁha. Esto significa que nadie que sea poderoso materialmente, puede soportar la fuerza de las uñas del Señor. De igual modo, Jāmadagnya exhibió el poder del Señor para matar a todos los reyes desobedientes y poderosamente situados en sus respectivos estados. Nārada, la apoderada encarnación del Señor, y Varāha, la encarnación plenaria, así como el Señor Buddha, apoderado indirectamente, crearon fe en las grandes masas. Las encarnaciones de Rāma y Dhanvantari exhibieron Su fama, y Balarāma, Mohinī y Vāmana exhibieron Su belleza. Dattātreya, Matsya, Kumāra y Kapila exhibieron Su conocimiento trascendental. Los ṛṣis Nara y Nārāyaṇa exhibieron Su renunciación. De modo que todas las diferentes encarnaciones del Señor manifestaron directa o indirectamente diferentes características, pero el Señor Kṛṣṇa, el Señor Primordial, exhibió todas las características de Dios, y así queda confirmado que Él es la fuente de todas las demás encarnaciones. Y la característica más extraordinaria que exhibió el Señor Śrī Kṛṣṇa fue la manifestación de Sus pasatiempos con las pastorcillas de vacas, manifestación realizada por Su energía interna. Sus pasatiempos con las gopīs son todos exhibiciones de existencia, bienaventuranza y conocimiento trascendentales, aunque se manifiestan aparentemente como amor sexual. El atractivo específico de Sus pasatiempos con las gopīs nunca debe ser malentendido. El Bhāgavatam relata esos pasatiempos trascendentales en el Décimo Canto. Y para que se pueda llegar a la posición de entender la naturaleza trascendental de los pasatiempos del Señor Kṛṣṇa con las gopīs, el Bhāgavatam promueve gradualmente al estudiante a través de los nueve cantos anteriores.

Según la declaración de Śrīla Jīva Gosvāmī, de conformidad con las fuentes autoritativas, el Señor Kṛṣṇa es la fuente de todas las demás encarnaciones. No ha de creerse que el Señor Kṛṣṇa tiene alguna fuente a partir de la cual se encarna. Todas las señales de la Verdad Suprema se hallan presentes en pleno en la persona del Señor Śrī Kṛṣṇa, y en el Bhagavad-gītā el Señor declara enfáticamente que no hay verdad mayor ni igual a Él. En esta estrofa, la palabra svayam se menciona particularmente para confirmar que el Señor Kṛṣṇa no tiene ninguna otra fuente aparte de Sí Mismo. Aunque en otros lugares a las encarnaciones se las describe como Bhagavān debido a sus funciones específicas, en ninguna parte se declara que son la Personalidad Suprema. En esta estrofa, la palabra svayam denota la supremacía como el summum bonum.

Kṛṣṇa, el summum bonum, no tiene igual. Él Mismo se ha expandido en varias partes, porciones y partículas, como svayaṁ-rūpa, svayam prakāśa, tad-ekātmā, prābhava, vaibhava, vilāsa, avatāra, āveśa y jīvas, provistas todas de innumerables energías que son precisamente las adecuadas para las personas y personalidades respectivas. Eruditos entendidos en los temas trascendentales han analizado cuidadosamente a Kṛṣṇa, el summum bonum, indicando que tiene sesenta y cuatro atributos principales. Todas las expansiones o categorías del Señor poseen únicamente porcentajes de estos atributos. Pero Śrī Kṛṣṇa posee los atributos en un cien por ciento. Y Sus expansiones personales, tales como svayaṁ prakāśa y tad-ekātmā, hasta las categorías de los avatāras —que son todos viṣṇu-tattva—, poseen hasta un noventa y tres por ciento de estos atributos trascendentales. El Señor Śiva, que ni es avatāra ni āveśa, ni se encuentra entre los dos, posee casi un ochenta y cuatro por ciento de los atributos. Pero las jīvas, o los seres vivientes individuales de los diferentes niveles de vida, poseen hasta el límite de setenta y ocho por ciento de los atributos. En el estado condicionado de la existencia material, el ser viviente posee estos atributos en una cantidad muy pequeña, que varía en términos de su vida piadosa. El ser viviente más perfecto de todos es Brahmā, el administrador supremo de un universo. Él posee en pleno setenta y ocho por ciento de los atributos. Todos los demás semidioses tienen los mismos atributos en menor cantidad, mientras que los seres humanos poseen los atributos en una cantidad muy diminuta. La pauta de la perfección para un ser humano es la de desarrollar en pleno los atributos hasta el setenta y ocho por ciento. El ser viviente nunca puede poseer atributos como Śiva, Viṣṇu o el Señor Kṛṣṇa. Un ser viviente puede adquirir carácter divino mediante el desarrollo en pleno del setenta y ocho por ciento de los atributos trascendentales, pero nunca puede volverse un Dios como Śiva, Viṣṇu o Kṛṣṇa. Él puede volverse un Brahmā a su debido tiempo. Los seres vivientes divinos, que residen todos en los planetas del cielo espiritual, son asociados eternos de Dios en diferentes planetas espirituales, denominados Hari-dhāma y Maheśa-dhama. La morada del Señor Kṛṣṇa, que se halla por encima de todos los planetas espirituales, se llama Kṛṣṇaloka o Goloka Vṛndāvana, y el ser viviente que se ha perfeccionado mediante el desarrollo del setenta y ocho por ciento de todos los atributos anteriormente mencionados, puede entrar en el planeta de Kṛṣṇaloka después de dejar el cuerpo material actual.

Texto

janma guhyaṁ bhagavato
ya etat prayato naraḥ
sāyaṁ prātar gṛṇan bhaktyā
duḥkha-grāmād vimucyate

Palabra por palabra

janma — nacimiento; guhyam — misterioso; bhagavataḥ — del Señor; yaḥ — uno; etat — todos estos; prayataḥ — cuidadosamente; naraḥ — hombre; sāyam — noche; prātaḥ — mañana; gṛṇan — recita; bhaktyā — con devoción; duḥkha-grāmāt — de todos los sufrimientos; vimucyate — se libera de.

Traducción

Todo aquel que, cuidadosamente y con devoción, recite por la mañana y por la noche las descripciones de las misteriosas apariciones del Señor, se libera de todos los sufrimientos de la vida.

Significado

En el Bhagavad-gītā, la Personalidad de Dios ha declarado que todo aquel que conoce los principios del nacimiento y las actividades trascendentales del Señor, irá de vuelta a Dios después de ser liberado de este tabernáculo material. De manera que el simple hecho de conocer en verdad lo misterioso de la encarnación del Señor en este mundo material, puede liberarlo a uno del cautiverio material. Así pues, el nacimiento y las actividades del Señor, tal como Él los manifiesta por el bien de la generalidad de la gente, no son ordinarios; son misteriosos, y su misterio solo lo descubren aquellos que tratan cuidadosamente de profundizar en el tema mediante la devoción espiritual. De esa forma, uno logra liberarse del cautiverio material. En consecuencia, se señala que aquel que simplemente recite con sinceridad y devoción este capítulo del Bhāgavatam, en el que se describe la aparición del Señor en diferentes encarnaciones, puede llegar a comprender la naturaleza interna del nacimiento y las actividades del Señor. La misma palabra vimukti, o liberación, indica que el nacimiento y las actividades del Señor son todos trascendentales; de lo contrario, simplemente por uno referirlos no podría lograr la liberación. Luego son misteriosos, y aquellos que no siguen las regulaciones prescritas del servicio devocional, no tienen derecho a entender los misterios de Sus nacimientos y actividades.

Texto

etad rūpaṁ bhagavato
hy arūpasya cid-ātmanaḥ
māyā-guṇair viracitaṁ
mahadādibhir ātmani

Palabra por palabra

etat — todas estas; rūpam — formas; bhagavataḥ — del Señor; hi — indudablemente; arūpasya — de aquel que no tiene forma material; cit-ātmanaḥ — de la trascendencia; māyā — la energía material; guṇaiḥ — mediante las cualidades; viracitam — fabricado; mahat-ādibhiḥ — con los ingredientes de la materia; ātmani — en el ser.

Traducción

El concepto de la forma virāṭ del Señor, o la forma universal, tal como aparece en el mundo material, es imaginario. Su objeto es permitirles a los poco inteligentes [y neófitos] que se adapten a la idea de que el Señor tiene forma. Pero, de hecho, el Señor no tiene forma material.

Significado

El concepto del Señor conocido como el viśva-rūpa o el virāṭ-rūpa, adrede no se menciona junto con las diversas encarnaciones del Señor, porque todas las encarnaciones del Señor que se mencionan anteriormente son trascendentales, y no hay en sus cuerpos ni un solo vestigio de materialismo. No hay en ellas ninguna diferencia entre el cuerpo y el ser, como la hay en el alma condicionada. El virāṭ-rūpa se concibe para aquellos que son solo adoradores neófitos. El virāṭ-rūpa material se presenta para ellos, y será explicado en el Segundo Canto. En el virāṭ-rūpa, las manifestaciones materiales de los diferentes planetas se han concebido como Sus piernas, manos, etc. En verdad, todas esas clases de descripciones son para los neófitos. Los neófitos no pueden concebir nada más allá de la materia. El concepto material del Señor no se cuenta en la lista de Sus formas reales. Como Paramātmā, o la Superalma, el Señor está dentro de todas y cada una de las formas materiales, incluso dentro de los átomos; pero la forma material externa no es sino una imaginación, tanto para el Señor como para el ser viviente. Las formas actuales de las almas condicionadas tampoco son verdaderas. Se concluye, entonces, que el concepto material del cuerpo del Señor como virāṭ, es imaginario. Tanto el Señor como los seres vivientes son espíritus vivientes, y tienen cuerpos espirituales originales.

Texto

yathā nabhasi meghaugho
reṇur vā pārthivo ’nile
evaṁ draṣṭari dṛśyatvam
āropitam abuddhibhiḥ

Palabra por palabra

yathā — tal como es; nabhasi — en el cielo; megha-oghaḥ — una masa de nubes; reṇuḥ — polvo; — así como también; pārthivaḥ — turbulencia; anile — en el aire; evam — de esa manera; draṣṭari — al que ve; dṛśyatvam — con el propósito de ver; āropitam — se supone; abuddhibhiḥ — por las personas poco inteligentes.

Traducción

Las nubes y el polvo son transportados por el aire, pero las personas poco inteligentes dicen que el cielo está nublado y que el aire está sucio. De forma similar, ellas también le atribuyen conceptos materiales y corporales al ser espiritual.

Significado

Aquí se confirma, además, que con nuestros ojos y sentidos materiales no podemos ver al Señor, el cual es todo espíritu. Ni siquiera podemos detectar la chispa espiritual que existe dentro del cuerpo material del ser viviente. Nosotros miramos la cobertura externa del cuerpo o la mente sutil del ser viviente, pero no podemos ver la chispa espiritual que está dentro del cuerpo. Así que tenemos que aceptar la presencia del ser viviente en virtud de la presencia de su cuerpo burdo. De igual manera, a aquellos que quieren ver al Señor con sus actuales ojos materiales o con los sentidos materiales, se les aconseja meditar en el gigantesco aspecto externo denominado el virāṭ-rūpa. Por ejemplo, cuando un cierto caballero va en su automóvil, el cual puede ser visto muy fácilmente, identificamos el automóvil con el hombre que va dentro. Cuando el presidente sale en su vehículo particular, decimos: «Ahí está el presidente». Temporalmente, identificamos el automóvil con el presidente. De igual modo, a los hombres poco inteligentes que quieren ver a Dios cuanto antes sin la aptitud necesaria para ello, se les muestra primero como la forma del Señor el gigantesco cosmos material, aunque el Señor está dentro y fuera. El ejemplo de las nubes del cielo y el azul del cielo puede ayudarnos a entender esto mejor. Aunque el tinte azulado del cielo y el propio cielo son diferentes, creemos que el color del cielo es azul. Pero ese es un concepto general, únicamente para el profano.

Texto

ataḥ paraṁ yad avyaktam
avyūḍha-guṇa-bṛṁhitam
adṛṣṭāśruta-vastutvāt
sa jīvo yat punar-bhavaḥ

Palabra por palabra

ataḥ — este; param — más allá de; yat — el cual; avyaktam — no manifestado; avyūḍha — sin forma definida; guṇa-bṛṁhitam — afectado por las cualidades; adṛṣṭa — que no se ha visto; aśruta — que no se ha oído; vastutvāt — siendo así; saḥ — ese; jīvaḥ — ser viviente; yat — aquello que; punaḥ-bhavaḥ — nace repetidamente.

Traducción

Más allá de ese concepto burdo de la forma hay un concepto sutil, que carece de figura definida y es invisible, inaudible y no manifiesto. El ser viviente tiene su forma más allá de esa sutileza, pues de no ser así no podría tener repetidos nacimientos.

Significado

Así como la manifestación cósmica burda se concibe como el gigantesco cuerpo del Señor, así mismo existe el concepto de Su forma sutil, la cual simplemente se llega a comprender sin ser vista, oída ni manifestada. Pero, de hecho, todos esos conceptos burdos o sutiles del cuerpo están en relación con los seres vivientes. El ser viviente tiene su forma espiritual más allá de esta existencia material burda o de la existencia psíquica sutil. Tan pronto como el ser viviente abandona el burdo cuerpo visible, este último y las funciones psíquicas dejan de actuar. En efecto, decimos que el ser viviente se ha ido, debido a que no se ve ni se oye. Incluso cuando el cuerpo burdo no está actuando, mientras el ser viviente está profundamente dormido, por su respiración sabemos que está dentro del cuerpo. De manera que el hecho de que el ser viviente deje el cuerpo, no significa que el alma viviente no existe. Está ahí, o si no ¿cómo podría repetir sus nacimientos una y otra vez?

Se concluye, entonces, que el Señor existe eternamente en Su forma trascendental, que no es burda ni sutil, como la del ser viviente; Su cuerpo nunca debe compararse con los cuerpos burdos y sutiles del ser viviente. Todos esos conceptos del cuerpo de Dios son imaginarios. El ser viviente tiene su forma espiritual eterna, que queda condicionada únicamente por su contaminación material.

Texto

yatreme sad-asad-rūpe
pratiṣiddhe sva-saṁvidā
avidyayātmani kṛte
iti tad brahma-darśanam

Palabra por palabra

yatra — siempre que; ime — en todos estos; sat-asat — burdo y sutil; rūpe — en las formas de; pratiṣiddhe — al ser anulado; sva-saṁvidā — mediante la autorrealización; avidyayā — por la ignorancia; ātmani — en el ser; kṛte — habiendo sido impuesto; iti — de esa manera; tat — eso es; brahma-darśanam — el proceso de ver al Absoluto.

Traducción

Cuando quiera que una persona experimente, mediante la autorrealización, que tanto el cuerpo burdo como el sutil no tienen nada que ver con el yo puro, en ese momento se ve a sí mismo, así como también al Señor.

Significado

La diferencia entre la autorrealización y la ilusión material consiste en saber que las imposiciones temporales o ilusorias de la energía material, en la forma del cuerpo burdo y sutil, son coberturas superficiales del yo. Las coberturas aparecen debido a la ignorancia. Dichas coberturas nunca son efectivas en la persona de la Personalidad de Dios. Saber esto con convicción se denomina liberación, o ver al Absoluto. Esto significa que la autorrealización perfecta la hace posible la adopción de una vida divina o espiritual. Autorrealización significa volverse indiferente a las necesidades de los cuerpos burdo y sutil, e interesarse seriamente en las actividades del ser. El incentivo para ejecutar actividades se genera en el ser, pero dichas actividades se vuelven ilusorias, debido a la ignorancia de la verdadera posición del ser. Por ignorancia, el bien personal se calcula en función de los cuerpos burdo y sutil y, en consecuencia, todo el conjunto de actividades se malogra, vida tras vida. Sin embargo, cuando uno llega a conocer el ser mediante el cultivo apropiado, las actividades del ser comienzan. Por lo tanto, a un hombre que esté dedicado a las actividades del ser se le llama jīvan-mukta, o una persona liberada incluso en la existencia condicionada.

Esta etapa perfecta de autorrealización no se alcanza por medios artificiales, sino bajo los pies de loto del Señor, quien siempre es trascendental. En el Bhagavad-gītā, el Señor dice que Él está presente en el corazón de todo el mundo, y únicamente a partir de Él aparece todo el conocimiento, el recuerdo o el olvido. Cuando el ser viviente desea ser un disfrutador de la energía material (los fenómenos ilusorios), el Señor lo cubre con el misterio del olvido, y por eso el ser viviente malentiende el cuerpo burdo y la mente sutil, creyendo que son su propio yo. Y mediante el cultivo del conocimiento trascendental, cuando el ser viviente le ora al Señor pidiéndole ser liberado de las garras del olvido, el Señor, por Su misericordia sin causa, quita la cortina ilusoria del ser viviente, y de esa forma este llega a comprender su propio yo. Él se dedica entonces al servicio del Señor en su eterna posición constitucional, quedando liberado de la vida condicionada. Todo esto lo ejecuta el Señor, ya sea a través de Su potencia externa, o directamente, mediante la potencia interna.

Texto

yady eṣoparatā devī
māyā vaiśāradī matiḥ
sampanna eveti vidur
mahimni sve mahīyate

Palabra por palabra

yadi — si, sin embargo; eṣā — ellos; uparatā — apaciguado; devī māyā — energía ilusoria; vaiśāradī — colmado de conocimiento; matiḥ — iluminación; sampannaḥ — enriquecido con; eva — indudablemente; iti — de esa manera; viduḥ — estando consciente de; mahimni — en las glorias; sve — del ser; mahīyate — estando situado en.

Traducción

Si por la gracia del Señor la energía ilusoria se apacigua y la entidad viviente se enriquece plenamente con conocimiento, entonces esta se ilumina de inmediato con la autorrealización, y se sitúa así en su propia gloria.

Significado

Debido a que el Señor es la Trascendencia Absoluta, todas Sus formas, nombres, pasatiempos, atributos, asociados y energías son idénticos a Él. Su energía trascendental actúa de acuerdo con Su omnipotencia. La misma energía actúa como Sus energías externa, interna y marginal, y mediante Su omnipotencia Él puede realizar absolutamente cualquier cosa, por intermedio de cualquiera de las energías anteriores. Él puede convertir la energía externa en interna a voluntad. En consecuencia, por Su gracia, la energía externa, que se emplea en engañar a aquellos seres vivientes que quieren ser engañados, se apacigua por la voluntad del Señor, en función del arrepentimiento y la penitencia del alma condicionada. Y la misma energía actúa entonces de manera de ayudar al ser viviente purificado a progresar en el sendero de la autorrealización. El ejemplo de la energía eléctrica es muy apropiado en relación con esto. El electricista experto, con solo unos ajustes, puede utilizar la energía eléctrica tanto para calentar como para enfriar. De igual manera, la energía externa, que ahora confunde al ser viviente para que continúe el nacimiento y la muerte, se transforma en potencia interna por la voluntad del Señor, para conducir al ser viviente a la vida eterna. Cuando un ser viviente recibe así la gracia del Señor, es puesto en su posición constitucional correcta, para disfrutar de la vida espiritual eterna.

Texto

evaṁ janmāni karmāṇi
hy akartur ajanasya ca
varṇayanti sma kavayo
veda-guhyāni hṛt-pateḥ

Palabra por palabra

evam — así pues; janmāni — nacimiento; karmāṇi — actividades; hi — indudablemente; akartuḥ — del inactivo; ajanasya — del innaciente; ca — y; varṇayanti — describen; sma — en el pasado; kavayaḥ — los eruditos; veda-guhyāni — que no puede ser descubierto por los Vedas; hṛt-pateḥ — del Señor del corazón.

Traducción

Así pues, los hombres eruditos describen los nacimientos y actividades del innaciente e inactivo, que no puede ser descubierto ni siquiera en las Escrituras védicas. Él es el Señor del corazón.

Significado

Tanto el Señor como las entidades vivientes son en esencia completamente espirituales. Por consiguiente, son eternos, y ninguno de ellos nace ni muere. La diferencia entre ellos consiste en que los supuestos nacimientos y desapariciones del Señor no son como los de los seres vivientes. Los seres vivientes que nacen y luego aceptan de nuevo la muerte, están atados por las leyes de la naturaleza material. Pero la supuesta aparición y desaparición del Señor no son acciones de la naturaleza material, sino demostraciones de la potencia interna del Señor. Los grandes sabios las describen en aras de la autorrealización. El Señor declara en el Bhagavad-gītā que Su supuesto nacimiento en el mundo material y Sus actividades son todos trascendentales. Y simplemente por meditar en esas actividades uno puede lograr la comprensión de Brahman y quedar liberado así del cautiverio material. En los śrutis se dice que el que no nace, parece que naciera. El Supremo no tiene obligación de hacer nada, pero debido a que Él es omnipotente, ejecuta todo de una manera natural, como si se hiciera automáticamente. En efecto, la aparición y desaparición de la Suprema Personalidad de Dios y Sus diferentes actividades son todas confidenciales hasta para las Escrituras védicas; mas, aun así, el Señor las exhibe para otorgarles misericordia a las almas condicionadas. Siempre debemos sacar provecho de las narraciones de las actividades del Señor, que son meditaciones en Brahman de la manera más conveniente y agradable.

Texto

sa vā idaṁ viśvam amogha-līlaḥ
sṛjaty avaty atti na sajjate ’smin
bhūteṣu cāntarhita ātma-tantraḥ
ṣāḍ-vargikaṁ jighrati ṣaḍ-guṇeśaḥ

Palabra por palabra

saḥ — el Señor Supremo; — alternadamente; idam — esto; viśvam — universos manifestados; amogha-līlaḥ — aquel cuyas actividades son inmaculadas; sṛjati — crea; avati atti — mantiene y aniquila; na — no; sajjate — es afectado por; asmin — en ellos; bhūteṣu — en todos los seres vivientes; ca — también; antarhitaḥ — viviendo dentro; ātma-tantraḥ — que depende solo de sí mismo; ṣāṭ-vargikam — dotado de todas las potencias de Sus opulencias; jighrati — apegado superficialmente, como oler la fragancia; ṣaṭ-guṇa-īśaḥ — amo de los seis sentidos.

Traducción

El Señor, cuyas actividades siempre son inmaculadas, es el amo de los seis sentidos y es plenamente omnipotente con seis opulencias. Él crea los universos manifestados, los mantiene y los aniquila, sin ser afectado en lo más mínimo. Él está dentro de cada ser viviente, y siempre es independiente.

Significado

La principal diferencia que hay entre el Señor y las entidades vivientes es que el Señor es el creador y las entidades vivientes son lo creado. A Él se le da aquí el nombre de amogha-līlaḥ, que indica que no hay nada lamentable en Su creación. Aquellos que crean disturbios en Su creación, se perturban ellos mismos. Él es trascendental a todas las aflicciones materiales, debido a que está colmado de todas las seis opulencias —es decir, riqueza, poder, fama, belleza, conocimiento y renunciación—, y por ello Él es el amo de los sentidos. Él crea estos universos manifestados a fin de rescatar a los seres vivientes que se encuentran dentro de ellos padeciendo el sufrimiento triple, los mantiene, y a su debido tiempo los aniquila, sin ser afectado en lo más mínimo por dichas acciones. Él está relacionado con esta creación material de una manera muy superficial, tal como uno huele un aroma sin estar en contacto con el artículo que lo produce. Por eso, los elementos impíos nunca pueden acercarse a Él, a pesar de todos sus esfuerzos.

Texto

na cāsya kaścin nipuṇena dhātur
avaiti jantuḥ kumanīṣa ūtīḥ
nāmāni rūpāṇi mano-vacobhiḥ
santanvato naṭa-caryām ivājñaḥ

Palabra por palabra

na — no; ca — y; asya — de Él; kaścit — cualquiera; nipuṇena — por destreza; dhātuḥ — del creador; avaiti — puede conocer; jantuḥ — el ser viviente; kumanīṣaḥ — con un escaso acopio de conocimiento; ūtīḥ — actividades del Señor; nāmāni — Sus nombres; rūpāṇi — Sus formas; manaḥ-vacobhiḥ — a fuerza de especulación mental o de dar discursos; santanvataḥ — exhibiendo; naṭa-caryām — un acto dramático; iva — como; ajñaḥ — los necios.

Traducción

Los necios con un escaso acopio de conocimiento no pueden conocer la naturaleza trascendental de las formas, nombres y actividades del Señor, quien está actuando tal como un actor en un drama. Y tampoco pueden ellos expresar esas cosas, ni en sus especulaciones ni en sus palabras.

Significado

Nadie puede describir adecuadamente la naturaleza trascendental de la Verdad Absoluta. Por eso se dice que Él está más allá de la expresión de la mente y del habla. Y, no obstante, hay algunos hombres, con un escaso acopio de conocimiento, que desean entender la Verdad Absoluta mediante la especulación mental imperfecta y la descripción defectuosa de Sus actividades. Para el profano, Sus actividades, aparición y desaparición, Sus nombres, Sus formas, Sus enseres, Sus personalidades y todas las cosas que tienen relación con Él, son misteriosos. Hay dos clases de materialistas: los trabajadores fruitivos y los filósofos empíricos. Los trabajadores fruitivos prácticamente no tienen ninguna información acerca de la Verdad Absoluta, y los especuladores mentales, después de fracasar en las actividades fruitivas, vuelven sus caras hacia la Verdad Absoluta, y tratan de conocerlo a Él mediante la especulación mental. Para todos estos hombres, la Verdad Absoluta es un misterio, tal como el malabarismo del mago es un misterio para los niños. Engañados por el malabarismo del Ser Supremo, los no devotos, que puede que sean muy diestros en el trabajo fruitivo y la especulación mental, están siempre sumidos en la ignorancia. Con ese conocimiento tan limitado, son incapaces de penetrar en la misteriosa región de la trascendencia. Los especuladores mentales son un poco más progresivos que los materialistas crasos o que los trabajadores fruitivos, pero debido a que también están en las garras de la ilusión, dan por sentado que cualquier cosa que tenga forma, un nombre y actividades no es más que un producto de la energía material. Para ellos, el Espíritu Supremo no tiene forma, no tiene nombre y es inactivo. Y debido a que esos especuladores mentales equiparan el nombre y la forma trascendentales del Señor con los nombres y formas mundanos, están de hecho inmersos en la ignorancia. Con un acopio de conocimiento tan escaso, no hay acceso a la verdadera naturaleza del Ser Supremo. Como se declara en el Bhagavad-gītā, el Señor se encuentra siempre en una posición trascendental, incluso cuando se halla dentro del mundo material. Pero los hombres ignorantes consideran que el Señor es una de las grandes personalidades del mundo, y por eso la energía ilusoria los embauca.

Texto

sa veda dhātuḥ padavīṁ parasya
duranta-vīryasya rathāṅga-pāṇeḥ
yo ’māyayā santatayānuvṛttyā
bhajeta tat-pāda-saroja-gandham

Palabra por palabra

saḥ — solo Él; veda — puede conocer; dhātuḥ — del creador; padavīm — glorias; parasya — de la trascendencia; duranta-vīryasya — del sumamente poderoso; ratha-aṅga-pāṇeḥ — del Señor Kṛṣṇa, que lleva en Su mano la rueda de una cuadriga; yaḥ — aquel que; amāyayā — sin reservas; santatayā — sin ninguna brecha; anuvṛttyā — favorablemente; bhajeta — presta servicio; tat-pāda — de Sus pies; saroja-gandham — fragancia de loto.

Traducción

Solo aquellos que les prestan un servicio favorable, franco e ininterrumpido a los pies de loto del Señor Kṛṣṇa, quien lleva en Su mano la rueda de la cuadriga, pueden conocer al creador del universo en toda Su gloria, poder y trascendencia.

Significado

Únicamente los devotos puros pueden conocer el nombre, la forma y las actividades trascendentales del Señor Kṛṣṇa, por estar completamente libres de las reacciones del trabajo fruitivo y la especulación mental. Los devotos puros no tienen ninguna ganancia personal que obtener del servicio puro que le prestan al Señor. Espontáneamente, ellos le prestan un servicio incesante al Señor, sin reserva alguna. Todo el mundo que se encuentra dentro de la creación del Señor está prestándole servicio a Él, directa o indirectamente. Nadie es una excepción a esta ley del Señor. Aquellos que le están prestando servicio indirectamente, forzados por el agente ilusorio del Señor, le están prestando servicio a Él de una manera desfavorable. Pero aquellos que le están prestando servicio de forma directa, bajo la dirección de Su amado agente, le están prestando servicio de una manera favorable. Esos servidores favorables son devotos del Señor, y por la gracia y la misericordia del Señor pueden entrar en la misteriosa región de la trascendencia. Pero los especuladores mentales permanecen a oscuras todo el tiempo. Como se afirma en el Bhagavad-gītā, el Señor Mismo guía a los devotos puros hacia el sendero de la iluminación, por estar constantemente dedicados al amoroso servicio del Señor con afecto espontáneo. Ese es el secreto para entrar en el reino de Dios. Las actividades fruitivas y la especulación no son aptitudes para entrar.

Texto

atheha dhanyā bhagavanta itthaṁ
yad vāsudeve ’khila-loka-nāthe
kurvanti sarvātmakam ātma-bhāvaṁ
na yatra bhūyaḥ parivarta ugraḥ

Palabra por palabra

atha — de esa manera; iha — en este mundo; dhanyāḥ — con éxito; bhagavantaḥ — perfectamente consciente; ittham — semejante; yat — que; vāsudeve — a la Personalidad de Dios; akhila — que lo abarca todo; loka-nāthe — al propietario de todos los universos; kurvanti — inspira; sarva-ātmakam — cien por ciento; ātma — espíritu; bhāvam — éxtasis; na — nunca; yatra — en el cual; bhūyaḥ — de nuevo; parivartaḥ — repetición; ugraḥ — espantoso.

Traducción

Únicamente por hacer esas preguntas en este mundo uno puede tener éxito y estar perfectamente consciente, pues esa clase de preguntas invocan en uno el extático y trascendental amor por la Personalidad de Dios, quien es el propietario de todos los universos, y garantizan un cien por ciento de inmunidad contra la espantosa repetición del nacimiento y la muerte.

Significado

Las preguntas de los sabios encabezados por Śaunaka aquí son alabadas por Sūta Gosvāmī, en virtud de la naturaleza trascendental de las mismas. Como ya se concluyó, únicamente los devotos del Señor pueden conocerlo a Él en una medida considerable, y nadie más puede conocerlo en absoluto; de manera que los devotos están perfectamente conscientes de todo el conocimiento espiritual. La Personalidad de Dios es la última palabra en la Verdad Absoluta. El Brahman impersonal y el Paramātmā localizado (la Superalma) están incluidos en el conocimiento acerca de la Personalidad de Dios. Así que aquel que conoce a la Personalidad de Dios puede conocer automáticamente todo acerca de Él, de Sus múltiples potencias y de Sus expansiones. Por consiguiente, a los devotos se les felicita por ser absolutos triunfadores. Un devoto del Señor que está consagrado en un cien por ciento, es inmune a los espantosos sufrimientos materiales del nacimiento y la muerte recurrentes.

Texto

idaṁ bhāgavataṁ nāma
purāṇaṁ brahma-sammitam
uttama-śloka-caritaṁ
cakāra bhagavān ṛṣiḥ
niḥśreyasāya lokasya
dhanyaṁ svasty-ayanaṁ mahat

Palabra por palabra

idam — este; bhāgavatam — libro que contiene la narración acerca de la Personalidad de Dios y Sus devotos puros; nāma — de nombre; purāṇam — que complementa los Vedas; brahma-sammitam — encarnación del Señor Śrī Kṛṣṇa; uttama-śloka — de la Personalidad de Dios; caritam — actividades; cakāra — recopilado; bhagavān — encarnación de la Personalidad de Dios; ṛṣiḥ — Śrī Vyāsadeva; niḥśreyasāya — por el bien máximo; lokasya — de toda la gente; dhanyam — completamente triunfante; svasti-ayanam — supremamente bienaventurado; mahat — supremamente perfecto.

Traducción

Este Śrīmad-Bhāgavatam es la encarnación literaria de Dios, y lo recopiló Śrīla Vyāsadeva, la encarnación de Dios. El Śrīmad-Bhāgavatam tiene por objeto el máximo bien de toda la gente, y es supremamente triunfante, supremamente bienaventurado y supremamente perfecto.

Significado

El Señor Śrī Caitanya Mahāprabhu declaró que el Śrīmad-Bhāgavatam es la inmaculada representación sonora de toda la historia y conocimiento védicos. Contiene historias selectas de grandes devotos que están en contacto directo con la Personalidad de Dios. El Śrīmad-Bhāgavatam es la encarnación literaria del Señor Śrī Kṛṣṇa y, por eso, no es diferente de Él. El Śrīmad-Bhāgavatam debe ser adorado tan respetuosamente como adoramos al Señor, con lo cual, a través de su estudio cuidadoso y paciente, podremos obtener las máximas bendiciones del Señor. Así como Dios es todo luz, todo bienaventuranza y todo perfección, así mismo lo es el Śrīmad-Bhāgavatam. Podemos obtener toda la luz trascendental del Brahman Supremo, Śrī Kṛṣṇa, mediante la recitación del Śrīmad-Bhāgavatam, siempre y cuando se reciba por intermedio del maestro espiritual transparente. El secretario privado del Señor Caitanya, Śrīla Svarūpa Dāmodara Gosvāmī, les aconsejaba a todos los visitantes que llegaban a Purī e intentaban ver al Señor, que hicieran un estudio del Bhāgavatam con la persona Bhāgavatam. La persona Bhāgavatam es el maestro espiritual autorrealizado y genuino, y solo a través de él puede uno entender las lecciones del Bhāgavatam de manera de recibir el resultado deseado. Uno puede obtener del estudio del Bhāgavatam todos los beneficios que se pueden obtener de la presencia personal del Señor. El Bhāgavatam lleva consigo todas las bendiciones trascendentales del Señor Śrī Kṛṣṇa que podemos esperar del contacto personal con Él.

Texto

tad idaṁ grāhayām āsa
sutam ātmavatāṁ varam
sarva-vedetihāsānāṁ
sāraṁ sāraṁ samuddhṛtam

Palabra por palabra

tat — eso; idam — esto; grāhayām āsa — obligado a aceptar; sutam — a su hijo; ātmavatām — del autorrealizado; varam — de lo más respetuoso; sarva — todas; veda — Escrituras védicas (libros de conocimiento); itihāsānām — de todas las historias; sāram — crema; sāram — crema; samuddhṛtam — extraída.

Traducción

Después de extraer la crema de todas las Escrituras védicas e historias del universo, Śrī Vyāsadeva le entregó el Śrīmad-Bhāgavatam a su hijo, quien es el más respetado de los seres autorrealizados.

Significado

Los hombres con un escaso acopio de conocimiento aceptan únicamente la historia del mundo a partir de la época de Buddha, o desde el año 600 a. C., y consideran que todas las historias de antes de ese período que se mencionan en las Escrituras, son únicamente historias imaginarias. Eso no es cierto. Todas las historias que se mencionan en los Purāṇas y el Mahābhārata, etc., son historias verdaderas, no solo de este planeta, sino también de millones de otros planetas del universo. A veces, a esos hombres les parece increíble la historia de planetas que se encuentran más allá de este mundo. Pero ellos no saben que los diferentes planetas no son iguales en todos los aspectos, y que, por consiguiente, algunos de los hechos históricos que se obtienen de otros planetas, no corresponden con la experiencia que se tiene en este planeta. Considerando las diferentes situaciones de los diferentes planetas y también el tiempo y las circunstancias, no hay nada extraordinario en las historias de los Purāṇas, ni tampoco son imaginarias. Debemos siempre recordar la máxima de que, lo que es comida para un hombre, es veneno para otro. En consecuencia, no debemos rechazar las historias y relatos de los Purāṇas como algo imaginario. Los grandes ṛṣis, tales como Vyāsa, no tenían por qué poner en sus obras literarias unas historias imaginarias.

En el Śrīmad-Bhāgavatam se presentan hechos históricos seleccionados de entre las historias de diferentes planetas. Por consiguiente, todas las autoridades espirituales lo aceptan como Mahā-purāṇa. La importancia especial de estas historias es que todas ellas están relacionadas con actividades del Señor en tiempos y atmósferas diferentes. Śrīla Śukadeva Gosvāmī es la personalidad más elevada de todas las almas autorrealizadas, y él aceptó esto como el tema de sus estudios con su padre, Vyāsadeva. Śrīla Vyāsadeva es la gran autoridad, y como el tema del Śrīmad-Bhāgavatam es tan importante, él en primer lugar le entregó el mensaje a su gran hijo Śrīla Śukadeva Gosvāmī. Se dice que el Śrīmad-Bhāgavatam se asemeja a la crema de la leche. La literatura védica es como el océano de leche del conocimiento. La crema o mantequilla es la esencia más sabrosa de la leche, y así mismo lo es el Śrīmad-Bhāgavatam, pues contiene todas las versiones auténticas, instructivas y deleitables de las diferentes actividades del Señor y Sus devotos. Nada se gana, sin embargo, con recibir el mensaje del Bhāgavatam de labios de no creyentes, ateos y recitadores profesionales, que hacen un comercio del Bhāgavatam para el profano. El Śrīmad-Bhāgavatam le fue entregado a Śrīla Śukadeva Gosvāmī, y él no tuvo nada que ver con el negocio Bhāgavata. Él no tenía que cubrir gastos familiares con esa clase de comercio. Por lo tanto, el Śrīmad-Bhāgavatam debe recibirse de labios del representante de Śukadeva, que debe estar en la orden de vida de renuncia, sin cargas familiares. La leche es indudablemente muy buena y nutritiva, pero deja de serlo cuando la toca la boca de una serpiente; más bien se vuelve una causa de muerte. De forma similar, aquellos que no siguen estrictamente la disciplina vaiṣṇava, no deben hacer un negocio de este Bhāgavatam y volverse causa de muerte espiritual para muchos oyentes. En el Bhagavad-gītā, el Señor dice que el propósito de todos los Vedas es conocerlo a Él (el Señor Kṛṣṇa), y el Śrīmad-Bhāgavatam es el Señor Śrī Kṛṣṇa Mismo en la forma de conocimiento escrito. Por consiguiente, es la crema de todos los Vedas, y contiene todos los hechos históricos relativos a Śrī Kṛṣṇa, de todos los tiempos. El Śrīmad-Bhāgavatam es, en efecto, la esencia de todas las historias.

Texto

sa tu saṁśrāvayām āsa
mahārājaṁ parīkṣitam
prāyopaviṣṭaṁ gaṅgāyāṁ
parītaṁ paramarṣibhiḥ

Palabra por palabra

saḥ — el hijo de Vyāsadeva; tu — de nuevo; saṁśrāvayām āsa — volverlas audibles; mahā-rājam — al emperador; parīkṣitam — de nombre Parīkṣit; prāya-upaviṣṭam — que se sentó sin comer ni beber, hasta la muerte; gaṅgāyām — a orillas del Ganges; parītam — estando rodeado; parama-ṛṣibhiḥ — por grandes sabios.

Traducción

Śukadeva Gosvāmī, el hijo de Vyāsadeva, le entregó a su vez el Bhāgavatam al gran emperador Parīkṣit, quien se sentó a orillas del Ganges, rodeado de sabios, a aguardar la muerte sin comer ni beber.

Significado

En la cadena de sucesión discipular, todos los mensajes trascendentales se reciben debidamente. Esa sucesión discipular se denomina paramparā. Así pues, a menos que el Bhāgavatam o cualesquiera otras Escrituras védicas se reciban a través del sistema paramparā, la recepción de conocimiento no es genuina. Vyāsadeva le entregó el mensaje a Śukadeva Gosvāmī, y Sūta Gosvāmī recibió el mensaje de labios de Śukadeva Gosvāmī. Por lo tanto, uno debe recibir el mensaje del Bhāgavatam de labios de Sūta Gosvāmī o su representante, y no de un intérprete impertinente.

El emperador Parīkṣit recibió la información de su muerte con tiempo, y de inmediato dejó su reino y su familia, y se sentó a orillas del Ganges a ayunar hasta la muerte. Todos los grandes sabios, ṛṣis, filósofos, místicos, etc., fueron allí debido a la posición imperial que él tenía. Ellos hicieron muchas sugerencias acerca de cuál había de ser su deber inmediato, y finalmente se decidió que oiría a Śukadeva Gosvāmī hablar del Señor Kṛṣṇa. Fue así que se le recitó el Bhāgavatam.

Śrīpāda Śaṅkarācārya, quien predicó filosofía māyāvāda e hizo énfasis en el aspecto impersonal del Absoluto, también indicó que uno debía refugiarse en los pies de loto del Señor Śrī Kṛṣṇa, pues no hay ninguna esperanza de ganar nada con debates. Indirectamente, Śrīpāda Śaṅkarācārya admitió que lo que él había predicado con las floridas interpretaciones gramaticales del Vedānta-sūtra, no puede ayudarlo a uno en el momento de la muerte. En la crítica hora de la muerte, uno debe recitar el nombre de Govinda. Esa es la recomendación que dan todos los grandes trascendentalistas. Śukadeva Gosvāmī había declarado hacía mucho tiempo la misma verdad: que al final uno debe recordar a Nārāyaṇa. Esa es la esencia de todas las actividades espirituales. En prosecución de esa verdad eterna, el Śrīmad-Bhāgavatam fue oído por el emperador Parīkṣit, y fue recitado por el idóneo Śukadeva Gosvāmī. Y tanto el orador como el oyente de los mensajes del Bhāgavatam, a su debido tiempo, se liberaron por el mismo medio.

Texto

kṛṣṇe sva-dhāmopagate
dharma-jñānādibhiḥ saha
kalau naṣṭa-dṛśām eṣa
purāṇārko ’dhunoditaḥ

Palabra por palabra

kṛṣṇe — en la de Kṛṣṇa; sva-dhāma — propia morada; upagate — habiendo regresado; dharma — religión; jñāna — conocimiento; ādibhiḥ — reunidos; saha — junto con; kalau — en Kali-yuga; naṣṭa-dṛśām — de personas que han perdido la vista; eṣaḥ — todas estas; purāṇa-arkaḥ — el Purāṇa que brilla como el sol; adhunā — ahora mismo; uditaḥ — ha surgido.

Traducción

Este Bhāgavata Purāṇa es tan brillante como el sol, y ha surgido justo después de la partida del Señor Kṛṣṇa a Su propia morada, acompañado por la religión, el conocimiento, etc. Las personas que han perdido la visión debido a la densa oscuridad de la era de Kali, habrán de recibir la luz de este Purāṇa.

Significado

El Señor Śrī Kṛṣṇa tiene Su dhāma eterno, o morada, donde disfruta eternamente con Sus asociados eternos y Sus enseres. Y Su morada eterna es una manifestación de Su energía interna, mientras que el mundo material es una manifestación de Su energía externa. Cuando Él desciende al mundo material, se exhibe a Sí Mismo con todos los enseres de Su potencia interna, que se denomina ātma-māyā. En el Bhagavad-gītā, el Señor dice que Él desciende mediante Su propia potencia (ātma-māyā). Su forma, nombre, fama, enseres, morada, etc., no son, por consiguiente, creaciones de la materia. Él desciende para rescatar a las almas caídas y para restablecer los códigos de la religión, los cuales son directamente promulgados por Él. A excepción de Dios, nadie puede establecer los principios de la religión. Tan solo Él o una persona idónea apoderada por Él, pueden dictar los códigos de la religión. Verdadera religión significa conocer a Dios, nuestra relación con Él y nuestros deberes para con Él, y conocer en fin de cuentas cuál será nuestro destino después de dejar este cuerpo material. Las almas condicionadas, que están atrapadas por la energía material, difícilmente conocen todos estos principios de vida. La mayoría de ellas son como animales dedicados a comer, dormir, temer y aparearse. Ellas están principalmente dedicadas al disfrute de los sentidos, bajo el pretexto de religiosidad, conocimiento o salvación. Y en la actual era de riña, o Kali-yuga, están aún más ciegas. En Kali-yuga, la población es solo una edición de lujo de los animales. No les importa para nada el conocimiento espiritual ni la vida religiosa y divina. Son tan ciegos, que no pueden ver nada que esté más allá de la jurisdicción de la mente, inteligencia o ego sutiles, pero están muy orgullosos de su avance en el conocimiento, la ciencia y la prosperidad material. Ellos son capaces de arriesgar sus vidas para volverse un perro o un cerdo inmediatamente después de dejar el cuerpo actual, pues han perdido completamente de vista el objetivo fundamental de la vida. La Personalidad de Dios Śrī Kṛṣṇa apareció ante nosotros justo un poco antes del comienzo de Kali-yuga, y regresó a Su hogar eterno prácticamente al comienzo de Kali-yuga. Mientras Él se encontraba presente, exhibió todo mediante Sus diferentes actividades. Él habló el Bhagavad-gītā específicamente y erradicó todos los falsos principios de religiosidad. Y antes de Su partida de este mundo material, apoderó a Śrī Vyāsadeva a través de Nārada para que recopilara los mensajes del Śrīmad-Bhāgavatam, y, así pues, tanto el Bhagavad-gītā como el Śrīmad-Bhāgavatam son como portaantorchas para la gente ciega de esta época. En otras palabras, si los hombres de esta era de Kali quieren ver la verdadera luz de la vida, deben consagrarse a estos dos libros únicamente, y la finalidad de sus vidas se cumplirá. El Bhagavad-gītā es el estudio preliminar del Bhāgavatam. Y el Śrīmad-Bhāgavatam es el summum bonum de la vida, el Señor Śrī Kṛṣṇa personificado. Debemos aceptar entonces el Śrīmad-Bhāgavatam como la representación directa del Señor Kṛṣṇa. Aquel que puede ver el Śrīmad-Bhāgavatam, puede ver también al Señor Kṛṣṇa en persona. Son idénticos.

Texto

tatra kīrtayato viprā
viprarṣer bhūri-tejasaḥ
ahaṁ cādhyagamaṁ tatra
niviṣṭas tad-anugrahāt
so ’haṁ vaḥ śrāvayiṣyāmi
yathādhītaṁ yathā-mati

Palabra por palabra

tatra — ahí; kīrtayataḥ — mientras recitaba; viprāḥ — ¡oh, brāhmaṇas!; vipra-ṛṣeḥ — del gran brāhmaṇa; bhūri — sumamente; tejasaḥ — poderoso; aham — yo; ca — también; adhyagamam — pude entender; tatra — en esa reunión; niviṣṭaḥ — estando perfectamente atento; tat-anugrahāt — por su misericordia; saḥ — esa misma cosa; aham — yo; vaḥ — a ustedes; śrāvayiṣyāmi — les haré oír; yathā-adhītam yathā-mati — hasta donde he comprendido.

Traducción

¡Oh, brāhmaṇas eruditos!, cuando Śukadeva Gosvāmī recitó el Bhāgavatam ahí [en presencia del emperador Parīkṣit], yo lo oí a él con suma atención y, en consecuencia, por su misericordia, aprendí el Bhāgavatam con ese eminente y poderoso sabio. Ahora trataré de hacerles oír exactamente lo mismo, tal como lo aprendí de él y como yo lo he comprendido.

Significado

Si uno ha oído a una gran alma autorrealizada como Śukadeva Gosvāmī exponer el Bhāgavatam, con toda certeza podrá ver directamente la presencia del Señor Kṛṣṇa en sus páginas. Sin embargo, uno no puede aprender el Bhāgavatam con un recitador falso que se contrate, cuya finalidad en la vida consiste en hacer algo de dinero con esa recitación y emplear lo ganado en tener vida sexual. Nadie puede aprender el Śrīmad-Bhāgavatam si está asociado con personas dedicadas a la vida sexual. Ese es el secreto para aprender el Bhāgavatam. Ni tampoco puede uno aprender el Bhāgavatam con alguien que interprete el texto mediante su erudición mundana. Uno tiene que aprender el Bhāgavatam con el representante de Śukadeva Gosvāmī, y con nadie más, si acaso quiere ver al Señor Śrī Kṛṣṇa en las páginas. Ese es el proceso, y no hay ninguna otra posibilidad. Sūta Gosvāmī es un representante genuino de Śukadeva Gosvāmī, debido a que él quiere presentar el mensaje que recibió del gran brāhmaṇa erudito. Śukadeva Gosvāmī presentó el Bhāgavatam tal como lo oyó de labios de su gran padre, y, así pues, Sūta Gosvāmī también está presentando el Bhāgavatam tal como lo había oído de labios de Śukadeva Gosvāmī. El solo oírlo no lo es todo. Uno debe comprender el texto con la debida atención. La palabra niviṣṭa significa que Sūta Gosvāmī bebió el jugo del Bhāgavatam a través de sus oídos. Ese es el verdadero proceso para recibir el Bhāgavatam. Con suma atención, uno debe oír a la persona genuina, y de inmediato podrá entonces entender y apreciar la presencia del Señor Kṛṣṇa en cada página. Aquí se dice cuál es el secreto para conocer el Bhāgavatam. Nadie puede poner toda su atención si no tiene la mente pura. Nadie puede tener la mente pura si sus acciones no son puras. Nadie puede ser puro en sus acciones si no es puro en comer, dormir, temer y aparearse. Pero, de una u otra forma, si con suma atención alguien oye a la persona correcta, es seguro que desde el mismo principio podrá ver en las páginas del Bhāgavatam al Señor Śrī Kṛṣṇa en persona.

Así terminan los significados de Bhaktivedanta correspondientes al capítulo tercero del Canto Primero del Śrīmad-Bhāgavatam, titulado: «Kṛṣṇa es la fuente de todas las encarnaciones».